De hecho, yo quisiera hablar con Júpiter.

La mencionada la miró sorprendida, pero desvió su mirada al suelo apenada de nuevo. Respiró y se puso de pie.

-Sí, creo que yo también quiero hablar contigo -contestó decidida. Luz resopló aliviada.

La mano de Luz fue tomada por Amity quien le daba una mirada confundida y algo celosa.
La humana tomó sus manos y la incitó a pararse de la mesa para hablar en privado.

-¡¿Luz, qué rayos?! -susurró molesta una vez estaban metros lejos de ella mesa. Luz le sonrió tranquila.

-Ella debió tener sus razones, Amy. Y su las tiene, quiero escucharlas -contestó decidida. -Además Eda y Lilith me comentaron que ella también ayudó en mi rescate.

La bruja abrió los ojos pasmada. Eso no podía negarlo, pero su actitud rencorosa no lo admitiría tan fácil.

-Sí, lo hizo -respondió desviando la mirada. -Pero también fue la que lo inició todo.

-Sé que ella se siente culpable, puedo verlo en su mirada -habló con una ligera sonrisa. -Y no voy a odiarla por un error del que realmente se arrepintió.
Nosotras no tuvimos un inicio muy bueno, sin embargo venos ahora. Somos tan unidas.

Amity bajó la cara avergonzada, su compañera tenía razón. Ella la había tratado tan mal en un principio, y ella nunca dejó de esforzarse por formar una amistad.

Era algo que amaba tanto de ella.

Dió un último apretón a las manos de Luz y suspiró derrotada.

-Tienes razón -contestó apenada. -Ve y habla con ella.

-No tardaré mucho, lo prometo -sonrió carismática. -Tu también puedes intentar entablar una amistad con Wilbert.

-Ni de broma -contestó ofendida. Luz hizo una expresión derrotada.

-Bueno, al menos lo intenté.

Ambas jóvenes volvieron a la mesa dónde solo quedaba Wilbert, pues la peliverde había desaparecido.
Luz desapareció junto con Júpiter y Amity se sentó bruscamente en el asiento que le pertenecía.

-¿Celosa, Menta desabrida? -preguntó burlón el chico bebiendo de su vaso y mirando divertido a la mayor.

-¡P-para nada! No tengo nada que celar de esa jirafona -exclamó abochornada. -Quiero otra de esas cosas.

-Sip, estás celosa -confirmó el chico dando otro trago. -Si vas a estar bebiendo mejor siéntate cerca de la barra.

-¿Qué clase de novata alcohólica me ves? -preguntó ofendida.

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La chica de gran altura seguía con miedo y preocupación a la morena hasta llegar a una de las áreas verdes escasa de personas. Tenía tantas ganas de huir de ahí, pero debía ser valiente y afrontar el problema.

Además ya estaban lejos, de todas formas no podía huir como si nada.

Luz se detuvo en una orilla del extenso macetero y le hizo señas con la cabeza para que se el uniera. Júpiter acató la indirecta y se sentó a una distancia considerable de ella.

-Supongo que debes pensar que soy una pésima persona -rió triste y giró sus ojos para verla.

-No, no creo eso -contestó sin mirarla, pero se notaba que hablaba con honestidad.

El ambiente se quedó en silencio de nuevo.

-Escuché que te involucrarse en mi rescate -comentó Luz intrigada. -¿Es cierto?

La castaña jugueteó con sus pulgares dudando en que responder.

-Yo inicié el problema, ayudar a resolverlo era lo único que podía hacer, ¿No? -sonrió levemente. -Eres una chica estupenda, Luz. Traicionarte fue algo tan estúpido.

-Si no te molesta responder -habló Luz indecisa. -¿Por qué lo hiciste?

Júpiter la miró pasmada y dirigió su mirada al suelo con expresión culpable.

-Yo quería un tonto aumento de puesto -contestó avergonzada tapándose la cara. -Que egoísta, lo sé. Pero me arrepiento.

