♡ 17 ♡
Llegó temprano a la empresa pensando en encontrarse con su omega y poder hablar con él sobre las remodelaciones que pensaba darle a su hogar. En el mes que llevaban juntos nuevamente, habló con Dong Min de poder tener un lugar donde vivir juntos y así que Seung Min no sintiera aquella soledad nuevamente.
También que Seung Min le comentó varias veces que deseaba, que si ellos ya estaban bien, pues que buscaran una forma de estar los tres juntos a como debieron hacer desde un inicio.
Bin había visto algunas propuestas, lugares donde desearía vivir con su familia, pero Dong Min lo convenció de quedarse en la casa que su madre le había heredado.
Aún recuerda aquella plática:
-Esta casa ha sido mi hogar desde que tengo memoria, Seung Min está acostumbrado también y él realmente solo necesita a su padre. Nada más.
-¿Qué quieres decir, cariño?
-Que yo creo que es mejor si... Tú vienes a vivir aquí con nosotros.
-¿Yo? ¿Voy a vivir en tu casa? ¿No debería ser al revés?
-No le veo nada de malo, además... tú vas a mantenernos, ¿No es así? -besó con ternura su mejilla y el alfa lo abrazó, dando vueltas en la cama.
-Que mi dinero sirva de algo, ¿No crees, mi amor?
Completamente le dio la razón, viviría en casa de Dong Min con su hijo y su sobrino, y para ser sinceros, Doyoung le agradaba bastante. Aunque no mucho el papá de este.
Le pareció curioso que su omega aún no había llegado a la empresa, pero con buena actitud, decidió esperar en su oficina por que llegara. Revisó algunas cosas e hizo unas cortas llamadas, cuando en ese instante, la puerta de su oficina fue tirada de golpe, los tacones resonantes llamaron su atención y maldijo internamente por quien tenía en frente de él.
-Binnie, querido.
-¿Qué carajos haces aquí?
-Binnie, no seas así, entiendo que no te guste el estar casado conmigo, pero después de todo soy tu esposa.
-No eres nada mío, perra oportunista. Es mejor que te vayas antes de que te eche a patadas de aquí -caminó furioso a la puerta donde San Ha venía en su encuentro.
El omega rubio al ver a la mujer maldijo también, no esperaba verla, al menos no en ese momento y miró a Bin preocupado, y entendió perfectamente que su amigo estaba nervioso por si Dong Min llegaba.
-Señor Park, que gusto verlo. -saludó con descaro la mujer.
-Lastimosamente no puedo decir lo mismo. -respondió el omega -No te preocupes, yo me encargo de Min. -susurró al alfa y se marchó dándole una mirada despectiva a la mujer.
-Tal parece que siempre voy a caerles mal a tus amigos -dijo con clara molestia. -No importa que haga, ellos solamente-...
-Cierra la maldita boca -su piel hasta se erizó al escucharlo.
-Bin, solo venía a preguntarte por la notificación de divorcio que me llegó. -Habló con cuidado de decir algo más.
-¿Qué más quieres saber? Me voy a divorciar, ya no es necesario que sigamos así.
-Binnie, no puedes hacerme eso -la mujer trató de colgarse de él.
-Basta, Eunbi.
-Binnie, por favor, no puedes hacerlo... -logró poner sus manos en su cuello y abrazarlo, aferrada a él y el alfa intentando quitársela de encima cuando escuchó...
-¡Dong Min, no! -San Ha corrió hacia él, pero era demasiado tarde, las miradas de Dong Min y Eunbi ya habían conectado.
-Cariño, ¿Él quien es? -dijo con falsa inocencia, abrazando al Alfa, aprovechando la confusión en la que estaban.
-¡Aléjate de mí, maldita perra! -tiró a la mujer y cuando regresó su mirada Dong Min había salido corriendo, siendo seguido de San Ha. Él no pudo quedarse ahí, también se dio prisa de ir tras él, pero Eunbi necia lo detuvo.
-¿Es por ese perro que vas a dejarme? ¡¿Él es la zorra por la que nunca me amaste?! ¡Responde! -no previó que su mano cayera sobre el rostro de la mujer.
