♡ 24 ♡
Las cosas habían estado algo tensas en casa por la situación que estaba pasando su tío Dong Min, tuvo que irse a vivir con su padre para más seguridad, pero la preocupación que sentía Doyoung hacia con Seung Min no era fácil de apaciguar.
No es fácil cuando ha vivido toda su vida con su primo y se han criado como hermanos, menos cuando sabe que está en manos de una mujer sin escrúpulos.
En casa de su padre, Doyoung al menos podía estar cerca de él, pasar más tiempo a su lado en comparación al pasado, pero de igual manera sentía su ausencia. Como que le hizo entender el porqué Jaehyun lo dejó viviendo con Dong Min aun después de saber que tenía un hijo.
El alfa era demasiado ausente gracias a su trabajo, pero él como hijo no lo culpaba, porque a pesar de eso, Jaehyun siempre hacia aunque sea, un segundo de su tiempo para él.
Y esa tarde, su padre se había quedado trabajando en casa para acompañarlo, pero de repente, una visita fue anunciada y el hombre lo dejó solo en su oficina. Sintió algo raro, un aire extraño recorrer su cuerpo al momento que su padre se fue y para no quedarse con la duda, decidió seguirlo.
Y ahí estaba ahora, escuchando escondido detrás de una pared como la bruja ex esposa de su tío Bin le proponía a su padre separar a la pareja a cambio de dinero.
—Realmente quiero entender porque me propone esto, pero no le encuentro sentido. —expresó Jaehyun con incredulidad, no podía creer que hasta esos extremos llegarían.
—No entiendo su confusión, es muy simple lo que le estamos pidiendo.
—No entiendo porque tengo que ser yo. No, no, mejor dicho... ¿Por qué me buscan a mí para hacer su trabajo sucio?
—Tengo entendido que usted y Lee Dong Min tienen un hijo.
—¡Claro que no! Tenemos una relación como de cuñados ya que solía salir su primo, pero él murió y Dong Min se hizo cargo de mi hijo como si fuese su madre. No entiendo como gente como ustedes saquen conclusiones tan absurdas. —la mujer se río bajo.
—Por supuesto que lo sabemos, señor Jeong. Solo estaba confirmandolo. Ahora, si usted se niega a colaborar, a la presidenta no le hará gracia.
—No me importa el jodido dinero, no quiero estar metido en esto. Dejennos a mi hijo y a mí en paz.
—Está bien. —se puso de pie con su bolso en manos. —Veremos si sigue pensando así más adelante.
Y con total arrogancia, se fue de su casa dejando a Jaehyun en las nubes de tanto sobrepensar.
—Papá. —Doyoung salió de su escondite. —¿Estás bien?
Y quiso prestarle atención a Doyoung, pero lastimosamente sentía una corazonada...
Como si algo malo pasaría después y él también saldría lastimado.
Fue cuestión de días, una semana completa en la que no volvió a recibir llamadas, ni visitas extrañas sobre esa gente. Porque sí, ya lo habían llamado a su casa en anteriores ocasiones, y pensó por un momento que se libraria de esa peste qué lo seguía.
Pero fue peor.
Porque Moon Yerim se presentó hasta su casa con una caravana de autos blindados solo para... "convencerlo".
—Señora Moon.
—¡Es un placer conocerlo, señor Jeong! —su simpatía realmente no era de fiar, sin embargo, Jaehyun se mantuvo neutral en caso que quisiera atacar.
Y ahí estaba otra vez Doyoung escuchando esa conversación de nunca acabar.
—No es que quiera ser descortés, pero me encantaría saber que la trae por aquí, señora Moon.
La alfa sin delicadeza tomó asiento y ordenando solo con un gesto en su mano, uno de sus subordinados se acercó a ella para entregarle un sobre.
—La cosas es muy simple. —dijo mientras abría el dichosos sobre. —Aquí adentro, están las escrituras de una propiedad en Gangnam valorada en 60 millones de wones y... —le pasaron un maletin plateado, el cual abrió en la mesa del centro de aquella sala. —10 millones en efectivo.
—¿Por qué desea gastar su dinero en algo tan insignificante como esto?
—No es insignificante, señor Jeong. Como verá, mi hijo es el representante público de nuestra empresa y gracias a que su pasado nunca fue enterrado, hay cierto descontento entre mis socios qué afectan al negocio directamente.