-Lo sé -contestó con una sonrisa. -Y yo te perdono por eso, porque eres lo suficientemente valiente de admitirlo.

Júpiter soltó una sonora carcajada limpiándose las lágrimas que se habían escapado sin permiso de sus ojos. Luz ni siquiera había notado que había empezado a llorar.

-¡¿Estás llorando?! -preguntó alarmada. -¡¿Dije algo malo?!

La contraria soltó otra carcajada, una más fuerte que la anterior. Tragó algo de saliva ahogándose por unos segundos, tosió y recuperó el aire perdido.

-¿Siempre has Sido así de positiva? -preguntó con ironía dulce. La morena asintió.

-Positivismo es mi segundo nombre -guiñó agradable. La bruja la miró confundida.

-Creí que solo te llamabas Luz -contestó extrañada. Esta vez fue Luz quien soltó una sonora carcajada.

-Es sólo un decir -respondió entre jadeos y risas. Luchaba por regular su respiración. -¿Hay algo más de lo que queramos hablar?

Júpiter sonrió triunfante de nuevo, había vuelto a su actitud positiva y jactante de siempre.

-Creo que debemos hablar de muchas cosas, hay tanto que contarte.

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Amity iba para el cuarto vaso, estaba luchando por no tomar compulsivamente pero se empezaba a hartar.

-Por Belos, se está tardando mucho -susurró para sí misma. El pelirrojo miró su pergamino sin interés.

-Sólo han pasado cuarenta minutos desde que se fue, no seas dramática -rodó sus ojos con enfado. La bruja dió otro trago pesado a la bebida. -Y no te la tomes tan a lo brusco, a ese paso estarás ebria muy pronto.

-¡No soy dramática! Sólo que es aburrido estar aquí sin ella -respondió molesta y abochornada. -Además no soy débil, ¿Sí? Puedo aguantar esto y más.

-Admítelo, sólo estás celosa de que la chica alta esté con ella -contestó burlón. -Te molesta que Luz le hable con tanta confianza después de lo que hizo.

La bruja no respondió nada, parecía frustrada y el vaso a reventar por la presión que energía sobre del mismo era la evidencia.

-Además te aburres porque quieres -respondió molesto. -Ya van varias personas que te invitan a bailar y tú las rechazas.

-Yo no quiero bailar con nadie -bufó molesta. -Que no sea ella.

-Escuché lo que susurraste -sonrió triunfante. Amity se sonrojó furiosamente.

-¡Cállate, Zanahorias!

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-¡Ni que lo digas! -exclamó divertida la morena. -Lilith casi asesinó a Amity cuando fue a llevarme a casa.

-Vaya que tus mentoras son algo especiales -rió con ternura. -Y explosivamente celosas.

-A pesar de todo, creo que empiezan a tomarle cariño a Amity -sonrió con ternura de solo recordarla.
Júpiter la acompañó sonriendo de la misma manera. A pesar de sus sospechas de sentirse atraída románticamente hacia la humana se sentía feliz de escuchar las anécdotas que involucraba en su mayoría a la pelimenta.

-Pero que celos… -susurró. Luz la miró extrañada.

-¿Dijiste algo? -preguntó curiosa. La castaña se sonrojó furiosamente.

-¡No! ¡Nada! -exclamó abochornada.

-Y ¿Qué hay de tí? -cuestionó intrigada. -¿Qué locas aventuras te ha jugado el destino?

-Mi vida no es tan genial como la tuya -expresó divertida. -Yo diría que mi día a día es demasiado monótono y aburrido.

-Ninguna historia es aburrida si sabes contarla -dijo tierna. -Así que cuenta.

-Bueno, supongo que te puedo contar la vez cuando besé a una bullie -soltó una carcajada al recordarlo. -Por mis estrellas, que cliché y gay fue eso.

Luz la miró intrigada, en sus ojos se notaba la emoción de escucharla.

-¡¿Besaste a tu bullie?! -preguntó estupefacta. -¿Al final se enamoraron una de la otra como en el anime? Relación amor-odio, suena bien.

