Capítulo 4
Confesiones Nocturnas
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Con el corazón aún latiendo con fuerza en su pecho, Peter caminó por las tranquilas calles de la ciudad, perdido en sus pensamientos mientras se dirigía a la casa de Izumi. A pesar de su determinación para enfrentar lo que sea que ella tuviera que contarle, una nube de dudas y temores seguía rondando su mente.
Las palabras de Izumi resonaban en su mente, llenas de un misterio que lo dejaba inquieto. ¿Qué era lo que ella quería contarle? ¿Y cómo reaccionaría ella cuando se enterara de su secreto más profundo? La sola idea de revelar su identidad a Izumi le provocaba un nudo en el estómago, recordándole todas las veces que había ocultado la verdad a las personas que más le importaban.
Con cada paso que lo acercaba más al hogar de Izumi, la ansiedad de Peter crecía. ¿Y si ella no lo aceptaba? ¿Y si su relación cambiaba para siempre? A pesar de sus mejores esfuerzos, seguía sintiéndose inseguro de abrirse por completo, temeroso de las consecuencias que podría enfrentar.
Con un suspiro resignado, Peter llegó finalmente a la puerta de la casa de Izumi. Se detuvo por un momento, reuniendo valor antes de tocar el timbre. La incertidumbre lo invadía, pero sabía que no podía retroceder ahora.
El timbre sonó a través de la casa y, después de unos momentos de espera, la puerta se abrió para revelar a Izumi parada en el umbral, con una mirada seria pero expectante en su rostro.
-Peter, gracias por venir.-dijo Izumi, su tono serio pero amable mientras invitaba a Peter a entrar.
El castaño asintió, sintiéndose nervioso pero decidido a escuchar lo que Izumi tenía que decir.
-Por supuesto, Izumi. ¿Qué pasa? Te escuchabas muy nerviosa por teléfono.-preguntó, su voz ligeramente tensa por la anticipación.
Izumi cerró la puerta detrás de ellos antes de llevar a Peter a su habitación, para hablar con más tranquilidad.
-Hay algo que necesito contarte, Peter.-su voz firme pero tranquila-Es sobre lo que sucedió en la ciudad hoy y... otra cosa.
-Si, lo dijiste cuando hablamos.-recordó el castaño- Em, ¿La señora Inko está en casa?
-Mamá aún está trabajando, lo cual es bueno ya que no quiero que se entere de esto.-dijo la peliverde mientras ambos se adentraban en su habitación.
El cuarto de la peliverde como era de esperarse estaba repleto de mercancía de héroes, las paredes y las repisas llenas de todo tipo de mercancía. La cual en su mayoría era de All
Might pero también había algunas cosas de otros héroes.
Como un póster de Mirko que tenía a la heroina haciendo una pose con las letras "You Can Do It " escritas en una parte de este, también tenía una estatuilla de ella.
También poseía un paquete edición limitada de figuras de los Wild Wild Pussycats, una ryukyu de peluche en su forma de dragón que descansaba en su cama junto a un All might del mismo tipo.
Una lámpara de escritorio de endeavor descansaba cerca de un porta lápices con la forma de Wash el héroe de los comerciales de productos de limpieza y más cosas cubrían la habitación.
En definitiva, el cuarto de una fanática de los héroes.
-Siempre me a sorprendido la cantidad de mercancía de héroes que tienes, hace ver lo que tengo en mi cuarto como algo de un aficionado.-bromeo el castaño mientras observaba la habitación.
Algo apenada la peliverde se rascó la cabeza mientras se sonrojaba un poco.
-Sabes que he coleccionado esta mercancía desde que era niña y ¿a qué te refieres con lo poco que tienes en tu cuarto? Si está casi tan lleno como el mío.-regresándole la broma Izumi rio al ver el rostro de Peter apenarse.
Ahora fue el turno de Peter de apenarse, mientras reía nerviosamente.
-Touché.
