Por favor, no me digas adiós

Trama: Cojed un paquete de pañuelos y preparaos. Nivel de tristeza: 12/10 Hasta yo lloré mientras lo escribía.

Aviso. Algunas de las escenas descritas pueden ser demasiado fuertes para personas sensibles.

Título: Por favor, no me digas adiós

Peasley (POV)

Había sido un día normal. Tras despertarse por la mañana había hecho todas sus labores como príncipe.
Ahora que era por la tarde y había acabado todo bastante temprano, estaba practicando sus técnicas de esgrima en el patio de su palacio dado las buenas condiciones del día.

Su instructor era estricto pero después de tantos años de práctica sus habilidades y su agilidad la convertían en una actividad realmente placentera para él.
Aprovechó un momento en que su instructor se distrajo para contraatacar haciendo que cayera al suelo.

El del suelo le felicitó por aquella técnica y mientras el príncipe le ayudaba a levantarse señaló la causa por la cuál se había distraído.
Una persona había irrumpido en el castillo y estaba siendo perseguida por varios guardias que no conseguían atraparlo.

La persona que resultaba ser el Toad cartero del Mushroom Kingdom llegó enfrente de Peasley y le entregó sin fuerzas la carta antes de caer desmayado.
- ¡Esperad!- gritó Peasley al ver de quién se trataba.- No es un enemigo, viene del Mushroom Kingdom. Debe traer noticias urgentes y ha desfallecido de tanto correr. Llevadle a una de las habitaciones y atendedle.

En lo que varios de los guardias atendían y se llevaban al toad, el príncipe abrió la carta para leer su contenido.
Su madre, la reina, entró en el jardín alarmada por el alboroto y se preocupó al ver la cara de susto que tenía su hijo.
- ¿Qué pasa?
Totalmente pálido empezó a correr fuera del castillo dejando caer la carta al suelo sin responder dejando plantados a los pocos que quedaban allí.

(...)

Corría. Desde que había leído aquel mensaje Peasley no había parado ni un segundo de correr.
Su respiración ya era agitada pero no le importaba nada, solo pensaba en llegar de una vez.
Al principio venía volando pero un Paratroopa enfadado porque le había arrollado al pasar le tiró al suelo cuando apenas había llegado al lago Praderita*.

Por fin avistó las primeras casas que daban lugar al Mushroom Kingdom, lo que le dió fuerzas para continuar e incluso acelerar el ritmo.

Las calles estaban vacías salvo por un par de toads distraídos que aún no sabían que pasaba y que al verle se extrañaban de su presencia en el reino y empezaban a seguirle para averiguarlo. El recorrido se le estaba haciendo interminable y una lágrima de incertidumbre resbaló de forma horizontal por su mejilla debido al viento en contra.

A lo lejos se oía el murmullo de una gran multitud, por lo que se dirigió en aquella dirección sabiendo que allí encontraría lo que buscaba. Y al girar por una esquina finalmente lo vió.

El hospital de Ciudad Champiñón.

Se acercó hasta allí apunto de quedarse sin aliento intentando abrirse paso sin éxito entre los toads que bloqueaban la entrada y que estaban tan concentrados en obtener alguna información que ni se percataban de su presencia.

Peasley ya estaba decidido a abrirse paso a empujones pero se detuvo al ver a alguien que flotaba por encima de las cabezas de todos también dispuesta a entrar.
La llamó a gritos y finalmente consiguió obtener la atención de la pequeña espíritu de la estrella Cobalto que le ayudó a llegar hasta la puerta y que los guardias que bloqueaban el paso les dejaran pasar.

Peasley seguía a Aurelia por los blancos pasillos del hospital en los que se cruzaban con médicos que recorrían el lugar buscando instrumentos y los pacientes que colocados frente a sus habitantes estaban preocupados por la situación:
- ¿Sabes lo que ha pasado?

- No tengo ni idea. Peach mandó un mensaje a varios reinos y vengo en representación de la estrella Cobalto. Pero no sé nada más.

En ese momento una enfermera que iba mirando una libreta se chocó con ellos tirando al suelo los papeles que llevaba:
- ¡Ay! - Se quejó agachándose rápidamente a recogerlo todo hasta que levantó la mirada y les reconoció.- ¡Os estaba buscando! Rápido seguidme por aquí.

Ambos se miraron un segundo y sin dudarlo siguieron a la enfermera por las escaleras hasta la planta de ingresos que había sido cerrada para el resto de pacientes, en cuya sala de espera ya se encontraban algunos de los regentes de otros reinos, como la princesa de Sarasaland o el propio Dreambert que les recibieron con una fuerte cara de preocupación. Tras un rápido saludo hablaron un poco entre ellos solo para ver que nadie sabía nada, pero que por el mensaje de "acudid rápido al hospital es muy urgente" no debía ser nada bueno.

