Secuestro de bruja 2
-Los pies me están matando -comentó aburrida Luz. -De verdad considero que deberíamos descansar.
Odalia rodó los ojos con fastidio y se detuvo.
-Los humanos son tan quejumbrosos -comentó sintiéndose desesperada. -Pero si así lo quieres no puedo decirte que no.
-¿De verdad? -preguntó Luz ilusionada. La bruja asintió con expresión sonriente.
-Por supuesto -respondió tranquila. -¿Cuánto tiempo de recuperación necesitan los humanos?
Luz suspiró agotada negándose a darle un límite, los zapatitos comenzaban a apretarle los pies tortuosamente.
-No puedo definir un límite -jadeó rendida. -Sólo descansemos.
La bruja se resignó a escucharla y se recargó de espaldas sobre un árbol desinteresamente, mientras la humana caía rendida al suelo sin importarle si pudiera ensuciarse o no.
Odalia la examinó desde la distancia, el dramático contacto visual sobre su cuerpo incomodó a Luz.
-No me quedaré acostada toda la tarde si es lo que le preocupa -sopló berrinchuda. Aun tras la advertencia, Odalia no dejó de observarla.
-No es eso -aclaró aburrida la bruja. -Tómate el tiempo que desees, no prometo concederte otro receso.
Luz infló las mejillas frustrada ¿Por qué la progenitora de su novia era tan ruda? Recordaba haber peleado con una actitud similar con Amity en sus inicios, pero ella se había animado a cambiar.
-¿Entonces? -encaró en un bufido discreto. -¿Por qué la insistencia en mirarme tanto?
Odalia, sin la mínima gota de piedad o discreción se animó a responderle.
-Por que me pregunto qué es lo que Amity vió en tí.
Luz abrió los ojos estupefacta, y Odalia orgullosa de haber terminado su respuesta se reacomodó en su lugar nuevamente.
La morena se molestó ante su respuesta. Era suficiente.
-No hay necesidad de llevarme al castillo -declaró poniéndose de pie y tomando su mochila, la bruja la miró despectiva y con la duda implantada en sus ojos. -Yo misma iré.
Por primera vez la expresión de Odalia se tornó en horror, sintiendo su plan irse por la borda.
-No puedes irte a ningún lado, soy yo la encargada de llevarte al castillo -objetó de inmediato tratando de ocultar sus nervios y sonar intimidante, pero Luz ya se separaba de ella caminando a dirección contraria. -¡Humana! -chilló, y la latina la ignoró y aceleró su paso dando pisotones molestos. -¡Luz!
Sin remedio trotó hacia la chica intentando alcanzarla.
Luz siguió avanzando quejándose de no tener ahora en sus manos a Owlbert para ayudarle. Aun tenía los pies hinchados y adoloridos, pero su disposición por querer irse de ahí y volver a casa eran más fuertes.
Uno de sus glifos cayó al suelo por el constante movimiento de la bolsa, y cuando se agachó a rejuntarlo el mismo rayo que había atacado a una hada tiempo antes rozó por arriba de su cabeza quemándole contados cabellos. Volteó horrorizada hacia una furiosa Odalia dando pisotones a su dirección con su báculo siendo recargado para soltar otro golpe.
-¡¿Qué diablos contigo?! -chilló espantada Luz, pero la bruja la ignoró acercando su paso cada vez más a ella.
-He dicho que tú no te vas de ahí, chica.
El tono lúgubre y bajó con el que habló hizo estremecer a Luz.
Se puso de pie, y sus piernas titiritaron junto al resto de su cuerpo. Y en una reacción de último segundo...
Comenzó a correr.
Fue un sopresa desagradable para Eda, Lilith y King llegar a la casa y descubrir que Luz había sido robada por quién sabe quién.
Hooty estaba levemente herido y en plena recuperación tras el daño a la casa, pero estaba bien. Aunque seguía jurando que era Eda quien había entrado al lugar y había sido otra bruja la que salió con Luz.
-¿Y ahora que vamos a hacer? -preguntó frustrada Eda jalándose de los mechones delanteros de cabello. -Luz no está aquí, y nadie sabe dónde.
-Primero debemos calmarnos, Edalyn -rogó Lilith masajeándose las sienes para aliviar su actual migraña. El asunto de su aprendiz desaparecida la tenía igual o más tensa que a la canosa. -Preguntemos entre sus amigos, alguien debió haberla visto antes.
-No lo creo -refutó Eda. -No hay forma de que alguien engañara a Hooty para sacar a Luz de la casa por simple diversión. Estoy segura que fue un secuestro.
Por la puerta entró Amity, agitada y despeinada, con la preocupación cubriendo sus ojos y jurando querer llorar en algún momento.
Por primera vez en algún tiempo, las adultas se alegraron de su presencia.
-¡Amity! -llamó severa Lilith acercándose hacia la joven líder. -Luz fue...
-Secuestrada -completó Amity con un nudo en la garganta. -Lo sé, y sé quién fue.
Eda elevó una oreja tras escuchar la confesión, y sin cuidado casi tumbó a su perpleja hermana para interrogarla mejor.
-¿Cómo qué sabes quién fue? -preguntó sin rodeos. Amity desvió los ojos incómoda.
-Fue mi madre -escupió el pronombre con veneno y enemistad.
-Odalia -pronunció ácida Eda. -Esa jodida bruja...
Lilith despertó de sus pensamientos y tocó el hombro de su hermana.
-Pero eso ya no importa, lo que importa es encontrar a Luz antes de que Odalia decida hacerle algo.
Amity abrazó su bastón casi rogando por el bienestar de su novia. Haría cualquier cosa por traer a la chica de tez canela a salvo aunque significara enfrentar a su propia madre.
