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Jungkook guardó el teléfono soltando un suspiro, ganando que Seokjin lo vea de reojo desde el asiento del conductor.

–Te dejo en la agencia para que vuelvas en tu auto– Aclaró Kim. –No te llevaré hasta tu departamento–

–Está bien– Susurró viendo desganado por la ventana.

El manager hizo una mueca y soltó un largo suspiro.

–Sabes que debes tratarlo bien ¿Verdad?– Preguntó sin verlo.

–Lo sé– Murmuró rodando los ojos. –Créeme que lo sé–

–¿Entonces porqué parece que lo odias?– Preguntó haciéndolo gruñir.

–No lo odio, joder– Espetó molesto. –Pero estoy hasta la polla de esta situación y tenerlo ahí todo el tiempo solo lo empeora–

–Pobre chico– Suspiró Kim.

–¡No es él el problema!– Gritó enojado. –El problema es que está en mi puta casa y yo no tengo dos minutos en el día donde pueda estar tranquilo desde que pasó esta mierda–

–Tu lo trajiste, Jungkook– Aclaró seco.

–¿Debía dejarlo solo?– Preguntó molesto. –¿Que ARMY lo encuentre y lo hostigue hasta que enloquezca?–

–Yo no dije eso– Suspiró rodando los ojos.

–Pero parece que tengo la puta culpa de sentirme mal– Espetó molesto. –Hago todo lo que puedo para no desquitarme con él pero si está ahí todo el tiempo, le va a caer algún golpe de rebote– Explicó con el ceño fruncido. –Por eso quiero que se mude de una jodida vez–

–¡Volviste!– Dijo Yoongi levantándose del sofá y apagando el televisor. –¿Todo bien?–

Jungkook suspiró dejando sus cosas en el suelo y la bolsa en la mesa, acercándose a Min y sentándose en el sofá.

–Perdón por haberme ido así– Suspiró apenado. –Lamento haberte hablado como lo hice–

–No quiero que te disculpes– Dijo Yoongi sentándose nuevamente. –Solo quiero que entiendas que yo no tengo la culpa de todo esto–

–Lo sé, coño– Gruñó pasando sus manos por su rostro. –Eso lo hace jodidamente peor–

–¿A qué te refieres?– Preguntó Min ladeando la cabeza.

–Tu haces todo bien pero mi casa es el único lugar donde puedo ser yo mismo y ahora siento que no es así– Espetó rodando los ojos.– Sé que yo te traje y que no tienes la culpa de nada, pero me siento en la mierda y como si no pudiera relajarme en mi propia casa–

–Pues ya me mudaré– Dijo alzando las cejas.

–Juro que no eres tu, Yoon– Dijo viéndolo de reojo.–Eres lindo, amable, limpio y cocinas increíble, pero quiero poder vivir sin miedo a herirte–

–Simpre seré un fan para ti ¿No es así?– Preguntó algo dolido y Jungkook asintió.

–Te enamoraste de un Jungkook que no existe– Suspiró el menor. –Y con el que vives es una puta mierda–

–Lo entiendo– Susurró haciéndolo chasquear la lengua.

–Deja de ser tan putamente perfecto– Gruñó molesto. –Me hace sentir aún peor–

–¿Quieres que me detenga?– Preguntó conteniendo una risa seca al verlo asentir. –Pues estás deprimido y me importa poco y nada que no lo quieras aceptar o que solo sea un periodo porque necesitas ayuda y no la vas a conseguir en el alcohol o el tabaco–

Jungkook rodó los ojos pero alzó los hombros restándole importancia.

–Traje el postre–

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Jungkook estaba acostado en la cama usando su móvil mientras Yoongi se duchaba.
Cuando este salió, Jungkook no desvió la mirada, logrando no notar que el mayor solo llevaba la bata de baño medio abierta.

Yoongi, a pasos silencioso  como los de un gato, se sentó en sus muslos, logrando que Jeon baje el móvil.

–¿Qué ocurre?– Preguntó el cantante.

–Pensé en que necesitabas relajarte–Dijo Min pasando la mano por el pecho cubierto por el pijama de Jungkook. –Ha sido un día largo–

Jungkook no dijo nada cuando la mano de Yoongi bajó hasta su entrepierna pero posó sus manos en sus hombros cuando el mayor tomó en un puño su intimidad.

–No estoy de humor, Yoongi– Susurró pero el menor comenzó a masajear su miembro, logrando que se pare por completo y que sus boxers bajen hasta sus muslos.

–Ya estoy preparando– Respondió inclinándose para dejar sus labios rozando los ajenos. –Solo relájate–

–Yoon– Suspiró pero el mayor se acomodó sobre él, dejando la punta de su miembro contra su entrada húmeda.

Yoongi no lo dejó acabar, solo bajó sobre él, haciéndolo gruñir y arquear su espalda al sentir su intimidad tan apretada y caliente.

No se movió en lo absoluto hasta que Yoongi comenzó a saltar sobre él, haciéndolo chasquear la lengua y tomarlo por la cintura.

Realmente no estaba de humor para esto, así que lo mejor sería acabar lo antes posible.

Tomó con fuerza sus caderas y comenzó a moverse desde abajo, viendo el bulto bajo la bata mojarse de su humedad.

Lo oyó gemir su nombre incontables veces y lo vio arquear la espalda, sacar la lengua y clavar sus uñas en lo que tuviera cerca.

Soltó una maldición por lo bajo y aumentó la velocidad, haciendo que el trasero de Min suene con fuerza ante la brusquedad de las embestidas.

Cuando Jungkook se vino después de lo que se sintió una eternidad, Yoongi sintió el climax golpearlo desde dentro, cayendo agotado sobre el menor.

Jungkook suspiró dándole unas palmaditas en la espalda pero lo dejó a un lado para poder limpiarlos y para irse a dormir como tanto quería.

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