Capítulo 3

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Las gotas de sangre bajan por el tablero de control de la aeronave; Zipp se muestra inconsciente con la cabeza pegada al tablero; su sangre se desliza por el mismo hasta llegar al suelo. Aunque su hermana no recibió muchos golpes, fue sepultada por los cables de la nave, cegándola temporalmente.

Izzy, por otra parte, sangra de la nariz por el fuerte golpe que se dio con su ventana, pero aunque dolorida, ella muestra esa sonrisa que la caracteriza. Mientras Izzy intenta soltarse de su cinturón de seguridad, Sunny se encuentra levantándose del suelo tras ser estampada repetidas veces contra el techo y el suelo.

Pero la peor parte la llevó Misty, que por su descuido y por el fuerte impacto chocó contra su ventana rompiéndola y, en consecuencia, los fragmentos de cristal se le incrustaron e hicieron varios cortes profundos. Por suerte.

—Agh... — Sunny se queja tras levantarse del suelo; llevo uno de sus cascos hacia su cabeza que daba giros y le dolía. —Chicas, ¿están bien?

—Estoy bien, Sunny, nada preocupante, solo una nariz un poco rota, jajaja. —Responde Izzy logrando quitarse el cinturón. Varias líneas de sangre bajan por su nariz hasta su boca. —Sabes, la sangre me sabe a hierro.

—Debemos revisarte eso, Izzy. —Sunny mira a Misty inconsciente, mientras las cortadas derramaban sangre; después miró a Zipp y luego a Pipp. —¿Pero qué acaba de pasar?

—No lo sé, estábamos volando normal y de repente la nave perdió su energía. —Contestó Izzy, acercándose a Pipp para quitarle los cables. Esta misma se retorcía intentando quitárselo sola.

—Buscaré un botiquín, tenemos que vendar a Zipp y sacarle los fragmentos a Misty —dijo intentando estar en calma. Agradecía que Izzy no se alterara por esto, ya que ella no hubiera soportado escuchar gritos.

Entonces, Izzy ayuda a quitar los cables; Pipp saca su cabeza para respirar y jadea varias veces hasta controlar su respiración. Después mira a su hermana inconsciente e instintivamente se quita el cinturón para ayudarla.

—¡Zipp, despierta! —Pipp lo sacude varias veces, pero no despertaba; ella mira el rastro de sangre que baja hasta el suelo y, con sus ojos que muestran la desesperación y la angustia, sigue moviendo a su hermana para que despertara. Siendo esto en vano.

—Ya estoy aquí —anuncia Sunny con el botiquín en la boca. Ella lo deja en el suelo y lo abre sacando un vendaje, un paño limpio y alcohol. —Levantesmola.

Entonces, Pipp levanta con cuidado a su hermana; tras hacerlo, notan que tiene una herida abierta en la frente. Sunny toma el paño y lo remoja en alcohol para limpiar la herida; con eso hecho, le venda la cabeza con dos o tres vueltas.

—Listo, con eso debería de bastar por ahora. —Sunny entra todo de nuevo y, antes de ir con Misty, mira a sus amigas. —Busquen provisiones y armen un campamento, mientras que yo atiendo a Misty.

—Está bien —dijeron sus amigas. Izzy usa su magia para poner con esfuerzo a Zipp en lomo de Pipp para llevarla afuera.

Por otro lado, Sunny toma el botiquín y se acerca a Misty que por las heridas estaba cubierta de sangre. Sunny la mira por unos segundos antes de bajar el botiquín y abrirlo para sacar unas pinzas y remojarlas en alcohol.

—Aquí vamos. —Su voz mostraba preocupación y su casco, que tiene la pinza, temblaba. —No ahora, Sunny, debes de curar a tu amiga, que tiene fragmentos en la cara y que, si se rompen en el proceso, causarás mayor daño. —Su voz acelerada la hace suspirar para calmarse. —Solo no pienses en eso.