-Respeta a mi omega y espero que firmes el divorcio, porque me urge. Vete de aquí.
Salió de su oficina a toda prisa, dejando a Eunbi molesta y con el rostro adolorido.
Dong Min en un cierto punto fue detenido por San Ha, quien abrazó al omega y dejó que llorara en su hombro. Pudo no pensar mal si tan solo no le hubiera dicho 'cariño'.
-Dong Min, no pienses nada malo, te puedo asegurar que nada de lo que viste u oíste es real. -¿Quien era él para pensar con claridad en ese momento? Solo sentía que su corazón se derrumbó y de cierta forma se sentía un idiota total.
Se quedó con San Ha hasta que se tranquilizó, cuando en eso, el alfa llegó a ellos agitado por haber corrido como loco buscándolo.
-Mi amor... Cariño, no pienses nada malo -el omega no sabía que decir. -Minnie, por favor, hablemos ¿Sí?
-Hazle caso, Lee. Todo se solucionará -el rubio lo soltó para poderse marchar y darles su espacio.
El omega peinó sus cabellos de tal forma que no se notaran sus ojos rojos y esperó por que hablara.
-Qué quieres? -dijo como si no le importara.
-Mi amor...
-Di todo lo que tengas decir ahora mismo. -respiró profundo y habló.
-Mi amor, la verdad es que yo estoy casado -los pedazos de su corazón se cayeron uno por uno -Mi mamá me obligó a casarme hace un año, mi mamá le pagó para que se casara conmigo y ha estado recibiendo grandes sumas de dinero a costa de este matrimonio falso. Comencé a hacer todos los trámites desde el día que volví, pero-...
-Pero estás casado, y no pudiste decirme esa mierda desde un principio. -su voz se escuchaba entrecortada.
-Mi amor, yo estoy a punto de divorciarme, no la amo.
-¡Pero pudiste decirme! ¡Pudiste advertirme por si la llegaba a conocer!
-No lo vi importante, solo me importaba... El estar con ustedes y recuperarlos. -Dong Min limpió rápidamente sus lágrimas, Bin intentó tomar su mano, pero este la jaló y no permitió nada.
-Tienes que hacer algo, comenzando con decirme cada mierda que aun te guardas. No quiero parecer tu amante, no quiero hacer el ridículo otra vez y si decidí confiar en ti nuevamente es porque creí que no habían más secretos entre nosotros. Cuando te decidas, hablamos. Me voy a casa.
-Mi amor, Minnie-... -el omega se fue lo más rápido posible. Necesitaba tiempo para pensar, su trabajo le daba igual.
Seung Min y Doyoung salieron de clases, esperaron en la entrada que alguien llegara a traerlos y para suerte del menor de los chicos, su papá había llegado. El alfa cabizbajo por la situación con su omega decidió que sería bueno salir ya que necesitaba aire y además que, su hijo siempre lo llenaba de felicidad.
-¡Papá! -el menor corrió al alfa y lo abrazó fuerte.
-Mi niño lindo. -dio un beso en su mejilla -Hola, Dodo.
-Hola, tío Bin -abrazó también a su sobrino como saludo.
-Papá, ¿Podrías irnos a dejar a la casa? Es que el señor Jeong no viene hoy por Doyoung.
-¿Qué les parece si vamos a comer un helado? -los chicos saltaron de emoción.
-Mejor invítanos a pollo frito, ¿Sí? -el menor se colgó de su cuello e hizo un puchero para persuadir a su padre. -¿Verdad que sí, papá?
El alfa no evitó esbozar una sonrisa al ver a su hijo comportarse como un niño mucho menor de lo que era. La verdad es que ese tiempo que llevan juntos como padre e hijo, Seung Min ha desarrollado un cierto comportamiento infantil con el alfa y a Bin le agrada realmente porque el que Seung Min sea así de pegajoso con él, hace que sienta como si ese tiempo perdido lo estuviera viviendo ahora.
Y el ama a su hijo, no se necesita más razón que esa.
