~Especial año nuevo~


Luz observaba curiosa cómo sus mentoras realizaban un hechizo desconocido para ella, les preguntaría ya que terminaran.

El cielo tomó otro clima y adquirió una nueva tonalidad ¡¿Un hechizo para cambiar el clima?!

Las mayores suspiraron aliviadas y regresaron a su hogar sin percatarse de la discreta presencia de la humana.

-Vaya, este año fue más difícil ¿Lo notaste? -suspiró cansada Eda. -Creo que empezamos a envejecer.

-Habla por tí, vieja -respondió divertida Lilith. Eda la miró ofendida.

-¿Quién se supone que es la inmadura aquí? -preguntó irónica. -Recordando ¿Has visto a Lu…?

Sorpresivamente la bruja canosa fue interrumpida por un asfixiante abrazo. Ni siquiera se sorprendió del autor del mismo.

-¡Eda, Eda, Eda! ¡¿Qué fue eso?! -preguntó emocionada apuntando al cielo.

-¿El cielo? -cuestionó irónica. Luz hizo un puchero.

-¡No eso! -refunfuñó. -Me refiero al hechizo que hicieron hace unos momentos.

Lilith se acercó a ambas y bajó a la aún aferrada humana de su hermana.

-Hicimos los preparativos -contestó entusiasta. -Hoy es una noche especial.

-¿Preparativos? ¿Para qué? -preguntó curiosa.

-Oh, es cierto. Jamás te lo he explicado -recordó espontánea Eda. -Cada 666 días acaba una época, entonces todas las brujas hacemos preparativos para iniciar la nueva, en el mundo humano sería algo así como ¿El año nuevo?

Luz inmediatamente se entusiasmó ante la descripción dada por su mentora.
Las tres entraron a la casa y la humana comenzó a saltar espontánea.

-¿Y cómo lo celebran aquí en las Islas Hirvientes? -interrogó curiosa. -Bueno, no recuerdo que haya escuchado algo así en todos los años que llevamos prófugas.

-¿Celebrar? -habló confundida Lilith. -Bueno, creo que no se celebra. Ni siquiera recuerdo si tiene algún nombre especial.

-Como dice Lilith, niña. Cuando la temporada acaba, pues simplemente acaba y ya -respondió sin interés la canosa. -Al día siguiente todos volvemos a nuestras rutinas diarias.

Luz torció al boca ante el bajo entusiasmo de las mayores. Una pequeña molestia se presentó en su rostro.

-Y ¿Qué hay de la cena familiar, los regalos y los abrazos? ¿No hay nada de eso? -preguntó enfadada.

-¿Para qué quisiéramos una cena familiar? -cuestionó confundida la pelinegra. -Nosotras ya cenamos juntas todos los días.

-Sí, pero este es otro caso -respondió obvia Luz. -Ya sabes, algo más grande: amigos, compañeros, familia ¡Todos!

Eda soltó una ronca carcajada tan característica de ella. Miró a discípula con diversión.

-A como veo tu cara querrás hacer esa tradición aquí, ¿No es así? -preguntó orgullosa. Luz asintió repetidamente con una enorme sonrisa. -¿Tu qué dices Lilith?

-Si eso le hace a la chica, por mí está bien -sonrió compasiva.

La mejor de las tres saltó efusivamente mientras comenzaba a musitar las Miles de ideas para hacer esa magnífica noche.

-Yo, Luz Noceda -habló orgullosa. -¡Les daré el mejor año nuevo que hayan tenido!

-Y ¿Qué hay que hacer exactamente? -cuestionó intrigada Lilith. Luz sonrió misteriosa.

-Al ser su primer festividad quiero que sea secreto -respondió entusiasta. -Así que dejénmelo a mí.

Guiñó coqueta y desapareció corriendo hasta su habitación.

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Willow aún permanecía en pijama, era invierno en las Islas Hirvientes y la única y más fría temporada del año.

Se sentó a la orilla de la cama y se estiró perezosamente.

-¿A quién engaño? Cinco minutos más -musitó adormilada antes de volver a tirarse al colchón y cubrirse con la manta.

Un insesante timbre molestó sus oídos, alcanzó el teléfono encima de su tocador lista para colgar la llamada, pero al verla se arrepintió de su decisión.

-¿Luz? -cuestionó confundida y contestó.

La llamada duró pocos minutos y el punto principal de la misma llegó en un momento.

-¿Celebrar año nuevo?

