Capítulo 47. Chaos (II)

Estamos todos en el mismo juego,

solo que en diferentes niveles.

- Hi Feelings!

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POV Brigette.

Sherlock me había levantado demasiado temprano para ir al hospital, miraba el reloj cada 10 segundo esperando que el tiempo avanzará, las calles estaban abarrotadas en Londres, faltaban solamente 3 días para navidad y las personas aprovechaban las ofertas. El hospital no era excepción de la decoración, había pacientes que se quedaban ahí, e intentaban hacerles pasar ameno el rato.

A penas eran las 8 de la mañana, la cita era hasta las 11 de la mañana, no entendía por qué Sherlock me había llevado tan temprano, se había sentado frente a mí en las filas de sillas, mientras escribía en una libreta algo que no había alcanzado a entender.

Pensé que Scott no me había hablado aún. Ni siquiera se había comunicado conmigo para darme alguna comunicación, o algún dato de lo que hubiese encontrado. Le daría el tiempo suficiente, solamente para que él no se sintiera presionado, suspiré, estaba muriendo del aburrimiento.

-Aburrido – Susurré llamando la atención de Sherlock, que cerró la libreta y se fijó en mí – Por qué me trajiste tan temprano, la cita es a las 11.

-Anoche tome tu violín espero no te molestaras por eso – Negué, Sherlock era profesional en cambiar tema.

-No, no me molesta – Recordé que le iba a regalar un violín para navidad, esperaba que le gustase a pesar de que no era el de él realmente – Lo que me molesta es que estemos aquí casi tres horas antes de que me curen.

-Te atenderán antes, la enfermera es una fan mía – Alcé una ceja – Le pedí de favor si podía atenderte lo suficientemente antes para poder marcharnos a Baker y no andar en las calles con la multitud de personas por las fiestas.

-Vaya, sigo creyendo que andar contigo es una ventaja en las calles – Lo miré con una sonrisa de lado – aun así, es peligroso andar contigo en las calles.

-Cruzó sus piernas – Andar contigo no es estar en un lecho de rosas precisamente, si conmigo es un campo de batalla la calle, contigo es la guerra – Me reí levemente, tenía razón.

-Touché mi querido Holmes – Él sonrió.

-La cita la pasaron para las 9 de la mañana – Dijo para abrir de nuevo su libreta y comenzar a escribir.

-Qué escribes – Pregunté con curiosidad viendo como algunas enfermeras pasaban llevando la comida a los internos.

-Cosas – Puse los ojos en blanco.

-Wow, gracias por esa información tan detallada – Contesté con sarcasmo.

-De nada – Contestó de la misma forma.

-No puedo estar aquí más tiempo ya me aburrí de verdad – Susurré mirándolo directo al rostro.

-Yo también, ya solo faltan 15 minutos – Wow el tiempo pasaba verdaderamente rápido.

***

Me tenían sentada en una camilla, me habían hecho quitarme el pantalón para poder revisar mi pierna. Sherlock se había quedado afuera en las sillas de espera, a través del vidrio de la ventana podía observarlo muy concentrado escribiendo de nuevo en su libreta. Lo observe, fruncía sus labios de vez en cuando, y otras borraba lo que escribía para comenzar de nuevo.

La enfermera se acercó con todo lo que necesitaría para revisar mi extremidad más lastimada al igual que la mano con más quemaduras. A pesar de que yo misma había estado viendo el proceso de curación de mi piel, estaba muy consiente que iba a quedar una cicatriz bastante extensa en las partes afectadas, no podía negar que tenía la esperanza de que no quedaran muestras de que había estado en un incendio, pero la realidad me golpeaba cada vez que el dolor regresaba.

-Bien, Srta. Collins ¿Ha sentido dolor? – Asentí – Voy a revisar la pierna – Quito los esparadrapos para dejar ver mi piel sanando, aún se miraba muy maltratada, y era obvio en unos días no iba a sanar por completo – ya está mejor, su piel se está regenerando bastante rápido, eso es bueno. Cambiaré los esparadrapos y le daré unas pastillas para el dolor.

