Será nuestro secreto

La multimedia no tiene nada que ver con la historia pero me encanta porque Peasley se parece a Missy (que alguien me diga que sabe de lo que hablo)

Trama: El príncipe Peasley descubre de la peor manera que el alcohol saca su lado más pervertido. Una fiesta, mucho alcohol, el día siguiente... ¿Acaso es necesario añadir algo más?

Título: Será nuestro secreto

Una repentina luz que daba directamente en su cara provocó que Peasley abriera sus ojos lentamente desorientado y con un tremendo dolor de cabeza que hacía que incluso ese débil haz de luz que entraba entre las cortinas de la ventana le molestara. Se tapó los ojos con su brazo y una pregunta rondó por su cabeza.

¿Dónde estaba y cómo había llegado allí?

Fue a voltearse para evitar del todo la luz y se dió cuenta de que un brazo rodeaba su cintura impidiendo ese movimiento. Giró su cabeza para encontrarse con que ese brazo le pertenecía a Luigi, su pareja.

Ambos habían estado saliendo en secreto, absolutamente nadie más lo sabía, ni siquiera su hermano o Peach. Supuso que estaba en su habitación pero aún no recordaba cómo había llegado allí.
Solo llevaban su ropa interior, pudo imaginarse que habría pasado y le dió un poco de pena no poder acordarse de nada.

Se acurrucó entre sus brazos y se quedó durante un buen rato mirando a su pareja dormir, no sabía aún qué hora sería y se veía tan tranquilo y relajado que se sintió algo mal por el pensamiento de despertarlo para pedirle algo para su jaqueca.

Quiso levantarse sin hacer ruido pero un fuerte dolor en su cadera se lo impidió haciendo que soltara un quejido y que volviera a caer sobre la cama dolorido.
Las cosas no habían pasado como él las imaginaba...
"Vale, ya se lo que dije antes pero ya no estoy seguro de que quiera recordar." Pensó apurado, aunque no quería sacar conclusiones las opciones eran realmente reducidas dada la situación.

Su pareja abrió los ojos también, desvelado al notar el movimiento a su lado.
- Buenos días.- dijo para después bostezar y llevarse también una mano a la cabeza para frotarse los ojos, liberando finalmente a su compañero que aún seguía confuso.- ¿Qué tal has dormido?

- M-me duele la cabeza.- fue lo primero que se le ocurrió decir en ese momento.

- No me extraña, debes de tener una resaca tremenda.

- ¿Una resaca?¿Por qué?

- ¿No te acuerdas? Ayer fuimos a la fiesta que había montado Peach en el castillo de Bowser.- se giró hacia el otro lado de la cama y cogió un papel que había encima de su mesita.- "Sed discretos, Kinopio no sabe nada." Es decir, había alcohol, algunos invitados algo peligrosos porque no puedes pensar que Bowser no va a aparecer si la fiesta es en su castillo y tampoco que no vaya a invitar a sus amigos. Te picaron para que participaras en una competición de "quién bebe más" y acabaste tan borracho que casi te caes a un lago. Lo que no sé es cómo no pensaron que King Boo no se puede emborrachar y os iba a ganar de todos modos. Por eso yo no participé.

- Ah...- Peasley se sentía realmente avergonzado pero aún no tenía la respuesta a la pregunta que realmente se hacía.- ¿Y después?

El de verde se sonrojó y desvío un momento la mirada buscando la forma de explicárselo:
- Te traje aquí pues... y bueno...

- ¿Te aprovechaste de que estaba borracho?- le interrumpió Peasley antes de que pudiera terminar la frase un poco irritado por su lentitud.

- ¿Qué yo qué? ¡Si fuiste tú el que casi me viola de forma inversa!

Peasley iba a reclamar porque no podía ni quería creer que él hubiera hecho eso aunque estuviera bajo los efectos del alcohol, pero entonces por alguna razón del destino recordó parte de lo que había pasado...

