_¿Quieres ser mi novia?_
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"Te amo, Luz Noceda. Llevo mucho tiempo haciéndolo".
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"Luz, mírame".
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"Así que porfavor"
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"Sé mi novia, Luz".
Despertó abruptamente de su sueño, pero no tardó en quejarse por la terrible jaqueca acompañada de una reciente ceguera ocasionada por la excesiva luminosidad de la habitación.
Talló sus ojos en un intento de disminuir la molestia mientras vagos recuerdos de la noche anterior comenzaban a golpear su cabeza haciendo del dolor un gran avance.
"Mierda, mierda, mierda, mierda".
Musitó para sí misma mientras trataba de negar que la estupidez que había hecho en ese antro fuera verdad.
¡¿Cómo había sido tan estúpida?!
Ósea, claro que quería declararse ¡Pero no de esa forma!
¿Tomarla de la cintura y besarla sin autorización? ¡Gran idea, Blight!
Ni siquiera sabía si podría ver a Luz a la cara. Pero eso sí que sería un problema.
Unió de sus manos temblorosas en un intento de plegaria para rogar que estuviese en su habitación, incluso besaría a sus hermanos en caso de ser así, pero la suerte la decepcionó esta vez.
Abrió sus ojos viendo con dificultad un viejo techo de madera húmedo y mohoso. Se sentó como pudo sintiéndose algo adolorida debido a la delgada colchoneta perteneciente a Luz, miró la habitación confirmando sus sospechas: se encontraba en la casa búho. Sin dudarlo abrazó sus piernas sintiéndose como la peor persona del mundo, quería huir cuanto antes.
El rechinar de la puerta de madera vieja la aterró, más no era por el reciente chillido infernal clásico de una película de horror, sino por quién la abría abierto. Cerró los ojos fuertemente y se tapó con la manta.
-Amity.
Llamó esa voz que perfectamente conocía, se destapó y la encaró apenada.
-Luz…
Por Belos, hasta su voz denotaba culpa.
La latina se acercó hacia ella con un vaso de agua y una pastilla. Amity ni siquiera hizo el esfuerzo por moverse, se había rendido.
-Te traje esta pastilla -comentó tranquila con su típica sonrisa. -Eda dice que es para la jaqueca.
Amity no respondió nada preocupando a la morena.
-¿Te sientes bien? -preguntó. -¿Te duele algo?
-Luz… -llamó avergonzada. -perdóname por lo de ayer, puedo explicarlo. No quise incomodarte de esa forma.
-Amity -contestó tranquila pero su compañera parecía querer llorar de la desesperación.
-Fui tonta al tomar tanto, y luego esa tonta pastilla y el aire -interrumpió. -Agh, fueron tantas cosas. Luego te ví y sin pensar dije cosas estúpidas y te besé sin autorización, de verdad lo siento.
Debes estar odiándome ahora.
-No te odio -contestó con sonrisa tímida. -De hecho, yo… quisiera saber si lo que dijiste es verdad.
-¿No te molestarás si te lo dijo? -preguntó nerviosa. Luz le dió una enorme sonrisa y negó. -Yo en verdad estoy enamorada de tí…
-¿Quieres hablar de esto después del desayuno? -preguntó dulce. -Quiero que quites esa fea mueca de tu cara, la tristeza no es lo tuyo.
La confiable sonrisa de Luz la reconfortó en gran medida. Curveó su boca en una ligera sonrisa.
-Eres tan agradable -expresó enternecida. -Es algo que definitivamente adoro de tí.
La cara de la humana se tiñó de rojo, sin saber cómo actuar sólo atinó a reír nerviosamente.
-¿Todavía te duele la cabeza? -preguntó. Amity negó confundida, hablar con la morena había disminuido en gran medida su jaqueca.
-No, pero aceptaría gustosa el vaso de agua -miró anhelante la bebida. -T-tengo demasiada sed.
Los nervios de la mayor hicieron sonreír a la humana, quien gustosa le ofreció el agua.
-Venga, vamos a desayunar -animó. -Y después podemos ir a platicar a otro lugar.
-¿Otro lugar? -preguntó confundida.
-No preguntes dónde, sólo iremos a un sitio especial -contestó misteriosa sin perder el toque burlón.
-Bien -sonrió tranquila. -Te sigo, señorita búho.
