Eres mi superestrella ☆

One-shot creado para el especial de "¿Triángulo Amoroso?"
Idea inspirada mientras jugaba a Mario y Luigi Superstar saga versión gba (no se si habrá alguna diferencia con el nuevo de la DS pero por si acaso especifico)

Título: Eres mi super estrella

Trama. Peach recibe una invitación del Reino Judía y como siempre los hermanos Mario la acompañan. (Este relato es básicamente como me imagino que sería si sacarán una segunda parte del juego. Ojalá apareciera Peasley en más juegos)

Dedicada a: Ilikevideogames14 que es la única persona que conozco que le gusta este ship y escribe sobre él.

Narrador externo:

Los nervios y la emoción se notaban en el castillo de la princesa Peach desde primera hora de la mañana.

Montones de Toads recorrían el lugar de un lado a otro revisando los preparativos que llevaban días preparando para asegurarse de que no faltaba nada.
¿Qué está pasando se preguntarán?

La princesa había recibido una auténtica invitación desde el reino Judía para estrechar lazos entre ambos reinos, y teniendo en cuenta lo que había pasado la última vez Mario y Luigi habían sido escogidos como la escolta de la princesa.
Bueno, habían invitado principalmente a Luigi al viaje, en una notita color verde y con mucha purpurina, pero la princesa se había encargado de ocultarle este hecho al de rojo.

El fontanero de verde se encontraba sentado en el castillo observando totalmente absorto en sus pensamientos sin ser consciente del tiempo que pasaba a su alrededor.

- Luigi.- Aquella llamada le devolvió a la realidad y se giró en la dirección de la que había venido. El de rojo se acercó con una expresión de cansancio en el rostro, se notaba que había ayudado a trasladar el equipaje de la princesa al aeropuerto.- Solo falta tu maleta para que podamos irnos.

El menor de los hermanos asintió y se incorporó de su asiento, que precisamente era su propia maleta y primero la abrió para comprobar que no se había olvidado el pasaporte, le metió en el bolsillo del overol y volvió a cerrar la maleta para seguir a Mario hasta el aeropuerto.

Era gracioso (o a los hermanos siempre se lo parecía) ver a los Toads despidiéndose de ellos como si fuera la primera vez que se marchaban de aventuras, dándoles consejos que de por sí eran bastante obvios, objetos que les pudieran ser útiles, alguno hasta dinero para ayudarles con los gastos que no les cubría el propio Kinopio de su bolsillo como pago por proteger a la princesa.

Mario se quedó un rato distraído hablando con el maestro Kinopio, por lo que el de verde se adelantó al avión junto con un par de toads que los acompañarían también y se quedó dormido en mi asiento.

Luigi POV

Cuando desperté casi pego un grito al encontrarme sentado a mi lado a Bowser.
Por lo que me contó mi hermano después de tranquilizarme, Bowser había interrumpido para secuestrar a la princesa antes de que el resto subiera al avión y como siempre mi hermano le había derrotado pero había insistido en venir porque, palabras textuales, éramos unos inútiles que no serían capaces de protegerla ni de una mosca.
Si alguien tiene una grabación sobre las cientos de veces que acabó hundido en lava, a la deriva en el espacio o cayendo por un abismo por favor que se la envíe al lagarto egocéntrico. Gracias.

Llegamos al aeropuerto del Reino Judía bastante rápido y aterrizamos suavemente en él. Que raro, normalmente cuando vamos en cualquier aparato volador acabamos estrellándonos, como la primera vez que vinimos aquí o como cuando visitamos el reino almohada.

Vale, vale, está bien, eso solo fue un sueño pero se sintió bastante real para mi, ¿de acuerdo?

Fuimos recibidos de forma muy aristocrática por los súbditos de la Reina Judía, y nos acompañaron hasta el castillo literalmente realizando todo el protocolo de actuación en caso de visita de los altos cargos de un reino vecino.

Peach estaba más que acostumbrada a aquellos formalismos a los que había tenido que asistir desde que era un bebé y al mayor de los hermanos le encantaba contemplar y sobre todo participar en aquellos momentos, era como un pez en el agua y si no fuera por sus ropas de fontanero parecería un noble más.

Pero no era el caso de los otros dos acompañantes a los que se les hacían mortalmente aburridas. A Bowser pese a ser el rey de los koopas sólo le gustaban aquellas ceremonias cuando él era el centro de atención, pero se abstraía contemplando a la princesa en sus ensoñaciones de enamorado y no prestaba atención al protocolo provocando que algunos de los nobles del reino judía se enfadasen con él pero que no se atrevieran a regañarle por miedo a que el gran koopa se enfadara. Sin embargo a Luigi incluso le costaba mantenerse despierto, cabeceaba de vez en cuando a cada rato que hacían una parada aunque intentaba disimular lo mejor que podía.