Afuera de la aeronave destruida se encuentran Izzy y Pipp, dejando a Zipp en una pequeña camilla que Izzy pudo recuperar. Después armaron una fogata y buscaron comida en la nave. Por último, armaron dos casas de campaña y se sentaron en un tronco que arrastraron, dejándolo cerca de Zipp.

Sus claros moretones y raspones mostraban cómo sentían su cuerpo a dolorido. Antes de sentarse, Pipp tomó otro paño y lo remojó de alcohol para limpiar la nariz y cara de Izzy. Solo miran las llamas del fuego que las mantendrá calientes por la noche.

—¿Cómo terminamos así? —preguntó Pipp sacando su teléfono y dándose cuenta de que su pantalla está rota y no encendía. —No tenemos comunicación ni tampoco con qué regresar; fue una mala idea ir a este viaje.

—Oh, vamos, Pipp —dijo Izzy con una sonrisa —Es cierto que tuvimos inconvenientes, y uno que otro golpe, ¡pero estamos vivas! Que es lo importante.

—Si viva te refieres a estar en la nada, entonces no.

—Pero...

—Izzy entiende, estamos en terreno desconocido. Puede que no duremos ni dos noches; sé realista. —Pipp le habla de una forma brusca.

—Oh... eh, perdón entonces —se disculpa quitando su sonrisa.

Dentro de la aeronave, Sunny aún sigue quitando los fragmentos que tiene Misty. Ella no había mencionado algo a sus amigas y es que su casco izquierdo trasero tiene una fractura, haciendo que estar parada fuera muy incómodo.

Antes parecía buena idea para no preocuparles, pero al cabo de unos minutos se intensificó el dolor, aunque ella lo soporta en silencio siguiendo con su objetivo.

Tras quitar el último cristal del rostro de Misty, suspiró aliviada. Ella tomó el paño y lo remojó en alcohol para limpiar las heridas y, luego de hacerlo, le vendó todo el rostro, dejando los ojos, la nariz y la boca fuera.

—Listo. —Sunny guarda todo y activa sus poderes para cargar a Misty hacia afuera. Cuando sale con su casco malherido levantado y con Misty en un aura dorada de su magia, ve a sus amigas sentadas en troncos en silencio.

Se acerca; cuando sus amigas la notan, buscan una cama para Misty. Tras hacerlo, Sunny la deja ahí con cuidado para no lastimarla y finalmente deshace sus poderes y desactiva su forma alicornio.

—¡Ah! —Se queja del dolor tras afincar por accidente su casco; Izzy la escucha, mira y se levanta de su asiento. —No es nada en verdad, solo...

Pero Sunny no termina de hablar; Izzy la arrastra hasta su asiento y la deja ahí. Luego va por el botiquín, dejando solas a Pipp con Sunny. Aún así, la pegaso no la mira y solo se queda expectante a las llamas de la fogata.

Después de un rato, Izzy llega con el botiquín y toma dos palos del suelo.

—¿Qué haces, Izzy? —pregunta Sunny, curiosa.

—Ah, bueno, ya que preguntas… —Nuevamente su sonrisa regresa. —Solo creando un entablillado improvisado para tu… —Revisa el casco de Sunny; está hace una mueca de dolor. — Fractura. Vaya, eso durará al menos tres semanas para curarse.

Entonces, Izzy coloca a los lados del casco de Sunny dos tablillas de madera y luego con su magia lo envuelve y asegura con el vendaje.

—Así podrás curarte; recomiendo que descanses.

—Jeje, gracias, doctora.

—Doctora Izzy, a sus servicios.

—Jajaja. —Rien las dos.

Cuando dejan de reírse, miran a su alrededor; partes de la aeronave están esparcidas y un rastro de árboles caídos indicaba su ubicación. Pipp se mantiene en silencio, pero esta vez mira a sus amigas reír.

—¿Acaso no entienden la gravedad de la situación? —pensó.

