Capítulo 3

Cotidianidad
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-Izumi no responde, supongo que esperaré hasta que me llame de regreso.-dijo el castaño mientras guardaba su celular tras intentar llamar a la peliverde sin éxito.- Debería visitar a May en su trabajo mientras tanto.

Así comenzó su viaje, tomando un tren hasta llegar a la estación más cercana y luego camino un poco, encontrando aquel edificio que había traído prosperidad no solo a musutafu si no casi a todo Japón.

El lugar ofrecía un hogar para las personas en situación de calle, con la aparicion de las distintas sedes al rededor del país las tazas de indigencia disminuyeron casi a un 100% y sumado a la baja criminalidad, Japón se había convertido casi en un paraíso.

Mientras caminaba por el lugar, llamó su atención una joven con apariencia de jaguar que estaba ayudando en la cocina. Su mirada curiosa y sus orejas puntiagudas daban indicios de su singular quirk mutante.

Peter se acercó con una sonrisa amigable.

-Hola, ¿cómo te llamas?- preguntó el castaño mientras la chica dejaba lo que estaba haciendo para responderle.

-Soy Aika. ¿Y tú debes ser Peter verdad?-pregunto de vuelta.

-Si soy yo, mucho gusto en conocerte Aika.-respondió el Parker de forma amable.

-El gusto es mío, tu tía me a hablado de ti.-respondió la chica felina con una sonrisa.

-Cosas buenas espero.-en un tono bromista el castaño respondió haciendo que la chica riera en respuesta.

Charlaron durante un rato mientras ambos se encargaban de ayudar en la cocina, Peter se sintió a gusto platicando con la chica pero una duda le carcomía.

-Aika, espero no sonar muy impertinente pero ¿cómo fue que llegaste a F.E.A.S.T?- tomando valor el castaño hizo su pregunta.

Al ver que la chica se quedó callada momentáneamente, Peter  estuvo a punto de disculparse pero fue interrumpido cuando empezó a hablar.

-Bueno, antes vivía en la calle. No tenía una buena vida y sinceramente es algo que no me gusta recordar.- con algo de incomodidad  y melancolía la chica respondió.

- Lo siento, no era mi intención hacerte sentir incómoda. - respondió el castaño disculpándose con Aika.

-No te preocupes, el pasado al pasado, ahora mismo estoy viviendo una buena vida.-retomado su actitud positiva la chica habló- Este lugar me ayudó y ahora solo quiero hacer mi parte ayudando en lo que pueda, considéralo una retribución.

-Me alegra que ahora estés mejor Aika, eso es bastante inspirador desde mi punto de vista.-respondió el castaño con una sonrisa.

A lo que la chica respondió de manera agradecida mientras le devolvía la sonrisa.

La charla entre Peter y Aika continuó en un tono más ameno mientras compartían historias sobre sus experiencias en F.E.A.S.T y cómo ese lugar había marcado una diferencia positiva en sus vidas. A medida que trabajaban juntos en la cocina, se formaba una conexión entre ellos, basada en el entendimiento y el respeto mutuo.

El ambiente en el centro era cálido y acogedor, con personas que habían superado adversidades encontrando un refugio y apoyo. Aika, con sus orejas puntiagudas y su historia de superación, se convirtió en un recordatorio tangible de la capacidad de cambio y esperanza que F.E.A.S.T ofrecía.

Un rato después el castaño se despidió de la chica y se dirigió a la oficina de su Tía May, para hablar con ella y pedirle un consejo.

Al entrar se encontró con su tía trabajando en su computadora, decidiendo tocar la puerta abierta para anunciar su llegada.

-Hola May, ¿te interrumpo?-preguntó el Parker mientras veía a su tía verlo con una sonrisa.

-¡Peter! Que linda sorpresa, adelante pasa.-respondió mientras dejaba lo que estaba haciendo.

El castaño asintió y tomó asiento en el sofá de color negro que se encontraba dentro de aquella oficina, manteniéndose ambos en silencio durante unos segundos para que luego May decidiera hablar primero.

-¿Qué tal tu día de escuela? ¿Te disculpaste con la pequeña Izu por haberla dejado plantada?-preguntó la matriarca Parker con curiosidad.

-¿Eh? Ah, sí lo hice, le compré un helado de disculpa pero...-respondió Peter con una notable inquietud.

-¿Pero?- preguntó May notando la inquietud de su sobrino- Peter, ¿te pasa algo?

El mencionado tardó en responder un momento, no es que no confiara en su tía, todo lo contrario, ella era una de las personas más importantes y en las que más sabía que podía contar. Sin embargo el castaño tenía la mala costumbre de guardarse sus problemas para no preocupar a su tía.

