Entre música y retales ♡
Trama: El Reino Champiñón al completo ha sufrido un hechizo por el que todo el mundo se ha transformado en el sexo opuesto. Con un importante baile al que van a asistir varios reinos vecinos los preparativos continúan para la desesperación de los habitantes del Reino.
Título: Entre música y retales
Dedicada a FlirtykiePie3 porque me he inspirado gracias a su historia (no se si te gusta la pareja, perdona si no es así)
Un mes y medio. Un largo y tedioso mes y medio había pasado y aún no había ningún signo de que fueran a volver a la normalidad.
Los dos hermanos no se habían dedicado a otra cosa desde entonces que a estar encerrados en su casa viendo la televisión, al igual que el resto de habitantes del reino, únicamente salían para ir a comprar comida y, para su pesar, productos de higiene femenina.
Quizás sea más correcto llamarles ahora las hermanas María.
Nadie sabía cómo había pasado aquello, simplemente se despertaron una mañana y ya estaban así. Lo primero que pensaron fue que sería algún descabellado plan de Bowser para secuestrar al que ahora era príncipe, pero cuando llegó enfadado y también transformado en mujer al castillo donde se habían reunido para buscar una solución a aquella crisis, fueron descartados él y sus subordinados.
También pensaron en otros villanos, pero decidieron dejar la búsqueda del culpable a un lado hasta que consiguieran revertirlo, ya que por algún motivo seguramente relacionado con el cambio no podían usar los Power-Up.
La profesora Fesor, Kamek y la maestra Kinopio se dedicaron desde entonces a buscar una solución, pero como no sabían quién lo había lanzado tampoco sabían el tipo de magia que habían usado en el hechizo y tenían que probar con cada una de las magias que existían y aquello llevaba su tiempo.
...
Era una mañana como otras, Luigi preparaba el desayuno mientras Mario recogía el correo y se sentaba a la mesa. Sin embargo era un día especial, hoy se celebraba un gran baile que solo sucedía en el reino Champiñón una vez cada 15 años y a la que eran invitados los regentes de todos los reinos con los que tenían una alianza. Cuando Luigi llegó con el desayuno de ambas encontró a la chica sonriendo mientras sostenía una carta abierta en sus manos.
- Peach me ha invitado a ser su pareja en el baile. Nunca pensé que Toadsworth la dejara, seguramente el cambio de sexo tenga algo que ver, tantas hormonas femeninas le hacen ser menos estricto.
- Que bien por ti.- respondió Luigi de forma sarcástica. Estaba de especial mal humor aquel día porque cuando por fin había dejado a un lado su timidez para pedirle a la princesa Daisy que fuera con él al baile, ahora era una mujer y no podía ser su pareja.
- No estés tan enfadada Lucía.- bromeó la chica del pijama rojo.- Aún puedes ir al baile y ver a Daisy, solo necesitas una pareja. Podrías ir con Yoshi, en él apenas se nota el cambio.
- Que grandes ideas tienes María.- Justo en aquel momento sonó el timbre y la de verde se levantó a abrir dejando desayunando a la mayor. Solo esperaba que no fuera alguien para burlarse de ellos, como Wario y Waluigi hicieron hace unos días. Está claro que este tipo de noticias corren como la pólvora.
Luigi abrió la puerta y encontró a una Toad soldado, que le dió una carta y un paquete y se marchó sin decir nada. Entró de nuevo y abrió la carta viendo que era una invitación como la que Mario había leído antes.
- ¿Te ha invitado alguien al baile? ¿Quién te ha invitado?
- No lo pone en ningún lado. Solo pone en letra pequeña: "Peach nos enseñó los vestidos que os había prestado y os hemos enviado unos que van más con vuestro estilo. Ya nos lo agradeceréis."
Mario abrió la caja y se encontró dos vestidos de colores rojo y verde con pocos adornos, bastante poco llamativos pero aún así elegantes. En una palabra, perfectos.
- Entonces ahora no tienes excusa para no arreglarte e ir, ya no tenemos que llevar esas cosas totalmente rosas.
Luigi suspiró mientras veía a su hermana emocionada correr a su habitación con su vestido. Está claro que iba a ser una fiesta que no iban a olvidar en un largo tiempo.
...
- ¿Qué tal estoy?- preguntó la del vestido rojo dando una vuelta por la habitación.
- Te pareces demasiado a Pauline así.- respondió la menor aún sabiendo que Mario le iba a golpear.
- Bueno, tienes razón mejor me hago un peinado distinto.