Por supuesto que mentía, no había tal cosa, solo era su capricho.
—No imaginé el que su hijo tenga una familia, sea una molestia mayor.
—Lo es y realmente espero poder arrancar ese mal de raíz. No quiero saber nada, pero absolutamente nada sobre Lee Dong Min y su bastardo.
—Si acepto... ¿Qué planea que haga?
A Doyoung se le formó un nudo en la garganta, ¿Cómo era posible que su padre aceptaría algo así? ¿Cómo siquiera lo estaba considerando?
—Señor Jeong, usted es una persona de lo más transparente y sé que ha estado enamorado de mi... Yerno. Lo cual es fabuloso porque así las cosas se hacen más rápido.
Una cosa tras otro dejaba al chico en blanco total, esperando que el listado inmenso de preguntas le cayeran encima.
—También conozco la situación de la empresa de su familia, sé que han perdido inversionistas y el dinero es esencial en estos momentos.
—Lo es, pero eso es algo que yo solucionaré.
—No se preocupe, le ayudaré con ello. Me interesa abrirme nuevas puertas a otros negocios, así que en nombre del Moon group, queremos hacer un tratado con ustedes.
—¿Es una nueva forma para lograr que acepte en ayudarla?
—Tómelo como quiera. Es mejor tenerme de amiga y no de enemiga, señor Jeong. —la mujer se levantó y sonrió burlesca al ver a Doyoung escondido. —No espero que me dé una respuesta inmediata, pero si que cuando lo busque otra vez, haya tomado una decisión sabía. Nos vemos.
Finalmente se fue siendo seguida por la mirada del chico que la odiaba con todo su ser y quien al verla partir en su auto, se acercó a su padre furioso.
—¡Papá, ¿qué quería esa señora loca?! ¡¿Qué te dijo? ¿Por qué te buscan?! —interrogó metiendo presión a que su padre hablara.
—No es nada importante, Doyoung.
—¿No?... ¿Vas a aceptar lo que quiere? —su mirada cayó en el dinero que habían dejado junto a las escrituras de aquella propiedad.
—Debería de estar en tu cuarto, no escuchando conversación ajenas.
—Te hice una pregunta, papá. ¿Vas a aceptar? ¿En serio?
—No te incumbe. —se quiso ir para ignorar a su hijo, pero...
—¿De verdad amas a tío Min? —quería que se le dijera en su cara sin tantos rodeos.
—Ya te dije que eso no es-...
—Y si lo amas, ¿Por qué le harías caso a esa señora? ¿Acaso amar no es también soltar y dejar que el otro viva? Deberías de ponerte a pensar en eso papá.
Y fue Doyoung quien abandonó la sala, pero sus palabras se quedaron grabadas en la cabeza de Jaehyun.
Ahora, debía encontrar solución a ese problema o... Tomar una decisión.
Dong Min en casa esperaba como cada día una noticia de su hijo, sabía que no tenía que insistir - por boca de su suegra - pero llegaba a creer que Yerim quería cambiar lo que con tanto esfuerzo él ha hecho. Cambiar a su inocente niño, crearle algún tipo de ser maligno adentro así como ella lo andaba y odiaría tener que reencontrarse con un Seung Min qué lo despreciara y todo por culpa de su abuela.
Pero había algo más difícil de llevar en esos días y era una angustia, su celo no se había presentado a la fecha y por más días de retraso que tuviera, le seguía pareciendo extraño. Bin no tenía noción de cuando le tocaba, por lo que no habían preguntas de su parte, sin embargo, Dong Min tenía miedo y no sabía en que había afectado su unión en su cuerpo.
Años sin sufrir un celo doloroso, la marca marchita en su cuello y tanto cambios físicos le afectaron, el volver a encontrarse a Bin, sentir el nudo creandose en sus corazones al momento de unirse, su marca abierta nuevamente y su celo explosivo fue algo que sin duda llamó su atención, pero han habido tantas cosas que ignoró todo.
Pero consideraba hacerse un chequeo pronto.
—Bonito, ¿Pasa algo? —Bin se acostó a su lado, estaba preocupado porque tenía unos minutos de haber llegado y Dong Min parecía no haberse dado cuenta.
