♡ 22 ♡
Desesperación.
Llanto.
Un cúmulo de emociones desbordadas, su hijo estaba ahora en manos de esa loca, porque sabía perfectamente que todo era a causa de su suegra. Sin poderlo evitar, se había desmayado en los brazos de Jaehyun, rápidamente las personas a su alrededor lo auxiliaron y él a través del lazo, llamaba a su alfa a gritos partidos.
Unos veinte minutos después y Bin hizo presencia, se desesperó al escuchar a su pareja llamarlo tan urgentemente que sentía su cabeza a punto de explotar.
-¡Minnie, mi amor!- el omega se tiró a sus brazos llorando desconsolado. Había llegado su refugio.
-Mi bebé... Bin, tiene a mi bebé... -el alfa estaba asustado.
-¿Qué pasa? ¿Qué tienes...?
-¡Esa maldita se llevó a mi hijo! -un fuerte punzon en su corazón le hizo perder fuerzas, sin embargo, abrazó a su amado con todas las que aún tenía.
-Cariño mío...
-Recuperalo... No dejes que se lleve a mi hijo... -su voz suplicaba con el alma rota. Estaba harto.
-Yo me encargaré de todo. Nuestro hijo regresará, solo dame tiempo. -respondió dócil, llenando de feromonas tranquilas a su omega.
Dong Min realmente quería explotar, maldecir, sacar todo aquello que le estaba matando, pero por respeto a sí mismo, decidió callar.
-Tío Bin, traiga de regreso a Minnie...
-Te aseguro que así será, Doyoung.
En su mente lo único que podía reproducirse era el rostro de su pequeño, el llanto de su omega y los años de sufrimiento alejado de ellos, por lo que mantenerse fuerte le era más fácil. No se iba a dejar esta vez, no dejaría que su madre le arruinara la vida una vez más.
Era hora de que Moon Yerim recibiera su castigo.
Un sótano oscuro, el olor a polvo pegar en su nariz, atado de manos y pies, y sus ojos vendados. Seung Min ante tal panorama sentía un miedo irracional el cual le hacía callar, no hacer siquiera un mínimo ruido puesto a que no quería que nadie le hiciera nada malo.
Si su abuela fue capaz de separar a sus padres usando los recursos más atroces, ¿cuanto más le haría a él si era hijo de ambos?
Estaba casi seguro que a la mujer le importaría poco que llevaran la misma sangre.
Unos pasos pesados, susurros y luego cuando sus ojos fueron destapados, tenía a la madre de su papá frente a él con una sonrisa victoriosa. Tal y como imaginó.
-Hola, querido... -la mujer pidió que le entregaran en sus manos un folder que uno de sss subordinados tenía. Acomodándose en las escaleras, comenzó a leer letras por letras, con una sonrisa burlona qué se podría traducir de muchas maneras. -Lee Seung Min... Tu padre no te reconoció.
El chico trató de ser fuerte y no le despegó la mirada.
-Déjenos en paz. -la risa de la mujer resonó en aquellas cuatro paredes haciéndole estremecer de miedo.
-¿Crees que yo le haré caso a un bastardo?
-Y si se la da de pulcra y refinada, ¿Por qué demonios tiene a un don nadie encerrado, vieja bruja? -le importaba poco si se enojaba, él necesitaba alzar la voz por su madre y más cuando a sus ojos venía la imagen del omega llorando en el pasado.
-¿Por qué? Porque el único hijo alfa que tengo se negó a obedecerse desde adolescente por estar encaprichado con un sucio y feo omega, porque mi hijo prefiere estar al lado de ese mismo omega y reconocer a un hijo que ni siquiera lleva su apellido en vez de a mí.
-Y le duele que papá si sea un hombre formal y de buen pensar, no una basura como usted. -la mujer furiosa ordenó que lo golpearan y un alfa le dio una patada en su estómago qué le hizo lagrimear.
-Escúchame bien, niño, tú a mí no me conoces, ni siquiera sabes de que soy capaz y si no quieres vivir lo mismo que tu mamá, es mejor que actúes juicioso y te calles de una maldita vez.
-No lo haré. -Confrontó con la cabeza en alto. -No le tengo miedo.
-¿Crees que eso me intimida? Por favor... Soy Moon Yerim y si yo quiero, con el sonar de mis dedos tu estúpida madre puede desaparecer.
-Me importa una mierda su apellido y quien sea usted.
La actitud de Seung Min llamó la atención de Yerim, era interesante como aquel chico parecía tener una pizca de su sangre. Ese forma de hablar tan prepotente, esa mirada que no demostraba miedo...
-Papá no permitirá que mamá esté en peligro...
-Lindo Seung Min... No tientes a tu abuela...
Comenzó a caminar a la salida, dejándolo totalmente solo y en oscuridad.
El chico se quedó asustado, ¿Qué diablos le había picado a la mujer para haber cambiado de actitud de un segundo a otro?
