XXIX | Mi pequeño alfa [final]
Maratón final ❤️ [4/4]
Gracias por todo. Lxs amo infinito.
[Jungkook 15; Taehyung 19]
Ambas familias decidieron festejar juntos el hecho de que Jimin y Taehyung ya están graduados de la escuela y que para su fortuna, ambos quedaron aceptados en la universidad que deseaban. Organizaron una comida en la casa de los Jeon debido a que el comedor, y la casa en general, es más grande. Nayeon y Dahyun se pusieron a llorar cuando se graduaron, y de hecho, en la misma comida se pusieron a llorar a moco tendido con la abuelita Kim y Minhyuk consolándolas mientras los protagonistas del festejo miraban avergonzados a sus amigos.
Sin embargo los planes de los menores para la noche no tienen que ver con una linda tarde familiar. Yoongi ofreció su departamento para organizar una fiesta a el par de graduados. Por supuesto, con alojo incluido.
—Jungkook no irá— declara Nayeon como si nada mientras come de su ensalada.
—Pero Omma, ¡Es la fiesta de mi hermano y mi novio!— se queja el alfa como un bebé berrinchudo.
Aunque bueno, de bebé queda su personalidad y su linda sonrisa de conejito que lo hace ver más infantil. Se ha teñido el cabello color vino y su oreja la adornan diversas perforaciones. Sus brazos y piernas adquirieron una musculatura decente y ya está del tamaño de Taehyung, pero internamente sabe que lo pasará de porte una vez termine la adolescencia. Sus facciones se han ido marcando, perdiendo un poco el aspecto infantil para uno mucho más juvenil. Pero no hay que ser tonto para notar que si ya está guapo, al hacerse joven adulto estará para lamerse los dedos.
—Taehyung y Jimin ya son mayores, tú tienes quince años. Y no me mal entiendan chicos, pero estoy segura que no se juntaran a conversar de la vida. También fui adolescente.
Se escucha una queja colectiva. Pues aunque cada palabra es cierta, quieren que el menor vaya a su primera fiesta y reírse de él cuando se embriague, obviamente siempre cuidándolo. Y Taehyung, bueno, Tae tiene otros planes.
—Prometo cuidar a Jungkookie, suegra— dice el omega de cabello rubio, tratando de utilizar toda su lindura a su favor con una linda sonrisa. Sin embargo Nayeon alza una ceja, por esa misma razón duda de darle el permiso. ¿Dejar a su hijo hormonal con el omega de sus sueños más bellos hasta los más sucios toda una noche? ¡Ni hablar!
Jimin, notando esto y conociendo a su madre quiere ayudar—. No les sacaré el ojo de encima. Todos cuidaremos a Jungkook.
—Sé cuidarme sólo, gracias.
—No ayudas— le susurra Seokjin pegándole un codazo.
—Vamos, Nayeon, es sólo una noche y los chicos te lo están rogando. Confía en ellos— interviene Dahyun luego de los ojitos que su lindo hijito se encargó de darle. Ella lo crió bien, está segura de que Taehyung no es de los que se emborrachan y bailan sobre la mesa. ¿Qué tantas tonteras pueden hacer?.
Debido a la presión colectiva finalmente cede, mirando a su esposo quien asiente demostrando su aceptación.
—Los quiero a ambos en casa y sin resaca a la hora de almuerzo. Si veo algo extraño, mi amigo es policía y les hará el alcohol test. Están advertidos. Ahora coman que la comida se enfría.
Jungkook ríe feliz antes de abrazarla y darle un sonoro beso en la mejilla. Su madre no tiene ningún amigo policía, apenas tiene amigos hombres. Pero lo importante aquí es que le dio permiso y si podrá ir a la fiesta con Taehyung.
—La pasaremos muy bien Taehyunggie— se dirige a él emocionado. Casi todos pueden sentir sus feromonas y aura feliz.
Tae se sonroja pero no lo suficiente para ponerse en evidencia—. Por supuesto, Jungkookie.
La música suena a un volumen alto pero moderado para ser fin de semanas y ser una fiesta de gente joven. Invitaron a un grupo más de amigos, aunque los que se quedarían serían Seokjin, Jimin, Taehyung y Jungkook. La luz está apagada pero luces de colores iluminan la habitación y resaltan los vasos rojos con alcohol.
—¿De dónde sacaste las luces?
—Ni idea, las trajo Seokjin— le responde Yoongi a Jimin encogiéndose de hombros. Según Jin, "un Dios nunca rebela sus secretos". Aunque al parecer si pueden equivocarse de frases, pues está seguro que es mago en lugar de Dios—. Jungkook~ah, ¿Porqué tan tímido?
Jungkook está sentado junto al par, con la mirada entre la gente buscando a su novio—. ¿A qué hora llegará Taehyung?.
—Tranquilo Romeo, no desesperes. ¿Quieres tomar algo más que sólo bebida?
Jungkook niega y Jimin sonríe—. Déjalo, no beberá nada hasta que vea a TaeTae.
