Chapter 3

"Un compañero verdadero, ama en todo tiempo"

— Sigues siendo una dulzura, Jimin— Dijo una voz familiar detrás de mí.

— Y tú no has cambiado para nada, Kim Taehyung— Dijo dándose la vuelta para poder verlo a los ojos— sigues siendo un impertinente.

El chico de la sonrisa cuadrada enseño los dientes y le dio una palmadita en la espalda.

Él era Kim Taehyung, su amigo de toda la vida. Kim Taehyung amaba leer libros al igual que él, y era profesor de lenguaje y literatura en una academia cercana a la biblioteca. Era el amigo de su infancia y compartían muchos gustos. Hace mucho tiempo Jimin creyó que tenía sentimientos por Taehyung, pero después se dio cuenta de que solo lo veía como su mejor amigo y que sus sentimientos hacia él no eran de amor sino de amistad. Lastimosamente no se veían muy seguido, pero aún así se querían y apreciaban mucho.

— ¿Qué haces aquí?— preguntó.

— Estoy bien, gracias— Dijo sarcásticamente— Estoy aquí porque quería verte.

— ¿Y nada más por eso?— le parecía raro que viniera hasta acá solo para saber si estaba bien, eso no era común y más si tenía trabajo.

— En realidad no, ¿Quería saber si querías cenar conmigo hoy?— Preguntó.

— Me encantaría Tae, pero ya tengo planes para esta noche— Dijó tristemente. le hubiera gustado que llegara antes y así poder haber salido con él esta noche.

— ¿ah sí? No lo sabía. ¿Y qué vas a hacer?— me preguntó.

— Jungkook y yo iremos a cenar a casa, pero si quieres puedes unírtenos— Ya se le había prendido el foco, de una u otra manera haría que saliera con él ese día.

— ¿Suga estará ahí verdad?

— Supongo que sí, él nunca sale de casa— Respondió.

— Entonces paso por hoy. Sabes que tu gato me odia con todas sus fuerzas Jimin, y más vale prevenir que lamentar— En parte Taehyung tenía razón, a Suga no le agrada para nada la compañía de Taehyung y Jimin aún no lograba comprender ¿por qué? Ya que por más que taehyung se esforzara por ganar su confianza, siempre todo le salía mal. El pobre Taehyung siempre terminaba con un rasguño en la cara o en alguna otra parte de su cuerpo, la última vez incluso rompió su saco favorito. Cuando Suga veía a Taehyung se conviertía en un gato diferente, pasaba de ser un gato tranquilo y pacifico a ser un gato poseído por el demonio. Jimin simplemente no entiendía su hostilidad hacia Taehyung.

— Tienes razón, aún no logro comprender el por qué de ese comportamiento contigo— Dijo agachando la cabeza.

— No te preocupes Jimin— Dijo tomando su mentón y levantándolo para que lo viera a los ojos.— Yo sé que en el fondo también me quiere— Y seguramente bien en el fondo porqué ni siquiera lo demuestraba, al menos eso es lo que pensaba JImin.

— Entonces dejaremos nuestra cena para otro día ¿te parece?— Preguntó; él asintió y miró el mostrador detrás de él.

— ¿Jimin? ¿Ese anillo es tuyo?— Preguntó dejándolo confundido. Ese día no había traído ningún anillo consigo, ni siquiera recordaba tener alguno siquiera.

— ¿Cuál anillo?— preguntó.

— El que está sobre tu libro— Respondió y lo rodeo para tomarlo. Se regresó y le dio el anillo. Era muy lindo y extraño. Era un poco común pero el estilo que tenia lo hacía lucir aun mas especial. Tenía dos gatos entrelazados entre una piedra de color negro, parecían piedras preciosas autenticas, aunque no creía que lo fueran.

— Esto no es mío— Dijo mirándolo a los ojos.

— Tal vez es de algún cliente ¿recuerdas a alguien que haya venido hoy y que pudo haberlo dejado por error?

— No ha venido nadie, a excepción de la pequeña niña que acaba de irse, y no pudo haber sido ella porqué estuvo conmigo en todo momento, me habría dado cuenta.— Explicó.

— ¿Qué sucede aquí?— dijo una voz a sus espaldas. se volteó y dándose de que solo se trataba de su jefe, Kim Seokjin. Aunque siendo sinceros, el que ambos hubiesen sido compañeros en la escuela hacía que el trató entre ambos fuera más de amigos que de trabajo. Era extraño pero en esta biblioteca todos se conocían desde hace años y eso lo volvía interesante debido a que se conocemos sus puntos debiles y podían molestarse los unos a los otros.

