Capítulo único
Ningún descendiente del apellido Jeon, olvidaría ese día lleno de agonía.
Era el primero de septiembre del año 1935, cuando estaban sepultando a Jeon Jungkook.
¿De qué murió? Se había suicidado o al menos eso se dio a entender cuando lo encontraron colgado en su habitación y con sus muñecas ensangrentadas por la cortada profunda que habitaba en ellas. Nadie creía que aquel muchacho tan alegre haya cometido tal atrocidad.
Todos se encontraban llorando en aquel velorio, pero a la pequeña Jeon de 15 años, le pareció extraño el comportamiento de Kim Taehyung, él se encontraba en una esquina, con apenas pequeñas lágrimas en sus ojos y su mirada estaba perdida. No lloraba de manera despampanante como supuestamente pasaba al ver al amor de tu vida en un cajón o al menos eso creía la niña.
Los amigos de Jungkook se los escuchaba sollozar, pero sus manos tapaban sus rostros, lo cual le pareció aún más extraño a la pequeña.
Luego de ese día la niña de 15 años llamada Sohyun, no supo nada de los amigos y novio de su tan adorado hermano.
Jeon Sohyun extrañaba todos los días y a toda hora a su hermano, así que aprovechaba cada vez que sus padres iban a comprar mercadería y la dejaban sola en la casa, para poder ir la habitación de Jungkook, la cual permanecía cerrada. Ella sentía su presencia. Sabía que su hermano no se había ido del todo. Pero aquel día fue diferente, su madre le había pedido que la acompañase a comprar, ya que su padre volvía más tarde del trabajo.
Junto a su madre estaban comprando carne en el mercado de su ciudad. Mientras que su progenitora hablaba con el vendedor, Sohyun vio a cinco puestos de ahí, dos siluetas conocidas.
─Madre ─dijo con timidez en su voz─ ¿Puedo ir a ver las manzanas?
Su progenitora asintió con la cabeza.
La niña se dirigió al puesto de verduras y frutas, que se encontraba a tres tiendas del lugar donde vio aquellas siluetas.
Al llegar al puesto y mirar disimuladamente hacia aquellas personas, la dejó helada al distinguir quienes eran.
Kim Taehyung y Jung Hoseok.
El novio de su hermano y el mejor amigo del difunto, iban tomados de la mano.
− Ahora son pareja− la niña pegó un brinco del susto ocasionado por su madre, ya que no la escuchó llegar por lo concentrada que se encontraba. – Con tu padre, nos enteramos dos meses después de la muerte de tu hermano.
− P-Pero... ¿cómo? Él amaba tanto a Jungkookie. No le puede hacer esto− Sohyung masculló con irritación.
− Tu hermano no está y Taehyung tiene derecho a rehacer su vida junto a alguien más.
− Pero es el mejor amigo de Jungkook.
− Nadie elige de quien enamorarse, hija.
La niña dejó la conversación ahí, ya que no tenía nada más que replicar.
Ellas terminaron sus compras rápido y se dirigieron a su hogar.
En la casa Jeon, se encontraban todos afligidos porque se acercaba el aniversario de la muerte de Jungkook.
Los padres del difunto se fueron a hacer las compras de todos los días al mercado, dejando sola a la pequeña Sohyun.
La niña aprovechó que sus padres se fueron, para poder ir a la habitación de su hermano. Pero esta vez había tomado la Ouija que tenía oculta de sus progenitores.
Era un secreto que conservaba con el difunto, aunque no era el único que compartía con él.
Al entrar al cuarto, se sentó en el piso y la tabla, la había posicionado enfrente de ella.
Colocó dos dedos de ambas manos, sobre el puntero que pertenecía a la tabla.
Respiró hondo y exhaló.
─ ¿Se encuentra algún espíritu que habite esta habitación?─ su elevada voz hizo eco en aquella habitación vacía.
El puntero se movió sobre la letra "S" para luego ir a la "I".
"Si".
─ ¿Podrías decirme tu nombre completo?
J-E-O-N
J-U-N-K-O-O-K
"Jeon Jungkook".
─ Hermano─ murmuró─ ¿Qué es lo que no te deja descansar en paz? ¿Qué es lo que necesitas? ¿Por qué sigues aquí?
V-E-N-G-A-N-Z-A
"Venganza".
La respuesta la dejó sorprendida.
─ ¿Qué necesitas que haga?
