capítulo 6: ~el pozo ~

Volvía a casa después del trabajo, me di cuenta de que varía gente del pueblo trabajaba en reconstruir lo que parecía algún edificio antiguo de un castillo, pedí que me dejasen ayudar y así poder llevar más dinero a casa y alimentar aquella mujer que me esperaba con una sorpresa adentro.

Comencé un día después, entraba más temprano a la tienda de Alan y me quedaba hasta medía noche levantando piedras o cargando madera, llegaba muy cansado y lo último que recuerdo es la sensación exquisita de los labios dulces de mi querida Amy.

Todo estaba bien hasta que cuatro días después perdí una apuesta contra los otros tipos y tuve que ir por agua al pozo.

Estaba tan cansado que mis pies flaquearon y caí.

Sip, dentro del pozo.

...

— ¡Sonic! ¡Despierta por favor!

Podía ver el rostro de Aron a metros de mi, alumbrando mi cara con una linterna.

— ya estoy, quita eso de mi rostro.

luego escuche una voz aterciopelada gritando con esfuerzo: — ¡Voy a avisarle a su mujer!

— ¡No! ¡Espera!

— ¿Qué? - respondió una Lince

— no quiero preocuparla, por favor no le digan nada, no quiero que venga aquí.

Alan: ¿Y eso por qué, mocoso?

— te lo diré cuando salga de aquí.

Con dificultad me puse de pie, me di cuenta de que estaba sangrando, pero le reste importancia.

— saquenme de aquí.

Aron: tendrás que esperar chico, los constructores ya fueron por algo para subirte.

— p-pero está todo mojado!

— claro, es un pozo - dijo uno de los tipos de la construcción - ¿Ves aquel tubo pegado a la pared de allí? - después de unos segundo asentí - pues llena el pozo cada 3 horas.

— ¿y cuánto tiempo llevo aquí? - pregunté intentando no ponerme más nervioso

— una hora

— ¡¿Qué?! ¡Sácame de aquí!

— tranquilo niño - dijo Alan - ¡Todos vayan a buscar algo con lo que sacar a ese zopenco de ahí! ... - todos salieron corriendo - Walt, trae esa polea!...

Escuché las voces alejarse y dejarme solo en aquella penumbra, terminé rodeado de humedad y soledad.

Me recosté y me dejé caer hasta que sentí el agua.

Una luz. No pude ver quién la emitía.

Pero era una dulce voz, casi como un ángel.

— estás ahí porque él lo quiso, lo siento mucho, no tuve opción, suplico que me perdones.

Y se fue.

— ¡Oye, espera!... ¡Joder! ¿Pero que demonios está pasando?

Estaba cansando, asustado, no quería sentirme así.

Cerre los ojos y me distraje en mis pensamientos, en todos ellos se encontraba ella, tan hermosa y fresca, hace tiempo cuando empezamos a ser novios me daba cartas que nunca abandoné hasta ahora, se quedaron en el castillo, escondidas en una caja debajo de una baldosa, allí, solas y frías, con perfecta caligrafía impregnadas de sentimientos, cuanto daría por ver sus ojos y decirle que quiero pasar el resto de mi vida a su lado.

Cerre los ojos.

***

— ¡Sonic!

Desperté de un susto, era Aron.

— ¡No te duermas! La hipotermia podría matarte, debes mantenerte despierto.

— ... ¿Cuánto falta?

— tuvimos muchos problemas, alguien destruyó las poleas, intentamos hacerlo con fuerza de los chicos de la obra pero...

— ¿Pero qué? ¿Cuánto falta para que el agua salga?

— 10 minutos

— joder... - desesperado busqué en mis bolsillos el dinero que tenía y se lo lance a Aron - dale eso Amy.

— ah ah, no no, se lo darás tu, saldras pronto de ahí.

Al sacar el dinero me di cuenta de que dejé caer la caja donde tenía el anillo.

No no no

Me tiré al charco que me rodeaba para poder buscarlo, mis manos frías recorrieron todo ese lugar.

— ¡Sonic mira! - una cuerda cayó a mi lado - faltan tres minutos ¡Sube ya!

Escuché crujir las paredes y un pequeño hilo de agua empezaba a emergir del tubo.

No lo encontraba joder.

— ¡Sonic!

— ¡Sal ahora muchacho!

— el anillo! - grité - no puedo dejarlo!.

Aron se apresuró a bajar por esa cuerda y me cogió con fuerza (que desconocían de su parte) por la cintura.

— ¡Vamos ya!

— ¡No!

El agua incremento y el lugar empezó a inundarse más.

Me sentí impotente, Aron me tomó con más fuerza y me obligó a subir, y con lágrimas en los ojos vi como esa oportunidad se iba alejando.

Cuando salimos Aron se levantó en el borde del pozo y me lanzó al suelo.

— ¡Estas demente!

Se abalanzó sobre mi con rapidez y me sujetó del cuello de mi camisa, me sentía tan débil que me dejé.

— ¡Tu vida vale más idiota!.

— Aron déjalo ya - le dijo su padre haciendo que quitara sus manos de mi camisa, mi cabeza volvió al suelo - tranquilo muchacho, ya estás bien.

No supe que pasó, en ese momento no era yo, era un ser herido, cansado y muero del frío.

Con mi velocidad me levanté de inmediato y salí de allí dejando una estela azul eléctrico, más oscura de lo normal.

Llegué a mi hogar, entré azotando la puerta, y las energías me abandonaron, caí, y sentí sus calidas manos.

En ese momento en el que salí corriendo no era yo, era mi lado más oscuro.

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