Problema de dos


¡Castigada!

La humana vió perpleja a su mentora mayor. Eda parecía conservar más la calma que su hermana mayor mientras Lilith no se esmeraba en ocultar sus emociones.

-¡¿Castigada?! -preguntó incrédula Luz. -No pueden castigarme ¡No soy una niña!

Luz miró a su primer mentora, la misma tenía un semblante sereno en comparación a su estado verdadero. Pero trataba de aligerar la tensión y mantener la compostura.

-¡Eda, di algo! -pidió decidida la humana, Eda negó con paciencia.

-No hay forma de ayudarte esta vez, niña -contestó rendida la bruja canosa. -¿Te das cuenta que conspiraste con el enemigo y nos lo ocultaste todo este tiempo?

-Lo sé -respondió tímida la morena. -Pero...

-¿Pero qué, Luz? -preguntó molesta Lilith. -Nos has ocultado la verdad... de nuevo ¿Cómo quieres que no nos sintamos incómodas y desconfiadas?

-Lo siento -musitó apenada Luz. -Pero puedo asegurarles que él no planea algo realmente malo.

Ambas brujas le dieron una mirada incrédula.

-¿Tan siquiera sabes con exactitud cuál es su plan? -preguntó irónica Eda, el silencio incómodo de Luz respondió su pregunta.

Ella no lo sabía.

-¡Pero me dió el hechizo para curar su maldición! -objetó decidida.

-Sí, quizá recuperamos nuestra magia -respondió insegura Lilith. -pero conociendo al emperador no creo que esto sea por tiempo infinito y cuando haya conseguido lo que quería de tí te desechará a tí y a nosotras. El emperador Belos no siempre cumple sus promesas, yo soy testigo de eso.

El semblante ligeramente dolido de la pelinegra le causó un vuelco de culpa sobre el pecho de Luz.

-Y aunque quisiera, es imposible -continuó desinteresada Eda. -Una maldición, por lo menos a nuestro grado es incurable. Podemos controlarla, pero eliminarla es una misión imposible incluso para el mejor brujo.

Ese dato no ayudó a los sentimientos de la humana a aliviarse.

-Entonces... -habló con suave tono quebrado. -¿La maldición no tiene cura?

Ambas brujas se ahorraron el responder su pregunta, estaban seguras que de hacerlo Luz rompería en llanto en cualquier momento.

-Pero no es tiempo para preocuparse por asuntos que no tienen solución -mencionó serena Lilith. -Necesitamos hablar sobre tu relación con el castillo.

-Ya mencioné lo que sé -respondió nerviosa Luz. -Quiero saber que castigo me pondrán.

Las hermanas Clawthrone se miraron unos segundos.

-Edalyn y yo hemos decidido que te quedarás aquí en la casa búho -declaró Lilith. Luz abrió los ojos de par en par.

-¿Cuánto tiempo? -preguntó preocupada Luz.

-Eso es indefinido -respondió Eda. -Pero no te desilusiones.

-¡Pero tengo que volver! -exclamó alarmada la humana. -Es un trabajo de tiempo límite, debo acabarlo cuanto antes.

-Tienes a una líder de aquelarre de alto rango y su sobrino mocoso que es como otra mano derecho en su imperio -contestó desinteresada Eda. -Podrán arreglárselas solos.

-Pero él se dará cuenta de mi inasistencia -Objetó Luz.

-Nada de peros -contraatacó Lilith. -Te quedarás aquí y punto. Y ni siquiera intentes un modo de escapar, el hechizo de cúpula mágica rodea la casa.

-Nada de salir al mercado, recolección de basura o cualquier actividad fuera de casa -declaró firme Eda. -En casos contados siempre será con nuestra compañía.

Luz les había dicho ya la mayoría de lo que sabía, sobre el portal, sobre Wilbert y la nueva actitud de Belos. Muchas cosas, pero sus mentoras seguían reacias ante la idea de que el emperador era más inofensivo que antes. Después de todo, él estaba enfermo y débil.

Se sentía sobreprotegida, era una adulta de diecinueve años y ellas la trataban como una nena de cinco ¿No les había mostrado ya su verdadero valor? ¿Será que ellas no...?

-Creí que confiaban en mí -replicó indignada Luz, sus ojos se mostraban vidriosos.

-Y lo hacemos -respondió honesta Lilith. -Pero esta situación ha escalado a otro nivel. podrías en peligro, nosotras podríamos estar en peligro.

-¡Pero no lo estamos! -objetó enfadada Luz. Las adultas se asombraron de su nuevo comportamiento.

