Capítulo 6
Narrador Omnisciente.
El primero en despertar fue el de azul, quien estaba aún algo adormilado, cuando quiso sentarse unos brazos en su cuello y un pequeño peso lo confundieron. Al abrir los ojos su pequeño hijo estaba acostado encima de su pecho, aunque ahora estaba sentado en sus piernas, y lo abrazaba por el cuello fuertemente como si fuera a lo único que pudiera sostenerse. Karamatsu sonrió y lo alsó con cuidado manteniendolo en la misma posición para luego Caminar hacia el baño, sentía un poco pesado el pañal.
Cuando llego al baño acostó al menor en el nuevo cambiador (Que habían colocado algunas mucamas ayer mientras el pequeño "dormía" la siesta) y se separó un momento para abrir la regadera del baño y dejar que se llenara. Volvió con el pequeño y lo desvistio sacándole el pañal con cuidado.
Una pequeña sacudida y un movimiento le dieron a entender que el pequeño desperto, sonrió y lo alsó con cuidado llevandolo a la bañera mientras cerraba la regadera y lo metían con cuidado.
-Papi?..
-Si, si bebé~ Tranquilo~
El de azul término de bañarlo tranquilamente mientras el pequeño se dejaba bañar Amenamente. Cuando el baño terminó Karamatsu lo saco de la bañera y lo llevó al cambiador de nuevo colocándole otro pañal. Lo alsó y camino al cuarto para cambiarlo. Tuvieron una pequeña discusión para ver que ponerse Hasta que el menor gano diciendo que no se pondría algo de Karamatsu provocando que este quedara "triste".
Aunque después de toda la discusión el de cabello azul le puso un entero de color lila que fingía ser un vestido gracias a los volados puestos en la vestimenta. Al pequeño no le agrado mucho pero Kara se disculpo varias veces, solo había tenido tres cambios de ropas todo este tiempo, además ayer no pudieron entrar a internet a comprar y su otra ropa se estaba secando.
-Mejor compremos más ahora en Internet, para que luego tiremos este, si bebé?
El de cabello despeinado lo miro y asintió levemente mientras era alsado y llevado a la sala.
-Espera aquí pequeño, iré por unas cosas y les diré a las mucamas que traigan el desayuno aquí.
Le dio un beso en la frente y se fue de la sala.
-Valla valla
El pequeño volteo un momento y vio a tres chicas con las ropas de mucamas.
-Si es el pequeño y estúpido inútil.
Ese comentario lo sorprendió un poco mientras las chicas se acercaban. Una tenía el cabello rosa con un mechón verde con una sonrisa felina, otra tenía el cabello marrón y muy pintada mientras la ultima tenía el cabello rubio y escote muy abierto, un poco más que el de la morocha.
Una le agarro el cabello y lo hiso pararse provocando un quejido en el menor, iba a gritar hasta que sintió una cachetada y un "Silencio o haremos más" logrando sacar lágrimas del pequeño.
-Eres la molestia que menos pensé que llegaría. Karamatsu-sama nos presta menos atención desde que llegaste. Y que? Ahora eres una puta con lo que usas?
La de cabello rosa le acaricio un poco la mejilla al menor, pero de un momento a otro tenía clavadas sus uñas en su mejilla como si quisiera arrancarsela.La de cabellos rubios solo grababa todo. Estaba sonriendo y riendo del dolor del pequeño. Lo odiaban a muerte.
Unos golpes hacia el menor comenzaron un pequeño sangrado en heridas superficiales que ahora dolían como mil demonios. Porque Karamatsu aún no aparecía? Hace 15 minutos se había ido.
Cuando las chicas se aburrieron de el le dieron una patada cada una clavandole sus puntiagudos zapatos a la piel del menor y se alejaron chistando. El pequeño estaba confundido y asustado. Que había pasado? Ahora.. También molestaba en ese lugar?.. tenia que irse.. tenia.. tenia que servir para algo.. tenia... que dormir. ..
(...)
Despertó confundido, estaba en el cuarto de su papi. Miro a los lados y estaba solo, solo que ahora cubierto de benditas en donde había sido lastimado y una grande en su mejilla, su cuerpo dolía a mil y cuando respiraba sentía una puntada que le hacían soltar lágrimas. La ropa había sido cambiada a lo que usó la primera vez que le cortaron el cabello.
Karamatsu entró rápidamente y se acerco al menor haciendo que bebiera un pequeño jarabe que al hacerlo tragar le dio una puntada mucho mayor haciéndolo quejarse fuertemente y apretar sus manos. El de azul empezó a acariciar con cuidado su pecho haciendo formas circulares cerca también de su estómago. Esto había calmado las puntadas y ya casi no dolían.
-P-Papi..
Un beso fue dejado en la frente del menor mientras ahora, que ya no sentía casi nada de dolor gracias al jarabe, lo atraía a el y lo acostaba boca abajo sobre su pecho mientras Karamatsu estaba acostado para estar en mejor posición con el pequeño.
-S-Soy una molestia? .. encerio lo soy?..
El de azul se sorprendió al escucharlo pero negó.
-No pequeño. No lo eres. Quien te dijo eso?
El pequeño le relato lo que ocurrió en cuanto se fue mientras las lágrimas comenzaban a salir nuevamente. Karamatsu gruño enojado cuando reconoció a las mucamas y abrazo más al pequeño.
-Tranquilo bebé, yo estoy aquí, ya nada volverá a sucederte. De ahora en adelante estarás a mi lado todo el tiempo aún cuando este ocupado estarás conmigo. Además despedire a esas malditas.
Karamatsu empezó a acariciar los cabellos del menor mientras este se calmaba y cerraba sus ojos. Unos minutos luego el de buso morado quedó dormido en el pecho de su padre mientras mordía levemente su dedo. El de azul estaba tranquilo mirando al techo Hasta que una chica entró al cuarto. Iyayo. La que había grabado el video.
-Señor, la cena esta lista~
Karamatsu estuvo unos momentos en silencio Hasta que se sentó con cuidado y acostó al menor en la cama con cuidado mientras se levantaba.
-En media hora quiero que tu y tus únicas dos amigas estén en mi oficina..
Luego de dictar eso, la echó y le cerró la puerta en la cara. Ahora no tenia ganas de comer si su pequeño estaba lastimado.
-Tranquilo bebé, nada malo te sucederá ahora..
El pequeño se acomodo en la cama chupando su dedo mientras empezaba a soñar muy feliz, era la historia de el siendo rescatado por un príncipe "azul" lo que no espero es que tenia un vestido morado con lila y no le molestaba.
Karamatsu acaricio su cabeza mientras lo dejaba descansar y salia del cuarto cerrando la puerta con seguro dejando a dos guardias para cuidarlo.
-No dejare que mi bebé sufra más..
Esas palabras se perdieron en el pasillo cerca de su oficina.
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