....
- ¿ Y ahora?
- ¿Qué demonios te has hecho en el pelo? Déjame que te peine yo, por favor.
...
Después de haber arreglado el pelo de María, ésta se encargó de hacer de lo mismo con el de su hermana mientras miraban por la ventana.
- Mira, por ahí vienen a buscarte.- comentó Luigi mientras veían acercarse un coche tirado por dos caballos.- Lleva condones.- se rió mientras la de rojo se acercaba a la puerta y le sacaba la lengua.
Luigi se acercó un poco para espiar, aunque no se esperaba lo que iba a pasar.
- Hola María, esto, Mario quiero decir... ¿Está listo tu hermano o hermana..? ¡O lo que sea!
La mayor se rió de la evidente confusión que mostraba:
- Lucía cariño, vienen a buscarte.- La nombrada se asomó a la puerta y se quedó sin palabras al ver quién estaba allí.
El príncipe Peasley se encontraba vestido de forma elegante y llevaba un ramo de rosas:
- Llegué ayer al castillo y la princesa o príncipe más bien *risas* me comentó tu problema. Por lo que me ofrecí a ser tu acompañante. (En realidad mi madre se mostró demasiado entusiasmada con el tema, pero bueno; pensó) Por cierto Mario, Peach llegará un poco más tarde porque me dijo que había tenido un problema con no se qué.
- No te preocupes. ¡Diviértanse un rato por su cuenta!- Y cerró la puerta dejando a la de verde en el exterior antes de que pudiera siquiera decir una palabra.
...
Un viaje algo incómodo más tarde, entraron al fin en el castillo y entonces Luigi observó que en verdad estaban invitados personas de muchos reinos distintos: había reconocido a Dreambert a lo lejos, en otro lado había visto a Aurelia hablando con Bowser (ver a Bowser aunque sea mujer llevando vestido no tiene desperdicio), Waluigi, Wario y Mona también estaban y había una zona algo más oscura donde se concentraban los fantasmas entre ellos Vívian o King Boo, maldito suertudo al que no le afectó el hechiz-....
Un momento, ¿no será que él es el culpable? Justo en aquel momento sus miradas se cruzaron y la sonrisa burlona que le dedicó lo hizo estar más seguro de ello. Pero ahora no era el momento de pensar en eso, ya ajustaría cuentas más tarde.
En realidad no sabía ni cómo cabía tanta gente dentro del castillo si añadimos que muchos de los toads y de los esbirros de Bowser se encontraban allí. El príncipe judía captó un momento su atención tirando del brazo por el que la sujetaba y la avisó que iba un momento a saludar a Dreambert.
- ¡Peasley cuánto tiempo! ¿Cómo estás?
Estuvieron un rato hablando de cosas sin importancia, hasta que notó un empujón detrás de él.
- ¿Cómo dejas sola a tu pareja en medio del baile? Venga, ve para allá, corre.- dijo la reina mientras empujaba a su hijo alejándolo del otro príncipe.
- ¡Pero mamá..!- Intentó replicar pero viendo que no iba a atender a razones la hizo caso. La reina sonriendo miró como se iba, y el príncipe pudo oír el grito de fangirl de su madre por encima de todo el ruido de la fiesta. Al darse la vuelta se encontró a Dreambert mirándola con una mueca de confusión.
- ¿Por qué me miras así? Es perfecto, mi hijo está en un importante baile con una hermosa chica.
- No es por contrariarla reina Judía, pero esa chica sigue siendo Luigi en el fondo. Y yo creo que no es que a su hijo le gusten los hombres, yo creo que a su hijo le gusta Luigi y punto.- y al instante de acabar la frase y ver la cara con la que le miró supo que se arrepentiría de ello durante el resto de la noche.
...
Cuando el príncipe se separó de él para hablar, Luigi siguió buscando con la mirada a la persona a la que tanto deseaba ver mientras esquivaba a los invitados que se le quedaban mirando. Cuando al fin localizó a Daisy fue en su dirección sin esperar un momento.
- ¿Luigi, eres tú? ¿Cómo caminas tan bien con tacones?
- Digamos que he tenido un mes para practicar.- respondió y el recuerdo de su hermana tropezando y cayendo de cara decenas de veces mientras practicaban con ellos le hizo sonreír.- ¿Con quién has venido?- preguntó con curiosidad y sin muchos rodeos intentando no parecer celoso, la princesa señaló a un hombre rubio que se acercaba en su dirección.
- ¿Rosalina? ¿Por qué eres un hombre?