-Yo diría más que me molestó más a partir de ese día -sonrió nerviosa. -Ella era muy agresiva.

-O tal vez sólo temía mostrar sus verdaderos sentimientos hacia tí y esa era su forma de atraer tu atención -comentó coqueta disparándole imaginariamente.

-No lo dudo, pero yo era demasiado para ella -expresó altanera peinando su cabello hacia atrás. Luz rió sin vergüenza.

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Amity se dirigió a los baños, ahora sí que empezaba a sentirse algo mareada. Se miró al espejo y masajeó sus párpados que curiosamente se sentían pesados y ligeramente irritados.

Salió del sitio y visualizó un patio al aire libre a la lejanía. Quizá el aire fresco la ayudaría a despertar.

Salió al frío y húmedo lugar oliente a tierra húmeda, al parecer lo habían regado hace ni mucho rato. Aspiró con brusquedad, pero inmediatamente se sintió peor.
Sólo huyó de nuevo hacia dentro del lugar.

-Luces terrible -comentó preocupado Wilbert al ver a la chica.

-Me siento terrible -confesó algo tambaleante. -Salí a tomar aire fresco, pero creo que tuvo el efecto contrario.

-¡Claro que tuvo el efecto contrario! -exclamó el chico. -¡Jamás tomes aire fresco después de beber!

-¡No lo sabía, pues! -contestó exaltada haciendo un puchero.

-Iré a buscar a Luz, no te muevas -ordenó el pelirrojo levantándose de su asiento. -¡Y no vayas a tomar más!

El chico desapareció dejando sola y mareada a Amity, quien indirectamente se sintió completamente sola y abandonada. Combinando con el alcohol en su sangre hacían el sentimiento más profundo.

Tomó su vaso con el líquido a medias y se la tragó de sope, pero le supo extraño. Identificó el problema rápidamente.

Ese no era su vaso.

De la nada se sintió normal como si no hubiera tomado nada, se extrañó ante esto. Pero como había aparecido se esfumó a los pocos segundos volviéndose a sentir mareada en un nivel bajo.

¿Alguien tomó de este vaso?

Escuchó la voz de una chica a sus espaldas, señalaba el mismo caso que había bebido. Levantó la mano temblorosa y admitió su error, la chica le sonrió con notable preocupación.

-Eran una broma para que mi amiga se le declarara a su crush, le metí una pastilla -comentó. Amity no dijo una palabra. -Siento arruinar tu noche, pero creo que deberías irte a casa. No sé cuánto tarde en hacer efecto.

La bruja asintió y caminó apresurada entre la gente chocando con algunas personas.

Tenía que encontrar a Luz.

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-¿No te sientes extraña de dejar a tu amiga allá sola? -preguntó Luz.

-Géminis hace amigos hasta por debajo de las rocas, es muysociable -comentó alegre. -Pero ¿Qué hay de tus amigos?

-Amity está con Wilbert, pero aún así estoy preocupada. Creo que llevamos mucho tiempo hablando -argumentó. Estaba preocupada por la pelimenta. -Deberíamos irnos.

-Vamos -sonrió decidida.

Luz le dió un último sorbo a su bebida para terminar con ella y entregar los vasos. A pesar de que habían estado hablando todo ese rato, la barra de bebidas cercana a ellas les había estado proporcionando las mismas.

Claro que esta vez Luz no había tomado en demasía. Aún recordaba el sentimiento de náuseas y le provocaba escalofríos.

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-¿Has visto a una chica humana acompañada de una bruja muy alta? -preguntó Wilbert a un tipo, pero el mismo estaba tan ebrio que su respuesta fue un notable vómito. El pelirrojo lo rodeó asqueado y siguió su paso apresurado.

"¡Es el tercer tipo que hace eso esta noche!"

Pensó enfadado.

Caminaba a paso veloz buscando a la morena con la mirada.

-¿Dónde demonios estás, Luz? -susurró preocupado.