Mientras que la mujer subía a su auto, sonriendo por todo lo que en su mente se maquinaba.
-¿Qué piensa hacer, señora Moon?
-Lo que no pude hacer con Bin. Tengo en mis manos a mi heredero y solo voy a pulirlo.
Iba a hacer sufrir a Dong Min de esa manera, quitándole a su hijo y, haciendo que su imagen y semejanza quedara plasmada en el chico...
Al cabo de una semana, en casa todo era un caos total porque por más que Bin le repitiera qué lo iba a encontrar, que llevaría de regreso a su hijo, sentía que eso no solucionaba nada.
-Minnie, cálmate-...
-¡No puedo! ¡No me pidas eso! ¡Mi hijo está en manos de la puta de tu madre y no sé qué podría hacerle!
-Bebé, la policía ya está informada de todo, ellos lo están buscando. Papá también está buscándolo.
-¡Eso no asegura que mi hijo estará bien! ¡Maldita sea, ¿Por qué tuve que encontrarme contigo otra vez?!
-Min...
-¡Si tan solo no hubiéramos vuelto, nada de esto estuviera pasando! -Y cayó en cuenta de su error y calló.
En realidad, la culpa le hizo caer.
-¿Te arrepientes de haber regresado conmigo? -Dong Min no dio respuesta, sin embargo, lloró y el alfa lo abrazó como consuelo.
-Estoy desesperado, Bin... Tú sabes que todo este tiempo he estado solo y mi hijo es lo único que tengo...
-Pero ahora no estás solo, me tienes a mí y mientras yo esté aquí, nadie podrá hacernos daño. -le dio un beso en la frente y le sonrió, el omega gimoteó y negó.
-No te merezco, no soy digno de ser tu pareja.
-Pero eres la persona que yo escogí para compartir mi vida, no tienes opción...
-¿Puedes perdonarme? -realmente se arrepentía de lastimar a su alfa cuando él también estaba sufriendo por su hijo.
-Por supuesto que sí, bebé. -se dieron un beso corto y se abrazaron más.
-Encontremos juntos una forma de solucionar esto, pero no me dejes.
-Jamás, cariño. Te prometo con mi vida que nadie nos podrá separar.
Y ahora ese sería el principal fundamento de su relación, la comunicación, el compartir alma y cuerpo sin importar qué y cuando hubiesen problemas, hablar para solucionarlo.
Ya no eran dos adolescentes tontos como en el pasado, eran adultos con una gran responsabilidad y un hijo a quien debían proteger de todo aquello que quisiera dañarlo.
Ambos enfrentarian aquella dura prueba y estaban seguros, que lograrían ganar ante cualquier cosa.
Ellos se amaban, era más que suficiente.
Después de días de desesperación, sin luz solar, comiendo a duras penas, Yerim decidió sacar a su nieto de ese hueco en donde lo había metido.
Dio estrictas órdenes de que sacaran al chico, lo llevaran a casa, le permitieran bañarse, vestirse, para luego, que le hicieran llegar a ella.
Por supuesto que sus subordinados hicieron tal cual la mujer les indicó y dirigieron al muchachito dentro de la casa de la alfa poderosa. Cuando estuvo listo, lo obligaron a entrar en los aposentos de la mujer, con miedo miró el panorama frente a sus ojos, tragó duro y dio pasos lentos hacia la mujer que se hallaba parada en el balcón de la habitación.
—Nieto mío, ven aquí.
El repentino cambio de la mujer por supuesto que le daba miedo y era inevitable sentirse así cuando muy en lo profundo sentía que su vida y la de su madre estaban en las manos de esa mujer.
—Veo que hicieron todo lo que les ordené. Bien. —comentó cuando Seung Min logró llegar a pararse a su lado.
—¿Qué pretende, señora Moon?
—Llamame abuela, querido. Sonaría mucho mejor. —el chico negó y sonrió con cinismo.
—No llevo su sangre, no soy nada suyo.
—Lo eres, Seung Min, y me aseguraré de que así sea porque de ahora en adelante, tú eres un Moon más de la familia.
—¿Qué-...? —la confusión era tan grande que ni siquiera podía formular bien sus palabras y la mujer lo interrumpió.
—Voy a permitir que tu padre te reconozca, que te ponga su apellido, pero... Por supuesto que esto no será tan fácil.
—¿Qué quiere?
—Es sencillo de hecho, solo quiero.... Que Lee Dong Min venga suplicando... Es todo.
—¿Suplicar? Mamá no haría algo así por usted, hasta prefiero quedarme sin el apellido de mi padre, pero estar lejos de usted.
—¡No!— dijo rápidamente. —Tú eres un Moon, llevas mi sangre y serás reconocido como uno.
