_Tenemos problemas_


Ambas chicas se encontraban durmiendo en la cama, en una posición bastante cómoda. Talvez solo para una de ellas: Luz. Quien literalmente descansaba su cabeza en el cuello de la pelimenta, y la mitad de su cuerpo la aplastaba.
-Hoy te haré panquecitos, King~
Lo que sea por mi rey favorito -susurraba aún somnolienta. La bruja la escuchó, alejó a la morena mientras se estiraba.
-Y ¿Porqué mejor no me los haces a mí? -preguntó Amity soltando una pequeña risa, mientras retiraba los cabellos rebeldes de la frente de la morena. Luz abrió los ojos de par en par y se sonrojó furiosamente por lo que había dicho. Iba a decir algo, pero la puerta frente a ellas rechinó, e inmediatamente se cubrió con la manta.
Estaban en problemas.
-Hey, Mittens. ¿Sabes dónde... -la mirada de Edric quedó estática. De repente apareció por detrás Emira y vió lo mismo.
-Wow, Amity. Sospechaba que tuvieras alguna novia secreta, pero ¿Tú cometiendo este tipo de actos? Qué galana, Mittens~ -la expresión de Amity, no tenía precio. Tenía miedo, estaba cerca de descubrirlas. Pero por otro lado, se sintió avergonzada, como si realmente hubiera hecho algo indebido. Después de todo, tenía a una chica babeando, totalmente despeinada, y los tirantes de su pijama caídos, en su cama. Definitivamente parecía ser eso.
Intentó aullentar a sus molestar hermanos que seguían mirándolas.
-¡N-NO, NO, NO, NO ES MI NOVIA! -no podía dejar de tartamudear. Esto era muy vergonzoso. -Además ambas tenemos pijama... ¡Así que no piensen cosas sucias, pervertidos!
-Si ambas están en pijama, ¿No te importará que sepamos quién es esa chica que te trae loquita o sí? -una gran y diabólica sonrisa se posó en el rostro de Emira. Dirigió una  mirada cómplice hacia Edric, y él le respondió devolviéndosela.
-¡Yo detengo a Mittens, tu ve por la chica!
Amity definitivamente estaba asustada, su secreto estaba a punto de irse a la mierda por los chismosos de sus hermanos.
Amity fue a por la contrincante más fuerte: Emira. Emira también pertenecía al aquelarre, en un puesto similar al de Amity. Definitivamente era muy fuerte.
La pelimenta apretó las muñecas de su hermana cuando ésta se acercó más a su cama, Emira solo sonrió. Con lo que quedaba de sus muñecas libres, tomó los brazos de la menor, y con el pie la tumbó. Edric inmediatamente la abrazó por la espalda con su ataque especial: abrazo de anaconda.
Entonces Emira le sonrió complacida y se dirigió a persona cubierta entre las sábanas mientras ignoraba con gritos y amenazas de su hermanita. Jaló las sábanas, y Luz inmediatamente palideció sujetando más fuerte las sábanas.
-¡Oh vamos, cuñis! No seas tímida. Solo queremos conocerte~ -jaló más fuerte las sábanas, se sorprendió al ver la determinación de la persona  debajo de esas mantas por mantener su identidad secreta. Pero nada era imposible para Emira, y solo la impulsó más.
Siguieron luchando, hasta que en un momento el sonido de ellas sábanas desgarrándose se hizo presente. Ya estaba todo perdido, y la morena finalmente se rindió. Emira sonrió, al fin había ganado, pero su sonrisa se deshizo cuando vió de quién se trataba.
-¿L-Luz?
Edric también la escuchó, y en su distracción dejó caer a Amity. Se acercó para comprobar. Luz tenía una expresión de decepción, le había fallado a Amity. Se había fallado a sí misma.
-Edric, Emira. No pueden decirle a nadie sobre Luz, porfavor -ellos también sabían del caso de la morena, sin contar que su propia hermana también era parte del aquelarre. -Tienen que prometerlo.
-Amity, nosotros... -wow. Pocas veces la llamaban por su nombre. Vieron a la menor con la cara inundada en preocupación, realmente era importante para ella. Los gemelos se miraron mutuamente y sonrieron. Habían tomado una decisión.
-¿Así que Luz es tu amante? -bromeó Edric, y Amity suspiró. Ellos no dirían nada. Y después se dió cuenta de sus palabras, enrojeció totalmente negando con la cabeza muchas veces.