—Lo siento, no te vi. —no convencido con su respuesta, lo abrazó por el abdomen y se sorprendió al sentir un aroma diferente en él.
—Minnie... ¿Por qué siempre que estamos juntos hay un olor diferente?
Cómo ámbar mezclandose entre sus feromonas haciéndole confundir.
—No lo sé, yo no siento nada.
El olor de destinados. Fue lo que pensó, aunque no tenía mucha lógica tampoco. Que más da que en ese instante, su teléfono sonó y contestó rápidamente al ver que se trataba de alguien desconocido.
—¿Hola?
—¡Mamá soy yo!
—¡Seung Min, hijo!
Y ambos padres se sintieron felices de escuchar la voz de su bebé, aunque... Si llegaban a encontrar al chico con un celular, sería peligroso. Pero, ¿Cómo logró comunicarse?
• • •
Como siempre, ha tratado de ser un niño ejemplar para con su abuela, bien portado y digno de tener su "cariño", pero si habla en serio, ya está harto de comportarse como un adulto cuando no lo es y harto de que esa señora quiera dañaf la relación tan bonita que tienen sus padres.
Sabe que la mujer ha estado planeando algo, sabe que ha estado muy sospechosa y comenzó a preocuparse cuando escuchó en una ocasión, como la ex esposa de su padre hablaba de Jeong Jaehyun y como su abuela solo dijo: «Tendré que hacerle una visita».
Todo era confuso porque se supone que el alfa era un aliado, no un enemigo, pero ahora... Todo se volcó y ya no sabe que es verdad.
Y justo ese día la mujer salió con casi toda su gente y aprovechó a robarle un celular que sabia estaba libre en la oficina de su abuela para llamar a su madre. Al principio dudó ya que creyó sería una trampa de la alfa, pero lo revisó y revisó las cámaras en la oficina, y se dio cuenta que Yerim no tenía nada de eso en su oficina ya que todo lo que hacía, lo decía en ese lugar y si alguien la quería acusar, no habrían pruebas.
Es por eso que no hay cámaras, para no tener que borrar nada y mucho menos, ser inculpada de eliminar evidencia.
Memorizó el número de su madre, así que no hubo problemas al llamarlo. Además, había algo importante que quería preguntarle...
—¿Mamá, estás bien? ¿No te ha hecho nada la abuela? —Dong Min estaba llorando y una sonrisa se le soltó al escucharlo. Su pequeño niño estaba preso en aquella casa, pero se preocupaba más por él.
—Yo estoy bien, cariño. ¿Cómo estás tú? ¿Yerim te hizo algo?
—No, nada. Todo bien, ¿Y papá? ¿No te ya dejado solo?
—No, Minnie. Aquí estoy con tu madre. —el niño se puso feliz.
—Papás, no tengo nucho tiempo, solo quiero consultarles algo.
—¿Qué pasa?
—¿Es normal tener fiebres por las noches?
Se ha sentido débil y su abuela no sabe que decirle, al menos, no quiere.
—¿Qué más te sientes, bebé?
—Con mucho sueño y dolor en mi abdomen.
Ambos se miraron preocupados, aunque sospechaban que podía ser.
—Te va a llegar tu celo pronto, bebé. Pero descuida, intentaré hablar con la perra de Yerim para que pases aquí en casa.
—Mamá, ¿Puedo hablar solo contigo ahora? Papá, perdóname. —pedía que le quitara el altavoz.
—No te preocupes, hijo.
Dong Min salió del cuarto para poder hablar con él.
—¿Qué pasó? ¿Por qué no quieres que tu padre escuche?
—Mamá, ¿Has sabido sobre Jaehyun?
—¿Jaehyun? No, ¿por qué?
—No se que traman estas brujas, pero necesito que lo busques e investigues qué pasa. Mami, sé que eres muy inteligente, por algo saqué tu cabeza, así que sé precavido y si es posible fingir, hazlo.
—Mi amor, ¿Por qué me dices eso?
—Solo hazlo, mami. Cuando pueda, volveré a hablar contigo. No llames por favor.
Y la llamada se cortó dejándolo inquieto.
¿A qué se refería Seung Min?
Y justo en ese momento, un mensaje de Jaehyun cayó a su celular.
«Hola, Min. ¿Estás libre esta noche?»
¿Qué carajos estaba pasando?
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