—¿No será que es usted la que tendrá que rogarle a mamá? Se ve muy desesperada, señora. —incluso el mismo Seung Min no se reconocía a sí mismo, hablando sin que le temblara la voz, olvidando su timidez y lo mimado que era.
Era como si hubiese sacado su verdadero ser.
—Cállate. —dijo amenazante. —En todo caso, planeo convertirte en lo que tanto deseé. —el chico miró aquellos ojos nublarse, la arrogancia transmitirse en sus gestos faciales. —Bin nunca quiso saber nada de nuestro imperio, solo se la pasaba de enamorado y peleando conmigo, negando sus genes, su posición como mi primogénito alfa... Echó todo a perder sin cuidado y no fue hasta que lo obligué, que se hizo responsable.
Miraba un punto sin nada en especial, pero viendo al mismo tiempo, pasar los recuerdos de como tuvo que lidiar con un niño rebelde y un adolescente altanero qué maldecia su sangre e incluso su propia vida.
—Si no lo hubiese obligado, Bin se hubiera quedado contigo y tu estúpida madre, y hubiera perdido todo lo que tiene en su poderosa cabeza... Incluso ahora... Ese bastardo me reta y está lejos de la empresa día con día, solo para estar con ustedes... Desperdicio de tiempo.
—Papá es un alfa excepcional, que hable así de él es porque está cegada en odio.
—¡Lo estoy! ¡Lo odio que haya renegado a toda la posición que había guardado para él! ¡Odio tanto que se decida más por su "familia" qué por lo que le dejé servido en bandeja de plata! Tú padre solo piensa en casarse descuidado sin importarle el futuro de nuestra familia.
—Papá ya no tiene nada que ver, porque ahora él tiene una familia y es esa la que está cuidando. —la alfa con su respuesta sonrió con malicia y extendió su mano para acariciar el cabello de su nieto.
—Seung Min, tu padre puede irse a la mierda con su omega incompetente... Ahora al que quiero, es a ti. Tú eres el heredero de los Moon, querido nieto.
Yerim no podía estar hablando en serio.
A mitad de la noche, un celular sonaba con cansancio en aquella habitación. Dong Min fue el primero en despertar, quitó el brazo de su alfa qué rodeaba su abdomen y extendió su mano hacia la mesa de noche para ver de que se trataba.
Al dar con un número desconocido pensó un momento ignorarlo y seguir durmiendo, pero su omega le habló y rápidamente contestó, teniendo en mente el nombre de su hijo en ella.
—¿Hola?
—¿Estabas durmiendo, princesito?
—¡Déjese de mierdas, Moon Yerim! ¡¿Dónde tienes a mi hijo? ¿Dónde?! —Su voz alzada con enojo y desesperación,logró despertar al alfa, mismo que se puso en alerta al sentir las feromonas de Dong Min alteradas.
—Lee, cálmate-....
—¡No me voy a calmar! ¡Eres una enferma, esto es entre tú y yo, mi hijo no tiene nada que ver, zorra!
—¡Ja! Que impertinente... Como sea, solo llamaba para hacer... Un trato contigo.
—No me interesa tus tratos, devuelveme a mi hijo ahora mismo.
—No estás en condiciones de exigir nada, bastardo. Sin embargo... Me gustaría proponerte algo...
Puso el teléfono en altavoz para que Bin también escuchara.
—¿Qué quieres?
—Podría devolverte a tu hijo, pero quiero que te deshagas de la policía que está buscándome por algo estúpido.
—Te llevaste a mi hijo a la fuerza.
—Soy su abuela, puedo llevármelo cuando quiera.
—¡Ahora lo reconoces, perra! —sin duda, cada palabra salida de la boca de la mujer era una completa molestia para Dong Min, tanto que sentía su cabeza arder del enojo.
—Como sea, deshazte de la policía, al fin y al cabo son asuntos internos de familia. —habla con todo cinismo y sarcasmo. —También deja de buscar a Seung Min un poco y puedes estar tranquilo, el niño está bien.
—Tienes en tus manos los más preciado en mi vida, ¿Cómo diablos voy a confiar en ti, lunática?
—Lee, puedes confiar en mí y en que voy a cuidar a mi nieto... Después de todo... Él es mi heredero, ¿No crees que sería bueno amarlo y cuidarlo?
—¡No te atrevas a meter a mi hijo en esto!
—Ya es tarde, Lee. Aunque... Bueno... Esto es solo un cambio... Tú te robaste a mi hijo, ahora es mi turno de robarte al tuyo...
El mareo se apoderó de él, pero eso no impidió que gritara maldiciones al aire hacia la mujer.
No podía ser cierto, eso era un broma.
Lastimosamente, Yerim hablaba totalmente en serio.
Lo importante, es que de una persona dependía todo el destino de ellos y era de quien menos se podía esperar...
︵‿︵‿ - ︵‿︵‿
Volví esta vez para no irse más.
My Destiny ahora si va full actus💋
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