Ambos rieron mientras se sentaban en la cama con sábanas tematizadas de All Might, permaneciendo en silencio un momento antes de que Peter hablara nuevamente.
-Bien, entonces... ¿qué fue lo que pasó cuando te fuiste con All Might?- preguntó el castaño rompiendo el silencio.
Izumi permaneció en silencio un momento, como si reflexionara internamente si debía contarle o no. Al final decidiendo hacerlo viéndose su determinación en su rostro.
-Bueno, después de que nos salvará del tipo de lodo.. yo.. yo quería.. preguntarle si podía ser una heroina como el.
-Izumi.-dijo Peter con notable preocupación.
-Lo sé, fue muy estúpido arriesgarme así y más porque siempre he tenido tu apoyo con mi sueño pero... mi yo de niña siempre tuvo la incertidumbre de si el lo diría.-con notable melancolía la peliverde relató sus pensamientos.
-Quería quitarme esa espinita y saber si él diría que era un sueño absurdo o si me apoyaría..
-¿Y qué pasó?- preguntó Peter con curiosidad.
-...Dijo que debía poner los pies en la tierra.
Peter observó atentamente a la peliverde, incrédulo pero al mismo tiempo comprensivo.
Sabia que All might podría decir algo así pero eso no significaba que la chica no se sintiera afectada, notando como el recordar aquello hacía que su mirada se llenara de tristeza.
-Lo lamento Izumi, no me imagino lo doloroso que pudo haber sido.- dijo el castaño con empatía al ver el dolor de su amiga y colocando una mano en el hombro de ella en señal de apoyo.
Izumi agradeció el gesto colocando su mano sobre la de Peter.
-Si, lo fue... pero realmente no es como si no fuera obvio que lo diría.- dijo con pesar en su voz.- era ridículo pensar que alguien sin don podría volverse un héroe... pero aún así... una parte de mí tenía la fe en que él diría algo diferente.
Lágrimas se acumularon en los ojos de la chica que al verlas le provocaron un nudo en la garganta al chico castaño al lado de ella.
-Y... ¿y qué pasó después?-preguntó el Parker.
La chica respiró hondo antes de continuar con su relato.
-Después de eso, simplemente nos despedimos. Me sentí tan avergonzada y decepcionada conmigo misma... Sentí como si mi sueño se desmoronara frente a mí, y todo por una ilusión absurda.
Peter asintió, sintiendo la angustia de su amiga reflejada en su propio corazón. Quería consolarla, hacer que se sintiera mejor, pero sabía que las palabras no podían deshacer el dolor que ella estaba experimentando.
-Izumi, lo siento tanto -murmuró Peter, su voz llena de pesar-. Sé lo importante que es para ti este sueño, y me duele verte así.
Izumi le ofreció una sonrisa triste, agradecida por el apoyo de su amigo.
-Gracias, Peter. Significa mucho para mí tener a alguien en quien pueda confiar en momentos como este. -dijo, apretando suavemente la mano de Peter en agradecimiento.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, dejando que el peso de la conversación se asentara entre ellos. A pesar de la tristeza que los rodeaba, encontraron consuelo en la presencia del otro, fortaleciendo su vínculo de amistad.
-¿Sabes, Peter? -dijo Izumi con voz temblorosa, rompiendo el silencio-. Hubo un momento, después de mi conversación con All Might, en el que... en el que pensé que todo era demasiado, que no valía la pena seguir adelante. Pensé en rendirme, en... en quitarme la vida. Pero entonces... entonces pensé en mi madre, en todo lo que ha hecho por mí, y en ti. Pensé en las personas que realmente me importan, las personas que me han apoyado en los momentos más difíciles. Y me di cuenta de que no podía hacerles eso. No podía lastimarlos de esa manera.
Peter escuchaba en silencio, con el corazón en un puño al escuchar las palabras de Izumi. Se sintió abrumado por la magnitud del dolor que su amiga había enfrentado, pero también por el amor y la fuerza que la habían llevado a seguir adelante.
