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4 Meses después...

Era la madrugada de un 25 de Diciembre de 1983, los gritos y quejidos de Astrid eran lo único que se escuchaba en todo el castillo.

Se suponía que en el castillo real de Inglaterra se debería estar celebrando la Navidad con cada una de sus festividades, sin embargo, en la tarde del día 24, la princesa de Gales rompió fuente y, desde entonces, está en labor de parto.

-¡¿Por qué esto tarda tanto?!- gritó la rubia en un alarido, mientras apretaba más las manos de Hiccup y Elsa.

-Disculpe, majestad, pero los partos siempre demoran, tenemos que esperar a que su cuerpo esté listo y su intimidad esté dilatada para comenzar.- le explicó su médica a cargo del parto, quien estaba entre sus piernas.

-Tienes que calmarte, hermana.- le indicó la peliblanca acariciando con su pulgar el dorso de la mano que tenía tomada.

-¡Cállate!- bramó en respuesta al sentir otra contracción- Tú no eres la que está sintiendo el dolor.- dijo tirando su cabeza para atrás.

-¿Cuánta anestesia le han puesto?- preguntó Hiccup, mientras seguía sosteniendo la otra mano de su esposa- ¿Por qué sigue sintiendo el dolor?- cuestionó preocupado.

-No todas las anatomías son iguales, alteza, en algunas la anestesia localizada funciona, pero en otras no. Ya no podemos hacer nada, la única solución sería cedarla, pero claramente no es una opción.- respondió una enfermera, al mismo tiempo que limpiaba el sudor en la frente de la menor de las Hofferson.

El castaño y la peliblanca eran los únicos familiares dentro de la habitación, el resto de la familia real, esperaban ansiosos en nacimiento del nuevo miembro de la familia.

-¡Está lista! Puede empezar a pujar, princesa.- le indicó su médica, poniendo otra manta ente sus piernas para recibir al bebé y Astrid no lo pensó 2 veces, antes de pujar.

Hiccup y Astrid habían decidido no saber el género de su bebé, hasta el parto, no obstante, sí definieron los nombres que querían para cada género.

Astrid gritaba y apretaba las manos de su esposo y hermana, mientras ponía todo su esfuerzo para poder dar a luz a su bebé. En la habitación predominaba la tensión, hasta que un grito ensordecedor salió de las cuerdas vocales de la princesa, el cual fue seguido por un fuerte llanto. La ojiazul cayó rendida contra sus almohadas, las cuales se habían puesto para mantenerla sentada y tener una mejor posición, ella no pudo evitar soltar lágrimas de alegría al solo escuchar en llanto de su bebé.

Elsa, Hiccup y Astrid, miraban atentamente cómo la médica limpiaba al bebé y luego lo enrollaba en mantas cálidas y limpias.

-Es una linda niña, majestad.- le dijo a Astrid, mientras se la entregaba y, cuanque sus brazos también los tenía adoloridos, Astrid recibió con devoción a su hija.

El príncipe miraba todo con los ojos cristalizados, pero no tardó en dejar sus lágrimas salir en cuanto vió la dulce carita de su hija, la cual sollozaba, así que su esposa la arrulló para calmarla y lo logró.

-Es perfecta...- murmuró él con la voz entrecortada y luego dió un prolongado beso en la frente de su rubia- Muchas gracias, Mi Lady, eres increíble.- le agradeció y ella le sonrió.

-¿Y cómo se llamará mi sobrina?- preguntó Elsa, mientras miraba a la pequeña y secaba el par de lágrimas que se le habían escapado.

El ojiverde miró a su esposa, dándole el honor de responder.

-Zephyr, ella es la princesa Zephyr Haddock Hofferson de Inglaterra, la siguiente en el linaje real.- contestó con completo orgullo mirando los ojos azules de su bebé.

-¿Zephyr?- repitió su hermana en una pequeña risa, pues no era un nombre muy común.

-Es nórdico, como nuestros nombres, queremos seguir con la tradición.- ahora contestó el castaño, guiñando un ojo.

