38. Invitación y solicitud

(CAPÍTULO 38:
Invitacion y solicitud. )



     LEIRE SE DEJÓ CAER EN SU CAMA, sintiéndose agotada y llena por la comida con Ángela. A su lado, pronto una presencia sintió y dio un giro reconociendo la presencia de Jasper.

     —¿Cómo estas?

     —Bien, contigo siempre estoy bien.

     El empático sonrió, recargando el cuerpo de la mortal un poco en el suyo.

     —Solar dice que se la pasó bien con Ángela, nos sorprendió muchísimo ver a Rosalie tranquila—río la ojiazul sintiendo caricias en un cabello.

     —Simplemente no había conocido a alguien bueno.

     —Tú eres buena—Jasper le levantó y acomodó como siempre a Leire, pasando sus manos por la cintura de la chica.

     El espacio entre ellos pronto se redujo, comenzando un pequeño beso que se extendió un poco, provocando que Leire se separara mostrando unos labios rojizos.
     Después de estar separados, la castaña recorrió su rostro con sus manos y suspiró, uniendo sus labios con urgencia a los del vampiro que se deleitó al sentir muchas emociones de parte de su compañera.

     —Jazz...

     Los sonidos provocados en los labios de la chica hacían que el vampiro se descontrolara un poco, sintiéndo sus propias emociones por momentos. Sus besos pronto comenzaron a tornarse más subidos de tono, donde nuevamente la castaña se levantaba un poco sintiendo las manos de Jasper en su cintura bajando lentamente por sus piernas. Un gemido ahogado provocó que las mejillas de Leire se encendieron, el empático había soltado un minúsculo sonido que había provocado que su sangre se calentará.

     —Nunca me cansaré de ti—Un beso fue dejado en el cuello de la castaña, que se dejó hacer al sentir un par de besos bajar por su piel, la camiseta que llevaba le dejaba desprotegidos los hombros y el cuello por lo cual varios besos fueron dejados en sus hombros.

     El vampiro finalmente recobró la consciencia al sentir varios sentimientos de parte de la humana. Dejo un beso en su hombro y se alejó.

     —Perdóname.

     Leire sonrió y acarició su mejilla.

     —Supongo que es normal... pero no para nosotros, así que detengamonos—Aceptó al entender un poco sus palabras.

     Los vampiros eran sumamente fuertes, por lo que una idea acerca de una mínima posibilidad de tener algo relacionado con temas íntimos, era prohibido para ella. Era muy frágil.

     Finalmente se dejó caer al otro lado y sonrió al sentir un brazo pasar por sus hombros.

     —¿Pensaron acerca de otra forma de protegernos?

     Jasper suspiró y comenzó a explicar una idea que había tenido Carlisle.

     —¿Te importaría llamarle al chucho?—Leire le dejo un golpe en el pecho regañandole, escuchando una risa de parte del chico.

     —No tengo su núme...—su voz se interrumpió al tener una pequeña tarjeta en sus manos—. ¿Qué es esto?

     —Jacob lo dejó en tu chaqueta el día que se presentó en el instituto, lo tomé pensando que jamás lo usaríamos, pero al parecer sí.

     Leire sonrió divertida y con ayuda del empático, marcó el número de aquel lobo.

     —¿Hola?

     La voz de un chico confundió a Leire.

     —¿Teléfono de Jacob?—La negativa de parte del desconocido le hizo suspirar—. ¿Quién es?

     —Soy Seth, ¿Buscas a mi hermano?

     —Sí, pero al parecer no está.

     —¡Yo podría ayudarte!—el tono emocionado hizo que sonriera la castaña—. ¿Puedes decirme para qué lo buscas?

     —Tenía planeado hablar con él para tener comunicación con Sam—Un sonido de sorpresa de parte del pequeño atrajo la atención de Leire—. ¿Conoces a Sam?

     —Claro... ¿De casualidad no eres una chica que está con uno de los Cullen?

     —Perdona mis modales, soy Leire y sí.

     —¡Así que eres tú! Espérame un momento, hablaré a Sam para que venga.

     La humana aceptó aquello y sonrió, esperando la presencia de aquel hombre. Varios minutos pasaron en los que habló con Jasper mientras esperaba, se río varias veces por el empático que cuando escuchó un carraspeo se exaltó.

     —¿Hola?

     —¿Eres Sam?—preguntó directamente.

     —Tú eres aquella chica, la que está con un chupasangre.

     —No les digas así.

     —¿Qué necesitas?

     Como si ignorara lo que dijera le interrumpió, Leire exhalo y se giró a Jasper.

     —¿Podrías hablar con el "chupasangre"?—Con resignación aceptó y pronto le paso el teléfono a Jasper—. Quiere hablar contigo.

     —Hola, Sam—empezó él con impecable amabilidad. Se hizo el silencio—. Alguien ha estado aquí, alguien cuyo olor desconocemos—explicó—. ¿Se ha encontrado tu manada con algo nuevo?