— No pasa nada. Solo que encontramos este anillo— Dijó alzándolo para mostrárselo— No es mío y no tenemos idea de quién lo dejó.

— ¿En dónde lo encontraste?— preguntó.

— No fui yo quien lo encontró. Taehyung fue quien lo vió sobre mi libro— Dijó señalando el libro sobre la mesa. Él se acercó y tomó el libro entre sus manos y le dió una hojeada.

— ¿Otra vez estás leyendo Luz negra?— Era la cuarta vez que se lo preguntaba en esa semana, así que solo rodó los ojos ante su pregunta— Esté anillo es tuyo— Afirmó.

— ¿Por qué lo dices Jin? — Pregunté.— Que yo sepa no uso anillos nunca.

— Por esta nota— Dijo y le paso el papel que estaba dentro del libro.

Lo tomó y leyó lo que esta contenía.

"Para tí querido escritor incomprendido. Espero que este anillo te ayude a encontrar el amor de tu vida y la alegría de tu profesión"

Una nota corta y significativa. Jimin se pregunto, ¿quién pudo haber dejado algo así para él? Los pocos que sabían de ese sentimiento de incomprensión e inutilidad que sientía de vez en cuando eran jungkook y Suga. Ni siquiera Taehyung lo sabía.

— No sé de quién es— Dijó viéndolos a ambos.

— Bueno, no importa. Al fin y al cabo es tuyo— Afirmó Jin— Aún así me da la impresión de haberlo visto en otro sitio. Investigaré un poco más para ti— Dijo sonriendo.

— Y con investigaré te refieres a que quien lo hará seré yo— Vociferó Jungkook entrando a la escena.

— Aprendes rápido, Jeon— Dijo el jefe para molestarlo aún más.

— ¡Basta!— Vociferó tratando de aplacar la tensión— Te agradezco mucho el gesto Jin, pero tenemos que irnos— Dijo mientras guardaba sus cosas en su maletín y lo colgaba en uno de sus hombros.

— Vayan con cuidado— habló Jin dirigiendo sus palabras al pequeño grupo— tú y yo tenemos que hablar— le dijo a Taehyung. Jimin ahora comprobaba que Taehyung no estaba ahí solo para verlo. Tener una charla con Jin era el verdadero propósito de su visita a dicha biblioteca. Ambos se despidieron de Jimin y Jungkook y se fueron por su lado.

— ¿Nos vamos, Jiminnie?— Preguntó Jungkook.

— Vámonos— Dijo para salir de la biblioteca junto con él.

Iban caminando,  pasos tranquilos, no había ninguna prisa para llegar a casa, excepto por Suga claro. Sin darse cuenta llegaron al parque en el que encontró a Suga algunos meses atrás. Estaban en silencio, ninguno decía nada, Jungkook miraba hacia adelante y Jimin miraba atentamente el movimiento de sus pies al dar cada uno de sus pasos. 

— ¿Puedo hacerte una pregunta, Jimin?— habló repentinamente, sacándolo de sus pensamientos, si es que había alguno dentro de su cabeza.

— Claro, pregunta lo que quieras.

— Sé que no debería pero, ¿Cómo te fue en la entrevista con la editorial?— Esa pregunta; la verdad todo había salido mal, como siempre.

— Igual que siempre. Fuí rechazado otra vez.— Contesté tristemente, aunque no había sido ni siquiera un poco de sorpresa en sus palabras, casi no tenían emoción, ya estaba acostumbrando al fracaso, según, era un fracaso.

— Es una pena. Me gustaba mucho ese libro que habías creado— Palmeó su espalda tratando de darle ánimo, ya estaba harto de eso.

— A mí también.

— ¿Y qué dijeron está vez?— Estaba haciendo preguntas que no le apetecía contestar en ese momento, pero lo al final acababa respondiendo porque quería hablar con alguien y desahogarse un poco. Sabía que Suga siempre lo escuchaba, pero no era lo mismo a tener una conversación con alguien que sí podía hablar y razonar. Aunque los consuelos de Suga le encantan, eran siempre muy dulces y cariñosos.