—Jeje, Izzy —Sunny mira el cielo, donde el arcoíris aún se ve—. ¿Qué crees que veamos allá? ¿Ruinas y soledad? ¿O algo maravilloso?

—No lo sé, Sunny —dice Izzy, sentándose junto a ella —pero al menos creo que valdrá la pena.

—Sí.

Pipp, que escucha, se harta de tanta fantasía y las mira para hablar; sus ojos cristalinos muestran su frustración.

—Oye, Pipp, ¿qué piensas tú? —pregunta Sunny mirándola.

—¿Que qué pienso...? —Pues que fue una mala idea venir —Sunny quita su sonrisa tras verla —Zipp está inconsciente ...sniff... y ustedes están hablando de cómo van a encontrar el maldito Imperio. ¡Eso fue lo primero que nos llevó a esto!

—Pipp...

Sin soportar más, las lágrimas de Pipp salen cayendo por sus mejillas.

—No tenemos forma de volver... sniff... ni siquiera una forma de comunicarnos.

Lo que decía Pipp son ciertas y Sunny lo sabía, no era el momento de relajarse, debía actuar como una líder —pensó Sunny—. Entonces, se levanta e intenta caminar; Pipp e Izzy la miran.

—¡¿Qué haces, Sunny?! Debes descansar. —Dice Izzy, parándose también, pero Sunny le hace señas para que no se acerqué.

—No. Yo haré la primera guardia; el sol comienza a ocultarse y no conocemos la zona. Tampoco sabemos si hay criaturas peligrosas.

—Está bien, solo no te esfuerces tu casco lastimado.

—Sí. —Asiente con la cabeza.

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Un par de horas pasaron; la noche se alzó como un rey entre la oscuridad. Sunny aún hacía guardia; ella no sabe la hora, pero intuía que eran al menos la medianoche. Al lado de ella hay un tazón con sopa, sacada de los suministros que sobrevivieron al accidente.

Ella miraba la Luna, recordando aquel sueño con la princesa Luna.

¿Ella tenía una conexión con aquella alicornio?

Sunny suspira y deja de mirar la luna; no era el momento ni el lugar indicado para pensarlo. Ella bosteza cansada, se levanta, ya que estaba sentada, y se dirige a despertar a la siguiente para vigilar.

Pipp duerme plácidamente; su sueño era lo más normal, una potranca con su madre. Ella es la hermana mayor y la siguiente al trono... como ya saben, en su castillo solo estaban la reina, las sirvientas, los cocineros y los guardias.

Todos pegasos.

Antes Pipp no era una influencer y mucho menos extrovertida; sentía que los ponis la juzgarían y que le dirían lo horrible que sería como reina. Claro que su madre, la reina Haven, decía lo contrario a las inseguridades de su hija.

Y Haven, para demostrarle que ella era digna de ser reina, la llevó a una de sus reuniones con los ministros que eran encargados de las finanzas, política, los mensajes del pueblo y más.

Claramente, Pipp estaba nerviosa; jamás había estado en una de las reuniones de su madre. Giran por un pasillo y Pipp ve una gran puerta morada custodiada por dos guardias con armaduras azul cielo.

Los guardias, tras ver a la Reina y su hija, abren la puerta. De ella sale un sonido de chirrido que era ahogado por las voces de los dos de cuatro ministros que rodeaban una mesa mientras estaban sentados en sillas elegantes de color blanco.

Había una silla que estaba enfrente de todas; era más grande y también era blanca. Lo único era que tenía líneas de color azul cielo bajando por las orillas del asiento. Entonces, Pipp entra escondida detrás de su madre.

Finalmente, Haven se sienta y Pipp queda a su lado; los ponis machos aún discutían en presencia de la reina, ignorando en totalidad lo que podría pasarles por tal ofensa hacia ella. Como si no les importara.

—¡Debemos desviar los ingresos hacia el avance del reino! —decía el ministro uno, mientras azotaba la mesa. Era el encargado de las tecnologías y la infraestructura.