R-E-V-Í-V-E-M-E
"Revíveme".
Solo una bruja podía hacerlo y Jungkook sabía que su hermana lo haría.
─ Vale─ tragó duro. ─ Adiós, hermano y gracias por comunicarte conmigo.
A-D-I-Ó-S
"Adiós".
Con eso último, se levantó y juntó los elementos que se encontraba en el suelo.
Guardó la tabla de Ouija en su habitación y permaneció allí toda la tarde, empezando a idear el plan para revivir a Jungkook.
Ya era primero de septiembre y el plan de Sohyun iba a la perfección.
A las dos de la tarde su familia fue al cementerio para llorar en la tumba de su hermano.
Ella se excusó para no ir.
A las tres se iban a la misa que organizaron para honrar la memoria del difunto.
Aprovechó todas esas horas que no había ningún familiar que tuviera un ojo puesto en ella y se dirigió a una cabaña que quedaba escondida en medio del bosque desolado de aquel lugar.
Había dejado todo lo que necesitaba para el momento de traer del mundo de los muertos a Jungkook.
Eran las seis, toda su familia volvió de la iglesia y tras horas de llanto que tuvieron anteriormente, se habían puesto a recordar a Kook con alegría y festejaron su cumpleaños por más que él ya no se encontraba entre ellos.
Solo dos horas más, pensaba la niña.
El tiempo parecía que pasaba demasiado lento para el gusto de Sohyun.
Sus padres se encontraban junto a sus tíos y abuelos, contando anécdotas y riendo. Sus primos jugaban entretenidamente.
Sonrió al ver que nadie notaba su presencia.
Se acercó sigilosamente por la puerta, no sin antes tomar el reloj de bolsillo de su padre, y finalmente salió.
Estaba cavando la tumba de su hermano, bajo la oscuridad de la noche. Maldijo por no haber traído una linterna, ya que la luz de la luna no alumbraba lo suficiente.
Finalmente al toparse con el cajón que almacenaba el cuerpo de su hermano, forzó la cerradura con la misma pala que lo desenterró.
Al abrir el cajón, quiso vomitar por el olor repugnante que salía de allí.
Tomó con gran cuidado el cuerpo de su hermano. El brazo del fallecido lo pasó por su cuello y lo sostuvo.
Arrastrando el pesado cuerpo, se fue dirigiendo al bosque que se encontraba a un costado de la calle de tierra.
Luego de media hora caminando con el putrefacto cuerpo, divisó la cabaña y con pasos más rápidos la alcanzó.
Depositó al cadáver en el piso de aquel lugar.
Tomó el libro de hechizos y leyó cada uno de los ingredientes con cuidado.
1. Salvia officinalis.
La inhalación de saliva ardiente.
2. Colomba sanguinem.
La sangre de una paloma.
3. Litus de pilis dilecti.
Un mechón de cabello del difunto.
Hizo un círculo de sal alrededor de la anatomía que se encontraba tendida en el suelo. Luego abrió el tejido de su dedo índice y con la sangre que brotaba de él, dibujó un pentagrama invertido en el pecho descubierto del joven. Con la sangre de la paloma cubrí las cortadas cosidas de sus muñecas y la marca de la soga que adornaba en su cuello.
Apagó el caldero que tenía prendido con anterioridad, mezclando aquella saliva caliente y humeante, con el cabello que le pertenecía al cadáver.
Tomó la pluma de la paloma que masacró y con el vapor que salía de ese pequeño recipiente, lo esparció por todo el cuerpo de su hermano durante veinte minutos. Y así lo hizo durante diez días seguidos.
A la suerte de la niña que nadie se haya dado cuenta de sus extrañas actividades y actitud levemente sospechosa.
Hoy sería el décimo y último día en el que tenga que esparcir ese vapor a su hermano. Por eso tuvo que buscar una excusa para sus padres, ya que se tenía que quedarse junto a Jungkook a la hora que despertase porque este se encontraría confundido y seguramente asustado por salir del sueño eterno luego de un año, una semana y tres días.
Eran las ocho y media como la primera vez que hizo el conjuro, pero con la diferencia que al terminarlo pronunció las siguientes palabras:
─ Calpriziana Offina Alta nestra fuero menut. Azazel te lo presentamos en cuerpo y alma. Señor del inframundo, te ofrecemos nuestra obediencia y devoción eterna hasta que la muerte santifique esta unión impía. Berald Beroald Gab Gabor Agaba! ¡Vuelve a la espiral mortal! ¡Surgir!
