Insinuación.
El alcohol empezaba a hacer efecto en el torrente sanguíneo de Namjoon, haciendo que algunas cosas parecieran graciosas o demasiado inusuales, haciendo que la dopamina en su cerebro estuviera despierta. Hacia mucho tiempo que Namjoon no bebía hasta el punto de perder control de su propio cuerpo, pero de algo estaba seguro, ahora más que nunca era cuando necesitaba de aquella bebida amarga que le alteraba los sentidos, tal vez así podría llevar sus problemas con la mente en alto o simplemente olvidarnos aunque fuera por unas cuantas horas, ayudando a su atormentada mente a descansar.
Namjoon logró subir a su habitación después de haber sido golpeado con la pared unas cuantas veces, luciendo algunos moretones en sus brazos debido al tacto con la fría pared, pero ni siquiera aquel frío, era comparado con el que sentía al estar al lado de aquel invitado inusual, el cual resaltaba en cualquier parte debido a su cabellera roja, que lo hacía lucir realmente guapo o quizá, solo era el efecto del alcohol, pues era la primera vez que Namjoon veía guapo a un fantasma, entonces probablemente era eso o eso pensaba él.
—No se te va a pegar la belleza mirándome así. —dijo Jin rompiendo el silencio.
—No me hagas caso, estoy muy tomado. —respondió Namjoon arrojándose a la cama boca arriba.
—¿Hace cuánto tiempo puedes ver muertos? —cuestionó Jin con cierta curiosidad.
Namjoon suspiró pesadamente, tratando de no recordar su infancia, la cual sus padres habían dañado por completo, pero estaba seguro que si no lo decía, Jin iba a seguir insistiendo toda la noche hasta que le contara todo con detalle. Después de unos minutos de silencio, Namjoon decidió contarle todo Jin, desde sus encuentros nocturnos con fantasmas, hasta la vez que sus padres lo encerraron en un manicomio, donde lo torturaron día y noche, logrando que su don solamente aumentara, hasta el punto en el que decidieron acabar con su vida, pero su mejor amigo Yoongi lo había salvado.
Namjoon dirigió su mirada hacia Jin, encontrándose con unos ojos brillantes y atentos, los cuales demostraban que Jin estaba escuchando cada una de sus palabras, sin distracciones o aburrimiento, haciendo sentir a Namjoon una sensación extraña en su pecho, pues a parte de Yoongi y Jimim, nadie más lo había escuchado con tanta sinceridad, sin pensar que estaba loco, pero bueno, después de todo, Jin era un fantasma y nadie mejor que él para entenderlo.
—Aun no puedo creer que estoy muerto —susurró Jin una vez que Namjoon terminó su historia—. Todo por lo que he trabajado se ha ido a la basura.
—Realmente lo siento. —murmuró Namjoon sintiéndose más sobrio.
—No lo sientas, detesto la compasión. —dijo Jin mirando por la ventana.
—¿Aún sigues sin recordar cómo moriste? —preguntó Namjoon tratando de cambiar un poco el tema.
—No y realmente no sé si quiero recordar, de cierto modo tengo... Miedo. —dijo Jin susurrando la última palabra.
—No te preocupes, el miedo es un sentimiento normal de los humanos, todos llegamos a sentirlo en cualquier momento. —informó Namjoon.
Jin siguió mirando por la ventana, observando el gran pastizal que tenía la casa de Namjoon, seguido de un bosque poco denso, el cual era perfecto para perderse por largas horas y olvidar el mundo por completo. Namjoon seguía acostado en la cama, con sus ojos cerrados y su respiración tranquila, sintiendo como en cualquier momento iba a caer completamente dormido, sintiéndose cálido por primera vez, pues de cierta manera, la compañía de Jin le hacía bien y sólo pensaba en la manera de cómo ayudarlo.
Jin desvío su mirada y la dirigió hacia Namjoon, el cual yacía en su cama tranquilamente, por alguna razón, aquella escena le había parecido muy tierna Jin, lo cual le hizo recordar las palabras de Namjoon sobre los sentimientos de las personas, cosas que los hacía más humanos y demostraban que estaban vivos y sintiendo, por lo que Jin había tomado la decisión de empezar a experimentar sentimientos humanos, tal vez así recordaría todo y el culpable de su muerte quedaría tras las rejas.
—Nam... —llamó el peli rojo con siento nerviosismo en su voz.
—¿Qué ocurre? —preguntó con su voz adormilada centrando su mirada en él.
—¿Alguna vez has tenido sexo con un fantasma? —cuestionó curioso.
—¿Qué? ¡Claro que no! —exclamó Namjoon.
—¿Quieres hacerlo ahora? Tengo ganas.
Así las quería atrapar puercas 😈😈
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