Un afecto algo inoportuno

Título: Un afecto algo inoportuno

Trama: Un poco de vida de pareja. El mismo título lo dice~
No sé de dónde me ha salido la inspiración para ésta historia tan larga pero espero que la disfruten.

Dedicado a MysteriousZFox que ha sabido tocar mi fibra sensible :') ❤

Advertencia de intento de lemon ?)
(Creo que sigue sin salirme)
¡Empezamos!

Luigi estaba feliz en aquel día. ¿Por qué se preguntarán? Porque su hermano había quedado con la princesa para ayudarla en unos labores y podría pasar algo de tiempo con su pareja a la que ya había avisado por mensaje y estaría al caer.

Bueno, ese sería el plan si no fuera por un pequeñísimo detalle. Que el mayor se negaba a marchar porque pensaba que el menor estaba enfermo por una ligera mentira que éste le había contado. Casi le tuvo que suplicar para convencerlo de que podía irse.

- ¿Seguro que vas a estar bien?

- Si, es un simple catarro no me va a pasar nada.

El mayor todavía no parecía demasiado convencido pero finalmente cogió su juego de llaves y se puso un abrigo.
- Bueno me voy. ¡Llámame si necesitas algo!

- Claro, no te preocupes. ¡Y tú ten cuidado!- El menor en pijama observaba desde su posición en el sofá la marcha de su hermano y apenas dos minutos después escuchó que llamaban a la puerta.

Peasley estaba al otro lado y parecía un muñeco de nieve debido a la cantidad de nieve que se había acumulado sobre él. Luigi le ayudó a quitarsela toda y a entrar en la casa. El príncipe sacudió su pelo que estaba empapado quedando confuso cuando Luigi le pasó una toalla mientras se reía.
- No hace falta que hagas tu pose, no hay nadie que te vea además de mi.

- Hola a ti también. Y gracias mi amore, te traía una rosa pero con el viento perdió los pétalos. ¿Pero por qué llevas una bufanda con el calor que hace aquí dentro?

- ¿Eso es una pregunta retórica o te estás burlando de mí?- le miró Luigi frunciendo el ceño y quitándose la bufanda dejando ver varias marcas que tenía en su cuello.- He tenido que fingir que estaba resfriado para que Mario no sospechara, y por culpa de eso ha estado apunto de quedarse cuidando de mí, pero le he convencido de que no hacía falta y se ha ido a ayudar a Peach con unos preparativos de una de sus fiestas. Unos minutos más y os habríais cruzado en la puerta.

- Está bien, me disculpo por eso. Pero sabes que tarde o temprano acabará enterándose, al fin y al cabo últimamente pasamos mucho tiempo juntos y llegará el momento que llegue a esa conclusión.

- Ya lo sé, pero mejor que se entere más tarde que más temprano porque sino ya puedes olvidarte de hacer esto aquí.- dijo mientras se señalaba las marcas que había sobre su cuello.- Y con la inexistente privacidad que hay en tu castillo se convertiría en algo totalmente imposible.

"¿Entonces el único motivo por el que lo ocultamos es ese?" Pensó Peasley sonrojándose ligeramente.

- Vale, está bien. Pero será mejor que se entere porque se lo digas tú y no por otros motivos así que ve pensando cómo se lo vas a contar.

- Si tan fácil te parece se lo podrías decir tú.

- No gracias, me gustaría seguir viviendo.- dijo fingiendo temblar de miedo.- Es mejor que se lo digas tú que eres su hermano.

- ¿No que tendrías que pedirle mi mano?- Se burló Luigi.

- Por si no te has enterado, estamos en una época llamada siglo veintiuno en el que se pide la mano directamente a la pareja deberías visitarlo.- Tras decir esto ambos se quedaron mirando fijamente hasta que se empezaron a reír a la vez.

- Bueno dejando eso a un lado, la cosa es que te llamé porque tenemos toda la casa para nosotros, no para discutir sobre eso. Puedo preparar algo de cenar y mientras podemos ver una película o lo que quieras.