-Baja tu tono, Luz -pidió firme Eda, Luz instantáneamente aligeró su tono. -Nadie nos garantiza una futura traición de parte del tonto de Belos, simplemente no podemos confíar en él.

Luz torció su boca en una mueca disgustada y dolida, un jaqueca estaba incrementado desde el inicio de su desputa resultado del estrés.

-¿No confían en él... -preguntó molesta. -o no confían en mí?

-Luz -llamó insegura Lilith.

-Sé lo que hago -continuó enfadada Luz. -No soy una niña, no me traten como tal.

-Eres nuestra niña -afirmó Eda. -Y te tratamos como una niña porque a veces actúas como una, tomas decisiones descuidas que nos afectan a todos. Simplemente te protegemos y lo sabes.

Luz se quedó indignada ante la declaración de la bruja, eso sí le había dolido ligeramente.

Eso solo confirmaba que no confiaban tanto en ella como creía.

-Me duele horrores la cabeza, dejemos la discusión por ahora y descansemos -ordenó Lilith. -Luz, ve a tu habitación y...

Ni siquiera terminó de hablar cuando Luz ya se iba dando pisotones a gran velocidad y desapareciendo de su vista.

Suspiró derrotada. Era extraño ver una actitud rebelde y molesta en la humana, principalmente arreglaba las discusiones con unas palabras bonitas y una sonrisa pero el asunto que ahora atendían no podía resolverse con ese método tan infantil.

-Vaya -suspiró cansada Eda. -Ella realmente está molesta, ¿Eh?

-Absolutamente -contestó derrotada Lilith. -Es difícil cuidar una niña.

-Ni que lo digas -respondió con leve sonrisa divertida Eda. Ambas adultas se quedaron en silencio.

-¿Crees que debimos escucharla más? -preguntó culpable la pelinegra. -Creo que ni siquiera la dejamos hablar con nuestros regaños.

-No es tiempo para ablandarse ahora, Lilith -respondió seca la menor. -Lo hacemos por ella, ya se le pasará y podremos hablarlo después.

La mayor de ambas se recargó perezosamente sobre la pared pensando, su semblante aún parecía culpable.

Estaba preocupada por la humana, claro que lo estaba. Había cometido errores con su hermana, alguien querida para ella, no quería cometerlos con Luz y arriesgarse a dañarla también.

No volvería a arriesgarse a dañar a alguien querido de nuevo.

-¿Y qué hay sobre la chica Blight? -preguntó curiosa Lilith.

-La chica pertenece al aquelarre, no dudo que Luz sea capaz de seguir trabajando en secreto con su ayuda. Me agrada la chica, pero no podemos arriesgarnos -respondió serena Eda. -Supongo que no tendrá una buena reacción cuando se lo digamos.

-Eso es seguro -afirmó cansada Lilith. -¿Para qué crees que quiera el portal?

La canosa arrugó su expresión.


-No lo sé...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Amity regresó a Wilbert al castillo, nos actuaron con normalidad para no levantar sospechas. El asunto de la encapuchada se había quedado entre ambos, era la mejor opción.

Al día siguiente ambos se reunieron como ahora sería su nueva rutina.

-¡¿Qué quieres decir con que ella no vendrá?! -preguntó alarmado el pelirrojo. -Tenemos tiempo limitado, ¿Sabes?

Luz le había informado a Amity sobre su reciente castigo antes de que el celular le fuese retirado.

-¿Cuánto tiempo? -preguntó de nuevo preocupado. Amity hizo una mueca insegura.

-No lo sé -respondió nerviosa. -Y ahora ni siquiera puedo comunicarme con ella, se han quitado su pergamino humano.

El menor bufó frustrado, Luz era la única que tenía el mínimo conocimiento sobre el portal.

Sencillamente se rindió al entender que con enojarse no resolvería nada, lo ocultaría de su tío hasta que la situación se calmase un poco.

-Celular -corrigió desinteresado. -Su aparato humano se llama celular.

-Oh, vaya -musitó sorprendida la bruja. -Tienes conocimientos humanos.

-Sé varias -comentó orgulloso el pelirrojo. Una sonrisa nostálgica se plasmó en su rostro. -Luz me contó demasiadas.

Amity estaba sorprendida, era la primera vez que tenían una charla amena y sin discusiones.

-Entonces -llamó Wilbert. -Tú y ella son pareja.

-Sí -sonrió dulce la mayor. -Y me siento tan feliz de serlo.

El chico sonrió levemente.

