Luz observó por última vez la habitación antes de irse. No tenía un plan fijo, ni siquiera conocía del todo el castillo, pero sabía que tenía que salir de ahí.
Afortunadamente la puerta tenía acceso libre, podría salir en el momento que quisiera, lo que le preocupaba eran los guardias.
Aún no estaba segura si ella o los demás estaban fuera de "la lista negra" de villanos y malechores más buscados.

-Área despejada -susurró para sí misma cuando salió y verificó que nadie se encontraba por los alrededores.
Siguió caminando un buen tramo, pero curiosamente no había guardias por ningún lugar. Extraño pero bueno.
Siguió caminando por los pasillos dónde recordaba haber pasado con Kikimora, estaba un poco más relajada pero al doblar una esquina se encontró con un guardia quien inmediatamente la vió y se dirigió hacia ella.

"Carajo".

El guardia se aproximó rápidamente hacia la humana, pero esta fue más rápida y empezó a correr con todas sus fuerzas.
Aún con la presión encima trataba de buscar algún atajo que la ayudara a perder a su atacante, pero no había nada. No había escaleras, pasillos o algo, era un simple pasillo derecho con puertas simétricas. ¿Qué diablos pasaba con ese lugar?
Finalmente el casi infinito pasillo terminó dando lugar a una gigantesca pared. La morena estaba acabada.
El guardia finalmente la alcanzó y tomó de su brazo con firmeza, parecía realmente agotado por la carrera. Pero la morena no se lo dejaría tan fácil, instintivamente le soltó una gran patada  en el estómago que lógicamente lo mandó directo al suelo. Si que tenía piernas fuertes.
-¡Ouch! -exclamó el guardia. Luz reconoció su voz de inmediato.
-¿L-Lilith? -preguntó solo para comprobar.
El uniformado se quitó la máscara, dando a revelar que realmente se trataba de su mentora.
-Esperaba un gracias, pero bueno -bromeó. Luz inmediatamente se hincó a su lado.
-¡Lo siento! No sabía que eras tú -exclamó mientras la ayudaba a pararse con cuidado. -¿Qué haces aquí? ¿Eda también está aquí? ¿Qué hay sobre Amity? ¡Ella no puede estar aquí!

Bombardeó con preguntas y la pelinegra solo señaló sus labios con su índice indicándole silencio.

-Baja la voz, Luz, podrían escucharnos. Sí, Eda y Amity están aquí también -contestó. -Es hora de irnos, avisaré a las demás.

Tomó el brazo de la morena y se encaminó de nuevo por dónde habían pasado anteriormente, Luz se ahorró la molestia de platicarle sobre el asunto de Belos. Aún no era tiempo.
Pero no pasaron mucho tiempo antes de que otro guardia las encarara. Ambas pensaron en la esperanza de que fuera Eda, pero su voz desconfirmó eso.

-¡Deténganse! -gritó la varonil voz. Lilith apretó su agarre sobre Luz.
-¡CORRE! -gritó al pelinegra para empezar a correr hacia la única dirección que podían con la morena sujeta del brazo.
-¡Suelte a la chica! -Lilith ignoró sus palabras y siguió corriendo, Luz se alteró al ver que el lugar por dónde habían decidido entrar terminaba con un gran ventanal. La mayor aceleró su pasó.
-¡Lilith! ¡No tenemos salida! -gritó asustada, pero Lilith la sujetó de los hombros.
-¡Súbete! -la morena la vió extrañada, antes de darse cuenta que la mujer había invocado su báculo. No tuvo tiempo de reaccionar, cuando la mayor la cubrió con su cuerpo y ambas saltaron por la ventana, rompiéndola en el acto.
Luz sintió el impacto y se sorprendió al no sentir sus pies en la tierra, sentía que estaba volando, pero el agradable sentimiento se esfumó cuando la gravedad hizo de las suyas y empezó a arrastrarlas costa abajo. Inevitablemente gritó.

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Cierta pelimenta se encontraba vagando con rapidez sobre la ala norte del castillo -como se había acordado- mientras evadía o sólo ignoraba los halagos y palabras reconfortantes de los guardias que la veían pasar.

Pasó por un pasillo cualquiera hasta que una de sus orejas se movió al percibir un sonido, o mejor dicho, un grito.

Inmediatamente corrió hacia un gran ventanal que estaba a unos cuantos metros de ella y vió la escena de su chica en brazos de alguien que portaba el uniforme del aquelarre.
Ni si quiera se dió la oportunidad de estremecerse, el lugar quedaba relativamente cerca, iría por ella a cómo fuera lugar.
Abrió bruscamente la ventana y se sentó en el borde. Cogió su teléfono.

