Capítulo 15


Estoy próxima a cumplir las 24 semanas de gestación y en poco menos de una semana se realiza el baby shower del cual me estoy haciendo cargo. Faltan pocos días para mi cita con la doctora y Dylan prometió volver de su viaje de trabajo antes de esa fecha. 

Mi hermana está saliendo con un chico de su escuela, el cual no recuerdo el nombre, hoy voy a ir junto a mi hermana a comprar las primeras cosas de mi lista para mi hijo. 

Además de mi vientre, mi apetito aumenta cada día más; hoy he desayunado un jugo de naranja, un café, una dona, tres huevos, un poco de yogurt y unas cuantas galletas, algo que tiene completamente sorprendida a todos los que me rodean. 

*****

— ¡Mira! —grita mi hermana cuando encuentra una carriola y una silla de carro a juego—Es algo lindísimo.

—Sí, tienes razón. Creo que me las voy a llevar. Sé que aún no sabemos el sexo, pero igual lo podemos usar. 

— ¿Han encontrado algo? —pregunta una de las dependientas. Las dos asentimos repetidas veces— ¿Quieren que se los enseñe?

—No es necesario, nos han encantado los dos, seguiremos buscando lo que nos haga falta en los otros pasillos. 

La mujer asiente y continuamos caminando por los pasillos de aquella tienda, hasta que llegamos a uno en donde hay varias de las cosas de la lista. 

—Mamilas, chupones, baberos —dice mi hermana viendo el estante— ¿Cuál de todo llevaremos?

—Mi doctora me recomendó unas mamilas, y son las que voy a llevar —busco en la tercera repisa de arriba abajo y allí están las mamilas—Estas.

—Mira, aquí dice —me quita la caja de las mamilas—Contiene 4 mamilas, dos de leche y dos para agua. Aunque dice que a los recién nacidos solo se les da leche, pero las podemos guardar —lee en voz alta—también tiene un cepillo especial para lavarlas —señala la imagen que traía la caja—ah y de regalo un chupón que el bebé puede ocupar hasta los tres meses. Aunque sabemos que no lo dejarás tanto tiempo con el mismo.

—Busquemos unos lindos beberos —deja las mamilas en el carrito y continuamos caminando en ese pasillo

—Gracias por dejarme acompañarte.

—No es nada, no iba a poder hacer nada yo sola. Tengo mucho menos energía que antes.

Mi hermana suelta una carcajada y de repente se queda viendo algo detrás de mí; volteo a ver y encuentro un ganchito que tenia 3 baberos de colores distintos. Los tomo y veo el primero era un elefante con toques azules, el segundo igual pero con rosa y el último con amarillo.

—Me gustan —digo y mi hermana asiente—Nos los llevamos —los introdujo en el carrito y nos dirigimos al otro pasillo.

—Pañales —decimos al ver miles de paquetes— ¿Cómo escogeremos un paquete? — me encojo de hombros—Mira, son más de 8 marcas diferentes para recién nacido.

—Buenas tardes —dice una señora de cómo unos 30 años— ¿Hay algo que pueda hacer por ustedes?

—Buenas tardes —dice mi hermana—Mi hermana y yo estamos buscando unos pañales para recién nacido, pero no sabemos cuáles escoger —asiento.

—Como ustedes ya se dieron cuenta, hay muchas marcas. Pero lo que nosotras como madres queremos es protección para nuestros pequeños. Y siempre será una difícil decisión. Pero aunque ustedes aquí ven muchas marcas, la mayoría de las madres embarazadas vienen por estos —me da un paquete de los tantos que hay allí, doy una rápida revisada y asiento, ya que parecen una muy buena opción.

—Muchas gracias —asentimos las tres y ella se aleja de nosotros—Ahora, toallitas húmedas, pomada contra rozaduras, talco —en el estante de adelante estaban muchos paquetes de toallitas y agarro las de la misma marca de los pañales. Lo que no encuentro es la pomada.

—Aquí esta —dice mi hermana sacudiendo una caja—la misma señora me la recomendó, y me explico se le tiene que poner al bebé cuando le cambies el pañal, eso es en protección y así no sufrirás de problemas por rozaduras —lo mete al carro— ¿Qué sigue?

—Nos falta la tina, shampoo, una toalla con capucha, el monitor  y  cobijas.