Miró detenidamente a su hermano.
La mano del ex difunto se había movido. Su siguiente acción fue mover sus ojos y pasearlo por toda habitación hasta enfocarse en la pequeña que lo observaba con los ojos grandes.
─ Jungkookie. Hermano─ murmuró la pequeña, aún sin creer que trajo a la vida al ser que más adoraba.
El mencionado trató de contestarle, pero al momento de abrir la boca, no pudo salir nada de ella. Él entró en pánico al darse cuenta que le costaba hablar y al tratar de pararse, sus piernas no habían reaccionado. Lo único que pudo hacer fue gritar de desesperación.
─ Hermano, pare por favor─ le dijo la muchacha. Tomó el rostro de Jungkook entre sus manos. ─ No grite. Lo ayudaré, pero no se desespere.
El muchacho más calmado, trató de brindar una sonrisa a su hermanita.
Ella pasó el brazo del joven alrededor de sus hombros y lo ayudó a sentarse en una de las sillas de madera que se encontraba allí.
─ Hermano, le quiero explicar el por qué no puede caminar y hablar ─ empezó por decir Sohyun. ─ En el libro aclara que su cuerpo tiene que acostumbrarse nuevamente al movimiento y al habla, ya que durante todo el tiempo que usted estuvo inmóvil, su anatomía olvidó esas habilidades. Y como usted murió hace un año, si pone de sí, en menos de lo que piensas podrá volver a la normalidad.
El revivido sólo asintió con la cabeza en modo de respuesta.
Había pasado una semana y seis días de la recuperación de Jungkook.
Era domingo por la tarde cuando Sohyu se escabulló a la salida de su casa para ir a la cabaña, la cual su hermano no salió. Ella solía llevarle alimentos y agua.
Ellos se encontraban en silencio hasta que la niña decidió terminarla.
─ Jungkookie. Hermano, ¿puedo hacerle una pregunta?
─ Adelante.
─ ¿Por qué acabó con su vida? ¿Por qué decidió dejarme sola? ─ su voz se había quebrado en la segunda pregunta.
Él lanzó una risa seca.
─ No puede ser, ¿realmente tú crees esa estupidez de haberme suicidado? Te creía más inteligente, hermanita.
─ Pero tus muñecas estaban cortadas y usted se encontraba colgado.
─ ¡Exacto! ─ exclamó Jungkook─ Me encontraba con las venas cortadas, lo que quiere decir que mi muerte fue causada por un desangrado, pero también me encontraba colgado, lo cual marca que pude haber muerto por la asfixia. Entonces, ¿de qué morí primero supuestamente? ¿Cómo hice para colgarme si me estaba desangrando o de qué manera pude cortarme las venas, si lo primero que uno hace a la mínima sensación de asfixia es llevarse las manos al lugar que le impide respirar? Usa la cabeza.
Sohyun se quedó meditando lo que le dijo su hermano. Sus ojos se abrieron enormemente al darse cuenta de lo que realmente pasó.
─ ¿Cómo se encuentra madre y padre? ─ preguntó el joven tratando de cambiar el tema de conversación, ya que recuerdos que no quería, venían a él.
─ Ellos se encuentran bien. Te extrañan demasiado.
─ Lo sé, yo también los extraño─ respondió melancólico.
─ Hermano, ¿por qué querías volver al mundo de los vivos?
─ Ya te lo he dicho. He vuelto por venganza.
─ ¿Por qué y a quién?
─ Vengo a cobrar con vida de todos aquellos que me pagaron con traición.
─ ¿Traición?
─ Si y no te atrevas a preguntar quiénes, porque tú lo sabes muy bien.
─ ¿Cuándo comenzarás con tu plan?
─ Mañana por la noche. En total son ocho personas. A seis los mataré día por día y a dos de ellos, les haré pagar el séptimo.
─ Pero en siete días será el aniversario del pueblo y siempre hacen festival.
─ Por eso mismo lo haré ese día. Todos estarán distraídos, no se darán cuenta de nada.
Al terminar de escuchar a su mayor, Sohyun se fijó en el reloj de bolsillo que era de su progenitor y se dio cuenta que se hacía tarde para la hora que acordó con sus padres para ir a retirar sus trajes que compraron para el festival. Se despidió de su hermano y fue corriendo lo más rápido posible a la tienda.