-Izumi... -susurró Peter, su voz cargada de todo tipo de emociones-. Estoy aquí para ti, siempre. No importa lo que pase, siempre estaré aquí para ayudarte a superar cualquier desafío que enfrentes. Eres una persona increíblemente valiente y fuerte, y no estás sola en esto. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa.
Con eso, Peter e Izumi se abrazaron con fuerza, encontrando consuelo y fortaleza en la amistad que compartían. Luego de un rato se separaron y Peter le preguntó algo más.
-Pero entonces, ¿cómo fue que terminaste involucrada con el villano de lodo nuevamente?- con inquietud y curiosidad el Parker cuestionó.
Izumi le contó que mientras se dirigía a casa inconscientemente terminó llegando al lugar de la confrontación, aún mientras estaba deprimida algo dentro suyo le decía que se acercara.
Entonces vio que las amigas de kacchan estaban en la zona siendo rescatadas por kamui-Woods de las llamas del desastre, viendo que habían varios héroes presentes incluida la recién debutada Mt. Lady. Lamentablemente había una situación de rehenes y ninguno de ellos tenía el don adecuado para la situación.
Se sintió culpable al ver que por su culpa el villano había escapado de la botella donde All might lo había encerrado y fue peor al saber que había alguien sufriendo por ello.
En su interior rogaba porque un héroe apareciera para ayudar al rehen.. sin embargo todo pensamiento murió cuando vio de quién se trataba.
Katsuki Bakugo ,su bully, la chica que más la había atormentado desde su infancia. Ahora sufría a manos de aquel villano que trataba de asfixiarla.
En Shock la peliverde le miraba cubriendo su boca con ambas manos, con más preocupación al escuchar de otro transeúnte que la chica llevaba así desde hace una hora.
Y entonces... la mirada de Katsuki y la de Izumi se conectaron.
El temor en su mirada, que pedía a gritos ser salvada. Incluso creyó ver como pequeñas lágrimas se acumulaban en sus ojos.
...Corrió a su rescate.
Sin detenerse, aún con el miedo por todo su cuerpo sus piernas no flaquearon o se detuvieron en ningún momento.
Distrayendo a aquel monstruo lo suficiente para que All might apareciera y las salvará antes de derrotar al villano con un potente golpe que cambió el clima.
-Después de eso me desmayé, cuando desperté y se aseguraron de que no tuviéramos heridas los héroes me llamaron la atención.- continuó su relato la peliverde- En cambio a kacchan la adularon por haber aguantado tanto tiempo y por su don.
Aunque Peter entendía que Katsuki tendría más atención al ser la rehen, le parecía algo injusto que incluso así en una situación de peligro la peliverde fuera denigrada.
Sobretodo cuando había demostrado tener más valor que todos los presentes que se limitaban a observar.
-Entonces mientras iba a casa, All might apareció de repente.-Izumi continuó su relato haciendo que Peter saliera de sus pensamientos.- se disculpo conmigo y...
-¿Y?
-Me ofreció transferirme su quirk.
El corazón de Peter dio un vuelco al escuchar la revelación de Izumi. No podía creer lo que acababa de escuchar.
¿¡Un quirk que se puede transferir?! Era algo que se le hacía difícil de creer, solo una vez había leído en un foro de Reddit sobre un ser antiguo que al parecer tenía la capacidad de robar dones.
Pero eran solo leyendas urbanas, cuentos... aunque si lo pensaba detenidamente una araña de un laboratorio le dio sus poderes, así que un quirk transferible no sería tan descabellado.
-¡¿Qué?! -exclamó Peter, con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa-. Eso... eso es increíble, Izumi. No puedo creer que All Might te haya ofrecido eso.
Izumi asintió, su rostro reflejando una mezcla de incredulidad y asombro.
