capitulo 3: ~ El viejo que no sonreía ~
Hoy era lunes, día de trabajo, el fin de semana fue efímero pero necesario, pero ahora, tengo que irme de la cálida cama, ponerme los vaqueros gastados y una camisa blanca algo sucia, Amy estaba aun perdida en las suaves y cálidas cobijas, que envidia, abrí la puerta haciendo que el frió de las 5 de la mañana me calará hasta los huesos, me aferré a mi chamarra y camine por las solitarias calles del pueblo, podía ver mi aliento del frío que estaba haciendo, toque tres veces la puerta café y no tuve que esperar mucho hasta que abrieran la puerta.
— escuché al segundo golpe, niño desobediente. - dijo con su ronca voz.
Ya no me sorprende que este arreglado con sus cargaderas y el cabello bien peinado hacia atras.
— siempre tan radiante viejo
Dije sin mirarle mientras me adentraba en su establecimiento con olor a polvo.
La gente solo venía a este lugar porque básicamente había de todo, desde medicamentos hasta una sandía, nada más, pues el humor del anciano es capaz de asustar a una mosca.
Pero no a este erizo, yo necesito el dinero para mantener mi vida, y a mi vida me refiero a Amy, estaba ahorrando para comprarle unos lindos zapatos.
— ponte a barrer. - me lanzó las escoba como hacía siempre, luego se sentó a leer el periódico.
— ¿Que ese no es el mismo periódico de la semana pasada?. - trate de entablar una charla mientras hacia mi labor de espantar el polvo.
— y de la semana anterior a esa ¡Ahora sigue barriendo y no me distraigas!.
El viejo Alan, así se llamaba su tienda, pase 30 minutos barriendo y 40 organizando las cosas para abrir, a las 6:10 am ya estaba dispuesto para servir, el viejo se paró delante del mostrador y de mala cara comenzó a vender los víveres del desayuno.
— ¡Alan!.- una voz me sacó de mis pensamientos.
Cuando me gire vi a una lince color gris vestida de enfermera, tenia gotas de sudor en su rostro y ni hablar de la cara que tenía.
No tuve ni tiempo de reaccionar cuando el viejo salió no sin antes gritarme que me encargara del sitio.
Genial, voy a trabajar horas extra.
Cogí el teléfono que estaba arrinconado y marque el número de la tienda de Yuliana, solo habían 4 teléfonos en el pueblo, el del viejo, el de Yuliana, en la enfermería y uno publico en la plaza, le dije a Yuliana que le avisara a Amy que iba a demorarme. Colgué de inmediato y me fui a atender la gente que estaba esperando en el mostrador, no sabía que el trabajo de este viejo fuera tan duro, al parecer viene todo el maldito pueblo, trabaje duro hasta la 1:25 de la tarde, me tire exahusto en uno de los sillones, pues al fin tengo derecho a hacerlo, volví al trabajo hasta las las 6:15 y el viejo no volvía, supongo que si era una enfermera tendría noticias de su hijo, espero que esté bien y no reclame sus vaqueros, atendí a un par de personas y cerré el local a las 10 de la noche, que cansado estoy, cerré los ojos por un momento, ahora que lo pienso, no conozco mas allá del local, pues si pasabas un pasillo podrías encontrar la casa del viejo, lo se porque siempre que me voy lo veo perderse por ese pasillo que parece un túnel negro y depresivo, me adentre allí con miedo chocarme con algo y darme en la cabeza con alguna pared, después de unos pasos ciegos pasó lo primero, me choque con un pequeño mueble que me hizo caer de cabeza... ¡Esto me pasa por andar de entrometido! ¿Y ahora que? ¡No veo nada!.
Intenté levantarme pero en vez de eso hice mas desastres, puse mi mano en algo que parecía de metal y creo que he dañado lo que fuese eso, para mi sorpresa hizo un sonido extraño y luego emitió una luz que me hizo cerrar los ojos, cuando me acostumbré al brillante ambiente me di cuenta de que lo que había golpeado era uno de esos viejos aparatos que reproducían películas, es como una cámara gigante o yo que se, soy muy joven para esas cosas, me quede mirando la pared donde se leía
~Our History~
Con una caligrafía perfecta en letra cursiva, pero bueno que es una película casera, decidí quedarme allí, viendo lo que pasaba, el proyector pasaba con dificultad las imágenes.