—¡No! Si lo hacemos, no habrá suficientes ingresos para mantenernos durante el invierno. —Replicó el ministro tres. Encargado de la economía del reino y la administración de las ganancias.

Los otros dos se mantenían en silencio; el ministro cuatro, que tenía un monóculo, era encargado de la política y el último, encargado de escuchar al pueblo, o sea, sus sugerencias, problemas, favores, etc., etc...

Antes de hablar, Haven suspira de cansancio y rodea los ojos en forma de molestia, luego levanta la frente y afila sus ojos.

—¡Silencio! —exclama; los presentes sudan frío al escuchar su voz firme. Los dos ministros que discutían guardaron silencio al instante. —Muy bien, ya veo cuál es el problema. Uno quiere financiar las investigaciones y otro ahorrar para el invierno. ¿Estoy en lo cierto?

Los ministros asienten con la cabeza.

—Bien, yo solo soy una espectadora; debo enseñarle a mi hija los deberes de una reina y por eso en el día de hoy dejaré que tome esta decisión. Espero que no haya ningún problema.

La voz de la reina y su aspecto imponente hacían que los ministros se mantuvieran en tranquilidad; al final niegan con la cabeza y todos proceden a mirar a Pipp, quien ahora mismo quería que se la tragara la tierra.

—Eh... ah... —Su voz no salía por su nerviosismo; tartamudeaba y miraba de reojo a su madre, que la miraba con una sonrisa. —Pues, siendo que el invierno está cerca, no podemos financiar sus investigaciones.

—¡Ajá! Te lo dije, incluso la princesa me apoya.

—No obstante —Todos nuevamente la miran —podemos enviar al menos la mitad del dinero del reino; por lo que sé, aún tenemos comida y recursos naturales guardados en los almacenes del reino. Si cálculo bien, nos durará para dos meses y el invierno solo dura un mes y medio.

—Muy bien, princesa —felicita Haven. — Es un ganar y ganar para ambos ministros; sobrevivimos al invierno y las investigaciones pueden avanzar con normalidad. Bueno, con esto concluye la reunión.

Por consiguiente, Haven se levanta y se va de la habitación; Pipp la sigue atrás con deprisa. Los guardias abren nuevamente las puertas para que la realeza salga. Cuando Pipp sale, siente como vuelve a respirar y comienza a jadear y sudar.

—Lo hiciste excelente, hija; es cierto que tienes que mejorar, pero no nada que la práctica y los estudios lo cubran. —Felicita nuevamente la reina a su hija, que ahora estaba a su lado, dejando de jadear.

—Gracias —dice Pipp mirándola.

Pero al ser un sueño, la oscuridad las envuelve y una voz que ella reconoció como Sunny hizo que abriera los ojos.

Bosteza... ¿Sunny?

—Te toca hacer turno, Pipp —dice Sunny.

—Oh, claro. —Pipp se levanta y sale de la casa de campaña, dejando a Sunny que se recueste en su lugar.

Ella, mientras camina, piensa en el sueño que tuvo, aunque ella sabía que era más que un sueño. Sabía que eso era un recuerdo de cuando por primera vez tomó una decisión para el reino de Altos de Céfiro.

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El sol comienza a salir; la fogata aún sigue encendida porque Pipp la mantuvo así. El viento sopla las hojas de los árboles creando un sonido tranquilizador. Sunny e Izzy comienzan a despertar y salir de la casa de campaña.

Seguido de que Izzy se fuera a preparar el desayuno, Sunny decidió ir a ver a Pipp. No tuvo que caminar mucho, ya que se encontraba un poco alejada de la fogata.

—Buen día, Pipp —saluda Sunny.

—Hola.

Entonces, Sunny se sienta junto a ella y mira el cielo donde el arcoíris aún seguía brillando.

—¿Cómo estás? —pregunta bajando la mirada para verla.

—Eso debería preguntarlo yo —responde sin mirarla y de una forma calmada. —No soy yo quien tiene un casco fracturado.