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Amity ordenaba su habitación encargándose de que estuviera perfecta en todos los aspectos. Cómo le gustaba.

Después de todo tenía todo el día, ese día la habían descansado junto a la mayoría de todos los encargados del castillo por el ciclo de fin de año y creía que la mejor oportunidad de aprovecharlo era aseando su dormitorio, terminando algunos deberes pendientes, entrenaría un rato y quizá el resto de la tarde se la pasaría con sus molestos pero admirables hermanos mayores y su novia si la misma aceptaba.

Su teléfono sonó, molesta por haber Sido interrumpida en plena labor.

-Más vale que no sea Kikimora porque si no… -musitó molesta. Sus orejas se elevaron al ver el nombre en la pantalla. -¿Luz?

Su corazón revoloteó salvajemente. Jamás se cansaría de recibir las llamadas de la chica humana y su actual novia.

Novia.

Sonaba tan irreal cuando lo decía, y pensar que tantos años distanciadas jamás había perdido las fuertes emociones que sentía por esa ingenua y valiente humana. La amaba con demasía y lo seguiría haciendo por la eternidad.

El teléfono seguía timbrando y Amity todavía estaba perdida en sus embriagantes emociones hacia la morena. Rápida salió de su trance y contestó el teléfono avergonzada.

-¡Oh! Hola, Luz. Lamento la demora en contestar ¿Pasa algo? -habló emocionada.

La llamada duró poco y la líder de aquelarre seguía perdida en la suave y entusiasta voz de su chica hasta que un tema la desconcertó.

-Espera… ¿Año nuevo?

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Y así Luz ya tenía en la mira a sus dos mejores amigos y novia para ayudarle en ese día especial. Estaba radiante de emoción.

Moría por enseñarles su tradición humana a sus seres queridos, los mismos que habían estado con ella desde el principio.
¿Qué debía comprar primero? ¿Debía cocinar algo o comprarlo? ¿Y los regalos que había escojido estarían bien? Agh, eran demasiadas cosas que pensar para hacer en una sola tarde.

Una mano en sus ojos y otra en su cintura la despertaron abruptamente de su ensoñación. Sabía de quién se trataba, sólo cierta persona tenía unas manos tan especiales como las que la estaban tocando.

-Amity~ -saludó divertida.

-Me atrapaste, Noceda -respondió rendida y destapó sus ojos. La morena no dudó en darse la vuelta y abrazarla con ganas.

-¡Estoy tan emocionada! -chilló entusiasmada. -¿Le comentaste a Ed y Em?

-Sí, estarán aquí a las ocho para la cena -respondió tranquila peinando los cabellos de la morena. -¿Dónde están Augustus y Willow?

-Ya deberían estar aquí -habló desilusionada la humana. -Quizá se retrasaron por algo.

Los hombros de la morena fueron atacados por un gran peso posados sobre ellos.

-Gus, deja de aplastar a Luz -regañó Willow. El castaño obedeció refunfuñando.

-Aburrida -resopló. -¿Verdad, Luz?

-Mis chicos todos hermosos, abracenme los dos -chilló emocionada lanzándose hacia sus amigos.

Los tiempos habían pasado y cada quien tenía asuntos que hacer, por lo que los encuentros de los tres jóvenes era considerablemente más escaso a cuando tenían catorce.

-¿Entonces qué hacemos? -cuestionó intrigada Willow. Luz sonrió nerviosa.

-Bueno, en realidad… son muchas cosas -contestó apenada. -Debemos hacer la cena, me faltan algunos regalos, comprar las bebidas y las uvas.

-¿Las uvas para qué? -preguntó curioso Gus.

-En el mundo humano, doce uvas simbolizan doce deseos para pedir -respondió entusiasta. -No son obligatorias, pero serían un lindo detalle.

-¡¿Y si se cumplen los deseos?! -preguntó exaltado el menor. -¡Dijiste que en el mundo humano no había magia!

Luz rió espontánea ante la actitud de su amigo.

-No, no. Es sólo como lo que deseas para el año entrante -respondió divertida. -Calro que pueden cumplirse, siempre y cuando sea algo lógico y si te empeñas.

Willow que se notaba pensativa en todo ese tiempo por fin habló.

-Y ¿Crees que podamos hacer todo eso hoy? -cuestionó incrédula la de lentes. Luz sonrió avergonzada.

-No estoy segura -contestó desanimada. -Es estresante.