Después de todo ella ya había pasado por mucho desde el fallecimiento de Ben el año pasado, sumado a cuando le confesó su identidad como Spider-Man, fue después de aquella charla que el castaño le prometió a su tía que no habría más secretos de su parte.

Y esa promesa le costaba trabajo no romperla.

-Son problemas de arañas May.- respondió finalmente usando una palabra clave.

Sin necesitar decir más, May se levantó y cerró la puerta de su oficina para que pudieran tener una plática más privada, haciéndole después una seña a Peter para que continuara.

-Bueno, es solo que... he estado considerando revelarle mi identidad a Izumi.- respondió finalmente el castaño

May se notó sorprendida al escucharlo decir eso pero prefirió esperar a que su sobrino terminara de expresar lo que pensaba.

-Cuando me disculpé con ella hoy... pude ver un vacilar en su mirada, ella duda si estoy siendo sincero con ella respecto a mis ausencias y eso me hace sentir culpable.

-No me gusta mentirle pero es difícil no hacerlo con todo el tema de ser Spider-Man.-Peter suspiró- aveces pienso que todo sería más fácil si tan solo le contara la verdad.

-¿Y qué te detiene?

Peter vaciló un momento antes de responder.

-Me da miedo saber cómo reaccionará.-Peter soltó un suspiro mientras hacía para atrás su cabeza descansándola en el respaldo del sofá.

-¿Qué tal si me delata con la policía? ¿O si me aborrece y no quiere volverme a ver?- cuestionó el Parker con preocupación notable- ella admira a los héroes pero no estoy seguro de si me vería como uno, considerando que gran parte de la sociedad no lo hace.

Aquello último fue un recordatorio de cómo a pesar de ser Spiderman desde hace un año la gente en su mayoría seguía viéndolo como una amenaza, un criminal que debía estar tras las rejas.

-Me aterra pensar que ella se aleje de mí si le cuento mi secreto, pero también sé que llegará un momento donde se cansará de mis excusas y de igual forma se alejará. -el castaño cubrió su rostro con sus manos soltando un gemido de frustración- ¿porque tiene que ser tan difícil?

May, con su expresión comprensiva, escuchó atentamente las preocupaciones de Peter. Sabía que la vida de un héroe no era fácil, especialmente cuando se trataba de mantener secretos cruciales. Tomó asiento a su lado, colocando una mano reconfortante en el hombro de Peter.

-Peter, entiendo que tengas miedo. Pero también sé que Izumi es fuerte y valiente. No subestimes la conexión que tienen y la comprensión que puede haber entre ustedes. La honestidad, aunque aterradora al principio, a menudo fortalece las relaciones.

-Pero... ¿y si la lastimo más al contarle la verdad? -preguntó Peter, aún lleno de dudas.

May sonrió con ternura.

-Querido, las relaciones significan tomar riesgos. No puedo prometerte que todo será fácil, pero tampoco puedes vivir con el miedo constante. Si sientes que es el momento adecuado, considera hablar con Izumi sobre tu vida como Spider-Man.

May le dio un cálido abrazo a su sobrino, el cual este último devolvió gustoso, sintiéndose reconfortado por aquella mujer que era como una figura materna para él.

-Bueno, creo que ya debería irme, no quiero seguir distrayéndote.- dijo el Parker mientras rompía el abrazo y se levantaba dirigiéndose a la salida- gracias por escucharme May, realmente lo necesitaba.

-Cuando quieras querido, me alegra haberte ayudado.-respondió May con una sonrisa- ten cuidado y por favor si vas a hacer equipo con un Pro Hero evita que sea de día.

Esto último la matriarca Parker lo dijo con una mirada severa que hizo a Peter sudar frío.

-S-Si, respecto a eso... lo siento.-se disculpo sinceramente- No quería exponerme así, es solo que... prometí que nunca volvería a mirar a otro lado otra vez.

May suspiró dando un asentimiento y una sonrisa triste de empatía.

-Lo se cariño, solo.. ten cuidado ¿está bien?- dijo finalmente la mujer.

- Lo tendré May, nos vemos más tarde y gracias otra vez por la charla.- se despidió el Parker con un beso en la mejilla de su tía- Te quiero.

-Yo tambien Peter, ve con cuidado.- respondió viendo a su sobrino salir de su oficina y cerrando la puerta tras de sí.

En la soledad de su oficina May se sentó en la silla de su escritorio, contemplando las fotos que tenía puestas sobre aquella mesa marrón, entre las que destacaban una de Peter cuando era niño, otra donde salía Peter de niño ayudando a Ben con algo de carpintería y la última era una foto de cuando celebraron en cumpleaños de Peter.