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Para la mala suerte de Amity la pastilla ya había hecho efecto. Aunque no se viese en tan mal estado, por dentro se sentía totalmente diferente.

Seguía buscando a la morena, pero esta vez ya no le importaba irse. Le bastaba con solo mirarla y bailar con ella.

Tambaleó un poco entre la gente, igual, los demás estaban igual o peor que ella.

Por la puerta entró cierto dúo de chicas y a pesar de su vista algo borrosa pudo visualizar unas lindas orejas redondas. Sin reprimirlo chilló de la emoción.

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Luz y Júpiter entraron al lugar en busca de sus amigos, pero no esperaban verse a una Amity caminando hacia ellas a paso apresurado. La morena identificó en su caminar que algo no andaba bien.

-¡Luz!~ -canturreó aventándose hacia la morena. -Te estaba buscando, bailemos.

Tomó el brazo de la humana y la giró encantandoramente terminando enroscada en uno de sus brazos.

-Amity, hueles raro -dijo molesta. -¿Estás ebria?

-Si… No… Talvez -contestó insegura. -Eso no importa, ¡Bailemos!

Luz miró decidida a la castaña de puntas azules, la misma asintió de la misma manera.

-Iré a buscar a Géminis y a tu amigo -comentó y desapareció a paso veloz de su vista.

Amity contempló a la chica frente a ella, que a pesar de estar enojada, a sus ojos lucía hermosa.

-¿Jamás te he dicho lo hermosa que eres? -preguntó con una enorme y boba sonrisa. -Y las tantas ganas que tengo de besarte.

Luz se sonrojó furiosamente, pero sacudió la cabeza enfocándose en la realidad.

-Estás borracha, Blight -regañó molesta. -Estás diciendo incoherencias.

La bruja torció la boca y apretó el agarre sobre la cintura de Luz apegándola a su cuerpo.

-No, ni lo estoy haciendo -respondió molesta. -Te amo, Luz Noceda. Llevo mucho tiempo haciéndolo.

Luz aún estaba algo mareada por las bebidas alcohólicas que había tomado, pero esas palabras la hicieron revolotear.

Había anhelado tanto por ellas.

Aunque claro, esa declaración pudo haber Sido en otro sitio que no fuera un antro con su crush ebria hasta la médula. Ni siquiera sabía si realmente la bruja estaba siendo sincera.

-Luz, mírame… -llamó con al voz ligeramente ronca. Tenía los ojos cristalinos, denotaba que iba a llorar. -Zanahorias tenía razón, estoy celosa. Celosa de todas las personas que te rodean porque envidio que te alejen de mí.

-Amity… -llamó Luz completamente avergonzada.

-Así que por favor -rogó empezando a sollozar levemente. -Sé mi novia, Luz.

La humana quedó estupefacta ante esa declaración, sin la oportunidad de responder sus labios fueron apresados por los de la mayor en un beso tierno y amoroso. Automáticamente correspondió.

No se dió cuenta de cómo las lágrimas empezaron a salir con abundancia de su rostro asustando a la contraria.

-L-Luz ¿Dije algo malo? -preguntó aterrada. Su pregunta fue respondida por el repentino beso de la morena.

-Yo también te amo, Amity Blight -declaró con una enorme sonrisa. -Te amo mucho.

Volvieron a unir sus labios una vez más en un beso torpe e inexperto, pero era su beso y así era perfecto.

-Ejem -Luz volteó a ver avergonzada a su amigo quien sólo la miraba con una ceja alzada y cara incrédula.

-Espera un poco, Blight -se dirigió hacia la chica. -Llamaré a Eda. Ella sabrá que hacer.

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El pergamino de la dama búho comenzó a vibrar repetidamente. Lo sacó y vió que era una llamada de su discípula.
Resopló cansada, sabía que eso significaba problemas.

¿Qué ocurrió ahora?

H-hola, Eda

¿Luz? ¿Estás bien?

Yo estoy bien, el problema es con Amity. Está algo ebria, y necesito que vengan por nosotras, por favor.