La pelirizada tomó de los hombros a su amiga y la animó.

-Luz, tranquilízate -ordenó. -Podemos hacerlo, pero necesitamos dividirnos.

-Tiene razón, Luz -intervino Amity. -Que alguien se encargue de la comida, que es lo más pesado y otros de conseguir las bebidas y las uvas.

-Gus y yo podemos conseguir las cosas, sólo si ustedes cocinan -propuso entusiasta Willow. Gus asintió con seguridad.

-¡Por supuesto! Incluso podría convencer a mi padre para que hablé con un amigo que patrocina las mejores bebidas de aquí -continuó emocionado el moreno.

-¿Tú qué opinas? -preguntó dulce Amity dirigiéndose hacia la humana. Luz inmediatamente sonrió decidida.

-¡Vamos a hacerlo! -exclamó orgullosa.

-Le avisaré a Edric y Emira para utilizar la cocina de mi casa -comentó Amity.

Tal y como lo habían propuesto, Amity y Luz ahora estaban en la entrada de la mansión Blight.

-Después de usted -habló educada Amity mientras incitaba a la menor a pasar primero. La misma obedeció divertida.

-Pero que educada, señorita Blight -halagó divertida Luz.

-Lo que sea por una dama -respondió con un guiño la bruja. Ambas permanecieron en silencio unos segundos y después estallaron en risas. -Definitivamente Edric y Emira se burlarían de mí en este momento.

-Oh, cierto -recordó la morena. -¿Si consiguieron los materiales para hacer la cena?

-Absolutamente -contestó orgullosa la Blight. -Incluso lucían muy emocionados por ayudar a prepararla.

-No creo que sea necesario -sonrió la humana. -Me basta con que hayan conseguido los ingredientes y agradezco que me presten su cocina.

Ambas jóvenes se dirigieron hacia la cocina, Amity siendo seguida por Luz, ambas reían y bromeaban en el camino entre abrazos y empujones.

En la esquina de la puerta a la cocina se encontraba una sombra demasiado alta y femenina. Amity se detuvo en seco y por consecuencia Luz hizo lo mismo al chocar con ella.

-¿Qué pasa, Amity? ¿Por qué nos detuvimos? -preguntó confundida Luz.

La sombra se dió la vuelta al enterarse de la presencia de las jóvenes, y Luz la miró estupefacta. Se trataba de Odalia, Odalia Blight.

Al sentir la penetrante mirada de la mayor sobre Luz, Amity instintivamente se colocó enfrente de ella para interrumpir su vista.

Atrás de Odalia se encontraban Edric y Emira mirándolas con miedo, Amity les dió una mirada de regaño.

-No sabía que traeríasvisita a la casa -interrumpió Odalia con cierto tono resentido. -Tu amiga humana.

-H-hola -saludó nerviosa la morena.

Amity la miró retadora aún resguardando como podía a Luz en su espalda.

-Luz es mi novia si no lo sabes -soltó irónica. -Y en segunda, no sabíamos que estarías aquí. No hay problema, conseguiremos otro lugar.

-No será necesario, yo ya me iba -respondió con sonrisa amarga. -Disfruten su estancia.

Cómo terminó de hablar salió de la cocina rodeando a la pareja, la bruja pelimenta no dejó de proteger a su novia en ningún momento.
Odalia se detuvo en el marco de la salida y dió un último vistazo a las jóvenes, concentrándose en la de orejas redondas.

-Eso fue aterrador -musitó divertida Luz. -Sin ofender, Amity.

Pero la bruja ni siquiera la escuchó, la misma estaba enfrente de sus hermanos haciéndoles un sermón.

-¡Emira, dijiste que ella no estaba en casa! -gritó molesta.

-¡Y no lo estaba, lo juro! -respondió nerviosa la peliverde. -Verificamos toda la casa, ella apareció de la nada y empezó a cuestionarnos sobre no sé qué.

-Pues el punto es que no queríamos cocinar con su presencia aquí -refunfuñó la menor. -Conocemos a Odalia, no quiero que incomode a Luz.

-Eso no pasará -interrumpió la mencionada. Amity se sobresaltó al sentir su presencia.

-En verdad lo lamento, ternura -se disculpó apenada Emira. -No conoces a nuestros padres.

-Quizá no es tiempo -contestó entusiasta la humana, los hermanos Blight la miraron confundidos. -Ella aún no me conoce y yo todavía no la conozco a ella, ya verán que cuando sea el tiempo adecuado me adorará.