─ Padre, madre, lo siento por llegar tarde, me he distraído en el camino.
─ Está bien, cariño─ le respondió la madre
El progenitor de la niña tomó los trajes que le entregó el sastre y salieron de la tienda.
Al cruzar la puerta, la niña tropezó con un hombre.
─ Lo siento, seño...─ se quedó sorprendida al ver de quien se trataba─ Taehyung.
El muchacho se puso nervioso al ver la mirada acusadora de la adolescente.
─ S-Sohyun, cuánto tiempo ─ habló Kim en forma de saludo.
La rabia que habitaba en ella era imparable. Tan solo recordar lo que su hermano le reveló.
─ ¿Cómo osas siquiera hablarme? ─ masculló con cólera.
─ No entiendo, a ti no te he hecho nada─ dijo mientras trataba de alejar el sentimiento de culpa.
─ A mí no, pero a mi hermano sí ─ murmuró para luego empujarlo a fuera de la tienda─ ¡Maldito infeliz!
─ ¿Qué?
Él trataba de verse desentendido sobre la acusación de la menor.
─ ¡Traición! ─ volvió a gritar─ Has traicionado a mi hermano.
Sohyun lo empujó una vez más, pero cuando lo iba a volver a repetir su padre la atajó.
─ Lo siento, joven Taehyung. Mi hija aún sigue conmovida por su muerte y acumuló enojo al saber que salía con el joven Jung. Sólo trata de descargar su dolor por la pérdida de su hermano.
El mencionado no emitió palabra alguna.
El hombre tomó el brazo de su hija para marcharse, pero ella se soltó de su progenitor y de un gran paso se colocó frente a Kim para murmurar lo siguiente:
─ Haz matado a Jeon Jungkook y la sangre se paga con sangre, recuérdalo.
Y con eso último se marcharon, dejando a un Kim Taehyung más pálido de lo común.
Jeon Jungkook se encontraba nervioso y ansioso, tan así que no permitió que su hermana entrara a la cabaña e incluso le advirtió que estuviese alejada.
Él solo quería protegerla.
Tenía todo preparado para esa noche y las que le seguían.
Lo único que le quedaba hacer hasta que la luna esté en su punto más hermoso, era sentarse y llorar. Si, llorar por su corazón roto, ya que por más que no latiese como antes, seguía doliendo.
Estas heridas no parecen sanar.
Este dolor es muy real.
Hay tanto que el tiempo no puede borrar.
Él se empezó a definir como un idiota porque nunca quiso darse cuenta que Taehyung ya no lo amaba. Que por más que estuviese a su lado, se sentía ausente.
He intentado con todas mis fuerzas decirme que te has ido.
Pero aunque todavía estás conmigo, he estado solo todo este tiempo.
Jungkook secó sus lágrimas y sonrió tétricamente al ver a la preciosa luna resplandecer.
Era hora.
Una joven muchacha llamada Yerim, caminaba furiosamente por las oscuras calles
¿Qué hacía tan tarde una joven caminando? Simple, había tenido una discusión con su padre y decidió escapar.
Escuchó unos pasos detrás de ella y empezó a moverse más rápido, hasta que tropezó.
Quiso llorar al pensar que un demente le haría cosas indescriptibles a su cuerpo, pero al mirar a su espalda no había nadie allí.
Se levantó perezosamente, limpió con sus manos la suciedad que se impregnó en su ropa y finalmente miró al frente.
Tragó duro y tembló de miedo.
No podía ser, no era real, ¡él estaba muerto!
Eso se decía mentalmente mientras corría sin saber por dónde pasaba.
Corrió y corrió, hasta que se topó con una pared.
Se dio cuenta que era un callejón sin salida alguna, se dirigió a la entrada de aquel lugar, pero al tratar de escapar se encontró con aquella persona.
─ Buenas noches, mi querida mejor amiga ─ habló el joven que se encontraba enfrente de ella.
─ J-Jungkook─ no pudo evitar tartamudear. ─ ¿C-Cómo estás aquí? Tú estás...
─ Muerto─ completó Jeon─ Lo sabes muy bien, ¿no?, tú estabas cuando agonizaba.
─ Lo siento ─ murmuró
Él dio una risa sarcástica.
─ ¿Por qué lo sientes? Si eres una gran amiga. Has estado conmigo hasta mi último momento y como buen amigo que soy también me quedaré contigo hasta el final que lamentablemente será pronto.