-No puedes culparla Edric, hasta yo quiero ser su amante. Verla, ¿No es una monada? -agarró unos mechones de su pelo, enredándolos en sus dedos. -si que la pubertad te hizo bien, quisiera comerte a besos -admitió mientras se mordía los labios.
-Bien, bien. Deja de acosar a mi... A Luz.
Es peligroso que esté aquí, si la ven nuestros padres todo se irá a la mierda. Lo mejor es llevarla a la casa búho -amó la sensación de tener a la morena a su lado esa noche, pero si eso significaba ponerla en peligro descartaría esa opción. -Y chicos... Gracias por guardar el secreto.
-Luz también es nuestra amiga, Mittens.
-Sí, además se la comerían viva dentro del reformatorio.
Luz y Amity se vistieron, y se despidieron de los hermanos antes de salir de casa. La morena extrañaba tanto a Eda, pero no quería imaginar el trato que recibiría al llegar a casa.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Luz no ha regresado. ¿Crees que esté bien? ¿Se la habrán comido? Peor aún... ¡¿Y si Belos la tiene?! -Lilith comenzaba a respirar frenéticamente. Aún con lo que hizo en el pasado, se había encariñado tanto con la humana. Veía en ella una pizca de Eda, rebelde, libre, y lo más común: siempre se metía en problemas. ¡¿Porqué los jóvenes eran tan impulsivos?! Luz podría ser humana, pero si le decías que se aventara de un barranco, ella lo haría. La pelinegra observaba con odio a su hermana quien bebía tranquilamente una taza de jugo de manzana. ¿Cómo diablos no se preocupaba por su aprendíz? Talvez estuviera siendo digerida en el estómago de algún mounstro, o atrapada en el conformatorio luchando contra los guardias, y Eda solo se interesaba en beber ese producto humano.
-No me mires así, Lilith. La niña está bien.
-Y ¿ Cómo lo sabes? No ha vuelto en un día entero, ¡Un día! -la pelinegra se estaba volviendo loca, parecía una madre asustadiza.
-Talvez deberías salir y tomar un poco de aire -dijo y volvió su mirada a su taza ya vacía.
-Tienes razón, quizá está cerca. Iré a buscarla y cuando la encuentre me va a escuchar -amenazó, tomo su báculo y disparó vuelo mientras refunfuñaba.
Veinte minutos habían pasado desde la salida de Lilith, y Eda se encontraba en la cocina. Al parecer, no fue buena idea darle vida a los alimentos.
La puerta se abrió agresivamente, y Eda solo atinó a sonreír. Al fin había llegado.
-Hey, Eda. Traje una sorpresa -saludó Luz mientras reía nerviosamente.
-Luz, te he dicho que no traigas más animales. Esto es una casa, no un zooló... -no pudo terminar su frase cuando vió la persona al lado de su niña. -Luz, aléjate de ella.
¡King¡ ¡Trae las pociones!
¡¿Vienes por nosotros, sucia espía del emperador?! ¡Ven!
En un movimiento rápido, saltó desde la cocina hasta la sala, realmente era ágil. Arrancó una de las jaras pegadas a su pared y la apuntó en dirección al cuello de la pelimenta.
-Te juro que si le tocaste un pelo a mi niña, yo... -la morena jaló a Amity para atrás.
-¡Eda! No la lastimes, ella está de nuestro lado. Es Amity.
-Luz, ya hablamos sobre esto. No puedes ir por allí confiando en cualquiera que te diga que es una buena persona. Sé que fue tu amiga, pero solo tienes que ver su uniforme para saber que no está de nuestro lado.
-Edaaaaaaa -canturreó Luz, con ojos soñadores. Sabía que eran su debilidad. Eda suspiró y negó de nuevo.
-Luz, te quiero mucho. Pero no puedo permitir de nos pongas en peligro solo por tu ingenua amabilidad -la bruja realmente parecía preocupada. Iba a continuar la conversación, cuando una furiosa Lilith atravesó la puerta violentamente, y rápidamente su mirada se fijó en la humana. Lucía aterradora.
-Luz... -sentenció seria la pelinegra. Luz solo tragó saliva. -¡JODER, LUZ! ¡TE HE DICHO QUE NO TE VAYAS ASÍ POR NOMÁS, ¿SABES LO PREOCUPADAS QUE ESTÁBAMOS POR TÍ?! CREÍMOS QUE HABÍAS DESAPARECIDO!