     Las respuestas de parte del alfa no eran toscas, contestaba amable al reconocer una amenaza nula de parte de aquel chico.

     —Quizás estés en lo cierto—aceptó después de un rato el sureño, escuchando el punto de vista del hombre lobo—. Es una sugerencia interesante y estamos bien predispuestos a negociar si puedes hacerte responsable.

     Pronto la conversación fue terminando, por lo cual el chico agradeció y colgó.

     —¿Qué dijo?—preguntó rápidamente la castaña, recibiendo una mirada de parte del de ojos dorados.

     —Creo que es una tregua. Me dijo acerca de un posible lugar en donde podrías estar protegida.

     Ante el silencio preguntó aquello siendo Jasper el que exhalar con pesadez.

     —La reserva. Dice que serán capaces de enfrentarse a cualquier cosa—La castaña asintió y se acercó a su compañero, recargandose en su hombro.

     —¿Algo más?

     —Hemos hablado de un simple reajuste de fronteras para poder atrapar a cualquiera que merodee demasiado cerca de Forks.

     —Eso es bueno—El chico sonrió al reconocer la preocupación de la chica y asintió, pasando una de sus manos por el cabello de la castaña.

     —Nos vemos en breve—repuso.

     —¿Va venir aquí?

     —Sí. Intentará percibir el olor del visitante para poderle rastrear por si acaso regresase.

     La chica asintió y finalmente entré una charla, cayo dormida sintiéndose cansada.





     LA MAÑANA SIGUIENTE LEANDRO SE DESPIDIÓ, yendo a trabajar al igual que Katya. Pasaron una mañana simple, siendo el sureño el que ayudara a Leire con varias cosas en su hogar.

     —En unos minutos llegará.

     La castaña asintió y ambos se dirigieron a la salida, permitiéndose quedarse unos cuantos minutos cerca. Jasper inhalo el aroma del cabello de Leire para rodearla suavemente.

     —Yo permaneceré cerca y tú estarás a salvo.

     Pronto una presencia se hizo notar entre los árboles, siendo un hombre mayor el que se acercara a ellos observando a la joven pareja con tranquilidad. No conocía a la ojiazul, pero sabía que su vista era un sentido que volvía gracias a uno de los Cullen.

     Se sintió tranquilo al saber que de cierta forma, la familia de vampiros hacia algo por ella y si la convirtieron, su vista regresaría. Aunque no era de su incumbencia, algo bueno traía romper las reglas a veces.

     —Buenos días—saludó estrechando la mano del vampiro que correspondió el saludo, Leire le sonrió.

     La presencia de Solar apareció saliendo del hogar y al reconocer el lobo le miró curiosa.

     —¿Es que te resulta imposible ponerte ropa, Sam?—El hombre le miró serio, llevaba el pecho desnudo y vestía un par de pantalones vaqueros.

     —Es más sencillo—explicó.

     —¿Por tus transformaciones?

     El lobo sonrió y asintió ante las palabras de Leire.

     —Ya es bastante molesto acarrear unos pantalones cortos a todas partes, no digamos entonces toda la ropa.

     Solar se burló y le dirigió una mirada.

—Tus ropas no aparecen y desaparecen por ensalmo cuando te transformas—especifico Jasper, aligerando el ambiente.

     —Bien, se supone que debo ponerme a trabajar—murmuró—. ¿Dónde se nota el olor del intruso?

     La pregunta hizo que Solar le explicará.

     —En el dormitorio. Sucedio lo mismo con mi compañero—Sam le dirigió una mirada y asintió.

     —Tardaré un minuto.

     El hombre recibiendo una mirada aprobatoria de parte del vampiro se alejó, dejando a la joven pareja solos.

     —¿Cómo es él?

     Jasper al escuchar la pregunta de su compañera, le complació explicándole la apariencia del recién llegado.
     Pronto la presencia del hombre volvió con ellos, murmurando de lo mal que olía aquel rastro y sorprendiendose al no detectar un olor repulsivo por el vampiro.

     —Es un olor que pasaré a los demás, no se preocupen, si pasa por la reserva lo sabremos.

     Leire asintió agradecida.

     —¿Puedo hablar contigo?—El empático al reconocer una actitud pasiva, se alejó un poco e ingresó al hogar acercándose a Solar explicandole posibles alternativas para Caden.

     Sam al verle se acercó un poco y murmuró.

     —Pareces agradable... Jacob dijo que eras diferente a Bella—contó recibiendo una risita de parte de la chica.

     —Creo que soy un poco distinta a ella.

     —Supongo que estamos bien con eso—Un silencio se instaló, cambiándolo después de varios minutos—. Jacob tiene la insistencia de saber si tu te convertirás.

     —No sé por qué le interesa demasiado, pero si, lo haré.