Esta última captó la atención de May, en ella se encontraban también las mujeres Midoriya, viendo con una pequeña risa como la pequeña Izumi abrazaba a Peter mientras este último sonreía nervioso y los adultos sonreían divertidos en el fondo.

Ver a Peter junto a Izumi de niños y a Ben... le hicieron darse cuenta de lo simples que eran las cosas antes.

Pero decidiendo volver a su trabajo y olvidar por un momento el paseo de la memoria, después de todo el señor Li necesitaba que le entregara esos documentos.

Podría sentirse nostálgica después.

Volviendo con Peter

Una vez que salió del centro Feast, caminó tranquilamente por la calle observando como el sol poco a poco se ocultaba, dejando un hermoso color anaranjado en el azulado del cielo.

Lo tranquilo de la tarde sumado a su charla con May habían despejado la mayoría de sus dudas pero aún no estaba seguro de contarle a Izumi la verdad, sumado a que la peliverde aún no se comunicaba con él e incluso parecía que estaba rechazando sus llamadas.

-Vamos Izumi, necesito saber qué estás bien. -dijo el castaño mientras observaba como sus intentos de contactarla parecían inútiles.

Tan inmerso estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de una chica colegiala de cabellera rubia que venía en sentido contrario, terminando por chocar con ella de forma accidental y cayendo ambos al suelo.

Peter se levantó rápidamente del suelo, disculpándose con la chica por el accidente. Al observarla, notó su cabello rubio y su uniforme escolar, lo que lo llevó a pensar que era una estudiante de la zona.

-Lo siento mucho, no te vi venir. ¿Estás bien? -preguntó con preocupación, extendiendo una mano para ayudarla a levantarse.

La chica se levantó con una sonrisa en el rostro, mostrando una expresión amigable a pesar del accidente.

-No te preocupes, no me pasó nada. Además, fue mi culpa por no estar atenta. -respondió con amabilidad, aceptando la mano de Peter para levantarse.

Una vez de pie, la chica se sacudió el polvo de la falda de su uniforme y miró a Peter con curiosidad.

-¿Eres nuevo por aquí? No recuerdo haberte visto antes. -preguntó, observando al castaño con interés.

Peter asintió con una sonrisa cortés.

-Si, me mudé hace un año. Soy Peter, por cierto. -respondió de manera amable mientras extendía su mano.

La chica le devolvió la sonrisa y estrechó su mano con firmeza.

-Soy Himiko. Es un placer conocerte, Peter.- respondió amablemente la chica mientras su mirada parecía escudriñar más allá de la superficie, como si estuviera buscando algo más en sus ojos.

A medida que continuaban conversando, Peter comenzó a sentirse intrigado por la misteriosa chica rubia. Himiko compartió algunos detalles sobre sí misma, pero Peter notó que había cierta reticencia en su tono, como si estuviera ocultando algo.

-¿Te parece un helado? Para compensar lo de hace rato.- preguntó el castaño aún sintiéndose un poco culpable por el accidente anterior.

Himiko sonrió tímidamente ante la oferta de Peter y levantó una mano para detenerlo.

-No tienes que hacerlo, fue solo un accidente.-dijo con amabilidad, intentando disminuir la culpa que Peter parecía estar sintiendo.

Peter le ofreció una sonrisa cálida y sincera.

-Lo sé, pero me gustaría compensarte de todas formas. Además, sería una buena oportunidad para conocernos mejor.

Impresionada por la amabilidad desinteresada de Peter, Himiko asintió con gratitud.

-En ese caso, aceptaré con gusto.-dijo con una sonrisa, sintiéndose agradecida por haber conocido a alguien tan amable y considerado como Peter.

Juntos, se dirigieron hacia la heladería, continuando su conversación mientras disfrutaban de sus conos de helado.

-¿Qué sabor elegiste? Yo me decidí por el clásico de vainilla, ¡siempre es una apuesta segura!- dijo el castaño con una sonrisa.

-Opté por algo un poco más aventurero. ¡Estoy probando el helado de té verde con mochi! Nunca lo había probado antes, ¡pero suena delicioso!- respondió himiko con entusiasmo.

- ¡Suena interesante! Nunca he sido tan valiente con mis elecciones de helado, pero tal vez debería probar algo nuevo algún día.

-¡Definitivamente deberías hacerlo! Es divertido salir de tu zona de confort de vez en cuando.- respondió la chica con alegría.

-Sí, lo sé, solo que... no estoy muy acostumbrado a hacerlo.- contestó el Parker algo incómodo.