—Jeje... No te pregunté cómo estabas físicamente, me refiero a cómo estás emocionalmente.

—Si es así, entonces no estoy bien; mi hermana aún sigue inconsciente... Me preocupa que no vuelva a despertar y no tenemos forma de volver. —Pipp alza un poco la voz y mira a Sunny, quien queda sorprendida por los sentimientos de su amiga.

—Pipp, no debes preocuparte.

—¡Cómo no debo de preocuparme! —exclama molesta. —¡Es mi hermana menor!

—Ok, elegí las palabras equivocadas, perdón, pero lo de “no preocuparte” lo digo en serio, saldremos de esta como siempre lo hemos hecho. Juntas, lo prometo.

—Son solo palabras vacías. —Pipp gira su cabeza molesta. —Jamás hagas promesas que no puedes cumplir.

Sunny baja la cabeza; Pipp es una de sus amigas, pero ahora descubrió que es demasiada terca como para comprender que Sunny, su amiga, intenta hacerla sentir mejor y que no se preocupara mucho.

Finalmente, la voz de Hice se escucha un poco lejos llamando a las para que vinieran a desayunar. Izzy es buena cuidando personas y por eso era ella quien le daba comida a Misty y Zipp.

—Chu Chu, abre la boca para que el tren llegue a su estación —dice moviendo la cuchara con sopa y vegetales bien molidos y llevándola a la boca de Misty.

Luego llegan sus amigas y se sientan tras tomar su tazón de sopa de vegetales; lo único que se escucha es la voz de Izzy, mientras ella le daba comida a Misty y Zipp.

Pero las cosas no terminan, solo comienzan.

¿Por qué lo digo?

La respuesta no debo darla yo; la verdad, no puedo darles respuestas, lo único que les puedo hacer es narrar, hacerles entender lo que va a pasar y lo que pasará.

*Crack*

Una rama cruje; todas lo escucharon y se miraron entre sí para dejar lo que estaban haciendo y mirar a todos los lados.

*Crack* *Crack*

Más ramas crujen a sus alrededores; las chicas no saben lo que era. Sunny activa su forma alicornio e Izzy hace brillar su cuerno de un color azulado oscuro. Los sonidos se intensifican; lo que sea que hubiera ahí afuera se acercaba.

Y es cierto, de entre los arbustos salen lobos, y no unos normales; eran de madera con dientes de piedra y ojos verdes luminiscentes. Gruñen y ladran haciéndoles entender a las chicas que venían por ellas.

Ellas son la comida para estos lobos de madera.

Ellos no hacen esperar; rápidamente, uno de los seis lobos corre hacia ellas. Sunny hace brillar su cuerno y dispara un poderoso rayo de luz que golpea al lobo, destruyéndolo.

—¡Bien hecho, Sunny! —exclama Pipp.

Pero lo que nadie se esperó es que ese lobo comenzara a reconstruirse por sí solo; sus ramas que brillaban ahora con una luz verde oscura se unen entre sí para que nuevamente el lobo que las atacó vuelva a la vida y se devuelva hacia atrás.

—Mierda.

De repente, todos los lobos atacan, quedándose al parecer el líder atrás. Sunny piensa rápido y crea una esfera dorada de energía que las encerró a ellas para protegerlas. Los lobos chocan contra ese escudo y comienzan a golpearlo con sus garras.

Por ahora están seguras, pero Sunny sabe que no aguantará eternamente y los lobos parecen que también lo saben, ya que atacaban el escudo con esmero y determinación. Los chillidos de las garras se escuchan como rayan el escudo.

El cuerno de Sunny chisporrotea energía dorada, mientras ella se esfuerza para mantener el escudo.

—Chicas —habla con esfuerzo. —si se les ocurre una idea... preferiría que lo hicieran.

Izzy apaga su cuerno y mira a los alrededores buscando una salida y ve un sendero de árboles donde podrían escapar de los lobos.

—¡Hay un sendero allá atrás! —Señala con su casco. —Pero —mira a Misty y Zipp — será difícil movernos.

