Entre cuadros y espejos ♡
Título: Entre cuadros y espejos
Pues le prometí a una personita maravillosa (Ente_Homosexual) que haría la segunda parte de "Entre música y retales" ¿Y qué mejor forma de despedir el año?
Si no habéis leído aún la primera parte os recomiendo hacerlo antes para entender ciertas situaciones (más bien para entenderlo todo)
Trama: Luigi despierta encerrado en la mansión sin nada para defenderse y aún siendo una mujer. ¿Podría ir peor la cosa? Debe usar su inteligencia para poder escapar de un rey fantasma que no piensa ponérselo fácil.
Luigi (POV)
Abrió los ojos. ¿Qué ha pasado? Recordó que durante el camino estuvo forcejeando para escapar y que acabó de alguna manera golpeándose en la cabeza, aunque quizás había sido el propio fantasma que se había cansado.
Frotó sus ojos para acostumbrarse más rápido a la poca cantidad de luz.
Para su alivio no estaba metido dentro de un cuadro, sino que estaba en lo que parecía el sótano de la mansión que había sido acomodado para convertirse en una celda. Una pregunta pasó por su mente.
¿Cómo podría salir de allí? No le apetecía nada esperar a que alguien viniera a rescatarle y menos con aquel aspecto. Decidió inspeccionar la habitación en busca de algo útil: no había ninguna ventana, la tenue luz provenía de un par de antorchas de fuego azul que estarían creadas con magia para que fueran eternas.
A continuación examinó la puerta: era muy grande y pesada pero también era muy antigua y la cerradura estaba oxidada lo cuál le pareció raro. Hasta que se llevó una mano a la cabeza y se dió cuenta de algo. ¡Mario había usado horquillas en su peinado! Cogió una de ellas y empezó a forcejear la cerradura rogando porque funcionara. Cuando por fin se escuchó el sonido que indicaba que la cerradura no estaba bloqueada, empujó la pesada puerta lo suficiente como para poder pasar y la volvió a cerrar sin hacer ruido.
Caminó hacia las escaleras de puntillas para evitar el ruido de los tacones que llevaba. Cada vez que tenía que girar una esquina esperaba en silencio unos segundos, no quería encontrarse a ningún Boo que avisara de que había escapado.
Llegó a una sala de techo muy alto, muy decorada y con una gran puerta que dedujo que sería la salida. Había un montón de cuadros de personas y un espejo en medio de la pared, pero prefirió pensar que fuesen los antiguos dueños de la mansión y no personas atrapadas.
Por algún motivo se quedó mirando su propio reflejo en el espejo totalmente absorto, hasta que se dió cuenta de que una silueta se acercaba cada vez más por lo que volteó rápidamente para ver que no había nada allí.
La chica se puso en posición de alerta atenta a cualquier movimiento y cuando notó que una de las cortinas se movió ligeramente agarró el primer objeto que estaba a su alcance que resultó ser un candelabro y lo lanzó en aquella dirección.
El objeto cayó de golpe al suelo como si hubiera chocado con alguna pared invisible y un sonido de queja resonó haciendo eco debido al alto techo. King Boo se hizo visible mientras se frotaba la cabeza con una mueca de dolor:
- Vaya me has pillado, hice mal colocando un espejo ahí. Tiene gracia que los fantasmas seamos al revés que los vampiros ¿verdad?- Luigi no entendía a qué venía aquella pregunta, pero el rey Boo parecía divertirse con su confusión.- Ya sabes, ellos no se reflejan en los espejos pero son visibles el resto del tiempo y nosotros podemos hacernos invisibles pero siempre nos reflejamos en los espejos.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque en ese caso podría haberme acercado hasta ti sin que te dieras ni cuenta.- Si aquella frase ya de por sí sonaba morbosa, su tono, su mirada y el hecho de que estaba salivando hacían la situación aún peor. ¿De todas formas cómo demonios salivaba?
Mientras el fantasma se acercaba lentamente en su dirección, el humano daba lentos pasos hacia un lado para alejarse lo máximo posible de él.