Habló con orgullo divertido. Amity sonrió con dulzura y los gemelos se acercaron para sacudirle el cabello juguetonamente.

-¿Qué vamos a hacer contigo y ese lado adorable tan característico de tí? -preguntó enternecida la chica de lunar jalando suavemente los cachetes de la humana.

-Disfrutarlo, Em, disfrutarlo -contestó Edric sacudiendo su cabello. Amity alejó a sus hermanos de su novia.

-Muy bien, paren. Incomodan a Luz -habló celosa la pelimenta abrazando a su novia inconscientemente. Edric y Emira sonrieron con picardía.

-Pero que celosa, Mittens. Ni que te la fuera a robar -respondió coqueto el peliverde. -Aunque no sé si aplique el mismo caso con Emira.

-No lo sé, Ed. Me empiezo a sentir tentada~ -completó picarda.

Amity sólo apretujó más su abrazo hacia Luz.

-Ed, Em~ -llamó cariñosa la menor de los Blight.

-¿Sí? -contestaron curiosos al unisono.

-¡Fuera de la cocina! -exclamó cínica e invocó un abominable que correteó a los gemelos. Sonrió triunfante. -Mejor.

Luz la miró nerviosa y algo temeroa. Su novia podía ser aterradora cuando quería.

-¿Iniciamos?~ -canturreó con dulzura la bruja. La humana asintió con temor.

La pareja seguía en toda regla la receta a reparar, planeaban hacer lasaña estilo Islas Hirvientes. Lo que sea que eso fuera.

Amity aún se notaba notoriamente incómoda, cosa que no pasó inadvertida por la humana.

-Entonces cubrimos la lasaña con dulzura -bromeó nerviosa Luz.

-Seguro -contestó distraída.

-Pero ni siquiera reaccionaste a mi broma -habló desilusionada. Amity notó esto y dejó de hacer lo que decía para tomarle de las manos.

-Perdóname, cariño -se disculpó apenada. -Es sólo que mi madre me pone el humor por los suelos.

Luz la abrazó repentinamente, acto que desconcertó a la pálida.

-¿Y el abrazo porqué? -preguntó desconcertada. Luz la apretujó más.

-Para animarte -respondió tranquila. Amity correspondió su abrazo.

-Pues funcionó -apretó su abrazo.

-Me alegro -rió divertida. -Porque tenía planeado hacer esto si no funcionaba.

Luz se separó ligeramente y manchó la cara de su novia con la harina sobrante en la mesa.

-… -se quedó callada.

-Mittens, todo bien ¿Verdad? -preguntó nerviosa la humana a.

-Gran error, Noceda -sonrió amenazante antes de atrapar bruscamente a la morena en un abrazo.

-¡No, no, no, no! ¡Disculpa, disculpa! -chilló Luz. Amity comenzó a hacerle cosquillas. -¡N-no! ¡C-cosquillas no!


-

¡Terminamos! -chilló emocionada Luz admirando el platillo frente a ella.

-No luce mal -admitió Amity. -Eres buena cocinera, Noceda.

-Puedo decir lo mismo de tí, Blight -guiñó coqueta.

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Todo estaba tranquilo en la casa búho, Willow, Gus y Boscha ya estaban en la misma, la última invitada por la de lentes. Edric y Emira bromeaban en la cocina.

Eda y Lilith estaban en el sofá, el adorable demonio dormía al lado de ellas.

-Ella no bromeaba con lo de festejar fin de ciclo, ¿Verdad? -preguntó curiosa Lilith. Eda rió ronca.

-Es Luz ¿Crees algo imposible para ella? -cuestionó divertida.

-Me pregunto si llegará pronto, se está haciendo tarde -habló preocupada.

La puerta asotó salvajemente haciendo presencia de Amity y Luz.

-¡Llegamos! -chilló emocionada Luz. -Una disculpa por la brusquedad, Hooty.

-No hay problema ¡Hoot! -respondió adolorido Hooty. -Eda me golpea peor, y no accidentalmente.

-Soplón -musitó encabronada Eda.

Los hermanos Blight salieron de la cocina y saltaron sobre la pobre humana ahogándola en un abrazo doble.

-No empiecen -habló chocando dientes la menor de los Blight. -Si no es porque estoy entretenida con el abominable que carga la cena los atacaría.