-Jirafona, ya la encontré. Necesito que llegues al ala centro en este momento.

-¿De qué hablas? ¿Por qué...

Su pregunta fue interrumpida por el abrupto corte de la llamada. Amity saltó de la ventana sin siquiera dudarlo.

Mientras caía, invocó su báculo y de un rápido movimiento se montó en él y voló en dirección hacia las dos figuras cayendo.

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Luz seguía gritando en el aire, aún siendo cubierta por el cuerpo de Lilith.
El báculo de Lilith había quedado dispersado en el aire a medio metro de ellas, mientras la mayor se esforzaba por sostener a la morena con un brazo y con el otro agarrar su preciado báculo.
Finalmente lo alcanzó e iba a utilizarlo, cuando una furiosa Amity arremetió contra ellas.

....

Entonces, todas cayeron en el aire.

-¡Suéltala! -gritaba Amity mientras golpeaba en los brazos del uniformado para que soltase a la morena. La pelinegra se retiró como pudo la túnica que ocultaba su cara, la caída había provocado el malentendido. Pues la holgada túnica había reaccionado a la gravedad, tapando parte del cuerpo de la chica y la cara de la mayor.
-¿Por qué todos se esmeran en golpearme hoy? -gritó ofendida. Amity la miró sorprendida y apenada, pero cambió inmediatamente su expresión.
-¡¿Qué haces aquí?! ¡Esto no era parte del plan! -regañó.
-¡¿A quien le importa el estúpido plan?!
Siguieron peleando en el aire. Al parecer habían olvidado que estaban cayendo desde una altura considerable.

-¡ABAJO! ¡ABAJO! -gritó nuevamente la morena. Ambas uniformadas miraron abajo, estaban a punto de ser papilla de brujas. Todas gritaron.

Una gigantesca sombra oscura las atrapó en el aire, descendió hasta el suelo y finalmente las dejó caer bruscamente. Los palismanes cayeron al lado de ellas segundos después.

-¡HORA DE IRNOS!

Gritó la chica de gran altura, apareciendo de la nada. Ambas uniformadas asintieron y tomaron sus báculos.
Amity abrazó a Luz, mientras ambas subían desesperadamente al objeto mágico. Lilith frunció el seño, pero ya no le importaba cargar con la que inició todo ese problema.

-No será necesario, todavía tienen que recoger a Eda, ¿No? -Lilith asintió. -Yo puedo saltar, nos veremos después.

La chica dió un gran salto y desapareció del lugar. No dudaron ni un segundo y todas volaron hacia fuera del castillo. Visualizaron a Eda dándole una fuerte patada en la cara a un guardia. Podría jurar que habían al menos unos doce alrededor de ella notablemente inconscientes.

-Para no poseer magia, todavía sigo siendo una rompecorazones -guiñó el ojo apuntando a sus víctimas claramente noqueadas en el suelo.
-Calla y sube al báculo, Edalyn -demandó Lilith. La peliplata le sacó la lengua jueguetonamente y acató la orden.
Muchos guardias empezaron a salir a tu ataque, pero las cuatro figuras femeninas ya se encontraban huyendo por los aires.

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Hooty se encontraba buscando algunos insectos para comer, cuando ciertas personas conocidas montadas en báculos, y un par de ellos chocaron contra el suelo.

-¡Lilith! ¡¿Qué manera de manejar es esa?! -exclamó Eda, Lilith se quedó en silencio. -¡FUE INCREÍBLE!
La pelinegra solo rió en tono bajo.
-¡HOLA EDA! ¡HOLA LILITH! -saludó entre gritos el búho parlante, y el segundo báculo llegó con más calma, aunque sus montadoras tenían los pelos de punta. -¡HOLA LUZ! ¡HOLA NOVIA DE LUZ!

-H-hola Hooty -devolvió el saludo Luz, aún pasmada por la situación. Estaba cubierta de ligeros raspones y algunas hojas.
Ambas jóvenes bajaron del báculo, ninguna dijo nada.
Amity, quien poseía una apariencia más desaliñeada en comparación a la morena acabó el incómodo silencio con un abrazo, que gustosamente fue correspondido por la morena.