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-Sigo sin entender cómo diablos cocinas tan bien -expresó a punto del llanto mientras devoraba sin pudor esa comida llamada "quesadillas" según la latina.
-Sólo es cocina básica -contestó abochornada. -Pero me alegro que te guste.
Sonrió dulce mientras Amity seguía comiendo con salvajismo el desayuno.
-Porque no es fácil conseguir queso de vacaraña -mencionó tímida, recordando con pavor la vez en la que ella y sus mentoras intentaban encarar a la bestia. El plan: Luz sería el bocadillo. -Confirmé que la boca de una vacaraña no es nada bonita.
-¡¿Qué tú qué?¡
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-¿Crees que haya Sido bueno dejarlas solas? -preguntó insegura Lilith. -Aún no me confío de esas dos.
Ambas adultas se encontraban en un parque de juegos cercanos mientras observaban al pequeño rey de los demonios jugar por todo el sitio.
-¡HEY, EDA! ¡VE ESTO! -exclamó King antes de darse una pequeña marometa en la arena. -¡MOVIMIENTOS NINJA! ¡TEMAN ANTE SU DIOS DE LA DESTRUCCIÓN!
-Creo que no debí darle esas viejas películas humanas -confesó decepcionada la bruja canosa. -Recuérdame al llegar a casa quemar las películas de mafia, no quisiera saber que haría si las encontrara.
Lilith asintió observando como el del cuerno roto ahora perseguía niños con una larga y astillada rama que había conseguido de no sé dónde.
-Edalyn -llamó a su hermana.
-¿Sí? -cuestionó tranquila.
-¿Tu mascota acaba de prenderle fuego al columpio? -mencionó incrédula ante el escenario mientras veía cómo los niños huían despavoridos y King reía malévolo con las llamas sirviendo de fondo.
-¡Maldición! ¡Es la tercera vez en la semana que hace eso! -exclamó enfadada.
La seguridad no tardó en aparecer en auxilio al reciente caos. Dos guardias que fueron los primeros en aparecer visualizaron a las únicas personas presentes en el parque y al pequeño y adorable demonio que parecía ser el causante del problema.
-¡ALTO AHÍ! ¡QUEDAN BAJO ARRESTO POR DAÑO A UN ESPACIO PÚBLICO!
-¡Hora de irnos! -exclamó la menor mientras tomaba en brazos al peludo demonio y corría junto a su hermana huyendo de la ley.
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-Luz ¿Esto es necesario? -preguntó confundida la pelimenta, la venda en sus ojos y el terrible miedo a caer la tenían acorralada. -No es como que no confíes en tí ni nada de eso, pero a todo esto ¿A dónde vamos?
Luz estaba haciendo un gran esfuerzo por guiar a la bruja sin tener un accidente, a diferencia de cómo lo había imaginado, caminar por el bosque era difícil pero estaba determinada.
-Es un lugar que estoy segura que recordarás -comentó con una risa tierna.
La bruja de cabellos aquamarina no tenía ni idea de que hablaba la morena, ya habían estado en muchos lugares desde su regreso ¿Cuál sería ese lugar tan especial según ella?
Un pétalo golpeó su frente atrayéndola a la realidad de nuevo, una sensación de hormigueo sacudió su cuerpo cuando más pétalos empezaron a impactar y rozar contra ella.
Siguió caminando dejándose guiar por la morena de quién había estado enamorada de años, esta vez ya no tenía caer. Se dió cuenta de que ya no tropezaba con raíces y ramas, definitivamente habían llegado a una superficie pero aseguraba seguir sintiendo la sensación del pasto en sus pies. Luz la detuvo en seco y un golpe de aire la asotó sutilmente.
-¿Estás lista? -preguntó chillante de emoción.
-Por supuesto -contestó segura.
La humana le destapó los ojos y al abrirlos no pudo reprimir un chillido agudo que trató de retener con sus manos.
-E-es el… -tartamudeó tímida.
-Árbol del Grom -completó ilusionada.
La bruja no pudo quitarle los ojos de encima, seguía igual de hermoso y vivaz que cómo lo había sido desde el baile del Grom cuando tenían catorce.
Con enorme ilusión en los ojos miró a su acompañante quien se sonrojó levemente al ser observada.
-Fue aquí dónde vencimos nuestros miedos, ¿Recuerdas? -comentó observándolo con admiración. -Fue un momento especial, y pensar que sigue siendo tan hermoso.