— Lo de siempre. La historia es buena, pero defiendo demasiado lo que pienso y deseo, y ellos no iban a permitir una obra llena de errores. Tenía que amoldarme a lo que ellos querían y yo no voy a permitir eso— Era terco, hemos de admitir que lo era endemasoía, defendía lo que pensaba y no le importa si eres el director de la Real Academia Española, era su obra y haría con ella solo lo que él quisiera.

— Entiendo. No te digo que debes cambiarla, después de todo transmites muchos sentimientos propios. Pero no me parece sensato de tu parte el hecho de que quieras dejarla con errores ortográficos, Jimin— Desde el inicio supo que era una mala idea y una total locura, pero al fin y al cabo el no se consideraba una persona normal, mucho menos del todo cuerda, él se lo decía sí mismo con bastante frecuencia.

— Sabes que no me gustan las cosas comunes— Contestó con simpleza.

— Sé mejor que nadie que no te gustan, pero podrías hacer las cosas de forma normal por una vez en tú vida— Dijo mientras se aproximaban al pórtico de su casa.

— Ser normal es aburrido.— Dijo con orgullo, y esa es la pura verdad, aunque se podía decir que su vida era del todo aburrida comparada con la de otras personas, pero sus escritos no era para nada normales. Eran un mundo oscuro, libre, apasionante y humorístico. 

Abrió la puerta de la entrada e invitó a Jungkook a pasar. Se quitaron los abrigos dejándolos colgados en el perchero y empezó a buscar a Suga con la mirada. Era raro, casi siempre estaba esperándole en la puerta o en la ventana, pero está vez no se encontraba por ninguna parte.

— ¡Suga! Ven a ver quien vino a visitarnos— Llamó, pero Suga no respondió.

— ¿Será que no está en casa?— preguntó Jungkook.

— No lo creo, él es un gato muy casero, nunca sale y cuando quiere salir rasca la ventana para que lo deje salir fuera. Además, no hay lugar por donde pueda escaparse.

— Entonces ¿dónde está?— ni siquiera él sabía la respuesta a esa pregunta.

Empezó a buscar a Suga por todos los rincones de la casa. Lo buscó en la sala, en su habitación, la cocina y el comedor. No habían rastros de su gato por ningún lado. Estaba empezando a desesperarse, por un momento pensó qué tal vez alguien se había metido a robar, pero todas las cosas estaban intactas y en su lugar, así que lo del robo quedaba descartado.

— ¿Jimin?— habló Jungkook llamando mi atención.

— ¿Sí?

— De casualidad, ¿dejaste abierta la ventana cuando te fuiste al trabajo está mañana?— La ventana, no recordaba la ventana.

Caminó a paso apresurado a la ventana y efectivamente está estaba abierta— Me lleva— Musitó frustrado, quién sabe que podría haberle pasado a su pobre y pequeño Suga. 

— La dejé cerrada cuando me fui, y no creo que Suga haya podido abrirla, al menos no sin ayuda— Dijo en tono desesperado, sin Suga no era nada, tenía que salir a buscarlo a como diera lugar.

Se apartó de la ventana y fue directo a la puerta, tomó el abrigo y me lo puso. Jungkook miraba todo con expectación sabiendo que Jimin era capaz de cometer las peores locuras cuando algo lo preocupa.

— ¿Adónde crees que vas, Jimin?— Preguntó tomándome del brazo.

— A buscar a Suga, acaso no es obvio— Dije safandose de su agarre y dispuesto a salir de aquella casa.

— No seas precipitado, por favor.

— No me digas que no me precipite— Vociferó un poco molesto— Si vas a ayudarme ven conmigo, pero si no lo haras solo quédate aquí y espérame, yo volveré pronto— Se dio la vuelta para salir pero Jungkook volvió a tomarlo del brazo.

— Iré contigo, no te dejaré ir solo— tomó su abrigo para salir junto a él y lo miró con una pequeña sonrisa— lo encontraremos, no te preocupes.

Cerró la puerta tras de ellos y apresuró su paso como si su mismísima vida dependiera de eso, y la verdad si dependía. Se iba a morir si no tenía a Suga consigo. Corrió y corrió por las calles y por el parque, no le importa si tenía que meterse dentro de las alcantarillas para encontrarlo, juró que haría hasta lo imposible. Cualquiera diría "solo es un gato" pero no era sólo un gato, era su compañero, y un compañero verdadero ama en todo tiempo y es un hermano nacido para cuando hay angustia. No podía rendirse, tenía que encontrarlo con urgencia.

To be continued...

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