Comenzó a cambiar las vendas, sentí como la socaban, suspiré, esperaba salir pronto de ahí.

***

POV Narrador

El rubio estaba sentado observando algunos expedientes para que los pacientes pasaran adelante, recordó lo que le había hecho a Farrah, nunca pensó que para proteger a su familia tuviera que convertirse en el cómplice de un asesino que buscaba a Bri. Tenía prohibido ir a Baker por órdenes de Z, no había hablado mucho con Mary sus nervios estaban muy crispados y se enojaba fácilmente. Se le estaba dificultando bastante poder mantener la compostura. La única persona con la que podía hablar era con Mycroft, sin embargo, el mayor de los Holmes no demostraba ningún tipo de interés por ayudar a la pequeña.

Respiró hondo, no quería seguir pensando en lo mal que la estaba pasando, simplemente esperaba que todo terminara. Negó, sabía bien que, si acababa, Bri no tendría oportunidad de escapar ni un solo momento, y debía hablar con Mycroft, sentía que lo necesitaba, sentía que aún podía dar un último intento.

Se levantó, vio el reloj de pared que estaba en su consultorio, eran las 11:00 de la mañana, sabía que podía llegar a donde Mycroft justo a tiempo, y no se iría de ahí hasta hablar con él.

Salio del cuarto para pedir permiso a su jefa, rápidamente se lo concedió, su labor ardua en las últimas semanas lo había hecho el nuevo empleado del mes, se apresuró a salir de la clínica y llamar un taxi. Se subió en el primero que vio, dando rápido la dirección. Sintió como avanzaba el tráfico, era fluido, pero se ralentizaba por la nieve espesa. John miraba por las ventanas, de vez en cuando, movía sus dedos con nerviosismo. Lo que le propondría a Mycroft podría terminar en otra paliza por parte de Z, pero no podía darse el lujo de no intentarlo al fin y al cabo él... era un soldado.

***

John seguía sentando esperando que Mycroft le diera el paso a su despacho, por la política de silencio no podía hablar con nadie para preguntarle sobre el mayor de los Holmes, respiro hondo. Un hombre se acercó a él, llamándolo para pasar. Se levantó, sintiendo como sus manos sudaban, no quería que lo golpearan de nuevo, menos para navidad.

-Buenos días John, en parte me alegra que vinieras, quería charlar contigo – Escucho como el hombre que lo había llevado cerraba la puerta para dejarlos solos en la habitación.

-Sigo sin saber cómo demonios estás tan tranquilo sabiendo que destruyes personas inocentes como Bri – Mycroft rio levemente.

-Ella no es inocente – Mycroft levanto sus cejas con evidente molestia – pero ese no es el punto – Mycroft se acomodó en su sillón – Qué sabes de la relación actual entre mi hermano y Brigette Collins.

-John frunció el ceño – Cuál – Cuál relación – Mycroft se rio en un susurro – Carajo, cállate y dime.

-Son pareja actualmente, por lo que deduje solamente llevan unos días – John negó.

-Pero Z...

-Eso será lo de menos ¿En serio crees que Sherlock puede sentir algo intenso por alguien en 3 días de relación? – Mycroft se rio con sorna – Es un capricho doctor Watson, simplemente un capricho adolescente.

-Mycroft sabes que lo que hacemos no está bien, hasta tu hermano se verá afectado.

-Me alegra que pierda esa relación – Terminó de decir el mayor – ella no tiene ningún sentido sobre lo correcto o lo incorrecto, y Sherlock tampoco. No fuese una relación sana.

-Tú qué sabes de relaciones, estás más solo que tú hermano – Mycroft frunció sus labios – escúchame, el primero en no saber qué es lo correcto o lo incorrecto eres tú, sino no hubieras aceptado el plan de Z cuando te lo propuso, no nos habrías metido en todo esto a todos.

-Salve a mi hermano y eso basta – John se rio con sarcasmo.

-Tu condenaste a tu hermano – El rubio lo señalo con su dedo índice – no lo salvaste.