-¿Sucede algo?- preguntó notando el semblante de Peter.

-Nada, es solo que eres la primera chica además de mi mejor amiga que no se va luego de 10 minutos de conversación y que me acepta un helado.- algo sonrojado respondió.

Algo sorprendida por la revelación, himiko respondió.

-Bueno, me alegro de poder quedarme y disfrutar del helado contigo. Y no te preocupes, ¡soy una excelente compañía!-declaró con una sonrisa.

-Sí, definitivamente lo eres. Gracias por quedarte y por ser tan comprensiva.- agradeció el castaño con algo de timidez.

-¡De nada! ¡Después de todo, estamos en esto juntos!- respondió Himiko mientras veía alegremente a Peter.

A medida que Peter y Himiko paseaban por la calle, disfrutando de sus helados y compartiendo risas, Peter no pudo evitar notar cómo la actitud sospechosa de Himiko parecía haber disminuido por completo. Se sentía aliviado al verla tan relajada y feliz a su lado, y se permitió disfrutar del momento sin preocupaciones.

Sus conversaciones se volvieron más animadas y llenas de bromas, y Peter se encontró haciendo reír a Himiko con sus ocurrencias y comentarios. La risa de ella era contagiosa, y pronto estaban riendo juntos como si no hubiera mañana.

Sin embargo, mientras disfrutaban de su momento de diversión, Peter notó cómo algunos transeúntes los miraban de manera extraña. Escuchó murmullos a su alrededor, y se dio cuenta de que los demás parecían estar comentando sobre la sonrisa de Himiko.

Intrigado y un poco confundido, Peter miró a Himiko, quien todavía estaba riendo por la última broma que había hecho. Pero lo que notó fue que la sonrisa de ella, que para él era genuina y hermosa, parecía inquietar a los demás de alguna manera.

Eso lo dejó perplejo. ¿Por qué la gente encontraría aterradora la sonrisa de Himiko? ¿Qué había en ella que les provocara esa reacción?

Aunque se sintió un poco inquieto por los comentarios de los demás, Peter decidió no dejar que eso arruinara su momento de diversión con Himiko. Después de todo, estaban disfrutando de su tiempo juntos, y eso era lo único que importaba en ese momento.

Después de disfrutar de su paseo con helados y compartir risas, Peter y Himiko finalmente llegaron a un pequeño parque cercano. Se sentaron en un banco, saboreando los últimos bocados de sus helados mientras el sol se ponía en el horizonte.

-Ha sido una tarde genial, Himiko. Me la pasé muy bien el día de hoy.- dijo Peter con una sonrisa.

-Sí, ha sido increíble. Gracias por hacer que este día fuera especial, Peter.-agradeció la chica de cabellera rubia.

-No hay de qué. ¿Te gustaría... tal vez... podríamos... intercambiar números?-aunque apenado Peter decidió atreverse a preguntar.

- ¡Claro, me encantaría! Aquí tienes mi número.-respondió alegremente sacando su teléfono y le paso su contacto a Peter

-Perfecto. - respondió el castaño para igualmente sacar su teléfono y entregarle su contacto a Himiko-Aquí está el mío.

-¡Gracias! Definitivamente te enviaré un mensaje para que podamos planear nuestra próxima aventura.-emocionada la chica respondió con una sonrisa.

-Estaré esperando con ansias. Hasta pronto, Himiko.- se despidió de manera amable el castaño agitando su mano.

-Hasta pronto, Peter.- respondió la chica haciendo el símbolo de paz con su mano y sonriendo felizmente.

Con el sol poniéndose en el horizonte y el cielo teñido de tonos dorados y rosados, Peter y Himiko se despidieron con una promesa de volver a encontrarse pronto. Se levantaron del banco, se estiraron perezosamente y se dirigieron en direcciones opuestas, con la esperanza de que su próxima aventura juntos fuera aún más emocionante que la anterior.

A medida que Himiko se alejaba del parque, su mente se llenaba de pensamientos sobre su encuentro con Peter y la conexión que había sentido con él. Aunque había mantenido su quirk oculto y su fascinación por la sangre en secreto, se sentía agradecida por la oportunidad de compartir un momento genuino con alguien más.

La mirada de Peter cuando se presentaron había sido sincera, y Himiko sabía que él no estaba fingiendo. Era raro encontrar a alguien así, pero con Peter, se había sentido cómoda y libre de ser ella misma, al menos por un breve momento.

Sin embargo, a pesar de la conexión que había sentido con Peter, Himiko sabía que no podía bajar completamente sus defensas. Sus problemas con sus padres y el asunto de su quirk seguían siendo una carga que llevaba consigo, y no podía permitirse confiar plenamente en alguien más.