- ¿Sabes qué? Puede que creas que tienes ventaja pero ya contaba con que escaparas de la celda. Eres muy previsible.
Mientras el fantasma hablaba, se fijó en que la salida estaba a escasos metros de él. Recordó que Peasley debía estar en alguna parte de la mansión, pero pensó que podría buscar refuerzos (Luigi's Mansión 3?)
Esperó al momento en que el Boo cerrara los ojos y salió corriendo hacia la puerta. Estaba solo a unos centímetros cuando todos los muebles que había en la sala se abalanzaron sobre la puerta bloqueándola y King Boo aparecía frente a él haciendo que frenara de golpe.
- ¿Adónde crees que vas? Es de mala educación no escuchar a alguien mientras te habla. Además te olvidas de algo.- Con un gesto que hizo una de las cortinas se abrió mostrando detrás de ella una jaula en la cuál se encontraba Peasley amordazado y atado con un ridículo número de cadenas.
Luigi se sobresaltó pero frunció el ceño por unos segundos:
- ¿Qué manía tenéis todos con las jaulas colgantes?
- Solo era por variar, lo de los cuadros ya está muy visto. ¿Por qué no estás asustado baby Luigi? Me gusta cuando estás nervioso pero solo cuando eres tú, con tu cuerpo normal, así no tiene gracia. Aunque podemos hacerlo más interesante de otras formas.
Su corona comenzó a brillar y absorber cada vez una mayor cantidad de luz hasta que se hizo imposible de soportar.
Cuando al fin pudo abrir los ojos Luigi se sorprendió, nunca lo había visto así. Tenía aspecto humano con un traje blanco extremadamente elegante, era alto incluso teniendo en cuenta que ahora llevaba tacones le sacaba dos cabezas.
La luz que flotaba sobre el fantasma empezó a temblar y se abalanzó sobre él envolviéndolo y cuando volvió a desaparecer se fijó en que su ropa y peinado habían cambiado. Llevaba un vestido morado muy ornamentado, y su pelo ahora estaba completamente suelto cayendo sobre sus hombros.
King Boo empezó a acercarse a él poco a poco:
- Así está mucho mejor ¿verdad?
Luigi empezó a asustarse de verdad y salió corriendo hacia el interior de la mansión. King Boo sonrió por aquella reacción.
- ¿Así que quieres jugar al ratón y al gato? Me parece perfecto.
Y así empezó la persecución por todo la mansión, que acabó volviendo al punto de partida. El fantasma ya estaba comenzando a irritarse.
- Ya me estoy cansando de estos juegos.- y agarró entre sus brazos a Luigi elevándolo a unos metros del suelo para impedir que siguiera corriendo.
Ésta empezó a mirar hacia todos los lados nerviosa, intentando pensar en alguna forma de salir de aquello, hasta que miró al rey fantasma con una sonrisa pícara.
- ¿De verdad? Y yo que pensaba que solo estaban empezando.
El Boo miró confuso a la que acercó su cabeza juntando sus frentes y mirándolo a los ojos de forma lasciva, haciendo que por primera vez en su vida viera al rey tapándose la cara avergonzado y haciéndose invisible.
Peasley también confundido sólo veía aquella escena sin poder hacer nada, y recordó una carta anónima que había recibido hace unos días:
"No vas a quitármelo, ni tú ni nadie, va a ser solo mío. Y te prometo que cuando eso pase lo vas a ver en primera línea."
Cuando la recibió no tenía ningún sentido para él, pero ahora estaba tan claro que temió por lo que iba a pasar.
- ¿Por fin te has rendido a mis encantos?- sonrió el rey al ver a la chica sonriendo entre sus brazos.- En ese caso tengo una idea.
La cargó y la llevó hacia la pared donde se encontraba la jaula. Allí había varios pedestales donde se mostraban algunos objetos, el rey se acercó a uno donde había una estatua antigua que tiró sin ninguna consideración al suelo sentando en él a Luigi.