Jungkook sacó una hermosa arma blanca con mango bañado en oro y se lo clavó en el delicado cuello de aquella muchacha haciendo que esta grite de dolor.
Un precioso líquido carmesí brotaba de la garganta marchando la bonita gargantilla de plata que le había regalado su padre al cumplir cinco años.
─ Mejores amigos hasta la muerte─ murmuró mientras pequeñas lágrimas mojaban sus redondas mejillas.
Martes, 11:00 pm.
Otra noche en la cual Jungkook tendría que acabar con otra vida.
Él esperaba a su próxima víctima en donde la luz lunar no alumbraba.
Sabía que Park Jimin salía a estas horas de trabajar, una vez a la semana.
¿Qué relación tenía Park con él, aparte de ser uno de los cómplices de su muerte? Era el mejor amigo de Taehyung y uno de los enamorados del mismo.
Jimin mataría por Kim, de eso no había duda alguna.
El joven Park caminaba alegremente por el camino lleno de rocas.
Estaba tan feliz que no se dio cuenta que alguien lo seguía, hasta que vio aquella arma blanca apuntando a su garganta.
Jimin tomó el brazo de su victimario alejando el arma de sí.
Se dio vuelta para enfrentarlo y un gran escalofrío lo recorrió por completo al ver quien era aquel sujeto.
─J-Jungkook─ tartamudeo Park.
─Mi querido Jiminie─ Jeon le regaló una sonrisa hipócrita─ ¿Y esa cara? Parece que has visto un muerto.
El mencionado anteriormente, dio un paso hacia el otro y su puño fue a la cara de Kook.
─ Oh, Jiminie, nunca debes golpear a alguien que puede acabar con tu estúpida existencia.
Pero Park hizo caso omiso a aquella amenaza y se tiró contra Jeon para darle pelea.
En el momento que su cuerpo impacta contra aquel suelo rocoso, su daga se le resbala de su mano, cayendo a varios centímetros alejada de él.
Los puños de Jimin caían todos a la anatomía de Jeon. Pero este lo tomó de las muñecas e hizo un movimiento rápido dejando a Park en el suelo.
Jungkook sabía que si iba a buscar su cuchillo, la ventaja que tenía ahora se le iba a terminar, así que sujetó la roca más cerca y lo impactó repetidas veces en el cráneo de Park, haciendo que este se comience a romper por el fuerte impacto, el cual se repetía constantemente. Este sabía que su muerte se acercaba así que dejó de luchar y sujetó fuerte la fotografía de él junto a Taehyung, que estaba guardaba en el bolsillo izquierdo de su saco.
Su cabeza se iba quebrando mientras él sentía la dulce agonía de su cruel final.
Jeon al ver que el otro había dejado de respirar, soltó la roca y metió la mano en el bolsillo del ahora difunto, para observar que era a lo que tanto se aferraba al morir.
Soltó una corta risa al ver la foto.
La sonrisa de Taehyung era tan grande que Jungkook llegó a extrañarla nuevamente.
Solías cautivarme con tu resonante luz,
Ahora estoy atado por la vida que dejaste atrás.
Tu rostro aparece en mis sueños más placenteros, tu voz se llevó mi cordura.
El día más esperado por Jungkook había llegado, ya que sería su asesinato más elaborado
El miércoles había matado a su gran amigo Kim Seokjin, lo había apuñalado de espalda como el difunto había hecho al traicionar su amistad.
El jueves a Kim Namjoon.
El viernes a Min Yoongi.
Y el sábado finalmente a Lim Jaebeom.
Habían sido muertes tan básicas y aburridas.
Pero el día de hoy sería diferente, al fin tendría su verdadera venganza.
Acomodó el saco de su traje y tomó en su mano aquel pañuelo cubierta de un líquido que te hacía abrazar a Morfeo.
Había seguido a los dos tortolitos todo el día a la espera de que ambos se separasen al menos un minuto, cosa que pasó. Hoseok se dirigió al baño y Jungkook aprovechó que estaba lejos el camino a los sanitarios.
Jung se acercó al lavabo del baño y al levantar la mirada hacia el espejo vio un reflejo, se dio vuelta para poder observar mejor, teniendo una buena vista de Jeon a su frente. Antes de que grite Jungkook tomó el pañuelo humedecido por la sustancia mencionada anteriormente, cubriendo la boca y nariz del contrario.
