Habían pasado 8 años desde el accidente de los hermanos Kim, ahora esos pequeños niños se habían convertido en adultos con sueños y metas por cumplir, incluso, el sueño más grande que tenía Jin se había cumplido, ahora era dueño de una agencia de modelos, donde se modelaba la ropa mas cara y lujosa de Corea del Sur, creada por el mismo, el cual ahora se hacia llamar "El principe de la moda" y no solo eso, Jin también era muy estricto con sus modelos, llevándolas a extremas dietas y ejercicios, haciendo que los primeros rumores se extendieran a nivel mundial, diciendo que la agencia las mataba de hambre y habian habido varias muertes.

Jin siempre hizo caso omiso de esas acusaciones, asegurando que las modelos estaban siguiendo una dieta saludable y para nada dañina, además, cada modelo entraba bajo su propia voluntad y que aquellos rumores, solo salían de personas envidiosas y que muy probablemente habían sido rechazadas por la agencia, pero la verdad estaba demasiado lejos de ser descubierta, pues Jin sabía muy bien la cantidad de personas que habían muerto bajo su mando y que ahora el sótano de la mansión de sus padres, estaba llena de cadáveres.

—¿Cuánto tiempo más vas a continuar así? —cuestionó Taehyung cargando con uno de los tantos cuerpos que habían en la mansión de Jin.

—La belleza y el estatus tiene un precio. Yo estoy dispuesto a pagarlo. —respondió Jin con picardía— no importa cuántas personas deban morir en el intento.

—Esto está mal... —susurró una voz suave y asustada.

—¿Jungkook? ¿Qué te dije de espiarnos? Vete a tu habitación ¡Ahora! —ordenó Taehyung, tratando de no meterlo también en los problemas de Jin.

—Dejaló, es hora de que vaya aprendiendo el negocio de la familia. —murmuró tras una risa burlona.

—¡Ya basta Jin! Deja a Jungkook fuera de esto, por favor. —suplicó sintiendo un ardor en su garganta.

—¡Ya cálmate! Ve y cogete a una puta y déjame en paz.

La relación de Jin y Taehyung había sido la misma durante los últimos años, incluso después de la adopción de Jungkook y la llegada de  Ji Eun, quien había tratado de entrar como una modelo más en la agencia, pero por alguna extraña razón, Jin la había convertido en una más de la familia, a cambio de satiafacerlos de vez en cuando. La familia ahora estaba conformada por 4 personas y todos sabían el oscuro secreto de Jin; las muertes, estafas, engaños y algunos asesinatos, además del mal trato que Jin le daba a sus empleados, terminando así con muchos enemigos, los cuales querían acabar por siempre con el príncipe de la moda.

Una noche, cuando el cielo parecía caerse en mil pedazos, debido a la tormenta que estaba cayendo, Jin decidió despertar a todos los miembros de la familia, obligándolos a empacar sus cosas lo más pronto posible, pues debían irse rápidamente del lugar, ya que uno de los enemigos de Jin se dirigía a su mansión. Taehyung no estaba de acuerdo con la situación, pues quería que Jin arreglara sus problemas sin meterlos a ellos en eso, pues quería vivir una vida normal y tranquila, sin tener que huir cada que él se metía en un problema gigante.

—Quedarnos no es una opción, Taehyung. —dijo Jin.

—No me iré contigo. —susurró con enojo.

—Si quieres quedarte hazlo, tal vez con tu muerte se olviden del problema.