- Se me había ocurrido hacerle una visita a Peach después de tanto tiempo. Está claro que escogí el peor momento.- suspiró mientras le ofrecía un vaso.
A partir de aquel momento la chica del vestido verde relajó su postura aceptó el vaso y decidió disfrutar de la fiesta hablando con la otra pareja hasta que llegaron los tres restantes. Mario pese a ir de la mano de Peach y lo entusiasmada que se había mostrado durante el resto del día ahora se veía un poco agobiado:
- No deja de mirarme todo el mundo, estoy harto de esto.
- Querrás decir harta, ¿no María?- se burló Daisy hasta que se dió cuenta de cómo Luigi y Peach la miraban.- Perdonadme, no era mi intención burlarme de vosotros también. ¿No es el momento del primer baile?- dijo tratando de cambiar el tema de conversación.
...
El baile fue bastante caótico. Nadie estaba acostumbrado a su cuerpo, por lo que no sabían cómo dirigirse. Mario y Peach no paraban de darse pisotones el uno al otro, y al final salieron de la pista antes de acabar la canción. Rosalina no sabía cómo llevar a Daisy y estaban más apartados para no chocarse, y Bowser se negaba a hacer de mujer y llevaba a su pareja como si del hombre se tratase.
Por la forma en la que lo miraban al acabar el baile Luigi tuvo un mal presentimiento. Fue entonces cuando declararon sus intenciones:
- Oíd, si Luigi cuando se vistió como la princesa siendo hombre era prácticamente igual salvo por el bigote, siendo mujer serían como hermanas gemelas ¿verdad?
Luigi viendo por dónde iba el tema se escabulló fuera del castillo antes de que le llevaran a rastras, no pensaba volver a ser secuestrado por algún villano que no hubiera asistido a la fiesta y por lo tanto que no supiera que la princesa Peach ahora era un hombre.
Los demás intentaron seguirla perdiéndola de vista pero Peasley si fue detrás de la chica al exterior del castillo. La encontró tiritando frente a la puerta principal:
- No fue tan buena idea salir con este frío.
Peasley sonrió por lo ridículo de la situación, iba a acercarse para dejarle su capa pero algo se interpuso entre ellos.
- Ah, me encanta el ruido de gritos y desesperación a las 12 de la noche. ¿Interrumpo algo?
- ¿King Boo? ¿Qué has hecho ahora?
- Yo nada.- levantó las manos haciéndose el inocente.- Bowser y Mario están persiguiendo a Kamek y al profesor Fesor enfadados por haberles dejado en ridículo enfrente de todo el mundo al transformarlos de vuelta.
- ¿Y por qué yo sigo así?- preguntó la chica.
- Porque tienen que revertirlo de uno en uno. Y la verdad no estabas tan desencaminada sospechando de mi Lucía, fui yo quién lo hizo. Esto no era exactamente lo que tenía planeado, pensé que sería Mario el que huyera de la fiesta e iba a aprovechar para meterle en un cuadro, al menos siendo mujer iba a ser un cuadro bonito. Pero en realidad esto mucho mejor.- rió tomando a Luigi y elevándolo a unos metros del suelo.- Pasarán horas hasta que se den cuenta de que no estás. Ganas mucho más siendo mujer sinceramente, la cobardía hace que las chicas se vean lindas.
La chica del vestido verde empezó a temblar mientras intentaba que no se le levantara el vestido y liberarse del agarre demasiado cercano del fantasma.
- ¡Oye, no te olvides de mi fantasma de pacotilla!
- Uy, es verdad, que olvidadizo soy.- Atrapó con su otro brazo al príncipe levantándolo también en el aire y provocando que su espada cayera al suelo.- Mira, le puedes servir de compañía mutua frijolito, estoy seguro de que vuestra estadía será larga, no veo a ese cobarde de rojo atreviéndose a poner un pie en mi mansión.
Peasley se puso rojo de rabia pero no podía hacer nada contra el ente sin el aparato que Luigi utilizó otras veces para derrotarlo, o al menos una linterna algo potente. Intentaron gritar por ayuda pero el gran alboroto que había en el interior del castillo hizo que nadie les escuchara. El rey Boo soltó una última carcajada antes de llevárselos rumbo a la mansión.
Ayuda, se me mezclan los ships.
Un poco de heterosexualidad al año no hace daño. Creo que el refrán no era así, pero bueno.
(Léase con voz de Homer Simpson)
Dato curioso: La versión original acababa con erótico resultado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top