***

Mary estaba revisando los documentos que tenía sobre Brigette, no tenía muchas cosas para poder ayudarla. Estaba demasiado desactualizada con la información, y con su credencial de la CIA cancelada, no podía ayudar en nada a Petite, suspiro, pensó en llamar a Mike para que la ayudara a encontrar otros datos.

Tomo su celular y marcó el número del rubio. Escuchó como sonaba para marcar, hasta que le contestaron.

-Mike hola, te llamaba para...

-Para qué Mary – la voz de Z paralizo a la rubia – para preguntarle algo sobre Bri... Para qué.

-Por qué tienes el número de Mike – Susurró con la voz nerviosa.

-Porque Mike ya no existe – Replico Z mientras comenzaba a reír – él se fue de este mundo hace poco Mary, JAJAJAJA y Brigette lo-lo vio partir – dijo entre risas.

-Los ojos de la rubia se cristalizaron – Cállate maldito imbécil – Ella corto la llamada – No puede ser, no puedo creer que se fuera...

***

-Ten cuidado con lo que dices John – Dijo Iceman justo cuando John había guardado silencio.

-No es algo difícil de saber, ahora qué diablos crees qué hará Sherlock ¿Quedarse de brazos cruzados? – John bufó, necesitaba hacer entrar en razón a Mycroft "No es fácil, pero sé que puedo lograrlo – pensó mientras fruncía sus labios"

-No me vengas con tus ideales...

-Shhh, escucha – lo calló haciendo que el mayor de los Holmes se sorprendiera – te crees muy lógico y nunca dejas de decirlo, pero ahora esto se va a salir de tus manos, créeme que sí. No vas a encontrar que hacer, y puede que no sea muy listo, pero estoy muy consiente que esto – movió su mano en círculos – no va a salir bien. Para nadie, aunque Brigette sea la presa, a todos nos va a afectar hasta futuro creería yo – John se levantó dejando a un serio Mycroft en su sillón – Si no haces algo, créeme que darás lástima, daremos – corrigió – lástima.

Dicho esto, salio del despacho de Mycroft más preocupado de lo que estaba antes de hablar con él. Sin embargo, se había dado cuenta que no podía cambiar la opinión de Mycroft, aunque tuviera toda la razón del universo.

John negó, no podía ayudar a Bri, pensó de repente en lo que Mycroft había dicho, Sherlock y Brigette eran pareja. Se alegró en parte, antes de que en su mente fuera opacado por el eminente recuerdo de su desgracia.

Mientras tanto Sherlock y Bri estaban sentados en la sala de estar esperando que el día pasara rápidamente. Riccio tenía un cubo rubick a medio armar, sentía que empezaba a aburrirse sin casos, respiro hondo, estaba a punto de completar el lado rojo y verde del cubo.

Brigette lo observó un momento, era bastante agradable simplemente verlo para ella, la forma en que movía sus manos, como se fijaban los ojos del azabache en el cubo mientras movía todos los cuadrados, el ceño medio fruncido por lo pensativo que estaba. Ella no entendía por qué admirarlo, y aunque Sherlock no fuera el ser más sentimental del mundo, sin embargo, sus pequeños toques de espontaneidad eran los que provocaban que para ella fuera digno de confiar, muy en el fondo ella sabía que él podía ser un gran humano, uno de los buenos.

A pesar, de todo algo le daba temor, temor que Sherlock saliera herido por su culpa, y que ella no pudiera hacer nada. Suspiró, poso su atención en el cielo falso de la habitación reposando su cabeza en el sillón, pensar en la paz que sentía en ese momento la asustaba, todo estaba saliendo demasiado bien últimamente, como si la vida estuviere esperando que ella se confiara de nuevo para tirarle algo que la destrozara. Todo el tiempo, había esperado su cita en Zamarra, y verla irse se le hacía muy extraño.

- ¿Qué escribías en la libreta ahora? – Ella levanto su cabeza para fijarse en Sherlock que había vuelto a escribir en la libreta.

-Nada interesante – Resumió el azabache, mientras continuaba escribiendo – estoy aburrido sin casos.

-Yo también – Contesto la pequeña mientras ladeaba un poco su rostro.