-Lo sé, todavía no me lo creo del todo. Pero... pero también me dijo que era una decisión que debía tomar con mucha seriedad. No es algo que se pueda tomar a la ligera, y... y no sé qué hacer.
-¿Te preocupa algo?
Izumi tardo en responde un momento.
-Siento que es muy repentino, no tenía mucho de haberme dicho que debía ser realista y de pronto me ofrece su don.-dijo Izumi con algo de conflicto.
-Se que es una oportunidad única para cumplir mi sueño pero siento qué tal vez lo hizo por lástima y yo valgo lo suficiente como para que no me traten con condescendía.-sentenció la peliverde mientras su mente estaba hecha un revoltijo.
Peter frunció el ceño, preocupado por su amiga.
-Izumi.-Peter tomó delicadamente el rostro de la chica y le hizo verlo a los ojos- no pienses que fue por lástima, es todo lo contrario.
-Ese don significa mucho para All might, no es algo que le ofrecería a cualquiera... él vio lo que yo veo en ti. Una chica valiente y decidida que aunque tenga todo en contra jamás se rinde, saltaste al peligro aún cuando nadie más lo hizo.-dijo el Parker con una mirada decidida.
-Si alguien se merece esa oportunidad eres tú y se que es una decisión enormemente importante pero quiero que sepas, siempre vas a contar conmigo para lo que sea.-dijo Peter mientras le ofrecía un choque de puños- recuerda, tú y yo contra el mundo.
La mirada de Izumi se suavizó al escuchar las palabras reconfortantes de Peter. Sabía que podía confiar en él para apoyarla en momentos difíciles como este.
-Gracias, Peter. -susurró Izumi, con gratitud en su voz mientras devolvía el choque de puños-. Significa mucho para mí tener a alguien en quien pueda confiar en momentos como este. Tú siempre has sido mi roca, mi amigo incondicional.
Peter sonrió, sintiéndose honrado por las palabras de Izumi.
-Estoy aquí para ti, siempre. No importa lo que pase, siempre estaré aquí para ayudarte a superar cualquier desafío que enfrentes. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa.
Con eso, Peter e Izumi se abrazaron con fuerza, encontrando consuelo y fortaleza en la amistad que compartían. Pero de repente, Izumi comenzó a sollozar de manera exagerada, lágrimas cayendo como una cascada por sus mejillas, casi como si estuviera compitiendo en un concurso de llanto.
Peter la miró con sorpresa, sin saber qué hacer ante la repentina explosión de emociones de su amiga.
-¡Izumi, estás... estás llorando a cántaros! -exclamó Peter, tratando de contener su risa ante la escena tan exagerada.
Izumi sollozó aún más fuerte, haciendo gestos dramáticos con las manos mientras continuaba con su llanto descontrolado.
-¡Lo... lo siento, Peter! Es solo que... ¡estoy tan emocionada y agradecida! -balbuceó Izumi entre sollozos, sin poder contener su risa al mismo tiempo.
Peter no pudo evitar reírse también ante la actuación cómica de Izumi, sintiéndose aliviado de ver que su amiga podía encontrar un poco de humor incluso en los momentos más difíciles.
-Yo... yo también estoy emocionado y agradecido, Izumi. Pero tal vez podrías... ¿bajarle un poco al drama? -sugirió Peter, tratando de contener su risa.
Izumi asintió con una sonrisa, limpiándose las lágrimas de manera exagerada antes de volver a abrazar a Peter con fuerza.
-Lo siento, Peter. ¡Gracias por estar siempre aquí para mí! Estoy muy feliz de tenerte en mi vida. -dijo Izumi, con una sonrisa brillante en su rostro mientras continuaba llorando.
-Por supuesto, Izumi. Siempre estaré aquí para ti, incluso cuando lloras a cántaros. -respondió Peter, devolviendo el abrazo con cariño.
Cuando se separaron la peliverde decidió preguntarle algo.
