Por toda la ciudad se ve caminando a a alguien. su cuerpo estaba  sangrando pero poco a poco sus heridas empiezan a desaparecer sin dejar rastros de esas marcas. Mientras también la lluvia comienza a caer empapando el traje y cabello del muchacho. Pero incluso con esa regeneración había algo que no podía borrar.

Dolor, rencor y tristeza.

-Entonces eso fui siempre...una maquina asesina despiadada?-

Mientras más trataba de aclarar sus pensamientos... solo podía pensar en aquellas personas que sí lo quisieron y le dieron la oportunidad. Sus alumnos que actualmente solamente son...nombres en lápidas.

El muchacho mira sus manos con ansiedad, mientras él agua baja lentamente por su cabello y varias cicatrices que parecen  que fueron muy mal cosidas hasta bajar y caer cada gota en sus manos. Sus emociones comienzan a ser de enojo, rencor, tristeza y más, poco a poco también las además de las gotas de lluvia también comenzaban a caer lágrimas hacia sus propias manos, junto con gotas de sangre, en eso comienza a apretar los dientes notándose como si fueran colmillos y también para liberar todas estas emociones decide golpear un edificio abandonado destruyéndolo en pedazos.

-Héroes...villanos....yo...- el chico aprieta los puños con una rabia casi incontrolable -¡¡LOS ODIO A TODOS, NO IMPORTA EL BANDO AL FINAL TODAS LAS VIDAS VALEN NADA PARA AMBOS!!

Poco a poco la fuerza del joven se iba y tenía que usar algo para poderse apoyar como un bastón y realmente no era por las cicatrices externas lo que no le permitía caminar bien sino más bien era algo más...interior...en su corazón...luego sacaría el de uno de sus bolsillos del pantalón, algo extraño, una especie de capa rota y quemada, así como también había un pequeño antifaz blanco que al igual que la capa, solo quedaba la mitad de este, y tambien unos visores verdes con los lentes rotos.

-Solo quería ser alguien ejemplar, un maestro en quien podrían confiar, quise ser mejor pero ahora me veo reducido como un maldito vagabundo al que todos quieren muerto-.

Durante varios minutos empezaría a caminar mientras empezaba a escuchar sonidos de patrullas y helicópteros, por lo que guarda los objetos y empezaría a correr, llegando a un edificio donde se esconde.

Pasada una hora sale de su escondite y solo mira que el cielo, despejado, mientras poco a poco se recompone empezando a caminar otra vez.

En un momento dado se detiene mientras se quedó mirando un punto fijo en la ciudad, actualmente vuelta ruinas y él después, comenzo a buscar en los bolsillos de su traje un papelujo que ya se veía bastante arrugado y desgastado al sacarlo notar que era una foto especial

- cuando naciste había prometido que te cuidaría y espero que al menos aún puedas reconocerme o incluso solamente llamarme por una sola vez en la manera en la que tú y yo nos conocimos-

El aprieta un poquito la foto como si se estuviera aferrando con todo su ser, con todo su cariño, y su calor.

-solo te pido...se fuerte hermanito...tu hermano mayor va a ayudarte-.