Cuando llegaron al castillo la propia Reina Judía les recibió en la entrada, se notaba que estaba eufórica por su llegada no paraba de dar saltos que provocaban que todo el edificio retumbara e incluso se ofreció a darles una visita guiada por el castillo.

Todo rezumaba felicidad y tranquilidad a los cuatro vientos.

Puede que demasiada...

A medida que avanzaba la visita, el de verde se iba quedando atrás poco a poco, admirando la decoración del castillo mientras el resto seguía adelantándose y cuando quiso darse cuenta les había perdido y llegado a una especie de jardín en el interior en el que la luz solar entraba a través de un gran tragaluz que había en el techo y que daba la sensación de realmente estar en el exterior.

Era un jardín hermoso, principalmente lleno de rosas amarillas. El fontanero empezó a recorrer el camino lentamente hasta que giró una esquina y se encontró de frente con el príncipe judía cuidando de uno de los rosales con un delantal puesto que al verlo dejó caer las tijeras de podar que estaba usando las cuales casi cayeron sobre su pie y al esquivarlo se enredó con la manguera.
- ¡Luigi!- se acercó corriendo arrastrando la manguera detrás de él.- ¡Cuánto tiempo ha pasado! Me alegro mucho de verte. ¿Qué haces aquí?

- Hemos venido por la invitación.

El príncipe le miró sorprendido:
- ¿Era hoy? ¿Pero a qué día estamos ya? ¡Lo olvidé completamente!

- No te preocupes. Siempre estás haciendo cosas es normal que se te acabe olvidando algo.

Ambos se sentaron en un pequeño banco que había bajo la sombra de un árbol y empezaron a hablar de mil cosas.

- ¿Y lo de cuando me diste la rosa? Mario se estuvo burlando de mi durante un mes.

- ¡Eso me molesta mucho! Que la gente piense que todas las rosas simbolizan amor solo porque las rojas que son las más conocidas tengan ese significado. Cada color tiene varios significados diferentes, las amarillas significan alegría, amistad...

- ¿Te lo tomas demasiado enserio no crees?- le interrumpió Luigi entre risas.

Peasley se dió cuenta de la burla de su compañero y se alejó un momento a un rosal pequeño que había a lo lejos y trajo una rosa con él.
- ¿Y ésta qué significaría entonces?

Luigi la sujetó con curiosidad y se quedó mirando un poco confuso a Peasley que intentaba contener la risa al ver que la rosa era mitad amarilla y mitad roja.
- Pues...- el de la gorra pensó un poco en la respuesta.- Una rosa amarilla y roja puede significar una amistad que con el paso del tiempo se vuelve amor.

Peasley se quedó sin palabras, no esperaba aquella respuesta de parte de Luigi y ambos se quedaron unos segundos mirándose en silencio. No era precisamente un silencio incómodo, ambos estaban tranquilos, cada vez inconscientemente un poco más cerca el uno del otro, Luigi aún sujetaba en la mano la rosa cada vez estaban un poco más cerca hasta que....

- ¡AAAAAAAHHHHHHHH!

Se separaron sobresaltados al oír el inconfundible grito de la princesa Peach tratando de descubrir de donde venía el grito y se volvieron a mirar pero aún sin moverse.

- Deberíamos ir a ver que pasa.- sugirió Luigi para romper el silencio.

El príncipe asintió, se quitó el delantal, se subió en su transporte volador de un salto y le ofreció su mano invitándole a subir con él.

Tras un rato intentando subir, en el que ambos casi terminan en suelo porque aquel aparato no estaba acostumbrado al peso extra, al final acabaron en una postura de lo más extraña por no decir pervertida y que haría malpensar a cualquiera que les viera.

- Espera un momento.- dijo Luigi colocándose detrás de Peasley y sujetándolo por la cintura equilibrando el peso.

El príncipe se sorprendió un poco por la atrevida actitud del fontanero y se quedó un poco cortado durante unos segundos. Luigi por su parte se extrañó por el cambio de actitud del príncipe, al que nunca había visto actuar de forma nerviosa o incluso se podría decir que tímida, porque sentía cómo temblaba a su tacto pero enseguida recuperó su actitud energética de siempre:
- Venga vamos, que seguro necesitan de nuestra ayuda.

Ambos se marcharon volando lo más rápido que podían mientras que en aquel jardín solo quedó la pequeña rosa apoyada en el banco en el que hasta hacía unos segundos ambos estaban sentados.

Primer one-shot (o one-long, debo reconocer que me emocioné un poco al escribir) Espero que os haya gustado. Puede llegar a tener segunda parte.

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