La mayor de las Hofferson iba a decir algo más, pero fue interrumpida, ya que as puertas de la habitación de Hiccup y Astrid se abrieron de golpe, dejando ver a su novio.

-¡Ya nació, ya nació!- exclamó Jack con alegría, mientras se acercaba corriendo a ver a su sobrina- ¡Es niña! ¡Tengo una sobrina, tengo una sobrina!- siguió chillando, hasta que la bebé volvió a llorar.

-Sliencio, hermano, la asustas.- lo calló Hiccup, al mismo tiempo que Astrid volvía a calmar a Zephyr.

-Muchas felicidades a ambos, es una bella niña.- los felicitó Bocón muy emocionado.

-La familia sigue creciendo, felicidades.- dijo Valka viendo risueña a la bebé.

-Muchas felicidades, sé que mi nieta no va a decepcionar a la familia y seguirá perfectamente el linaje.- comentó Estoico viendo a su nieta, comentario que no le gustó a su nuera.

Las cosas entre los reyes y Astrid aún seguían tensas, aunque siempre tenían momentos muy agradables donde sí concordaban, hasta alguien que llega a decir o hacer algo que rompe el buen ambiente y todo se vuelve tenso otra vez.

-Bueno, ya conocieron a nuestra hija, pero ahora deben retirarse, Astrid necesita descansar.- le dijo Hiccup a todos y los demás asintieron, se despidieron y se retiraron.

Ya en algún momento del día darán el anuncio del nacimiento de la nueva heredera a la corona, Zephyr Haddock Hofferson.

^ ^ ^

6 Meses después...

-¿Segura que no quieres dejar a Zephyr en el castillo?- volvió a preguntar Hiccup por milésima vez a su esposa.

-No, pienso llevarla conmigo.- respondió Astrid con seguridad, mientras cargaba a su bebé de apenas 6 meses de nacida.

-Astrid, Zephyr es muy pequeña para viajar, aún más a un destino tan lejos como Australia.- refutó el príncipe sin estar de acuerdo con ella.

-Nos iremos de Inglaterra por más de 3 meses en esta gira que nos asignó tu mamá y no me malinterpretes, amo hacer este tipo de cosas, pienso hacer muchos actos benéficos en cada país al que iremos, pero... No quiero separarme de Zephyr, ni mucho menos dejarla aquí, al cuidado de ellos. Cuando estaba embarazada te dije bien claro que no iba a dejar que sus abuelos influyeran en su crianza y educación, que de eso me encargo yo.- la rubia dió su punto con firmeza y su esposo resopló.

-¿Estás conciente que es una tradición dejar a los más pequeños en el castillo, en vez de viajar con ellos?- señaló levantando una ceja.

-¿Y nosotros desde cuándo seguimos con las tradiciones?- contraatacó la chica alzando su ceja también- Vamos, que me critiquen todo lo que quieran, pero el primer año es crucial para la crianza y educación de un bebé, así que Zeph no se alejará de mí.- afirmó abrazando un poco más fuerte a su hija.

-Está bien, ella vendrá con nosotros.- aceptó el ojiverde y luego se acercó para darles un beso en la frente a ambas- Vámonos que le avión nos espera.- les indicó.

Y así fue como Lady Astrid no accedió a dejar a su hija a cuidado de sus abuelos, a pesar de las críticas de ellos y los cuestionamientos de la prensa.

Aquella fue una decisión que quedó marcada en su largo historial de cosas pero las que Lady Astrid se diferenció en la familia real británica.












































4

¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💖

Este es un dato que no es tan conocido acerca de Lady Di, pero ella se negó a toda costa de dejar a su primogénito, de 6 meses, a cuidado de la reina Isabel y su difunto esposo, tanto así que prefirió llevárselo a Australia en su gira con el príncipe Carlos. Era claro que no le gustaba algo dentro de la familia real.

¡Oh! Por si acaso, la fecha de nacimiento de Zeph no es la misma que el primogénito de Diana y Carlos, eso siempre fue de parte mía. Jejeje...

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 🤍































































A_Hiccstrid

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