Pero eso no significaba que no apreciara el tiempo que había pasado con Peter. Había sido una experiencia única y liberadora, y había esperanza en la posibilidad de que pudieran seguir conociéndose en el futuro.

Con una sonrisa en su rostro y el número de teléfono de Peter guardado en su bolsillo, Himiko continuó su camino, sabiendo que aunque su pasado fuera complicado y su futuro incierto, al menos tenía a alguien con quien compartir el presente. Y eso era suficiente para ella.

Con Peter

Mientras Peter caminaba por la calle después de despedirse de Himiko, se sentía lleno de alegría y gratitud por el día que acababa de pasar. Había sido un día perfecto, y no podía evitar sonreír al recordar las risas compartidas y la conexión que había sentido con ella.

Para Peter, parecía que nada podía arruinar su buen ánimo. Se sentía invencible, como si pudiera enfrentarse a cualquier desafío que la vida le presentara. Pero todo eso cambió cuando sacó su celular y revisó las noticias locales.

La noticia de la situación de rehenes causada por el sujeto de lodo capturado por All Might le golpeó como un balde de agua fría. Recordó con horror que Izumi se había ido con él esa mañana, y una oleada de preocupación inundó su mente.

Peter se apresuró a revisar su teléfono en busca de más información, temiendo lo peor. A medida que leía los detalles de la situación, su corazón latía con fuerza en su pecho. Había sido una suerte que All Might hubiera logrado intervenir y salvar a la chica de secundaria, pero la idea de que Izumi podría haber estado en peligro lo llenaba de pánico.

Con un nudo en la garganta, Peter se apresuró a marcar el número de Izumi, rezando para que respondiera y estuviera a salvo. Mientras esperaba que la llamada se conectara, se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para proteger a sus seres queridos y asegurarse de que nunca estuvieran en peligro otra vez.

Su corazón latía con fuerza en su pecho, y una sensación de alivio lo invadió cuando escuchó la voz de Izumi al otro lado de la línea.

-¡Izumi! ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? He estado preocupado todo el día.-preguntó Peter, su voz llena de preocupación.

Izumi respiró hondo antes de responder, tratando de mantener la calma a pesar de los nervios.

-Tranquilo, Peter. Estoy bien. Hubo un incidente con un villano, pero All Might intervino y todo está bajo control ahora.

El alivio inundó el cuerpo de Peter al escuchar las palabras tranquilizadoras de Izumi.

-Gracias a Dios estás a salvo. ¿Quién era la rehén? ¿Estás segura de que estás bien?-preguntó ansiosamente.

Izumi suspiró, preparándose para lo que iba a decir a continuación.

-La rehén era Kacchan... pero gracias a All Might está bien. Estoy bien, Peter, de verdad.

Peter dejó escapar un suspiro de alivio al escuchar que Katsuki y ella estaban a salvo.

-Estoy tan contento de que estés bien, Izumi. Pero... ¿por qué querías llamarme? ¿Hay algo más que necesito saber?-preguntó, su curiosidad picada por la última parte de la conversación.

Izumi titubeó por un momento antes de responder.

-Sí, hay algo que quiero contarte, pero creo que sería mejor si lo hablamos en persona. ¿Podrías venir a mi casa más tarde? Creo que es importante.-dijo con una mezcla de emociones en su voz.

Peter asintió, aunque ella no podía verlo a través del teléfono.

-Claro, estaré allí. Nos vemos más tarde.-respondió antes de finalizar la llamada.

Con el corazón aún latiendo con fuerza en su pecho, Peter se preparó para dirigirse a la casa de Izumi, listo para enfrentarse a lo que sea que ella tuviera que contarle. Y así, con un sentimiento de intriga y determinación, Peter cerró su teléfono.
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Continuará.

Opiniones?

Quise hacer un capítulo, valga la redundancia, más cotidiano. He visto en la mayoría de fics crossover que casi todo se desarrolla en U.A. siguiendo el orden de la serie.

Olvidando que Peter/Spiderman es un personaje que funciona bastante bien en escenarios cotidianos, ahora el siguiente capítulo estará enfocado en Izumi, la rubia explosiva y Peter, todo para dar paso al tema de U.A.

Que respecto a eso, no diré mucho porque sería spoiler ( y porque aún no lo tengo decidido) pero espero les guste lo que estoy preparando.

En fin, gracias por leer y nos vemos en otro capítulo.

Pd: ¿ya mencioné que en este fic planeo que los personajes vayan creciendo conforme avanza la trama? Ya saben estilo Harry Potter.

¿No?

Bueno ahora ya lo saben.

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