-Pero ¿Para qué me trajiste aquí? -preguntó confundida la mayor.
-Para crear otro momento igual de especial -contestó con simpleza.
Extendió su mano hacia Amity imitando el movimiento que hizo la mayor esa mágica noche cinco años antes. La bruja la miró sorprendida pero la tomó gustosa.
-¿Me permite esta pieza? -preguntó en tono divertido la menor.
-Encantada -respondió de la misma forma exagerando sus reacciones.
La latina colocó una mano en la cintura de la contraria y su otra mano en su hombro, Amity hizo lo mismo. Empezaron con paso lentos y leves giros sin perder en algún momento las risas y bromas de la situación.
El viento acompañado del siseo de las hojas moviéndose relajaron en gran medida el ambiente, para sorpresa de la mayor, Luz comenzó a tararear suavemente.
Le fue imposible no perderse en la voz de su acompañante y sonreír bobamente, su distracción llegó al pisar un papel. El mismo se consumió por completo para formar una esfera de luz, alzando una ceja miró a la morena.
-Pensaste en todo, ¿No es así, Noceda? -preguntó divertida mientras seguían dando vueltas y activaban más y más glifos de luz.
-¿Qué te puedo decir? Soy una caja de sorpresas -expresó altanera cambiando un poco el estilo de baile. -¿Qué dices si hacemos esto un poco más movido?
Se alejó de su acompañante y sacó su teléfono para reproducir una canción y empezó a marcar un tipo de baile similar al rock and roll, sacudió sus hombros y caderas yendo primero hacia adelante y después hacia atrás.
-Es un reto -aceptó gustosa mientras ella también empezaba a moverse.
En movimientos zic zac se acercaban para después alejarse. Luz tomó la mano de Amity y como por reflejo la misma se giró sobre el brazo de la morena para darse la vuelta completa, seguido hizo lo mismo con la menor girándola también.
No pasó mucho tiempo para que ambas tomaran seguridad llevando los pasos a otro nivel, aumentando la velocidad y añadiendo brincos y marometas. Ni siquiera sabían qué o cómo lo hacían, pero se estaban divirtiendo y era lo que importaba.
Para el movimiento final, la morena tomó vuelo hacia Amity quien la abrazó y alzó para dar tres vueltas deslizándola desde arriba hasta abajo.
Ambas se sujetaron de las manos y la canción acabó, se miraron a los ojos con una enorme sonrisa y cayeron fatigadas al suelo.
Empezaron a reír eufóricamente como si el aire perdido no les hiciera falta.
-¡J-jamás había bailado rock and roll! -exclamó jadeante Luz con su mano en el pecho tratando de regular su respiración.
-N-no estoy segura de que fue eso, pero sé que fue genial -contestó impresionada Amity respirando agitada. -Pff, debimos vernos como unas locas.
-Si la locura es así de increíble, mándenme a un manicomio -soltó burlona.
La bruja finalmente tuvo la fuerza y se recargó de lado mirando a su agitada compañera, Luz giró su cabeza hacia ella sin mover su cuerpo.
-Eres increíble -confesó admirada Amity viendo directamente a los ojos avellanas a su lado, Luz se sonrojó apenada. -No sé cómo lo haces pero siempre consigues sacarle una sonrisa hasta la persona más fría.
-Yo creo que estás exagerando, Blight -admitió abochornada mientras cubría sus mejillas con su antebrazo.
La bruja de cabellos aquamarina siguió contemplando con dulzura a la de tes canela, se acomodó en una posición más cómoda sin perder la vista sobre ella.
-Me gustas -confesó.
La boca de Luz se abrió de la impresión, incrédula a lo que escuchaba.
-Hoy en la mañana me dijiste que querías saber si era verdad lo que te dije ayer -continuó. Movió nuevamente su cuerpo para recargarse sobre del césped y ver el cielo aún claro. -Y es cierto que estoy locamente enamorada de tí.
Esta vez fue Luz quien recargó su cuerpo para observar a Amity.
-¿Por qué jamás me lo dijiste? -preguntó confundida.
-Tenía miedo -contestó apenada.
-¿Miedo de qué? -cuestionó intrigada.
-Miedo de que me rechazaras.
Ambas se quedaron en silencio. La humana se animó a abrir la conversación.