-Pete, ¿que querías decirme? Dijiste por teléfono que también tenías que decirme algo. -dijo la chica más calmada que hace rato.
Peter permaneció en silencio un momento mientras pensaba, era el momento. Debía de contarle sobre su identidad.
-Pues... es un poco difícil de explicar pero..-Peter respiró hondo ante la mirada expectante de la chica.-Yo..
Antes de que pudiera decirlo el teléfono del chico empezó a sonar con una tonada de yodelei, indicando que estaba recibiendo una llamada.
Peter algo incómodo tomó su celular para revisar de quién se trataba.
-Oh, es Himiko.-dijo con simpleza el Parker para responder la llamada mientras se disculpaba con Izumi quien se veía incrédula.
-¿Himiko?- preguntó la peliverde.
La expresión de Izumi se tornó en una mezcla de sorpresa y confusión al escuchar aquel nombre. Una extraña sensación comenzó a brotar en su pecho, pero no lograba identificar exactamente qué era.
Mientras tanto, Peter contestó la llamada de Himiko con cierta resignación.
-¿Hola? -dijo Peter, tratando de ocultar su incomodidad mientras intercambiaba miradas fugaces con Izumi, quien observaba la escena con creciente intriga.
En el otro extremo de la línea, la voz de Himiko sonaba llena de emoción.
-¡Hola, Peter-kun! ¿Cómo estás? ¡Tenemos que salir de nuevo pronto! Hay tantas cosas emocionantes que quiero mostrarte -exclamó Himiko, su tono lleno de entusiasmo.
Peter no pudo evitar sonreír ante la energía contagiosa de Himiko, pero su atención estaba dividida entre la llamada y la mirada inquisitiva de Izumi.
-Claro, Himiko, estaré encantado de salir contigo otra vez. Pero ahora mismo estoy un poco ocupado, ¿podemos hablar más tarde? -respondió Peter, tratando de ser amable pero firme al mismo tiempo.
-¡Claro! ¡Espero con ansias nuestra próxima cita, Peter-kun! ¡Nos vemos pronto! -dijo Himiko, despidiéndose con entusiasmo antes de colgar.
Peter guardó su teléfono con una ligera sensación de incomodidad, consciente de la mirada penetrante de Izumi sobre él. Antes de que pudiera retomar la conversación interrumpida, Izumi habló, su tono cargado de una curiosidad mal disimulada.
-¿Himiko? -repitió Izumi, con una ceja alzada y una expresión de sorpresa en su rostro-. ¿Quién es ella?
La pregunta de Izumi tomó a Peter por sorpresa, pero decidió abordarla con sinceridad.
-Es una amiga. Nos conocimos hoy. -respondió Peter, tratando de mantener su tono neutral.
Los ojos de Izumi se estrecharon ligeramente, su expresión ahora llena de desconfianza y un toque de celos.
-¿Una amiga, dices? -replicó Izumi, con un deje de incredulidad en su voz-. ¿Por qué no me habías mencionado nada de ella antes?
Peter se sintió atrapado por la mirada inquisitiva de Izumi, pero decidió mantener la calma.
-Bueno, no es nada serio. Solo salimos hoy e intercambiamos números. -respondió Peter, tratando de restarle importancia al asunto.
Sin embargo, la respuesta de Peter solo pareció aumentar la desconfianza de Izumi.
-Entiendo. -dijo Izumi, con un tono que dejaba claro que no estaba convencida-. Bueno, supongo que no es asunto mío. Pero no puedo evitar preguntarme qué tipo de persona es esa tal Himiko.
-Oh ella es genial.-dijo Peter con una sonrisa ajeno a que eso le provocó un tic en el ojo a la peliverde.
Peter comenzó a describir a Himiko animadamente, sin darse cuenta del efecto que sus palabras estaban teniendo en Izumi. Habló sobre lo divertida y extrovertida que era, cómo compartían intereses similares y cómo habían pasado un buen rato juntos.