La mayor estaba envuelta en llamas, y luz solo parecía apenarse más cada minuto que pasaba. Se sentía como una niña pequeña siendo regañada por su madre.
-Irás a tu habitación y te quedarás una semana castigada. Nada de postre hoy -definitivamente, Lilith tenía dotes de madre.
-Sí, Lilith -respondió Luz, notablemente triste.
Lilith le dió una mirada a Eda señalando a luz con los ojos.
¿No le vas a decir nada?
Obviamente quería que la menor también la regañara, y entonces la contraria produjo un ejem señalando la mirada a la pelimenta. Lilith se sorprendió, había estado tan empeñada en regañar a la humana que no se había dado cuenta de la nueva visita.
-Amity -pronunció el nombre de su antigua aprendiz, y dirigió su mirada hacia el atuendo de esta. -¿Vienes por nosotros?
-¡Claro que viene por nosotros, Lilith! Y Luz la ha traído directamente a nuestra casa -la humana, que todavía permanecía en la sala en silencio desvió la mirada.
-Creo que no han entendido -habló firme, como la líder que se suponía que era. También estaba un poco molesta por como habían hecho sentir a la pobre morena. -No voy a hacerles nada. Luz confía en mí, y les pido que ustedes también lo hagan.
Estamos aquí porque mis tontos hermanos la descubrieron, sé que no le dirán a nadie pero no puedo arriesgarme a qué mis padres lo hagan también. Por eso estamos aquí, Luz permanecerá en la casa búho, y yo simularé como si nada de esto hubiera pasado. Aunque no lo crean, ttaicioné al emperador Belos... -la cara de Amity decayó al recordarlo, pero la mano de Luz sobre la suya le dió confianza (y un pequeño gay panic).
Las hermanas se quedaron pensativas unos minutos, dirigiéndose la mirada como si conversaran mediante ésta. Finalmente, la pelinegra retomó la conversación.
-Bien, Blight. Aún no confíamos completamente en tí, pero si Luz lo hace no veo porque nosotras no -habló con su característica serenidad. Dirigió su mirada hacia las manos de ambas chicas, y se molestó un poco. -Y por cierto, ya puedes soltarla.
Ambas jóvenes se sonrojaron avergonzadas y se soltaron inmediatamente. Eda solo se soltó en carcajadas, y Lilith bufó aún celosa de la unión de esas dos.
-¡Oh vamos, Lilith! ¿Estás celosa? La niña ya tiene edad para andar de noviecita con quién quiera. -la bruja elevó su pulgar su pulgar hacia las jóvenes en forma de aprobación. Ambas negaban rotundamente totalmente aborchonadas.
-Cállate, Edalyn. Todavía es muy joven e ingenua para enamorarse.
-Y es por eso que jamás conseguiste a alguien Lilith, tienes que ser animada, como yo. Soy toda una casanova -apuntó con pistolas invisibles a su hermana. -Quizá debería empezar a darle clases a Luz sobre atracción y todo eso.
-Ni se te ocurra, no vas a corromperla con tus trucos, Edalyn.
Luz reía ante la absurda discusión de sus mentoras. Mientras Amity no podía sacarse de la cabeza la idea de verse a sí misma como pareja de Luz. Pero para su desfortunio el reloj de la casa marcó la hora, era demasiado tarde. Rápidamente se apresuró a la salir de la casa, y la morena salió con ella.
-¿Ya te vas? -preguntó desanimada.
-Es muy tarde, pueden sospechar. Pero no te preocupes Luz, volveré mañana. -se sonrojó un poco, lo había dicho como si fuera una cita.
La morena, quien había tomado sus manos desde minutos antes, la soltó y se despidió de ella.
-Hasta mañana, Amity. Y muchas gracias.
La pelimenta sonrió embobada, y se montó en su báculo chocando contra un árbol, solo para sonreír nerviosamente a la humana y volver a su camino.
La chica se metió a su casa, y dos miradas la interrogaron inmediatamente. Una de ellas con una sonrisa atrevida, y la otra con una expresión de molestia y seriedad.
-Tenemos que hablar -pronunciaron amabas al mismo tiempo. La morena resopló.
Genial, más problemas

Disculpeeeeeen la tardanza D:
La flojera me venció, pero ya traje nuevo cap de esta mierda gay. Recuerden votar, besos 🖤🖤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top