(Varias horas atrás)

"¿Por qué a mí?" Se preguntaba el fontanero mientras cargaba en su hombro a un príncipe pasado de copas y que ni siquiera podía mantenerse en pie por su cuenta por el bosque en medio de la noche después de haberlo alejado de la fiesta antes de que se metiera en algún lío.

- *hic* ¿Adónde me *hic* llevas?

Luigi se detuvo un momento, no lo había pensado pero no podía llevarlo al castillo, no solo porque descubrirían a Peach, sino que además Peasley acabaría siendo noticia en todo el Reino.
Decidió que lo mejor sería que durmiera en su casa, que estaba bastante más cerca, hasta que se le pasara la borrachera.

Aunque decidir dónde iba a llevarlo no era complicado en comparación con el hecho de llevarlo. Daba vueltas en círculos aún agarrado a su brazo, intentó saltar a un lago y no paraba de hablar ni un segundo.

El de verde casi suelta un suspiro al llegar a la puerta de su casa, quería mucho a su novio pero el dolor de cabeza que le estaba provocando era casi peor que el del alcohol. Una vez que entraron en la casa el príncipe se acercó a su oído para susurrarle una cosa.
- Oye Mario verde. Estoy saliendo con el hermano de Luigi rojo pero no se lo digas a nadie. ¡ES UN SECRETO!- Lo último lo dijo gritando a pleno pulmón provocando que el plomero soltara su brazo para taparse los oídos y que al perder el apoyo cayera al suelo de cara.

- Menos mal que te saqué de allí.- Ya un poco cansado de tanta tontería le cargó en sus brazos para llevarle a su habitación.

Le quitó la ropa como si se tratara de una madre y le puso sobre la cama para que durmiera:
- Luigi, acércate porfi.- El cambio en su tono de voz era extraño, parecía que ya estaba un poco menos borracho por lo que se acercó.

El príncipe se abalanzó sobre él y le hizo caer sobre la cama subiendo encima de él besándolo profundamente, el intenso sabor a alcohol de su boca invadió al de verde desorientándolo un poco lo que el otro aprovechó para conseguir quitarle los pantalones sin interrumpir el beso.
- Peasley tienes que descansar, no estás en condiciones para hacer esto ahora ni siquiera puedes mantenerte erguido.

- Oh vamos~

- He dicho que no.

Peasley cambió de posición quedando debajo del plomero que no esperaba aquel movimiento, rodeando su cuello con sus brazos para evitar que pudiera alejarse:
- Pues entonces hazlo tú.- su tono pervertido hizo que Luigi lo mirara incrédulo. (Esto se prende!!!?)

- Definitivamente has bebido demasiado. Mañana te vas a arrepentir. Duerm...- El príncipe no le escuchaba en absoluto, se acercó hasta su cuello y empezó a besarlo mientras el otro hablaba. Esos besos pasaron a ser un ligero chupón que interrumpió las palabras del de verde haciendo que soltara un jadeo.
Aunque no hubiera tomado tanta cantidad de alcohol como el contrario, sí que le había afectado lo suficiente como para dejarse llevar sin importarle nada más.

Le quitó la única prenda que aún llevaba puesta y la lanzó sin importarle donde acabara empezando a besar el pecho de su pareja mientras masajeaba su miembro con la mano. Éste, empezó a gemir no solo de placer sino de felicidad por haberse salido con la suya.

No era el rol al que estaban acostumbrados pero la calentura que tenían sumada al alcohol hizo que se olvidaran de aquello por una noche.

(...)

- Oh Dios, no pienso volver a beber en la vida.- dijo el príncipe mientras se tapaba la cara con las manos con tal sonrojo que parecía una judía pinta. (Me reí de mi propio chiste)

Su pareja sonrió y se acercó a él plantando suavemente un beso en la parte de su mejilla que no había quedado cubierta por sus manos.
- Perdona, pero eso te pasa por dejarte influenciar por los demás. Y ahora sabes cómo me siento yo.