Con cada palabra que salía de los labios de Peter, el ceño de Izumi se fruncía un poco más, sus manos apretadas en su regazo mientras luchaba por mantener la compostura.
-¿Y qué más hicieron juntos? -preguntó Izumi, tratando de sonar casual aunque su voz delataba su incomodidad.
Peter continuó con entusiasmo, ajeno al creciente malestar de Izumi. Habló sobre cómo habían caminado por la ciudad, compartiendo historias y riendo juntos, y cómo habían terminado la tarde con un delicioso helado en una heladería local.
A medida que Peter seguía hablando, el silencio incómodo se apoderaba de la habitación, interrumpido solo por el sonido de la voz animada de Peter. Cuando finalmente terminó de hablar, se dio cuenta de la mirada fría y distante de Izumi.
-Em, ¿te pasa algo?- preguntó Peter desconcertado.
-Oh, no es nada.-respondió Izumi en un intento por sonar calmada aunque el hecho de que sus manos sujetaran fuertemente sus shorts dejaba entrever otra cosa.- Creo que es genial que tengas más "amigas".
Para Peter fue extraño el porque había dicho "amigas" con tanto recelo pero supuso que estaba molesta porque había olvidado contarle.
-A mí también me sorprendió pero ella es muy agradable, ¿quieres verla? Tal vez un día podamos salir los tres juntos.-dijo el castaño de forma alegre y le ofreció su celular para que viera la foto de perfil de himiko.
Sin embargo en ese momento la mencionada envío una foto a Peter que hizo a Izumi inexplicablemente sentir aquella sensación en el pecho nuevamente acompañada de un sentimiento de creciente molestia.
-Emocionada por nuestra siguiente salida, me divertí mucho hoy. ¡Gracias Petey! ❤️
Izumi observó la foto con una mezcla de confusión y molestia creciente mientras una oleada de celos la invadía. ¿Por qué se sentía así? No podía entenderlo. Apretó los puños con fuerza, luchando por controlar sus emociones mientras la imagen de Himiko sonriente se grababa en su mente.
Peter, ajeno al conflicto interno de Izumi, esperaba ansioso su reacción, pero al notar su expresión preocupada, decidió intervenir.
-¿Estás bien? -preguntó con tono de preocupación, colocando una mano en su hombro en un gesto de apoyo-. Pareces un poco... molesta.
Izumi titubeó por un momento, sintiéndose incómoda por su propia reacción exagerada.
-Estoy bien, Peter. Solo... sorprendida, supongo. -respondió con una sonrisa forzada, tratando de restar importancia a sus sentimientos.
Peter asintió, aunque no estaba del todo convencido. Sabía que algo estaba pasando por la mente de Izumi, pero decidió no presionarla más en ese momento.
-Bueno, si alguna vez quieres hablar sobre ello, estoy aquí para ti, ¿de acuerdo? -dijo Peter con su característica amabilidad, ofreciendo un gesto reconfortante a su amiga.
Izumi asintió, agradecida por la preocupación de Peter, aunque en su interior la confusión y los celos seguían ardiendo.
Ambos charlaron sobre otras cosas pero Peter no volvió a mencionar que quería decirle e Izumi estaba tan confundida con sus sentimientos que tampoco se animó a preguntar.
Después de un rato ambos se despidieron diciéndose buenas noches, la señora Inko había llegado junto a May ya que ambas se habían cruzado en el tren.
Peter saludó a amabas y se despidió de la Sra Midoriya, llendo junto a su tía May de vuelta a su hogar.
Mientras le peliverde habló un poco con su madre haciendo todo lo posible por que no notara su incomodidad respecto al tema de Peter, decidiendo tomar un baño para relajarse.
Salió con una toalla cubriendo su cuerpo y otra que secaba su cabello, se sentó en su cama quitándose la toalla, comenzando a secarse y vestirse con un pijama que consistía en una camiseta blanca con las palabras "pijama" y un short para dormir.