-Yo también estoy enamorada de tí -confesó. -Pensé en decírtelo desde el inicio, pero supuse que te alejarías en caso de no corresponderme.
Algunas cosas cambiaron desde que me fuí. Me aterró descubrir que ahora pertenecías al aquelarre del emperador, era algo que no me esperaba.
Ambas jóvenes soltaron una pequeña risa.
-También me aterré cuando descubrí que tendría que entregar a mi amor platónico frente a las autoridades -confesó divertida. -Y cómo te pusiste mi traje, ¿Recuerdas?
-¡Maldición, sí! -admitió avergonzada. -O cómo casi lloraba cuando creíste que había huido.
-¡Hey, yo no lloré! -se quejó abochornada.
Ambas siguieron riendo y contando tontas anécdotas. La fluidez de la conversación fue escaseando hasta llegar a un cómodo silencio, Luz cerró los ojos respirando y sentándose normal.
-¿Ocurre algo, Luz? -preguntó imitando su acción y sentándose. Luz le sonrió tímidamente.
-Amity, no quiero atrasar esto para siempre -comentó nerviosa. -T-tu realmente me gustas y yo… yo…
-¿Luz? -preguntó alarmada al notar que la morena dejaba de respirar y empezaba a cambiar de color. -Luz, respira.
-¡Yo quiero saber si quieres ser mi novia!
La declaración de la latina hizo revolotear el pecho de la bruja. La mencionada estaba roja hasta sus lindas orejas redondas.
Se arrastró hacia ella y sin permiso tomó su rostro para plantarle un profundo beso que automáticamente encendió el interruptor para que las lágrimas de la pelimenta comenzaran a caer sin medida mientras repetía constantes sí y volvía a besar la boca con la que tantas veces había soñado.
Los labios de la que ahora era su chica se sentían como el cielo, eran tan dulces como ella que no podía -ni quería- dejar de estamparlos una y otra vez.
Luz se abrazó del cuello de su ahora novia mientras la atraía para profundizar más ese grandioso beso. La amaba y el hecho de ser correspondida la hacía sentir increíble, estaba que irradiaba de felicidad.
Hasta que sus pulmones rogaron por aire ambas se separaron agitadas y con una enorme sonrisa en sus rostros.
-N-no puedo creer que Amity Blight sea mi novia -confesó soñadora Luz mientras tomaba sus sonrojadas mejillas. -¡Amity Blight es mi novia!
La bruja tomó su rostro y le plantó un sonoro beso en la mejilla.
Se levantó y sacudió el exceso de hojas y polvo en su ropa para después entender su mano hacia la morena.
-¿Crees que debamos decírselo a Eda y Lilith? -preguntó emocionada. -Apuesto a que estallarán de felicidad.
A pesar del momento romántico y glorioso que acababan de pasar, aún le temía un poco a la pelinegra. Lilith era una suegra de la cual preocuparse.
Miró a su chica balbuceando incoherencias y sonrió con dulzura.
Se iba a arriesgar con tal de verla feliz.
-Y se lo diremos a Gus y Willow, oh y a Júpiter y Géminis -habló rápido. -Y ¿Qué hay de Edric y Emira? ¡No lo sé, pero estoy tan emocionada de contárselo a todos!
Ante los ojos de Amity, Luz parecía una niña pequeña saltando por ahí y por allá. Sinceramente le causaba ternura, y no podía ser más feliz con todo y su adorable faceta infantil.
-Hey Amity -llamó dulce. La mencionada volteó a verla.
-Te amo -confesó con una enorme sonrisa.
Amity se tragó las ganas de llenarla de besos por toda la cara, en cambio, sólo la atrajo en un fuerte abrazo mientras seguían caminando como una pareja de tórtolas. Porque ahora eso eran, una pareja.
-Yo también te amo, Luz.
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Casi las 4:00, viva el complejo vampiro (・∀・)✨✨
Disculpen la demora, siendo sincera no sabía cómo escribir este cap :')
Me acabo de dar cuenta que tardé 27 capítulos para que estas tórtolas se declararan. Jaja, lo siento
Pero ahora si inicia el amor>:))
Próximo cap, Amity vs sus suegras ¿Sobrevivirá ante Eda y Lilith? xD
Espero les haya gustado, y no olviden votar 🖤🖤
¡Nos vemos la próxima!
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