- Me parece bien.- "Y después voy a disfrutar de un buen postre."- pensó Peasley mientras le seguía hacia la cocina para ayudarle.

Después de pasar el rato haciendo el tonto y dejando la cocina hecha un desastre, decidieron preparar unas palomitas y sentarse en el sofá.

- Que estrecho es esto. ¿Qué hacéis cuando tenéis visita?

- Improvisamos.- dijo simplemente mientras intentaba no caerse.

- Espera, tengo una idea para que sea más cómodo.- se tumbó sobre el sofá y agarró a Luigi de un brazo colocándolo encima para abrazarlo por su cintura sujetando el mando con una mano.- ¿Qué quieres ver?

- El otro día por el grupo de WhatsApp que tenemos los participantes de Smash, Villager y Samus estaban hablando de una serie que parecía estar bien. Aunque pregunté de que iba y no quisieron decírmelo, me dijeron que la viera si quería saberlo. Creo que se llamaba Danganronpa.

- Vale, suena bien.
(Intentaré no hacer ningún spoiler por si no lo han visto)

La serie era un poco más violenta de lo que esperaba pero como el menor no se quejaba decidió no decir nada. Realmente en aquel momento él quería hacer otra cosa pero debía reconocer que estaba en una parte muy interesante del juicio y quería acabar de verlo.

- Te dije que ese iba a ser el asesino.- rió el menor feliz de haber tenido razón.

- ¿Cómo lo has sabido? No era tan fácil de ver.

Luigi se encogió de hombros.
- No sé, solo lo supe.

- No entiendo lo de que la sangre sea rosa.- Comentó el príncipe y cuando notó el roce de las manos del menor en su entrepierna apretó los labios mirándolo de reojo.

Peasley sonrió, realmente le encantaba la personalidad de su pareja. Cuando se conocieron Luigi se avergonzaba con simplemente mencionar una palabra sobre el tema, y sin embargo ahora muchas veces como aquella era él quien tomaba la iniciativa, aunque seguro que muchas de las cosas que habían hecho habían ayudado a aquella transformación.

Sin embargo por fuera parecía el mismo chico tímido de siempre y a veces alguna acción de las que hacía Peasley provocaban que volviera a aquel papel.

En aquel caso, el hecho de que llevara sus manos hacia la entrepierna del plomero fue lo que hizo que cesara el roce y que Luigi sujetara sus manos para que parase.
- ¿Qué pasa? ¿Te preocupa que venga tu hermano?

- En realidad dudo que vuelva ya, con esta ventisca Peach le convencerá de que se quede a dormir en el castillo, pero...

- Vale, te entiendo. Si así te vas a sentir mejor vamos a tu cuarto.

Él solo asintió completamente sonrojado, para ser cargado escaleras arriba por el príncipe.
Le tumbó sobre su cama y se dieron un dulce beso, pero Peasley notó mientras desabrochaba la parte de arriba de su pijama que Luigi aún no lo tenía claro. Se detuvo un momento tomándolo de la barbilla para mirarlo a los ojos.
- Hay tiempo de sobra. No pienses en ello tú solo relájate.

Aquellas palabras le tranquilizaron y dejó que continuara desvistiéndolo.
Cuando ya estaba sin ropa, decidió probar algo que aún no habían hecho. Se acercó a su miembro lamiéndolo lentamente y mientras algunos suspiros de placer escapaban de sus labios.

Cuando notó que su pareja estaba cerca de terminar se apartó provocando una ligera queja.
- ¡No pares ahora, no me dejes así!- suplicó tomando la mano de Peasley y llevándosela a la boca lamiendo los dedos con mucha pasión.

- No me puedo negar si me lo pides así.

Se colocó entre sus piernas separándolas para prepararlo.
El menor se veía un poco incómodo pero aún así le pedía desesperado que empezase de una vez.
- Por favor, no me hagas esperar más.

- Yo tampoco puedo aguantarlo.- reconoció.

- Pues entra ya.- Peasley ya no dudó más, se quitó la última prenda que aún conservaba posicionando su miembro en la entrada entrando lentamente, haciendo Luigi soltara un gemido mientras clavaba sus uñas en la espalda empezando a moverse lentamente en su interior.