Mientras se vestía, Izumi no podía sacar de su mente la imagen de Himiko sonriendo en la foto que le había enviado a Peter. Sentía una mezcla de celos y confusión que la abrumaba, y no podía evitar cuestionarse por qué le afectaba tanto la presencia de esa chica en la vida de Peter.
Intentó distraerse con otras cosas, pero cada pensamiento volvía inevitablemente a la misma pregunta: ¿por qué le importaba tanto lo que hiciera Himiko?
Finalmente, decidida a no dejarse consumir por sus propias emociones, Izumi se acostó en la cama y cerró los ojos, respirando profundamente para calmar su mente agitada. Intentó enfocarse en otras cosas, en sus sueños y metas, en todo lo que había logrado hasta ahora.
Con el tiempo, los pensamientos intrusivos comenzaron a disiparse, dejando espacio para la tranquilidad y la serenidad. Izumi se relajó, permitiendo que el sueño la envolviera lentamente mientras se dejaba llevar por la calma de la noche.
Más tarde
Izumi se encontraba en medio de un sueño inquieto, donde las sombras de sus temores y ansiedades se mezclaban con imágenes confusas y perturbadoras. En su sueño, veía a Peter y Himiko juntos, riendo y abrazándose mientras caminaban de la mano. Cada palabra amorosa que intercambiaban era como un puñal clavado en el corazón de Izumi, que observaba impotente desde la distancia.
De repente, Peter se volvía hacia Izumi con una sonrisa radiante en el rostro.
-Ya no tienes que preocuparte por mí, Izumi-decía en un tono dulce pero definitivo. -Ahora estoy con la persona que más amo".
El corazón de Izumi se encogía con cada palabra, y antes de que pudiera reaccionar, Peter y Himiko se acercaban uno al otro y se fundían en un beso apasionado.
-¡NOOOO!-gritaba Izumi en su sueño, sintiendo cómo el dolor la envolvía por completo. Quería gritar, quería correr hacia ellos y separarlos, pero estaba paralizada por la angustia y la desesperación.
De repente, el grito de Izumi se convirtió en un chillido agudo y estridente que la sacó de su sueño. Abrió los ojos de golpe, encontrándose en su habitación, con el sudor frío perlado en su frente y las lágrimas deslizándose por sus mejillas.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que había sido solo un sueño, pero el dolor que había experimentado seguía palpable en su corazón. Se sentó en la cama, abrazando sus rodillas mientras dejaba escapar sollozos entrecortados, preguntándose por qué ese sueño la había afectado tanto y qué significaba realmente.
Izumi se encontraba enredada en una maraña de emociones confusas y contradictorias. A medida que las lágrimas secas se deslizaban por sus mejillas, una pregunta persistente se abría paso en su mente: ¿Le gustaba Peter?
Al principio, rechazó la idea con firmeza, argumentando que eran simplemente amigos y que cualquier sentimiento más profundo era absurdo e injustificado. Sin embargo, cuanto más reflexionaba sobre ello, más difícil le resultaba negarlo.
Finalmente, con un suspiro resignado, Izumi admitió la verdad ante sí misma. Sí, le gustaba Peter. Le gustaba mucho más de lo que estaba dispuesta a admitir, incluso para sí misma.
Con esa revelación, un peso pareció levantarse de los hombros de Izumi. Aunque sabía que enfrentaría desafíos y complicaciones en el futuro, al menos ahora tenía una comprensión más clara de sus propios sentimientos.
Se acomodó en la cama, abrazándose a sí misma mientras dejaba que el agotamiento y la tristeza la envolvieran.
-Me gusta Peter.-susurró para sí misma en un murmullo apenas audible, mientras la imagen de Himiko seguía flotando en su mente, trayendo consigo una oleada de melancolía y resignación.
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Continuará.
¿Opiniones?
Disculpen la demora, estoy en semana de exámenes.
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