-Está bien -accedió -Quieres pollo, Doyoung?
-Lo que quiera comprar, tío Bin.
-Les compraré lo que quieran pero vamos.
Subieron al auto y se pusieron en marcha.
En el centro, se dedicaron a dar vueltas por todos lados, aprovechando que el alfa andaba consintiendolos. En un cierto momento, los tres tomaron asiento y al fin, Doyoung pudo salir de dudas sobre algo que lo mantenía inquieto.
-Tío Bin, ¿Por qué mamá no vino? -había notado un poco desanimado al mayor, incuso cuando les sonreía y se reía con ellos, pudo notar que algo no estaba bien.
-Su mamá está... molesto conmigo.
-¿Qué? ¿Por qué mamá estaría molesto contigo, papá? ¿Qué le hiciste? -Seung Min se puso en alerta, eso no era nada bueno cuando sus padres realmente habían vuelto a estar bien.
El alfa le contó todo a los menores, no quería ocultar nada, aunque si era sincero, nunca mencionó lo de su matrimonio porque no era importante y estaba en medio del divorcio. Seung Min escuchó a su padre con atención y aunque en parte sintió que a su madre aquello le había dolido claramente, lo cierto es que no se podía enojar con su papá ya que el alfa le transmitía la confianza necesaria y le creía cada palabra.
-Chicos, yo realmente amo a Dong Min, toda mi vida lo he amado y no quiero que esté enojado conmigo. Claro, no lo culpo, yo se lo oculté, pero desearía que realmente creyera que no importa nadie más que él.
-Tío Bin, mamá lo ama, solo dele tiempo. Mis padres nunca se casaron, mi mamá fue marcado hasta que yo tenía 3 años y hasta que él murió, viví sin mi padre y sabiendo que nosotros éramos la segunda familia de papá, pero eso no impidió que yo pasara tiempo con él y ahora, puedo decir incluso que papá me ama como yo a él.
-Doyoung, tus padres se amaban mucho.
-Comparando ambos casos, ustedes marcó a mamá hace mucho, tiene un hijo con él y está señora, su esposa, no viene siendo nada. Su unió es con papel, pero no hay nada que los una, mientras que lo mis padres si era prohibido, porque papá tenía omega y mamá se lo robó.
El alfa escuchó atentamente al chico y era verdad, si comparaba, Dong Min y él solo necesitaban la unión legal, nada más, porque ya eran pareja, tenían un hijo y Dong Min llevaba su marca desde hace 13 años. Eunbi no era nada en comparación a lo que ellos tenían.
-Habla con mamá, papá, y hazle entender que solo lo amas a él.
Tomó esas palabras de los menores como su fortaleza para enfrentar a su omega, porque era mejor hablar de frente, resolver todo cuanto antes y decirle hasta el cansancio a Dong Min qué lo amaba con todo su ser.
El omega pasó encerrado en su cuarto desde el momento que llegó, pasó dándole vueltas al asunto en su cabeza y realmente no estaba tranquilo. Bin le dijo que no sentía nada por esa mujer, que lo habían obligado y bla, bla, bla... No quería saber nada, la verdad.
Y podía tener sentido considerando lo maníaca que era su suegra, pero lo que realmente le enojaba, era que el alfa no pudo decirle sobre su falso matrimonio y todo lo demás, que se presentara a él nuevamente como un hombre soltero cuando no lo era (independientemente de la situación) y pensaba en que si realmente Bin le estaba diciendo toda la verdad.
Cuestionó al alfa en cada segundo que pasó y llegó a la conclusión de que realmente no quería saber de él por el momento, al menos hasta que si tuviera una verdadera y clara respuesta ante los hechos.
Salió de su habitación hasta que escuchó un auto siendo bloqueado a distancia y supo que era Bin quien había llevado a su hijo a casa. Se sorprendió bastante, cuando al bajar las escaleras, el alfa tenía en manos un ramo de tulipanes que esperaba por él. Se maravilló completamente por la cantidad impresionante de aquellas bellas flores y fue débil, dejó que el alfa se acercara a él y le diera un pequeño beso en la mejilla.