Se acercó juntando sus labios en un beso que la chica correspondió. El fantasma empezó a desenganchar el vestido mientras levantaba un poco el vestido para acariciar su pierna.
King Boo ya estaba preparado para seguir pero Luigi sujetó sus manos captando su atención.
- Espera, cierra los ojos un momento, quiero probar una cosa~
El fantasma no dudó ni un segundo en hacer lo que Luigi le pedía, quedando inmóvil en el sitio.
Hasta que notó algo que le quemaba, su piel realmente ardía y abrió los ojos asustado por no saber a que venía aquella sensación para ver a la chica sujetando en una de sus manos la cuerda de la cortina detrás de ellos que ahora estando abierta dejaba pasar la luz y en otra una especie de cajita de color azul, de la que pulsó un botón y una potente fuerza comenzó a atraerle atrapándolo en su interior antes de que pudiera reaccionar.
Luigi apenas unos segundos después de aquello empezó a frotarse los labios con una cara de asco.
- AGH ¡Sabía a..! ¿Sabes qué? Mejor no lo digo. Menos mal que me acordé de que tenía esto.- dijo mientras se volvía a colocar la ropa que estaba fuera de su sitio.
- ¿E-estabas fingiendo?- Preguntó el príncipe una vez que Luigi lo liberó.
- ¡Claro que sí! ¿Por quién me tomas?- dijo mientras su rostro tomaba un tono rojizo.- Solo lo hice para distraerle un momento y poder usar ésto, el nuevo invento para cazar fantasmas del profesor Fesor que me dejó el otro día para que lo probara. Más pequeño y práctico que una aspiradora pero que solo funciona una vez así que hemos tenido suerte de haberle atrapado.
Fue lo único que se me ocurrió.
La caja tembló por unos segundos haciendo que los dos se pusieran alerta, pero de ella salió una luz que devolvió a Luigi a la normalidad.
- ¿Sabes de lo que me he dado cuenta? Que la forma que ha tomado cuando se ha transformado era igual a la de un hombre de uno de los cuadros que vi antes, y que en él estaba con una mujer con el mismo vestido que me ha hecho llevar.
- ¿Crees entonces que es él?
- Está claro que ese era el rey cuando estaba vivo, lo que me preocupa es que yo sea la reencarnación de la chica que estaba con él porque la verdad es que el parecido es más que evidente.- dijo mientras recogía la corona de King Boo del suelo.
- ¿Y no harás ésto cada vez que te enfrentas a él no?
- ¡Por supuesto que no! Aunque si lo dices porque te da celos.- hizo una ligera pausa mientras se acercaba a él.- Solo tenías que decirlo.- rodeó su cuello dándole un pequeño y rápido beso en los labios separándose de él y mirándolo con una sonrisa.
- E-esto oye...- a Peasley no le salían las palabras mientras su cara se quedaba totalmente roja.
El otro comenzó a reírse:
- Vaya, mis dotes de actor son más buenas de lo que creía, debería dedicarme a ello.
Lo observó saliendo por la puerta y soltó un suspiro.
Dios, ese fontanero iba a acabar provocándole un infarto algún día.
Una pequeña Boo apareció a su lado riéndose.
- Está mintiendo. En realidad estaba deseando hacer eso contigo pero se ha puesto nervioso y ha fingido que era broma.
- ¿Quién eres y cómo sabes eso?
Ella no respondió, simplemente desapareció de nuevo guiñándole un ojo y haciéndole un gesto de que fuera con él.
- ¿Peasley, vienes o no?
- Si claro.- susurró y se acercó sigilosamente al de verde cargándolo en sus brazos y robándole un beso volviéndolo a dejar en el suelo.- Ahora si, ya estamos en paz.
Y empezó a avanzar por el camino dejando a Luigi totalmente avergonzado, esperando realmente que aquello no acabara así.
(-_-_~=~_-_-)
Esta historia está inspirada en la animación "The Night" de la fantástica Daría Cohen en Youtube, les recomiendo verla.
Tengo una duda. ¿Esto también cuenta como King Booigi?
Y ahora sí.
Feliz año nuevo a todos ❤
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