Perdieron la noción del tiempo, mientras el príncipe daba estocadas profundas, su mano acariciaba de nuevo el miembro del de la gorra verde y los dos soltaban sonidos que indicaban el placer que sentían.
- ¡Ah, Peasley! Y-ya casi...

Y acabó​ finalmente sobre la mano del príncipe, lo que lo dejó sin fuerzas jadeando entre sus brazos, pero como aún no había alcanzado el clímax seguía embistiendo cada vez más rápido su punto dulce, alargando el orgasmo del menor que sentía que no podía parar de correrse.

En medio de tanto placer a Luigi le pareció interminable aquel rato en el que su pareja finalmente alcanzó también el orgasmo.

El mayor se separó con cuidado una vez acabó y se tumbó con cuidado a un lado de la cama jadeando para recuperar el aliento.
Se fijó en Luigi, éste se había quedado dormido nada más terminar, le pareció tan lindo que se colocó a su lado abrazándolo para poder mirarlo y antes de darse cuenta también se quedó dormido.

Cuando se despertó por la mañana, lo primero que vió Luigi fue a Peasley observándolo con una sonrisa.
- Buenos días.

El menor frunció el ceño estirándose como si fuera un niño pequeño sentándose sobre las piernas del otro.
- No me vengas con esas. Estoy agotado por tu culpa. Además deberías irte ya, no sabemos cuándo va a volver mi hermano.

- No creo que sea pronto.- dijo mirando el reloj acariciando su pelo.- Apenas son las 7 de la mañana no se habrá ni despertado todavía.

- Bueno quizás tienes raz...- En aquel momento se abrió la puerta.

- ¡Buenos días hermano! Estaba preocupado y decidí volver... Temprano.- Sus palabras se cortaron y se quedó totalmente paralizado cuando vio la escena que sucedía en la habitación. Luigi estaba sentado sobre las piernas de Peasley, ambos completamente desnudos con la ropa tirada en el suelo y con su cuerpo lleno de marcas. Peach se encontraba detrás de él pero al ver lo que pasaba se giró tapándose la cara.

"Mierda. Estoy muy jodido."- pensó Luigi tapándose con las sábanas oyendo a la princesa musitar "Perdonad" mientras arrastraba a Mario afuera y cerraba la puerta.

(...)

El silencio en aquel salón era incómodo. Cuatro personas se encontraban sentadas unas frente a otras en una mesa, unas tratando de asimilar lo que habían visto y otras tratando de buscar una explicación.

Las cuatro personas procesaban sentimientos distintos: Uno de ellos se sentía tan avergonzado que solo quería salir de allí corriendo aún sabiendo que tendría que darle explicaciones a su hermano de todos modos.

El segundo se sentía nervioso y algo culpable por no haber hecho caso al primero y haber sido descubiertos.

El tercero se sentía algo enfadado con los dos primeros, aún así estaba más concentrado en tratar de olvidar lo que había visto mientras esperaba de brazos cruzados a que uno de los dos hablasen.

Y la última avergonzada ya que por su culpa aquello había pasado, si hubiesen esperado unos minutos más todo seguiría con normalidad.

Luigi, Peasley, Mario y Peach en ese orden seguían quietos sin articular una palabra, evitando la mirada entre ellos.
El mayor fingió toser para que pusieran la atención en él.
- Fratello... ¿Te gustaría explicarme... esto?

- Non ho nulla da dire.- negó el menor todavía mirando al suelo.

- Sì, sì tu hai.

- Potresti smettere di trattarmi come fossi un bambino?- gritó Luigi visiblemente enfadado lo que sorprendió al mayor.

- Non ti tratto come se fossi un bambino!