-Unos pajaritos cantaron en mi oído y me dijeron que te encantan estas flores -Dong Min miró de reojo a Seung Min y a Doyoung quienes comenzaron a dar pasos a las escaleras para darles privacidad.
-Esos pajaritos te mintieron, no me gustan -aunque la muestra de afecto realmente había tocado su corazón trató de hacerse el duro y caminó a la cocina por "un vaso de agua".
-¿En serio? ¡Que mal! Porque había comprado estos narcisos blancos -el omega se giró a ver el ramo que mantuvo escondido detrás de su espalda, un ramo un poco más pequeño, pero sumamente hermoso y más para Dong Min quien amaba aquellas flores.
-No es justo -hizo un puchero al que Bin tuvo que resistirse a besar.
-A esta delicada rosa, le entrego en cada pétalo un beso dado con amor -extendió los ramos preciosos al omega quien tenía su rostro sumamente rojo de la vergüenza.
-No seas ridículo -dijo tímido tomando sus amadas flores y con una mirada tierna.
-Mi amor, ¿me dejarás hablar contigo? -tomó su mano libre y besó sus nudillos suavemente.
-Ve al cuarto, voy a ponerlas en agua.
Al menos no recibió un no en respuesta.
Esperó pacientemente sentado en la cama del omega, nervioso realmente porque deseaba que su omega le creyera cada palabra; cuando Dong Min llegó se puso de pie, aunque el omega terminó sentado a su lado, enrollado en la cama esperando que hablara.
-Minnie, realmente no quise que te quedaras con esos pensamientos erróneos y aunque no sé cómo, haré hasta lo imposible para que puedas perdonar mi error.
-Si cuando regresaste me hubieras encontrado con otro hombre, ¿Qué hubieras pensado de mí? Si yo te acepté en mi vida como si nada pasó y de la nada a aparece otro alfa, ¿Cómo te hubieras sentido? -aquellas palabras bastaron para que Bin entendiera sus sentimientos.
-Lo siento, mi amor. Realmente no fui consciente del daño que te hice.
-Ahora, esta señorita está enamorada de ti, es tu esposa y no quiero ser el otro en la relación, no quiero que ella vea a mi hijo como un bastardo cuando tú sabes perfectamente que Seung Min no lo es.
-Ella no significa nada para mí, ustedes son lo único especial en mi vida, ustedes son mi familia.
-Pero no soy tu esposo y legalmente esa mujer tiene más derecho sobre ti que yo.
-Deja esa mierda de un lado, mi amor... ¿Para que quieres un papel si ya tienes mi marca? ¿De qué le sirve a ella estar casada conmigo cuando no tiene ni una mirada mía? Mientras que tú... -la distancia comenzó a acortarse entre ellos -Tú tienes mi mirada, mis besos, caricias, mi alma entera, mi corazón; todo mi ser lo tienes tú, mi amor...
-Se te olvidó algo- dijo con ojos fieros viéndole fijamente a los ojos -Yo tengo tu cuerpo...
Cual fue su sorpresa cuando sintió el cuerpo de su omega sobre él en el momento que este mismo le acostó. Su bonito omega lo besaba con deseo y en aquella posición, el pelinegro aprovechó para repartir besos por todo el cuerpo de su alfa mientras le arrancaba la ropa.
En ese momento y los minutos siguientes, los menores decidieron bajar a la sala y ver una película, mientras que en aquel cuarto de arriba, los mayores se daban amor con total necesidad, poseyendo sus cuerpos y diciéndose desde lo más profundo de su alma cuanto se amaban.
-¿Eres mío-...? ¡Ahg! -su cuerpo se curvó al sentirlo tan profundo, un masaje en su próstata acompañado de un gemido cortado qué tuvo que reprimir mordiéndose los labios.
-Todo tuyo, Dong Min... -sus labios se unieron para evitar soltar sonidos altos y sus pieles chocaron creando una de las pocas melodías en aquella habitación mientras hacían el amor y se juraban amor eterno...