Se vistió rápidamente y salió de la habitación para traerle un vaso de agua y una aspirina para su dolor de cabeza.
- Deberías volver al castillo antes de que te empiecen a echar en falta.- comentó el fontanero mientras veía como su pareja se bebía el agua y comenzaba a vestirse.- Además mi hermano debe estar de resaca porque también bebió un montón y no te va a ver.

El príncipe asintió y se acercó a Luigi para despedirse de él con un beso:
- Luego hablamos amor.

Se dirigió a la puerta y salió dejando al de verde en el interior de la habitación.
Salía por el pasillo cuando la puerta de la habitación de enfrente se abrió haciendo que pegara un salto antes de darse cuenta de la que salía era Peach.
Ésta se puso un dedo en los labios para que no hiciera ruido y le tomó del brazo para ir a su castillo.

Entró primero el príncipe para distraer a los guardias de la entrada y que Peach pudiera entrar sin que la vieran.

Se dirigió al comedor donde solo se encontraba la princesa con el desayuno ya servido.

- Gracias por la ayuda. Siéntate por favor.- Peasley intentó evitarlo recordando lo que había pasado pero Peach fue más rápida y lo agarró por los hombros para sentarlo, provocando que soltara un gemido de dolor ahogado.

La princesa le miró extrañada pensando en que no le había sujetado tan fuerte. Un par de segundos le bastaron para caer en lo que pasaba:
- Oh vaya, Mario me debe 25 monedas.

- ¿Cómo?

Peach se dió cuenta de que había dicho aquello en voz alta e intentó arreglarlo:
- ¡Nada! Quiero decir, ay.- suspiró al no tener ninguna excusa.

- ¿Lo sabíais?

- Es que se notaba a kilómetros...

Peasley le dió un largo trago a su té para evitar el contacto visual con ella, e intentó desviar la atención:
- ¿Y lo tuyo con Mario...?- No terminó la pregunta porque Peach le hizo un gesto, en aquel momento entró Kinopio visiblemente enfadado, se había enterado de la fiesta.

Tras un largo sermón de este a la princesa finalmente se marchó para mandar a una escolta que la vigilara.
- Reconozco que fue un poco arriesgado celebrar una fiesta pensando en emborrachar a los invitados siendo en el castillo de Bowser, pero fue él el primero en acabar tan borracho que se quedó dormido encima de una mesa así que salió todo bien. Yo pude estar con Mario, y tú con Luigi por lo que he visto.

- ¿Lo tenías todo planeado?- dijo aún intentando evitar ese tema, impresionado por todo aquello que le estaba contando, nunca pensó que pudiera ser tan calculadora.

- Ya ves cómo son todos que no me dejan ni un segundo sin vigilancia y aún así me secuestran, si no planeara éstas cosas no tendría ni un respiro. En ese sentido te envidio un poco, tú tienes bastante más libertad que yo.- dijo con un suspiro.- Por lo que será nuestro secreto, ¿vale?

Le guiñó un ojo en el momento en el que dos guardias Toad entraron en la sala dando por terminada la conversación para continuar desayunando.

Extra:

Peasley descansaba en la habitación de invitados aún un poco dolorido. Como se aburría decidió revisar su teléfono porque antes había quedado en hablar con Luigi.
Puso la contraseña y se encontró con que tenía el móvil saturado por decenas de mensajes.

Entró en el más reciente, que era el de su pareja y vió que había enviado a todos sus contactos un mismo mensaje mientras estaba borracho.
Entre muchas cosas sin sentido confesaba de forma muy explícita su relación con Luigi.
Y leyó la respuesta de éste:

...

Debí haberte quitado el móvil.

Mira el lado bueno, al menos ahora ya no tendremos que vernos a escondidas ?)

Bobo. Te amo.

~(-+-{}-+-)~

Lo que me he reído escribiendo esto~
Y también emocionado porque creo que es el más largo hasta la fecha.

Luigi activo, solo quiero ver el mundo arder *inserte risa malvada*
¿Qué puedo decir? Me encantan los sukes.

Cuando se me acaben las ideas empezaré con el 30 días de OTP challenge <3

Hablando de otras cosas, creo que me he enamorado. Ah~

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