A Peasley le irritaba cuando el italoamericano y su hermano hablaban en su idioma materno frente a sus narices sabiendo que no les entendía, pero que la otra que se encontraba con ellos sí. Casi sin pensarlo soltó:
- Ego quoque est stultus. (Yo también existo idiotas)

Los dos hermanos voltearon a verlo confundidos por aquella expresión de la que no sabían su significado, pero la princesa comenzó a reírse después de haber intentado en vano retener la risa:
- ¿Qué? Pensaba que este idioma os aburría y queríais probar a conversar con otro y yo solo quería dejar el latín como opción. O a lo mejor prefieres el francés, je ne veux pas que tu te sents desolé car mon manque de respect. (No quiero que te sientas triste por mi desconsideración)

Mario frunció el ceño enfadado pero decidió dejar ese tema a un lado hasta resolver una duda que pasaba por su mente:
- ¿Oye Peach, tú cuántos idiomas conoces?

- Como princesa debo conocer lo máximo posible para las relaciones Internacionales. Lo mismo que él básicamente. Solo que eso último no lo he entendido porque yo escogí italiano en vez de francés.

- ¿Entonces podéis escoger vuestra educación?
Peach empezó a explicar el sistema educativo con el que se había criado. Luigi estaba también atento a la conversación hasta que sintió una mano apoyándose sobre su muslo peligrosamente cerca de la cremallera.

Quería apartarlo pero si hacía eso llamaría la atención de los otros dos y Mario ya parecía lo bastante enfadado como para encima darse cuenta de lo que pasaba bajo la mesa.
Para su suerte Peasley volvió a alejar su mano antes de que la conversación se volviera a concentrar en ellos.

Mario suspiró avergonzado:
- A ver, no me malinterpreten, yo no estoy en contra de que ustedes dos estén saliendo juntos. Lo que me molesta como hermano mayor es que no me lo hayas ni mencionado.

- ¿Qué hacemos aquí entonces si no hay ningún problema? Me tengo que ir, nos veremos pronto, mi amore.- Peasley se levantó energéticamente y dándole un beso en la mejilla a Luigi salió de la casa, aunque el segundo tuvo la impresión de que estaba casi huyendo.

- Eso lamentablemente si lo he entendido.

- Tu versión de "no me importa que estén juntos" ha caído demasiado rápido.- comentó Peach con una sonrisa.

- Solo bromeaba. Aunque es mi hermano. ¿Acaso no está bien que me preocupe por mi hermano?

- Yo me entero también de muchas cosas tuyas que tú no me cuentas.- replicó el menor.

- ¿A sí? Tengo que irme pero ya quedaremos para que me cuentes esas cosas Luigi. Adiós.- Diciendo aquello con una sonrisa forzada la princesa salió también por la puerta.

- ¿Cómo lo sabes?- Preguntó Mario más rojo que su gorra.

- Me lo dijo Yoshi. Al principio creía que me estaba tomando el pelo, pero visto cómo has reaccionado está claro que no. Parece que no soy el único pasivo de aquí después de todo. Entonces ayer no pasaste la tarde con la princesa ¿verdad? Estuviste con...

- ¡Ni se te ocurra decirlo! Maldita lagartija chivata, no le vuelvo a confiar un secreto. Se va a enterar como le pille. Aunque la próxima vez que vayan a hacer algo aquí, avísame antes para que no vuelva a pasar esto.

- C-claro...- Y susurrando mientras se iba dijo.- Buena forma de cambiar de tema hermano.

Al final el día había acabado mucho mejor de lo que pensaba.

(-+-+_+-+-)

Estoy pensando en hacer un libro de Danganronpa versión Nintendo.

Solo me hace falta escoger 15 personajes humanos para el reparto. Si puede ser alguien a quien no le tengan demasiado cariño, porque puede acabar asesinado o ser un asesino y ser ejecutado al ser descubierto, o ser ejecutado por saltarse alguna regla, muy pocos sobrevivirán.

#Regla del anime: No te encariñes con ningún personaje de Danganronpa porque puede morir en cualquier momento.

De momento tengo escogidos ya a 10:

Mario
Luigi
Peach
Link
Zelda
Samus
Pit
Palutena
La entrenadora wii-fit (?)
Megaman

Comentad aquí alguno que queráis ver que aún me faltan 5 para poder ir diseñando la historia (asesino, víctima, superviviente) -->

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