O2

Se despierta acurrucado entre sus cobijas, con el sonido del despertador retumbando en su oído. Gruñe un poco y decide tomar una ducha fría para despertarse. Arregla su habitación y se prepara para hacer su desayuno y el almuerzo para llevar en un tupper. Sabe que no tendrá tiempo para llegar al medio día a cocinar, así que lo tiene todo previsto.

La tarde anterior se había tomado el tiempo de conocer un poco el pueblo y le resultó mas sencillo ubicarse cuando salió de casa, sólo debía encontrar el hospital rural y ya estaba.

Al entrar al hospital, decide sentarse una de las sillas que se encontraban en la sala de espera, mientras volvía la enfermera.

Cuando regresó, se acercó a él y con una dulce sonrisa le dijo "Bienvenido, ¿Park Jimin, verdad?, puedes seguirme y te muestro la instalación. No es tan grande, pero es bastante acogedora". 

Y la verdad fue así, resulta que al ser un pueblo con población reducida, se facilitaba atender a los pocos pacientes que aparecían por el lugar, habían tres enfermeros más a parte de la Omega que le estaba mostrando el lugar, todos ellos resultaron ser realmente amables. Luego le gustaría conocer a cada uno de ellos.

Cuando la enfermera lo lleva a la oficina del doctor William, Jimin puede asegurar que estaba a punto de desmayarse.

Se imaginaba al Doctor William como un Alfa imponente, de esos que despreciaban a los Omegas (Tal vez porque la mayoría de Alfas que conocían despreciaban el trabajo de los Omegas Doctores), pero cuando la enfermera abrió la puerta y se despidió de él, resultó ser lo opuesto a lo que pensaba.

Saludandolo un dulce alfa, unos dos centímetros mas alto que él, con un bigote parecido al típico bigote de Santa Claus, de ojos azules y cejas prominentes.

"Buenos días, ¿Jimin?" Preguntó y el más bajo asintió.

"Ese soy yo" Intentó sonar fuerte, pero no lo logró, el viejo Alfa sonrió, notando los nervios del joven médico.

Jimin evita mirar el Alfa a toda costa y comienza a fijarse en pequeños detalles del lugar, como los cuadros que tiene el doctor de lo que parece ser su familia. Están él, su esposa y dos niños pequeños, sonríe.

Le gustaría tener una familia así.

"Mucho Gusto, soy el Doctor William, aunque ya debes saber algo de mí" Rió y Jimin asintió. "Como sabes, he decidido retirarme del cargo y vivir con mi familia. Te he dejado los documentos necesarios para facilitar tu estadía aquí, sabrás que es un pueblo pequeño".

El Omega asintió, dejando escapar un suave suspiro.

"...Te noto algo tenso. Pero no te preocupes, te darás cuenta que el trabajo no es tan pesado como es en la ciudad, o bueno, en este caso. La gente suele ser muy amable y no hay muchos problemas. Puedes tomar estos documentos e irte a casa por hoy, repasalos en casa y vuelve el Lunes. No hay mucho que hacer aquí, después de todo." El alfa sonríe. Está siendo sincero. Trabajar en un pueblo como ese, era calmado, iba a extrañarlo, pero sabía que era momento de su retiro. 

Jimin frunció el ceño, realmente había esperado más. Quería llenarse de trabajo o de alguna actividad que pudiera distraerlo de su pequeña soledad.

Suspiró asintiendo, completamente rendido.

"Está bien, muchas gracias"

"Buena Suerte, hijo" Le dijo el alfa y Jimin le sonrió agradecido.

Metió los documentos en su maleta y salió del hospital con una mueca en el rostro.

Pensando en dirigirse a la casa y estar el resto del día, decide cambiar de planes.

Deja los documentos en casa y vuelve a salir con el tupper, para almorzar fuera.

Almuerza demasiado temprano, así que tiene tiempo de caminar por el pueblo, antes de volver a casa.

Cuando llega a la plaza, decide admirar un poco el paisaje, hasta que una niña se cruza con su camino, chocando con su pierna y raspando su rodilla.

"¿Estás Bien?" Le pregunta el Omega y la niña asiente con un mohín en su rostro, Jimin sabe que miente y está a punto de llorar.

"¿Dónde está tu mamá?" Pregunta y la niña se levanta, fingiendo que no le duele la rodilla. Jimin hace una mueca.

"Viene para acá, estamos esperando a papá. Me dejó jugar un rato, así que no le digas que ensucié mi vestido, por favor" Le dijo y Jimin asintió.

"Está bien, pero dile que después te lleve al hospital a limpiar tu herida, ¿de acuerdo?" La niña asiente y se aleja corriendo.

No tenía como curar aquella herida que la niña se había hecho, espera que su madre la llevara al hospital.

Cuando se levanta para salir de la plaza, siente un aroma extraño, pero no logra prestarle la atención suficiente.

Está concentrado pensando en los documentos que le ha entregado el doctor, que no notó una extraña presencia.

Al llegar a casa, lavó el tupper y comenzó a leer los documentos en la habitación de invitados que tenía un escritorio.

Pasó toda la noche en vela, sintiendo una fuerte punzada en el pecho.




hubo un error en la descripción, así que les pido que vuelvan a revisarla 😭, lo siento

como mencioné, subiré el siguiente capítulo también. este viernes subo el cuarto y actualizaré un capítulo cada semana los días sábados en la tarde ❤️

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