La sustancia hizo efecto rápidamente y Kook se lo llevó sigilosamente a la cabaña, donde lo ató a unas de las sillas.
Había pasado una hora desde que Hoseok desapareció. Taehyung se encontraba preocupado y salió corriendo a buscarlo preocupadamente.
Kim empujaba a cualquiera que se metiera en su camino. Temía por la vida de su novio.
─ Taehyung ─ aquello fue suave como una brisa, pero al mencionado no lo sintió así. Él conocía a la perfección aquella dulce voz. Pero para Kim fue un sabor agrio.
Taehyung quedó estático en su lugar, buscando a alguien que no debería estar ahí.
Lo vio.
Jeon Jungkook se encontraba tan lejos de él.
Kim corrió hacia su ex, gritando su nombre, pero Kook se alejaba como un niño al jugar.
Taehyung corría hacia su muerte.
Él no se había dado cuenta que estaba en el bosque hasta que vio a Jungkook entrar a esa vieja cabaña. Kim también entró.
─ Jungkook─ murmuró aún sin creer que Jeon estaba allí.
El mencionado hizo lo posible para evitar llorar al estar enfrente a la persona que amó profundamente hasta que sus ojos se cerraron.
─ Volví, amor.
Taehyung se sentó en la silla que se encontraba delante de una sábana que cubría algo que no le interesaba.
El mayor no podía salir de su estado de shock.
─ ¿No estás feliz de volverme a ver, cariño? ─ preguntó el menor mientras que se dirigía a la espalda de Kim. Tomó una soga fuerte y atrapó el cuerpo que aún estaba sentado.
─ ¿Qué demonios? ─ dijo Taehyung para después mover su cuerpo tratando de librarse de aquella soga, cosa que no sucedió porque Kook fue más rápido y lo terminó de atar.
Jungkook se arrodilló y posó su mentón en la pierna del contrario soltando una pequeña risa.
─ ¿Sabes lo que me causa gracia? ─ sus bonitos ojos se encontraron con los del hombre que ama─ Que los otros corrieron de mi al verme, menos Jiminie que dio buena pelea, pero tú has corrido hacia a mí y no lejos, como los demás.
A Taehyung la rabia golpeó duramente al saber que Jimin, el cual consideraba casi un hermano, fue asesinado por el sujeto se entraba a su vista.
─En el caso de Park, no pude evitar sentir lástima por él. Sabes, mientras le cebraba el cráneo con una roca, él muy idiota. No dejaba de pensar en ti ─ continúo y tomó el rostro ajeno─ Con Park tuvimos algo en común, ambos te amamos hasta nuestro último día, pero lamentablemente tuvo que quedarse con su amor unilateral al igual que yo.
Kim solo dio una risa sarcástica como respuesta.
─ Fuiste un hijo de puta con los dos, Taehyunie.
Ninguno dijo palabra alguna al escuchar quejidos que venían de la sabana y ver como se movía la misma.
─ Oh, mira nada mas quien ha despertado─ Jungkook destapó el cuerpo que se encontraba cubierto por aquellas tela. ─ Eres un dormilón.
Esa persona trató de librarse de aquel amarre pero le fue imposible.
─Hoseok─ murmuró su pareja.
─Taehyung ─ dijo como respuesta.
─ Este reencuentro me ha dejado tan afligido ─ Jeon fingió secarse una lágrima.
─ ¿Qué quieres de nosotros, Jungkook? ─ Kim preguntó de forma dura.
─ ¿Te acuerdas de lo que mi hermana te ha dicho? La sangre se paga con sangre, cielo.
─ Entonces libéralo. Yo tuve la idea de matarte ─ habló Jung─ Y si te preguntas el porqué, fue porque estaba celoso de que volviera contigo, no lo quería perder.
─ A mí no me importa de quien fue la maldita idea. A mí me importa quienes me han traicionado, Hoseokie.
El mencionado se largó a llorar, ya que sabía que este sería su final.
─ Dime Hoseokie, ¿a quién quieres más, a tu hermano o a Taehyung ?
El llanto de Jung se intensificó.
─ Responde, cariño. No tengo toda la noche.
─H- Hermano. Mi hermano─ dijo en un balbuceo entendible.
─ Entonces te desataré y matarás a Taehyung. Tú has elegido.
Jungkook se dirigió a Kim y tomó su rostro entre sus manos.