— Lucy, deja ya esa cámara.- esa joven voz no sonaba enojada, sonaba juguetona
— oh Alan, deja de ser así, anda vamos a jugar.
— ¿Así como? - y el joven rostro de Alan le sonrió a la cámara y se vio como alzaba a esa tal Lucy de la cintura y le dio vueltas - oh Lucy, algún día veremos todas tus grabaciones juntos, tomando café en nuestra casa.
— quien sabe como terminen las cosas Alan.
— yo solo se que quiero que mi vida termine a tu lado
Y así fueron pasando los vídeos caseros grabados por la tal Lucy, el viejo tuvo una buena juventud, eso si, en los vídeos se le veía feliz y sonriente, y yo seguía allí en el suelo, sin apartar la mirada de la pared donde se proyectaba todo eso, mire un reloj, eran las dos de la mañana, iba a levantarme.
— Lucy, no me dejes.
— llámalo Aron.
— ¿Que dices?
Ella miro al bebe que estaba a su lado.
— quiero que llames a nuestro bebé Aron, adiós Alan
Y allí acabo el último video.
ahora entiendo porque el viejo ya no sonreía.
Organice todo el desastre que hice hace horas, la luz del sol se estaba haciendo notar igual como mi cansancio, volví por el pasillo hasta la tienda y en ese momento vi como giraba el pomo de la puerta, entro el viejo, junto a alguien mas, llevaba su brazo sobre su nuca ayudándolo a caminar.
— ¿Erizo? ¿Que haces aquí? Tu turno termino hace horas.
— cuidaba tu casa.
— que amable, dale las gracias papá.
— no te lo pedí, niño, vete a tu casa y no vuelvas hasta mañana. - y se adentró con su hijo por el pasillo.
Eso hice, me fui hasta mi casa y me encontré con Amy en una silla en medio de la habitación.
— ¿Ames? ¿Que haces despierta?
— te he estado esperando desde que te fuiste.
— ay Amy, anda, vamos a dormir.- juntos volvimos a la cama.
***
3:18 de la tarde, por fin despertamos, almorzamos, nos bañamos y nos vestimos, Amy y yo nos fuimos al mercado, no pensaba encontrarme con el hijo del viejo, quien sabe si le puso Aron.
— tu debes ser Sonic ¿Verdad?
— exacto, tu debes ser el hijo de Alan
— sip... - puso su mirada en Amy que tenia cara de no entender nada - ¿Y tu eres...?
Hablo con una voz muy coqueta para mi gusto.
— Amy Rose, un gusto
— hola Amy, soy Aron, el hijo de Alan donde trabaja Sonic
— oh claro, no lo conozco pero Sonic me dice que es un viejo gruñón
— ¿Ah si?
— jeje Ames, debes de estar confundida ^^u
— jaja, no se preocupen, se como es mi padre, no le he visto sonreír hace años, en fin, vine a buscarte, y no fue muy difícil, eres el único erizo color azul por aquí.
— ¿Y para que me necesitas?
— vine a darte las gracias Sonic, no solo por cuidar la casa de mi padre, sino también por hacerle sonreír
— ¿Disculpa? - hablo Amy
— el proyector, mi padre pasó la tarde viendo los vídeos caseros, y sonrió como lo hacía cuándo era joven.
— oh que lindo... Aron ¿Quieres almorzar con nosotros?, Seria un honor para nosotros ¿Cierto Sonic?
— claro, ven con nosotros Aron
***
— cuando todo se calmo, escape, escape junto con varios soldados de esta misma aldea, antes de volver me di cuenta que el Rey de Yurashia se había vuelto loco, o algo así, esta muy afectado desde la muerte de su hijo.
— ¿Ah si? ¿Como saben que murió? - pregunte incomodo e intrigado
— la reina de Athens lo grito a los cuatro vientos toda una hora, al parecer su hija también murió, los rumores dicen que se atravesaron con una misma espada.
— y... ¿Que dijo Jules al respecto?
— ¿Jules? Él no es el rey, la guerra no solo trajo muerte, si no que también trajo al verdadero rey de Yurashia, Zokar, el verdadero padre del difunto príncipe.
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