-¿Estás bien? -susurró sin separarse de ella, sintiendo como la morena asentía.
-Y ¿Tú estás bien? -preguntó burlonamente. -Tienes un nido en tu cabeza.
Amity se sonrojó de la vergüenza y rompió el abrazo apenada, Luz le quitó el nido.
Dejó el nido en un lugar seguro y volvió a abrazar a Amity. Se abrazaron unos cuantos minutos, habían pasado por muchas cosas ese día.

-¿Ya acabaron con su momento de parejita? -preguntó la menor de las Clawthrone burlona. -Yo también quiero abrazar a mi niña.
-Y yo -continuó Lilith. -No olvido tu grosero ataque, Blight.
-¡Y YO! ¡HOOT! -gritó el búho de madera ganándose las uñas de su dueña enterándose en sus ojos.
-Cállate, Hooty.
-¡Auch! ¡Bien! -lloriqueó. -Yo también quería unirme al reencuentro familiar.

Ambas adultas se acercaron a la humana y la abrazaron con fuerza.

-¡C-chicas, me están aplastando! -exclamó con una sonrisa notable en su rostro. Las adultas apenadas la soltaron.

-Entremos a casa, estas botas me están matando -exageró Eda mientras entraba a la casa junto a Lilith.

-También deberías quedarte, Amity -sugirió la morena. -Así puedo tratar tus raspones y podríamos hacer una pijamada juntas.
Amity negó rotundamente mientras se sonrojada.
-E-estoy bien, Luz. Sólo son unos tontos raspones pff. Digo ya me los he hecho antes, ¿No? Quiero decir ¿Quién no se los ha hecho? ¡Todos nos hemos hecho raspones alguna vez! En normal -comenzó a balbucear. Y Luz la interrumpió con un beso en la mejilla. -¿Quién es Amity?
Luz rió tiernamente y sujetó las manos de su tomatito para guiarlas dentro de la casa. Amity no pudo -ni quería- negarse.

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La noche llegó rápido, y todos se encontraban dispuestos a dormir.
Amity traía puesta una pijama que Luz le había prestado, olía a ella y eso la hacían sentirse tan bien. Lilith aún estaba celosa y Eda hacía bromas hacia la pareja de "amigas", King dormiría en la habitación de Eda y Lilith, y Amity dormiría con Luz en una cama improvisada relativamente alejada de Luz -por órdenes de Lilith-.
Había sido un buen día después de todo.

Pasaban de las dos de la mañana, la pelimenta e imagino que todos ya estaban en los brazos de Morfeo. Luz se acercó a Amity pellizcando la mejilla de la de tez pálida, pero pareció no inmutarse. Realmente debía estar cansada.

"Ahora o nunca"

Susurró para sí misma antes de tomar con cuidado el pergamino e irse a puntillas de la habitación.
Se acercó al nudo dónde dormía Eda, y al lado una pequeña pero elegante cama dónde dormía Lilith. Rompió delicadamente con sus uñas el sello y comenzó a leer.

"Domino Domino
Tribuimus animulas
(Otorga a estas pequeñas almas)
magicae virtute redire.
(El poder de volver a la magia)
Da retro ad vim patitur eas, quae iniuste receperant, rursus vivere.
(Devuelve el poder que les ha sido retirado injustamente y permite que vuelvan a vivir)
Domino, domino
audite haec causa"
(Domino, Domino
Escucha esta súplica).

Recitó con sumo cuidado el hechizo, pero no sucedió nada. Se acercó temerosa hacia sus mentoras, y una aura dorada las cubrió a ambas. Observó la característica gema de Eda volver a su brillante color dorado, miró a Lilith- con el mismo efecto. Ambas adultas dejaron de brillar, y Luz desapareció de la habitación cruzando dedos porque el hechizo realmente hubiera funcionado.

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A la mañana siguiente, un fuerte gritó a la par de cosas cayéndose despertaron abruptamente a la morena.
No le importó la fría madera que congelaba sus pies descalzos y bajó las escaleras con desesperación.

-¡LUZ! ¡TENGO MAGIA! -gritó exaltada Eda mientras todos los objetos a su alrededor volaban siendo rodeados por una brillante aura dorada. -¡ESTA CHICA MALA HA VUELTO!
Gritaba mientras se apuntaba a sí misma y empezaba a reír a carcajadas.

Luz sonrió con dulzura, el hechizo había funcionado.

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Eda y Lilith por fin han recuperado sus poderes
¿No es lindo? Jsjs :'))))

Disculpen la tardanza del cap, en un rato les sube el olvidado One-Shot -se me olvidó, sorry :c-.

No olviden votar ❤️❤️

Y ¡Hasta la próxima!