-Nada de atacar a alguien -regañó Luz. Se acercó a su novia y le dió un beso en la mejilla, Amity sonrió bobamente.

-Aww -expresaron enternecidos los gemelos al unisono.

-¿Entonces van a seguir besándose o iniciamos esto? -interrumpió Boscha apareciendo junto a Willow.

-¡Boscha, viniste! -chilló Luz y corrió a abrazarla. -Bienvenida. Entonces creo que podemos cenar ahora.

-¡Hasta que! -exclamó King después de levantarse. -¡Muero de hambre!

La cena transcurrió con normalidad entre bromas, amenazas y risas.
Willow pegada con Boscha y siendo cariñosas, Gus interrogaba a Hooty, Edric y Emira molestaban a Amity y la misma los asechaba con la mirada -y algunos abominables- y Luz había desaparecido para cambiarse, aún estaba cubierta de harina y otros materiales.

El intercambio de regalos y los doce deseos ya habían pasado, ahora sólo quedaba disfrutar la noche antes de que el día siguiente llegará y con el mismo un nuevo año en las Islas Hirvientes.

-¿No creen que Luz ya tardó? -preguntó Lilith.

-Sí -Eda miró a Amity con sonrisa pícara. -Hey Mentas ¿Puedes ir a ver si la niña necesita ayuda?

-Y ¿Por qué ella? -cuestionó celosa la pelinegra.

-No empieces, hermana -rió burlona. -La chica no te la va a robar. Sólo ve, Blight.

Amity obedeció y desapareció de la sala aún con los quejidos de Lilith y las risas roncas de Eda a sus espaldas.

Llegó a la habitación de Luz y pensó en tocar, pero la puerta estaba semiabierta.

-Luz ¿Estás ahí? -preguntó educada. -¿Puedo pasar?

No recibió respuesta así que segundos después abrió la puerta lentamente rogando por no invadir la privacidad de la menor en el caso de que se estuviera cambiando.

En cambio no fue así, Luz afirmativamente estaba ahí, sentada en el recargo del gran ventanal observando el cielo. Cautelosa la bruja se acercó a ella.

-¿Todo bien? -preguntó confundida. -¿Te sientes mal o algo? ¿La comida te afectó?

-¿Siempre ha Sido así de hermoso el cambio de ciclo? -cuestionó perdida ignorando las preguntas de su novia. Amity se sentó al otro lado imitando su acción.

Ella ya conocía el cambio de ciclo así que no le asombraba mucho a decir verdad, pero los ojos de Luz sobre este evento emitían un brillo desconocido para la bruja de cabellos aquamarina.
El brillo del cielo cubriendo el cuerpo de la humana la hacía lucir mágica y el fulgor en sus ojos la hacían sentir bobamente enamorada.

Un sentimiento que sólo Luz Noceda y solamente ella podía causar en Amity.

Sin resistir las enormes ganas de besarla rompió el poco espacio entre ellas y la tomó del rostro para cometer su anhelado deseo.
Luz volvió en sí y Amity se alejó avergonzada. Le apenaba dejarse llevar por sus instintos.

-¡L-lo siento! -chilló aterrada. -¡Es que lucías tan perfecta y yo!… Esto… ¡Perdóname!

Luz la miró confundida unos segundos, pero después sonrió con dulzura adelantándose a besarla de nuevo.

-Sé que deberíamos bajar -habló apenada Luz. -Pero realmente me gustaría quedarme aquí, contigo.

La bruja se sintió infinitamente halagada, tomó con dulzura la mano de Luz y se sentó muy cerca de ella. La humana instintivamente recargó su cabeza en el hombro de la contraria.

-Por mí podríamos permanecer así toda la eternidad y jamás me enfadaría -respondió Amity. -Te amo, Luz.

Luz se resistió las ganas de llorar frente a su novia, en cambio movió juguetonamente los pies desplazados fuera del ventanal con el claro mensaje de que estaba emocionada.
Amaría escuchar esas palabras por el resto de su vida.

-Yo también te amo, Amity -contestó orgullosa.




Feliz año nuevo.

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Disculpen la demora, juro que el cap ya estaba desde ayer pero tuve ciertos problemas con al plataforma porque no quería subirlo :'D
Dibujitos de recompensa~

Sé que está súper atrasado el especial, realmente los sería subir antes pero aún así espero que lo hayan disfrutado ❤️

No olviden votar 🖤🖤

¡Nos vemos la próxima!

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