-Vaya que Luz tiene mal gusto -comentó divertido.

-¿Disculpa? -preguntó ofendida Amity. -Irrespetuoso mocoso.

-Amargada vieja -respondió retador el menor.

Amity se ahorró las ganas de responderle, sabía que d e hacerlo ala cosas se pondrían algo exageradas.

-Si Luz estuviese aquí ya nos hubiera regañado a ambos -comentó con ternura al recordar a la humana.

-Sí, ella lo hubiera hecho -respondió divertido el pecoso.



Ambos habían decidido ir a la biblioteca central como lo habían acordado la última vez antes del ataque, para su suerte, ningún problema se presentó ahora.

La biblioteca estaba solitaria, no más allá de dos personas y el mismo bibliotecario que prometía con dormirse en cualquier segundo.

-...

-...

El ambiente estaba muy callado, era obvio decir que era incómodo.

-Y ¿Desde cuándo conoces a Luz? -preguntó directamente Wilbert para abrir una conversación.

-Hace cinco años -respondió simple Amity. -Verás divertido que al principio no tuvimos un buen inicio, pero ella jamás se rindió en tratar de ser mi amiga. Fue gracias a ella que abrí los ojos y pude ver la manipulación que mis padres ejercían sobre mí...hasta que ella se fue y yo volví a esa tonta rutina hasta que volvió.

-Debiste sentirte traicionada y frustrada -comentó sereno el pecoso.

-Lo estaba -respondió a la ligera. -Y durante años creí que la odiaría al verla pero cuando la ví no pude evitar sentirme atraída de nuevo hacia ella, en todo este tiempo jamás dejó de ser tan radiante.

-Eres una simp -declaró divertido Wilbert, Amity lo miró extrañado. No entendía el concepto pero estaba seguro que no era un agradable halago.

-No sé que dices pero mientes -respondió infantil. El pelirrojo rió -¿Y tú? ¿Cómo conociste a Luz?

-Fue de parte de Belos desde el secuestro -contestó desinteresado. -Me dió el cargo de ayudarla con la búsqueda para activar el portal. Ella fue tan amigable desde el inicio a pesar de que era un extraño.

-Sí, esa es mi Luz -afirmó son sonrisilla boba Amity. El chico siseó disgustado por la dulzura de la confesión.

-Incluso Belos pareció tratarla con cariño cuando se presentó ante él -confesó sorprendido el chico. -Supongo que le recuerda mucho a ella.

Amity se quedó pensativa unos segundos dudando si seguir preguntando o callarse.

-¿Tú... -preguntó tímida Amity. -eres familiar del emperador Belos?

El chico de pecas ni siquiera pareció sorprenderse, su conclusión rápido será que su amiga se lo había revelado.

-Sí, sí lo soy -afirmó desinteresado. -Pero no creas que tengo este puesto por parentesco, yo me lo gané trabajando.

Amity no objetó ante eso, tenía en claro la habilidades del menor.

Una última y detonante pregunta surcó su mente.

-¿A qué te referías al decir que Luz le recordaba a ella? -preguntó curiosa Amity. El pelirrojo lo pensó unos segundos antes de rendirse y contestar.

-Me refiero a mi prima -respondió sencillo. -Nath.

La cabeza de la bruja palpitó con el nombre. Wilbert al visualizar que Amity no lo había interrumpido decidió seguir narrando.

-Ella también tenía orejas redondas. Era mitad humana y mitad bruja, una híbrida.

Otra palpitación atrevesó el cerebro de la teñida.

-En otras palabras, una chica de apariencia humana junto a poderes de bruja. Algo completamente inusual.

Pero la bruja ya no estaba escuchándolo estaba atrapada en el trance de recordar un nombre que su mente creía haber borrado.

El pelirrojo pareció notar la extraña actitud de la teñida.

-Mentas ¿Estás bien? -preguntó desinteresado pero tenía un pequeño toque de preocupación.

Amity siguió ignorándolo ensimismada en los vagos recuerdos con la que su mente empezaba a ser bombardeada. La única palabra retumbante en su mente era el nombre de la chica híbrida.

Nath, Nath, Nath, Nath, Nath.

Nathalie Wilson Nightwish.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Diiiiisculpen la demora! D:
Me tomé una vacaciones, sí que sí 😳👉👈

Próximo cap: ¿Recuerdos desbloqueados de Amity? ¿Hechizos fallidos de Odalia? ¿Posible sorpresa para Luz?

Espero les haya gustado el capítulo, no olviden votar 🖤🖤

Y ¡Nos vemos la próxima!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top