     Un suspiro salió de los labios del licántropo, con un poco de timidez posó una de sus manos en la cabeza de la chica al ser más alto que ella.

     —Le preocupa mucho por que piensa que sucederá lo que pasó con Bella, no quiere que ningún humano se convierta.

     Leire negó y bufo.

     —Esa no es su decisión—musitó—. No le concierne a él.

     —Habla del tratado—específico—. Dice que ningún vampiros puede cambiar a un humano, menos morder alguno para alimentarse.

     —Los Cullen no dañan a nadie.

     —Lo sabemos—sonrió—. Parece que el chico te amaba demasiado para intentar conseguir más ayuda para ti.

     Leire asintió y sonrió.

     —¿Tienes planes esta noche?

     —No.

     Sam al escucharle dio varios pasos atrás.

     —La reserva tendrá un picnic nocturno y seria bueno tenerte allí—Con aquello se despidió convirtiéndose y alejándose entre los árboles.

     Leire suspiró y se adentró a su hogar, sintiendo pronto las manos de Jasper en su cintura.

     —He recogido tu correo.

     —Seguramente pura basura—Se recargo en su hombro dejando ser conducida al sofá de la sala.

     —No lo creo—Solar se despidió al ver a su hermano sonreír, felizmente se alejó yendo hacia el hogar de su compañero.

     Leire sintió entre sus manos un sobre de un tamaño normal, lo inspeccionó desdoblandolo y sacando con cuidado los papeles dentro, sonrió y pasó unos de sus dedos sintiendo el relieve de las palabras en braille.

     —¿Es en serio?—La ojiazul se detuvo y esperó la respuesta del empático.

     —Lo es. Estoy seguro que te han aceptado, tiene la misma apariencia del mío.

     La emoción en la voz de Leire se hizo notar, tomando entre sus manos nuevamente los papeles revisandolos.

     —¡Lo es!—gritó y sus ojos pronto se llenaron de lágrimas—. Espera... ¿Fuiste tú?

     La confusión en su voz provocó que Jasper rápidamente tratara de acercarse a ella siendo aceptado.

     —Envié tu formulario, eso es todo.

     Leire dejó salir una risa suave y abrazo con fuerza a su compañero.

     —Muchas gracias, Jazz—Sus labios se unieron, siendo un pequeño beso—. Pero al final, es algo que debemos discutir—murmuró— quiero ser como tú y dudo demasiado querer esperar muchos más tiempo.

     —Yo...

     —No ahora, no hablemos de ello ahora. Solo arruinará esto y simplemente quiero disfrutarlo—Sonrió y pasó sus manos por el cuello del chico.

     —¿Vamos a tu habitación?

     Leire asintió, siendo tomaba de las piernas para subir encima del chico que rápidamente la llevó a su cama.

     —Tus prendas... Caden le hace falta una también—Le informo cuando estuvieron recostados en la cama.

     El silencio se sumergió en la habitación, siendo roto por un jadeo de parte de Leire.

     —Llevaban nuestro olor—musitó—. Tiene que ver con el intruso.

     Jasper se tensó y pensó unos cuantos segundos.

     —Estaba reuniendo rastros, evidencias... para probar que te había encontrado—El empático confirmó y se acercó a su novia tomándole de la cintura y acercándola a él—. Lo averiguaremos.

     Leire asintió y el sonido del teléfono de Jasper le distrajo. El inmortal por unos cuantos minutos habló a través del móvil para después colgar mirándole preocupado.

     —¿Dónde está el periódico?

     —Katya lo tiró anoche...—un fuerte viento le hizo saber que se había ido para regresar con la misma rapidez, teniendo esta vez el papel en sus manos.

     —Carlisle lleva razón. Esto es muy descuidado.

     El nuevo periódico después de varias semanas advertía de las muertes en Seattle.

     «La epidemia de asesinatos continúa. La policía no tiene nuevas pistas.»

     —Katya dijo algo acerca de que esta empeorando—El rubio le confirmó aquello.

     —Están del todo descontrolados. Esto no puede ser trabajo de un solo vampiro neonato. No conocen las reglas de nosotros, pero entonces... ¿Quién los está creando?

     —¿Qué podemos hacer?—La ojiazul preguntó sintiéndose preocupada.

      —Deberíamos hablar con estas personas, explicar las reglas... se resolvería de una forma pacífica. Por el momento, dejaremos que Alice y Solar se mantengan alertas.

     Con un asentimiento se quedaron en silencio, juntos y con muchas ideas en su mente.



➥Nota de la autora📦📝

O1. Debe estar peligrosa la cosa si hasta piden ayuda de Sam 😭💔
O2. Momentos donde reconocen que Leire no es dependiente de nadie 😉👀
O3. ¿Picnic en la reserva? Vamooos🤩😜
O4. ¡Voten mucho! y comenten más 🥰💗

JASPERHALE, 2024
© my eyes look at you fanfic

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