El alfa está inquieto pues dijo que llegaría temprano cuando se despidió de él en su casa para ir a ponerse más guapo de lo normal. ¿Cuánto puede tardar en ponerse lindo, cuando es así desde que se despierta por las mañanas?
Sin embargo sus palabras quedan atoradas en su garganta al ver su cabellera rubia pasar entre la gente. Se ha cortado un poco el cabello, dejando que su fleco platinado sin pasar de sus cejas y su cabello apenas rozando su oreja. Lleva puesto un poco de maquillaje, resaltando sus preciosos ojos verdosos y el labial en sus labios hace que la forma de corazón de estos se vea más atractiva que nunca. En su cuello lleva un choker rojo con textura de lazo, contrastando con el resto de su ropa que es una simple camiseta negra manga corta metida de manera informal bajo el pantalón negro ajustado y con algunos razgones, resaltando todas sus curvas y atributos. «¿Se puede ser más atractivo?». Jungkook piensa que si cuando se acerca a él sonriendo de manera tierna en contraste con su look.
El menor pasa saliva antes de poder hablar pues siente su garganta seca—. H-hola hyung.
—¿Te diviertes?— pregunta disimulando su nerviosismo. Tardó mucho en elegir como venir, aunque su outfit es de lo más sencillo, simplemente quería alargar el tiempo. Pero Seokjin lo había llamado y obligado a mover su trasero omega hasta la fiesta.
—Te ves muy guapo Taehyunggie— interrumpe, sin importarle el cambio brusco de conversación, haciendo a Tae negar y reír por lo atrevido que siempre se muestra—. Soy el alfa más afortunado del mundo~.
Luego se reúnen con el grupo a conversar, cantar, bailar y hacer estupideces juntos. Su mayoría tratando de embriagar a Jungkook, pero fallando en el intento pues Tae en verdad lo está cuidando. Aunque si logran hacer que diversos tipos de alcohol entren en el sistema de ambos menores.
Taehyung se distrae, tomando un sorbo más de su vaso de vodka para poder tomar el valor de hacer lo que tanto lleva pensando. Mira a Jungkook bailar junto a Jimin riendo y le es inevitable no sonreír. Han pasado por tanto y sin embargo todo sigue como el primer día. Cuando el pequeño Jungkook de cinco años había preguntado su nombre para luego salir corriendo. Quien diría que aquel niñito cumpliría su promesa de ser su alfa.
—Aquí están las llaves, TaeTae. Pero por favor, no se te vayan a perder— ruega Jin entregándole las llaves de su departamento, el cual corresponde al contiguo al de Yoongi. Pero él dormirá en la casa del anfitrión esta noche—. Suerte, segundo omega más hermoso de Seúl.
—¡Hyung!
Taehyung no alcanza a seguir bromeando cuando su novio se ha acercado a él, con una sonrisa que por un lado le dice que está entonado y por el otro que quiere ligar con él lo que resta de la noche.
—Que omega tan bonito y tan solito tenemos aquí~.
—Mi alfa quería hacer el ridículo en la pista y preferí mirarlo desde lejos— le sigue el juego—. Soy como su niñero.
—Me he portado bien, merezco un premio hyung. ¿No lo cree?
Taehyung se acerca a él con las intenciones de jugar un poco. Pero no estaba consiente de que sus supresores que se han encargado de ocultar su celo todo el día están deshaciendo sus efectos. Sintiendo su piel calentarse rápidamente, su olor hacerse más intenso y sus sentidos agudos.
Casi gime cuando Jungkook lo toma por el antebrazo, acercando su nariz a su cuello queriendo confirmar lo que su lobo le grita.
—Hyung... Está en celo— evidencia relamiendo sus labios y mirando los ojos contrarios dilatarse a la par que los suyos, sin ser consciente claro está.
Taehyung asiente, pero toma la mano de Jungkook al mismo tiempo que este, escabulléndose entre las personas para salir de allí y una vez afuera, entrar al departamento vecino con la llave de Jin.
—Tae, debes tomar un supresor— dice Jungkook sintiéndose caliente al ver al otro moverse inquieto, casi con necesidad de subirsele encima. Y por supuesto que Jungkook no se negaría. Pero han aguantado tantos celos separados que se siente nervioso.
—N-no, Jungkookie— dice manteniéndose firme aún cuando quiere abalanzarsele y comerlo a besos—. He estado pensando... Y creo que ya estamos listos para dar otro paso.
Jungkook quiere resistirse, no por él si no por su hyung. No quiere aprovecharse de su condición de celo, pero sin querer él también comienza a entrar en uno al sentir la necesidad de su pareja en el aire. Lo toma de la cintura chocándolo contra su cuerpo para besarlo con fuerza, ambos devorándose en medio de aquello. Sus lenguas batallan siendo el alfa quien domina. Taehyung toma entre sus manos la nuca contraria. No hay espacio entre los dos y aquello se confirma al sentir una embestida por parte del menor.
—Alfa~agh— gime el omega, separándose para dirigirlo a la habitación de invitados.