Muchas tinas, eso es lo que hay en el pasillo en el que estamos. Es difícil encontrar una tina que te guste, porque ves una y la que sigue te gusta más.

— ¿Cuál te gusta Sandy? —digo ya que no me puedo decidir.

—Esta —me señala una blanca—No es muy elaborada, pero no tiene sentido que gastes en una cara que solo la ocuparás un tiempo —asiento— ¿Entonces...?

—Nos la llevamos —se acerca la misma señora que nos ayudó con la carriola—Nos llevamos esta también.

—Venía para eso. Y hay servicio de envío, por si no trae el espacio suficiente, se le envía lo más grande, como la carriola, y la tina en este caso.

—De acuerdo, muchas gracias. Ahorita le avisamos si necesitamos algo más. —ella asiente y la dejamos para que bajara la tina.

—Mira —dice mi hermana señalando donde están muchos frascos—Shampoo y jabón —tomo uno que dice "De 1-3 meses" —Nunca pensé que esto también fuera por meses. Nos lo llevamos —dice y ella toma el jabón que tenía la misma frase. Y agarro una esponja en forma de pato—Ven —dice mi hermana y volteo a verla para darme cuenta que estaba más adelante. Me enseña una bata con capucha en forma de león—Esta lindo. ¿Lo llevamos? —asiento—Y una toalla súper suave para secarlo en el cuarto —asiento y ella mete en el carrito las cosas.

—Siguiente pasillo... —damos la vuelta para ver que están los edredones para las cunas y las cobijitas que yo tanto busco—Mira —acelero mi paso lo que mi pesado vientre me lo permite y toma un paquete de 7 cobijitas en tonos neutros—No me importa si no te gustan, me las llevo.

—De todas formas me gustaron —suelto una carcajada—Mira —señala a las cobijas de las cunas.

—No, esas las compraré después de mi revisión —ella asiente—Vamos, ya casi terminamos —caminamos al otro pasillo y encontramos muchos aparatos— Móviles, calienta mamilas, monitores

—¡Bingo! —Avanzamos hasta los móviles y encontramos muchos modelos distintos— ¿Cuál llevamos? —le pregunto sonriendo.

—Este, mira —me enseña un móvil verde—dice que produce canciones de cuna para cuando tú lo actives, la cámara, el audio —dice y vi una esfera que era la parte que iba en el cuarto del bebé o la cerca de la cuna y otra en donde estaba la pantalla y podías ver al bebé.

—Llévalo —digo—Vamos a buscar lo último que nos falta —sólo nos faltaban los calcetines.

—Siguiente pasillo —entramos al pasillo y allí había mucha ropa, zapatos, mamelucos, pañaleros, pañaleras, calcetines

—Yo le voy a regalar estos —dice y me enseña dos pares, uno que son blancos con los dedos, el talón amarillo y un patito; el segundo son completamente blancos con un listón en la parte de adelante.

—Yo... —busco unos calcetines y encuentro un paquete que me pareció perfecto, lo tomo entre mis manos. Eran dos pares; uno en forma de zebra con ojitos y los otros blancos con rayas grises

— Me llevo estos —se los enseño y ella asiente—Listo, vámonos —caminamos ahora sin ninguna parada, hasta que volvimos a pasar por el pasillo de las mamilas—Espera, no tardo —entro al pasillo y tomo los dos chupones que vi hace rato— Mami no va a dejarte con un solo chupón —acaricio mi vientre y vuelvo con mi hermana—Listo —continuamos caminando hacia la caja.

*****

—Mel, necesitamos de tu ayuda —digo en cuanto ella contesta.

— ¿Qué sucede? —pregunta alarmada.

—Vine de compras con mi hermana y como eran cosas para mi bebé. Pues no traemos el espacio suficiente. ¿Podrías decirle a Will que si nos ayuda?

—Para nada, él no está. Voy para allá. Pero antes —dice y asiento—Exactamente ¿Qué fue lo que compraron?

—Casi nada. Solo que compramos la tina y el carrito y la silla para el carro, pero no entra todo en mi coche.

—A bueno, en 15 estoy por ustedes —dice y cuelga.

—Hay que esperar —digo y mi hermana bufa—Si quieres ya puedes irte, yo espero aquí y llévate el carro.

—Gracias hermanita —me abraza—Nos vemos en la tarde.

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