Siguieron hablando hasta que Peach salió de la primera habitación, y se acercó dispuesta a explicar lo que había sucedido o al menos lo poco que ella sabía:
- Gracias por venir tan rápido. Alguien ha atacado a Mario y Luigi y están bastante heridos.- Peach dejó un par de segundos para que todos se recompusieran de la sorpresa inicial y continuó hablando.- Mario de momento está bien, le dieron una gran puñalada en el pecho pero no le llegó a dañar ningún órgano importante. Luigi sin embargo tenía heridas mucho más graves y ahora mismo está en el quirófano.

- ¿Pero quién lo hizo?

- No lo sabemos. A Mario, que es el único que sabe algo, le han tenido que administrar varios calmantes porque estaba sufriendo una crisis de ansiedad y hasta que pase el efecto no es de ayuda. Por eso os hice llamar, para ver si habíais visto algún comportamiento extraño en algún villano de vuestros reinos. Bowser lleva un tiempo sin secuestrarme pero no creo que sea capaz de cometer un ataque así a sangre fría.

Los demás negaron con la cabeza, no había pasado nada raro últimamente en sus reinos, hasta que oyeron una grave voz ronca detrás de ellos que les sobresaltó.
- Me agrada que pienses eso de mí princesa.

- ¡No es buen momento para un secuestro Bowser!- gritó Aurelia volviendo a sobresaltar al resto.

- ¡No vengo a eso! He venido a ayudaros diciendo quién ha sido el responsable.

- No necesitamos tus mentiras sucio reptil inepto y...

- ¡Daisy!- la regañó Peach volviéndose a concentrar en la conversación, cualquier información era importante.- Dinos. ¿Quién y por qué ha sido?

- King Boo.- dijo sin rodeos. El resto de los presentes se estremeció con tan solo escuchar aquel nombre.- Hace una semana me habló que había soñado con hacer esto. Pero de soñar a hacer hay un gran trecho, no creí que fuera capaz de atreverse a cumplirlo.

- ¿Y cómo sabemos que podemos confiar en tí?- soltó Dreambert encarándose frente a Bowser que simplemente le empujó hacia atrás evitando que una flecha le atravesara.

- ¿Eso te parece suficiente? Me siento mal, creo que lo que ha hecho King Boo ha sido jugar sucio y que yo podría haberlo impedido. Puede que sean mis rivales pero incluso yo tengo límites.- Los demás asintieron asombrados excepto el propio Dreambert que aún no se había repuesto del susto en lo que Bowser recogía un papel que había atado en la flecha y lo leía en voz alta:

"Parece que las alianzas no significan nada para tí lagarto traidor. Pues ya que estás ahí de paso aprovecha para decirles que la daga con la que apuñalé al odioso de rojo estaba impregnada de un veneno especial del que solo yo tengo el antídoto y que como no se le den pronto morirá de forma especialmente dolorosa. Así que espero con ansias su visita ❤
Y en cuanto a ti y a tu hijo espero que aprendáis a dormir con un ojo abierto.

El fantástico y maravilloso King Boo"

Todos se quedaron mudos de la impresión de todo aquello que estaba pasando, pero Peach demostrando su papel de soberana enseguida ideó un plan:
- Ahora que sabemos que King Boo está detrás de esto hay que localizar al profesor Fesor para que nos ayude a conseguir el antídoto. Luigi no está en absoluto en condiciones de luchar contra él.- Por fuera se veía muy segura pero un pequeño temblor en su voz delataba el miedo que sentía en realidad.

En aquel momento el conjunto de médicos que había estado atendiendo a Luigi llegaron a la sala.
- Sigue en estado grave pero hemos conseguido estabilizarlo de momento, aunque mucho me temo que va a perder la visión de un ojo, le arrancaron el globo ocular destrozando los nervios lo que impide la posibilidad de hacer un implante. Todas sus heridas estaban hechas para causar el mayor sufrimiento posible durante el mayor periodo de tiempo posible antes de que muriera desangrado, estaba calculado al milímetro.

Los demás suspiraron estremecidos, con aquello estaba totalmente claro que se trataba de King Boo.
- Alguien tiene que quedarse por si decidiera aparecer por aquí y terminar lo que empezó.

- Yo no sería de mucha ayuda en ningún lado, no puedo luchar.- dijo tímidamente Aurelia, pero enseguida fue animada por el príncipe del reino Judía.

- Me quedo yo aquí contigo, con tu poder estelar puedes hacer mis ataques más fuertes.
Se quedaron viendo a los demás marchándose al laboratorio de Fesor. Peasley sabía que ella se quedaría cuidando de Mario por lo que siguió a los médicos a la habitación donde habían dejado descansando al pobre Luigi.
Le sorprendió que la enfermera le dejara solo pero decidió no tomarle importancia.