Una vez allí Taehyung se deshace de su propia camiseta, quedando la parte superior de su cuerpo a la vista de su pareja quien no puede ni quiere despegar sus ojos de él. Da tres pasos hacia él pero su alfa retrocede uno, aún cuando su lobo se queja.
—¿Hyung, estás seguro?— pregunta Jungkook luchando por mantener la calma y el control, pero Taehyung ve en sus ojos lo duro que está siendo esto para él—. No quiero presionarte... tú me esperaste y yo puedo hacer lo mismo por ti.
No basta más palabrería para que Taehyung junte sus labios con los del otro transmitiendole su seguridad. Él quiere esto, él no podría estar más seguro de que Jungkook es el alfa con el que quiere pasar el resto de su vida. Se aventuraría a decir que si existen los destinados, definitivamente ellos dos lo son.
—Quiero hacerlo, Jungkook. Estoy seguro de todo, sólo si es contigo. Mi alfa.
Se dejan llevar hacia la cama en un camino lleno de caricias, palabras dulces, gemidos, jadeos, besos y toqueteos de lo que les pertenece. Porque ellos se pertenecen en cuerpo y alma desde el momento en que se vieron por primera vez. Así que sin miedo, se dejan llevar por los instintos, el celo y sus lobos. Disfrutando de la lujuría con amor de por medio.
La habitación y el departamento en general se llena con la combinación perfecta entre sus olores, convirtiéndolo el lugar en el único testigo además de la luna tras la ventana. Y cuando están desnudos a la vista del otro, con Jungkook sobre Taehyung, apreciandose con ojos de enamorados, el lubricante natural de Taehyung y el preservatibo que les dejó Seokjin hacen mucho más fácil la intromisión del pene de su alfa. Ambos gimen fuertemente el nombre del contrario, disfrutando de una sensación nueva y excitante.
Los movimientos son torpes, como todos unos principiantes. Pero para ellos son la gloria. El poder ser todas las primeras veces del contrario sabe tan bien para sus lobos. Van agarrando técnica a medida que las embestidas van y vienen, agarrando un ritmo más desesperado y delicioso. En un tiempo, ambos sienten todo el calor de su cuerpo concentrandose en sus zonas bajas. Instintivamente Jungkook baja de su boca a su cuello, mordiendo y dejando marcas pequeñas. Pero eso no es lo que él desea. Y su mirada desesperada se encuentra con la de su omega, deshecho en gemidos entre sus brazos.
—Hazlo— le da su consentimiento acariciando su mejilla y dándole un corto besito, transmitiéndole la confianza suficiente para realizar la acción.
Jungkook da una última lamida en la piel tersa y acanalada. Sus ojos se clavan allí profundamente y sus dientes pican por enterrarse hasta que finalmente lo hace. Hunde sus colmillos en la unión entre cuello y hombros de Taehyung, llenándolos de un placer desbordante. Si siente mejor que estar en el paraíso, se siente mejor que cualquier cosas tangible e intangible.
—¡Jungkook!— gime profundamente Taehyung tirando su cabeza hacia atrás, sintiendo la mordida en todo su esplendor mientras suelta su escencia y siente el orgasmo.
Al terminar de eyecular en el preservativo, Jungkook suelta la mordida dando la idas y cortos besitos a la marca. Sus pecho suben y bajan, recuperando la respiración aunque aún no se puedan separar debido al nudo. Luego de sufrir el fuego de mil soles, sienten como una calma los inunda y se dejan llevar por ella. Es la calma de estar con su pareja para toda la vida.
Sus ojitos se encuentran y ambos se ven con brillos en ellos. Ambos están sudados, con el cabello despeinado, sus rostros colorados y los labios rojos, pero para ellos es la mejor vista. Lo hacen con amor, no existe nada más que la versión más pura de ello.
—Ahora si es para siempre hyung.
—Siempre ha sido para siempre, Jungkookie— responde con honestidad y felicidad antes de darse mutuamente el beso más dulce jamás dado.
Aquella noche duermen el uno junto al otro, dándose cariños y susurrándose al oído todo lo que sienten, desde fuegos artificiales hasta estrellas verdaderas. Aquella noche y todas las demás. Porque Jungkook ama a Taehyung. Y Taehyung, ama a su pequeño alfa.
(Pero quizás, ambos se llevaron la regañada de sus vidas por parte de Nayeon).
F I N.
NOTA:(.
Hemos llegado al final.
La verdad dudé si publicarlo o no. No quería hacer la escena tan explícita pero tampoco tan sin detalles. No sabía cómo hacerla sin perder la escencia de la historia. Espero haberla hecho bien y que lo hayan disfrutado.
La última pregunta, y me da mucha penita. ¿Me extrañarán? Bc yo sí lo haré y mucho :(.
Ahora debo concentrarme en mis estudios y en decidir universidad, etc.
Los amo siempre, aún queda el epílogo. Gracias por quedarse hasta el final ❤️ son los mejores, baes.
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