Ugh, bien. Mándanos la dirección, vamos para allá.

¡Gracias!

-¡Lilith! -llamó a su hermana mientras tomaba perezosamente su báculo.

-¿Luz de nuevo en problemas? -preguntó enfada.

-No, creo que esta vez es la novia de la niña la del problema -respondió con simpleza.

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Luz esperaba con ansias a sus mentoras, estaba muy nerviosa por el estado de la bruja.

-¿Segura que todo está bajo control? -preguntó preocupado el pelirrojo. Luz sintió dándole una sonrisa.

-Segura, ellas están cerca a llegar -respondió apenada. -Disculpa el incidente, vuelve a casa.

El chico la.miró inseguro, sólo le sacudió el cabello juguetonamente y le dió alguna palabras y consejos antes de irse.
Júpiter y Géminis seguían ahí.

-¡Hey, niña!

Luz miró esperanzada a sus mentoras observando como la mismas descendían hasta su dirección.

-Estamos aquí ¿Qué pasó? -preguntó confundida Lilith.

-Hola, hermosa y bellísima suegra -balbuceó Amity aferrándose a la morena.

-Y-yo… ehhh… -intentó justificarse Luz, sin embargo  no le salía ni una palabra.

-Ya lo explicarán mañana, es hora de irnos -habló Eda para trazar un hechizo que rodeó a la tomada chica y la separó de su alumna para dejarla levitando. -Despídete de tus amigas.

-Adiós, Luz -se despidieron ambas chicas al unisono.

-Adiós, chicas. Gracias por todo -dijo Luz apenada.

-Tu vete con Lilith, yo me llevaré a tu novia -dijo Eda, Luz acató la orden insegura. -Tranquila, no la dejaré caer si es lo que te preguntas.

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Las dos bruja y la humana entraron a la casa, la cual estaba hecha un desastre.

-¿Qué pasó aquí? -preguntó exaltada Luz al ver el deteriorado estado del hogar.

-Discusiones de hermanas, es todo -habló serena Lilith.

-¿Dónde dormirá la ebria? -preguntó Eda aún cargando con el hechizo a la bruja.

-¿Sala? -propuso Lilith. Luz le hizo un puchero.

-¡No! Ella puede dormir en mi habitación -se adelantó Luz. -Ya lo hizo una vez.

-Sí, pero no estaba borracha hasta el saco de bilis -recalcó Lilith celosa. -No quiero que ocurra algo malo en esa habitación, Luz. No me importaría cometer asesinato.

La morena se sonrojó furiosamente negando seguidamente.

-¡No pasará eso! -exclamó abochornada. -¡Sólo déjenla en mi habitación y ya!

-No hagas enojar a la niña, Lilith -regañó Eda. -Eso tiene que pasar tarde o temprano.

-¡Eda!

-Bien, bien. Por suerte está dormida -suspiró aliviada. -Eso me ahorra gastar mi magia en dormirla.

La bruja de cabellos canosos y su discípula llegaron ala habitación de la menor y colocaron a la inconsciente chica en el colchón inflable.

-Recuérdame conseguirte un colchón de una vez por todas -pidió Eda. -En fin, cuida a tu novia. Descansa, mañana hablaremos sobre esto.

-Gracias, Eda -agradeció Luz cansada. Se colocó un pijama al azar y se sentó junto a la bruja dormida.

Quitó su estorbosa chaqueta con el cuidado de no despertarla y sus zapatos, la acobijó y se acostó al lado de ella con notable nerviosismo

deseando que lo que le había dicho no fuera una mentira.

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Aaaaaaaay, pero que largo está esto. Nos vemos el próximo mes
Okno xd

Cómo toda chica normal publicando cap quince para las cinco UvU
Necesito ayuda con el insomnio, please :'^

¡Muchas gracias por los más de 6K de visitas! 🖤🖤

Espero le haya gustado el capítulo, y no olviden votar porque se me costó el cerebro de escribir tanto
ʕ´• ᴥ•̥'ʔ

¡Nos vemos la próxima!