─Taehyung, tan sólo me hubieses dicho que querías terminar lo nuestro porque te habías enamorado de él. Yo no pondría trabas, ya que para mi estaba primero tu felicidad ─ rió seco.─ E incluso habría aceptado la cita que Yoongi me propuso una semana antes de mi muerte.
Por primera vez Kim se sentía arrepentido.
─ Kook, lo siento. Realmente lo hago.
El mencionado sólo sacudió la cabeza en forma de negación.
─ Ya es muy tarde para arrepentimientos, ¿no crees? ─ Jeon se permitió soltar una lágrima.─ Cuando llorabas, yo secaba todas tus lágrimas. Cuando gritabas, yo luchaba contra todos tus miedos. Y tomé tu mano durante todos estos años. Pero tú, todavía tienes... todo de mí. Y eso me hace odiarte más.
Ahora Jungkook se había acercado a Hoseok para desatarlo y darle el arma blanca con la cual había matado a los otros. Pero a antes de dejarlo completamente libre, lo tomó de los cabellos y le dijo lo siguiente:
─Si llegas a hacer alguna estupidez tu hermano pagará las consecuencias. No tientes a la suerte.
Jung se arrodillo delante de su pareja.
─Lo siento, cariño. No lo quiero hacer, pero tampoco quiero que le pase algo malo a mi hermano.
─ Te entiendo, mi amor. Apuñala lo que te pertenece, mi corazón.
Ambos se quedaron mirándose fijamente y llorando, pero a Jungkook se le acababa la paciencia.
─ ¡Vamos mátalo! ─ gritó.
Quería que Taehyung sintiese lo mismo que él, al ver que el amor de tu vida acaba con la misma. Anhelaba que viviese en carne propia la agonía que recorriera cada rincón de su ser. Deseaba que ambos sufrieran. Kook quería verlos retorcerse de dolor y angustia, que sus corazones se rompiesen al igual que el suyo.
─ Te lo digo una vez más. Lo siento por todo el daño que te he causado, Jeon Jungkook, tanto en vida como en muerte.
─ Yo no, Kim Taehyung. Yo no siento nada.
La daga acabó con su última víctima. Aquella arma blanca atravesó el corazón que alguna vez le perteneció.
Hoseok se había quedado llorando arriba del cuerpo del difunto. Jeon aprovechó aquel momento de debilidad tomando la soga con la que lo había amarrado y la colocó alrededor del cuello ajeno apretándole fuertemente, haciendo que Jung perdiera la capacidad de que el aire entrase y así perdiendo la vida.
Jungkook salió a tomar la pólvora que se encontraba entre los arbustos y lo esparció alrededor de la cabaña.
─Jungkookie. Hermano.
El mencionado se dio vuelta y le dedicó una bonita sonrisa a Sohyun.
─ Cariño, ¿qué haces aquí? ─ Jungkook le preguntó dulcemente.
─ Quería saber cómo te encuentras.
─ Estaba esparciendo la pólvora para destruir esta cabaña y como ya termine, iré a prenderla.
El Jeon mayor abrió la puerta pero su hermana lo detuvo.
─ ¿Por qué entras? De afuera también se puede encender.
Jungkook le dedicó una sonrisa triste y la abrazó fuerte.
─ ¿Sabes que eres lo mejor que la vida me pudo dar? ─ la voz del joven se fue quebrando─ Gracias por ayudarme ahora y siempre. Eres una niña muy valiente, noble y capaz de todo. Nunca cambies tu forma de ser, estoy seguro que a más de un niño o niña, lo amará.
─ ¿Por qué suena como una despedida, hermanito? ─ preguntó mientras lloraba.
─Porque sabes que lo es, princesa. Ya no pertenezco a este mundo. No te preocupes por quedarte sola, siempre tendrás a madre y a padre. Yo te cuidaré, no te prometo que desde el cielo, pero en el lugar que mi alma vaya, te acompañará para protegerte. Adiós, dulzura.
Él besó su frente.
─ Adiós, hermanito.
Desde aquel día Sohyun trata de recordar a Jeon Jungkook con una gran sonrisa.
Hola dulzuritas🌠
Hace tiempo que no dejo notas en mis historias
Les quería agradecer el apoyo 💕
Me gustaría que vayan a darle amor a la historia original, la cual es yoonkook, que se encuentra en la cuenta uwu
Espero que les haya gustado esta OS que hice con mucho amor💞
Besitos❤
-lilith
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