Quedaron envueltos en las sábanas, dejando que los minutos pasaron sin importarles nada. Hace una media hora, los menores golpearon su puerta y les avisaron que se irían a dormir. Obviamente los chicos sabían (en partes) de que los mayores estaban en un momento íntimo donde no los querían y ellos respetando eso, hablaron desde afuera evitando también algún trauma.
Bin acariciaba su figura delgada mientras que Dong Min abrazado a su almohada se relajaba con aquel suave tacto. Movió su cuello y su marca recién abierta ardió, y sintió su corazón doler un poco por la acumulación de recuerdos dañinos.
Desde ese día cuando Bin lo dejó, nunca volvió a sentirse amado nuevamente, tuvo pretendientes, hombres decentes que en algún momento tuvieron un acercamiento, pero él nunca los dejó entrar a su vida porque su omega no quería a nadie que no fuera su alfa. Bin ocupó por años ese lugar en su corazón que nadie más pudo llenar y aunque su autoestima no estaba tan desequilibrado, ciertamente, al pasar de los años, sintió que ya había perdido su encanto. De joven muchos lo alagaban por ser bonito, luego en su embarazo y su abandono, la gente comenzó a decirle cosas feas que lo afectaron aunque no a un cien por ciento, luego miraba a las madres de los compañeros de Seung Min y se daba cuenta que él era un desaliñado omega qué vivía para trabajar y al contrario. Miraba a estas madres con sus parejas y extrañaba el calor de ser abrazado hasta caer dormido, de ser sostenido en medio de las demostraciones de amor, ser acariciado y besado con todo el cariño y recibir palabras bonitas a diario, así a como en algún momento estuvo acostumbrado.
Y ahora que Bin ha vuelto, siente su alma partida por esos mismos sentimientos que una vez lo atacaron y entendió (no con muchas seguridad) que él era hermoso en los ojos correctos. Que a pesar de que era consciente de que tenía ojeras que tratar, energías que recuperar y darse una manita de gato de vez en cuando, Bin sería la única persona que a pesar de lo que fuera, siempre le diría palabras hermosas. Porque era su alfa en especial, de quien deseaba recibirlas. De nadie más.
Y aquel tan reconfortante sentimiento de paz, esperaba fuera eterno, para poder sentirse protegido entre los brazos del amor de su vida y nunca más tener miedo, ni sentir la abrumadora soledad que su corazón muchas veces sintió.
-¿De verdad vas a divorciarte? -se giró y entrelazó sus piernas con las del alfa.
-Lo haré, mi amor. Ya le llegó la notificación, mi abogado le dio los papeles hace poco también, solo falta que los firme.
-¿Y crees que ella va a dártelo?
-Tiene qué, sino esto irá a juicio y tiene todas las de perder.
El omega tranquilo con sus palabras, lo besó, dando besitos pausados en los labios de su alfa, Bin sonrió entre los besos sintiéndose el hombre más feliz del universo.
-Eres una cosita tan tierna -el omega arqueó su ceja y una idea divertida vino a él.
-¿Ah, sí?
-Sí, eres una dulzura completamente, mi vida.
-Y si hago esto... ¿También soy una dulzura? -el alfa gimió y negó por lo que había hecho, aunque dejó que su omega chupara su pene. El placer creció con los segundo y entró hasta su pecho sacándole un gruñido.
Destapó el rostro de su omega y este sonrió con malicia.
-¿Sigues pensando igual?
-Incluso de esa manera... Para mí siempre serás el omega más tierno que he visto...
Golpearon la fuerte puerta de cedro y se escuchó un "pase", dando lugar a que un hombre trajeado se acercara a la persona sentada en el escritorio.
-Dame eso -ordenó con voz de mando. El hombre le entregó a la mujer a un lado los documentos que tenía en manos. -Así que era verdad... Bin tiene un hijo.
-Tenemos la información de todo, señorita, no se preocupe.
La mujer miró a la persona sentada a su lado y esperó por su respuesta. Un asentimiento fue lo único que se necesitaba para saber que lo había aprobado.
Las cosas se pondrían algo intensas a partir de este momento...
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