—¡No importa! —¡Usa tu magia y que Pipp empuje! —exclama Sunny.

Entonces, Izzy y Pipp hacen caso y la primera usa su magia, mientras Pipp amarra una cuerda a las dos camillas y comienza a volar para jalar. Por otro lado, Sunny comienza a moverse lentamente junto al escudo.

El líder que era más grande que los demás y que se quedó atrás nota por dónde iban aquellos ponis y comienza a aullar sin ninguna razón. Sunny, Pipp e Izzy lo escuchan, pero Sunny siente un escalofrío por su columna hasta su nuca.

El casco le da una punzada de dolor, atrayéndola a la realidad. Escucha como Pipp grita de desesperación e Izzy jadea por sobreesfuerzo, entonces comienza a avanzar más rápido, olvidando su dolor y usando su casco fracturado.

Se acercan más al sendero; los lobos ahora comenzaron a embestir el escudo, destruyéndose así mismos pero no muriendo.

—Estamos cerca, chicas —Sunny las motiva para ir más rápido.

Pero cuando la esperanza se ve a la vuelta de la esquina, notas que solo era un engaño de tu subconsciente y que en realidad no hay una salida. Entonces, comienzas a desesperarse y terminas en lo que llamamos “locura” o “demencia”; bueno, eso depende del caso.

En el caso de Sunny, tras ver la esperanza de escapar, nota que su salida está bloqueada por lobos de madera. Ella se detiene y su cabeza comienza a procesar todo y recuerda el aullido; se da cuenta de que sabían dónde iban a ir.

Era solo para hacerles creer que tenían esperanza y vaya que cayeron de lleno. Al final, termina congelada sin mover ni un músculo.

En el segundo caso, que es Pipp, su esperanza se desmoronó incluso antes de que los lobos llegaran, pero este remate, al ver a esos lobos bloqueando su escape, hace que caiga de rodillas en sus cuatro cascos y que las lágrimas volvieran.

En el último caso está Izzy, la unicornio optimista, aunque sus esperanzas están sólidas al ver que no vivirían; ella comienza a quebrarse por dentro. Como una locura, ella sonríe aunque sus lágrimas brotaban a mares.

Aquellos lobos proceden a embestir y rasguñar el escudo; Sunny comienza a sentirse débil. Sabía que ahora solo le quedaban minutos, tal vez segundos, para que la barrera que las dividía de la muerte y la vida se rompiera.

El escudo comienza a agrietarse, Sunny intenta resistir, pero sus fuerzas se iban como polvo en el viento; ya no puede resistir y lo sabe, pero ve a sus amigas en el suelo llorando y aceptando que iban a morir.

Esto la llenó de coraje y fuerza.

Grita de dolor, su fractura hacia las cosas más difíciles para ella, pero esto no le importó. Ella absorbe el escudo; los lobos se acercan para matarlas, pero sin que ninguna se lo esperara, de Sunny sale una onda expansiva que destruyó a todos los lobos.

Sunny, cansada, cae desmayada, desactivando su forma de alicornio; el líder se acerca, ya que fue el único que no se destruyó. Izzy lo ve y activa su magia para hacer un ataque y lo lanza, pero ese ataque no lo alcanza por completo.

La magia de Izzy es débil y se deshizo a medio camino antes de golpear al lobo sin hacerle ningún rasguño.

Pero este lobo notó algo: sus compañeros no comenzaban a reanimarse otra vez y ahora él notaba que todo estaba en silencio. De repente, frente a él cae una bolsa; él la mira confundido, pero esta explota.

Después, más bolsas caen explotando y esparciendo un humo blanco que el lobo lo inhala y cae dormido. Al ser inevitable, las chicas también lo inhalan. Pipp cae al instante, pero Izzy resiste y ve cómo ponis se acercan a ella.

Pero al final cedió y cerró los ojos para que todo se volviera negro.

¿Acaso todo está perdido para las chicas?

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