-Mi Luz -pronunció en un susurro prometiendo encontrarla. Las mayores la miraron con una pizca de ternura y orgullo.
-Nuestra Luz -aclaró celosa Lilith. Eda soltó un baja y ronca risa.
Era hora de dividirse.
Camila llegó a la cabaña abandonada dónde estaba el acceso al portal.
Casi chilló del susto cuando el mismo había pasado de ser una grieta poco más grande de su mano a un gran rayón que medía fácilmente la mitad de su cuerpo.
-¿Qué está pasando aquí? -preguntó en español, temía tocar el portal y que éste la lastimar o algo.
Y cuando su mano traspasó el mismo sin problemas se alivió de que su sospecha estuviera equivocada.
Su mente le gritaba una aventura.
¡Ve! ¡Métete!
Pero su mente resignaba la idea, peometiéndole que sólo se metería en problemas.
Aplastó entre las manos morenas el llavero viejo y despintado de La buena bruja Azura que Luz le había regalado antes del campamento, y que curiosamente jamás se abstuvo de cambiar.
-Sólo hazlo, Camila -se alentó a sí misma hecha un lío de nervios. Estaba segura que gateando podría entrar, pero el miedo seguía constante.
Su único motivo era la dulce y pequeña Luz de catorce esperándola al otro lado, y una mujer de arrogante encanto e historias increíbles acompañándola.
Cerró los ojos y gateó torpe y desesperadamente al origen de la luz desapareciendo en ella.
Júpiter buscó en el estrepitoso bosque algún escenario fuera más allá de sólo árboles y animales. Ella y Wilbert se habían separado para buscar.
El pobre pelirrojo no recordaba con claridad la localización de la casa búho, inconscientemente, no sabía que las hermanas Clawthrone le había borrado una pizca de memoria para evitar problemas futuros.
"Debe estar por aquí, tú busca por un lado y yo por el otro"
Fueron las últimas palabras que escuchó pelo pecoso. Aunque el chico le pareció un arrogante total para su adorable apariencia, acató su orden.
Sus ojos se cerraron por inercia cuando al pasar tras una gigantesca roca una luz cegadora la molestó. Cuando sus orbes se acostumbraron a la luminosidad se espantó al notar la horrible grieta en la nada.
Con la mano temblorosa abrió el comunicador.
-N-Nightroad, creo que tienes que ver algo -comentó con voz levemente temblorosa. El chico le respondió con un corto y simple voy para allá. Y colgó.
La castaña de puntas safiro se animó a ver más de cerca el portal, sintiéndose abrumada por la sensación de que éste explotaría en cualquier momento con ella a su lado.
Escuchó unos ruidos raros antes de ser derribada brutalmente por un peso mayor, abrió los ojos espantada cuando visualizó a una mujer de mediana edad encima de ella. Algo en su rostro le pareció encantadoramente familiar.
Y cuando vio sus orejas redondas supo a quien le recordaba.
-¡¿U-una h-humana?! -tartamudeó horrorizada y retrocedió con rapidez de la pobre adulta que se sobaba la cabeza apenas adquiriendo consciencia de la realidad.
-Agh, remolinos -insultó en español, Júpiter curiosamente lo reconoció de inmediato.
-Usted se parece mucho a Luz -musitó efusiva perdiendo considerablemente el miedo, pero aun mantenía su distancia. Camila la miró estupefacta.
-¿Conoces a mí Luz? -preguntó ilusionada acercándose a castaña y la tomó de los hombros, la chica se sonrojó por el instantáneo acercamiento. -¿Sabes dónde está?
Wilbert bajó del bastón de la líder de aquelarre, pero lo dejó caer cuando vio la misma escena que Júpiter. Una humana, y no era Luz.
La chica sonrió nerviosa y presentó a la adulta humana con las manos.
-¿Sorpresa?
El pergamino de Amity comenzó a vibrar con desesperación, aunque la misma era nada comparada con la de la ansiosa bruja. Ella y las hermanas Clawthrone se habían para buscar por diferentes áreas, Gus y Willow ahora eran parte del mismo.
Sus ojos rodaron con frustración al enterarse que la llamada pertenecía a sus hermanos. Con los dramáticos que los gemelos eran, podía jurar que el motivo de su llamada sólo era para asegurarse cada veinte minutos de que estuviese bien.
Eso era adorable, pero ¡No era tiempo para eso!
De mala gana contestó.
-Ed, Em. Hablamos de esto, Luz está desaparecida -respondió brusca de primer instante. -Y no quiero que desperdicien las llamadas a no ser que se trate de algo sobre...
-Amity -interrumpió Emira, por el tono en el que lo dijo, Amity supo que se estaba mordiendo los labios. Algo que sólo hacía cuando estaba nerviosa. -Creo que sabemos dónde puede estar Luz.
Amity sintió alivio y preocupación a la vez. Alivio por encontrar la ubicación de Luz, y preocupación por las cosas que la loca de su madre pudiera hacerle a su novia.
-Mittens, tienes que encontrarlas antes de que crucen las Islas -comentó urgido Edric, quien le había robado el teléfono a su gemela. -
Una vez que crucen las Islas, nosotros ya no tenemos control sobre el asunto.
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Uff, largo tiempo ¿Eh? ⊂((・▽・))⊃
No me peguen :'v
Siendo sincera pensaba publicarlo antes, pero como toda Doris que soy lo había olvidado js
¡Encontré mis dibujos en Pinterest!>:'0 ♥️✨
Próximo: posiblemente el final :')
Pero no se preocupen, habrá epílogo ;)
Los amo, y ¡Nos vemos la próxima!
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