Se acercó a la puerta cuando vió que alguien la había desde dentro. Peasley se preparó para atacar pero era Luigi el que se mantenía en pie agarrado a la puerta, tenía un ojo tapado con un parche y todavía tenía pequeños rastros de sangre seca.
- ¿Qué estás haciendo? ¡Tienes que descansar!

- Lo he oído todo. No pienso dejar que mi hermano muera por mi culpa.- dijo intentando dar un paso y cayendo al suelo en el intento debido al dolor que le causaban las heridas que tenía en todo su cuerpo, a lo que Peasley reaccionó sujetándolo con cuidado antes de que cayera al suelo.

- No puedes ir Luigi, es muy peligroso y tú estás ya muy herido, no pienso dejarte ir.

- P-pero... ¡Es una trampa! Todo es parte de su plan, tengo que ir a ayudarles, nuestro ataque solo ha sido una distracción para alejar a los regentes de sus castillos y para destruir sus reinos mientras ellos no están, empezando por el Mushroom Kingdom y siguiendo por todos los vuestros. Aunque tú fueses ahora al castillo con Aurelia, ella solo puede prestarte algo de su poder estelar, pero con quién tiene cerrado un pacto de sangre es con la familia Toadstool por lo que no puede prestarte todo su poder. King Boo va a aprovechar eso para arrasar la ciudad, hay que hacer que vuelvan al castillo de la princesa Peach para derrotarlo.- Algunas lágrimas empezaron a formarse en sus ojos por debajo de las vendas y tras terminar la explicación empezó a toser mientras su cuerpo temblaba por el dolor que le causaba esa acción.

- Escucha Luigi, tranquilízate. Puedo ir yo y avisarles de esto pero tienes que prometerme que no te vas a mover de aquí, estás muy débil y no quiero que te pase nada.

- Vale, pero date prisa y tened cuidado por favor. Aún me tienes que enseñar esgrima como me prometiste.

- Lo tendré.- le dijo con una sonrisa dejándolo sobre la camilla y acariciando su pelo antes de salir corriendo del edificio.

(...)

Gracias a aquel aviso consiguió llegar al laboratorio antes de que se teletransportasen a la mansión y volvieron al castillo a tiempo de hacer un plan de defensa.
Cuando King Boo apareció estaba tan seguro de su victoria que no se esperaba que estuvieran esperándolo listos para atacar, la lucha fue dura y bastante igualada pero todos dieron todas sus fuerzas para lograr derrotarlo.

Pero él no parecía en absoluto molesto:
- Puede que me hayan derrotado, pero al menos puedo disfrutar de un lindo premio de consolación.- Lanzó al aire con todas sus fuerzas la botellita en la que se encontraba el antídoto y desapareció junto a todos sus secuaces dejando como único rastro su malvada risa que resonó haciendo eco por todo el reino.

Daisy que se encontraba más cerca consiguió atraparla antes de que se estrellara contra el suelo y volvieron al hospital.

Por suerte para Mario habían llegado a tiempo.
Pero a Peasley quién le preocupaba era otra persona, se abrió paso entre la alegría y la celebración de sus compañeros y se dirigió a la otra habitación.

Cuando abrió la puerta su corazón dió un vuelco.
El único ruido que se oía en la habitación era el pitido continuo de una máquina que estaba conectada al de verde.

Luigi se encontraba totalmente inmóvil en la camilla y sobre su pecho se encontraba una rosa de color negro a la cual había una pequeña nota atada:
"Muy lentos.
Otra vez será~ KB"

Varias lágrimas se derramaban por su rostro tras leer aquella nota que tiró a la otra punta de la habitación con rabia.
Se puso junto a él recordando cómo hace unos días los hermanos les habían ayudado contra unos malvados que habían estado causando problemas en su reino:
"- Gracias a vuestra ayuda ha sido bastante rápido.

- Ha sido bastante rápido gracias a tu ayuda.- sonrió el de la gorra verde.- Algún día me tienes que enseñar esgrima.

El príncipe río en respuesta a su entusiasmo:
- Está bien, pero solo si tú me enseñas tus técnicas de ataque.

- Por supuesto."

Recordó las palabras que le había dedicado antes de irse a ayudar y se derrumbó totalmente en llanto sobre las sábanas.

(-+-+-)

La depresión me inspira a escribir cosas así de tristes.
Prometo que el siguiente será más alegre.

*De este a oeste: Castillo de Bowser, Bosque, Lago Praderita y Ciudad Champiñón según el videojuego Bowser's Inside Story."

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