-Sigo creyendo que no debiste dejar Yard – Ella negó – Sí, sí, no es necesario que me lo repitas.

-Solamente es de tener paciencia y vendrá un buen caso – Ella sonrió.

-Esperar es aburrido – contestó Sherlock para reanudar su escritura.

***

-No podemos seguir dejando que Z se pavonee en toda Inglaterra, específicamente en Londres, Moriarty qué has pensado hacer – Jim observó a su amigo mientras se lamia los labios.

-Dejar que piense lo que quiere por el momento, para Robert yo sigo lejos de Londres, sigo lejos de su campo de visión – Jim se rio – y es un idiota pensándolo. Déjalo que piense que lleva los hilos... El único que los maneja soy yo.

-Pero él sigue jugando con tu nombre – Sebastian parecía molesto – y esa basura de Deon mi copia barata, simplemente quiere jugar a ser algo que no es.

-Moran relájate – Jim se encogió de hombros – cómo si no fuera mejor disfrutar de nuestro plan a futuro contra Sherlock Holmes.

-Es solo que lo veo ridículo – Moran se sentó al lado de Jim – pueden ser originales.

-Pareces niño pequeño Moran – James puso sus ojos en blanco.

- ¿YO PAREZCO NIÑO PEQUEÑO? – Grito ofendido el castaño – Tu pareces el niño pequeño.

***

La tarde se había ido volando, haciendo que los dos detectives se reunieran para comer, en la mesa de la cocina. Sherlock seguía escribiendo en su libreta a pesar de que estaba comiendo, mientras Brigette hacia el esfuerzo por comer.

-No quiero comer – Dijo al fin de unos minutos llamando la atención del azabache.

-Si no comes te pondrás débil – Sherlock cerró la libreta de un golpe.

-Ella entrecerró sus ojos – Por cada bocado que dé es una jeringa que tú debes botar – Sherlock frunció su ceño.

-Así no funcionan las cosas – Ella se rio levemente.

-Así siento que me estés obligando a comer – Sherlock suspiró.

-De acuerdo – Susurró, Bri lo observó justo cuando caminaba hacia el cuarto – Bien – Traía una caja de madera pequeña, acercó un bote de basura y se sentó de nuevo – Veamos que tanto puedes hacer.

-Petite suspiro – Aquí vamos – Dio el primer bocado, y Sherlock lanzó una jeringa al bote de basura – no sé si finges que sea muy fácil o realmente se te hace sencillo – Dio otro bocado y escucho como caía otra jeringa – Aunque parece que no tienes mucha dificultad – Otra jeringa cayó en el bote.

Así se pasaron la cena, solo una jeringa quedó en la caja de madera del azabache, él respiro profundo mientras observaba a Petite.

-Por qué pedirme eso – Susurró.

-Pensé que no lo harías, pero puedo ver que no puedes negarte a un reto – Puso los ojos en blanco. Unos pasos apresurados de la Sra. Hudson hicieron que ambos se distrajeran de la conversación.

-Esto llego para ti Sherlock – Le di un sobre de color manila.

-Por qué venía corriendo Sra. H – preguntó Bri al verla apurada.

-Mi novela está en el mejor momento, es latina, pero la pongo con subtítulos... Josué Eduardo está a punto de declarársele a Rosa – Ella bajo deprisa las escaleras de nuevo.

-Brigette miro a Sherlock que había abierto el sobre manila, su rostro era confuso, no podía definirlo entré la confusión o el miedo – Qué paso.

-Farrah – Susurró haciendo que Bri frunciera levemente su ceño.

-Qué pasa con ella – La chiquilla se acercó a Sherlock para observar lo que él estaba viendo, se tapó la boca cuando vio las imágenes – Qué le paso.

Sherlock alcanzó a sacar una nota que estaba en el fondo del sobre manila.

"Aún puedes rescatarla .Sherlock Holmes"

-Por eso no ha estado aquí – Sherlock miró a Bri.

-Y quieren que la salve – terminó de decir Sherlock.

***

Sherlock se había quedado toda la noche observando las imágenes de Farrah, no sabía bien por qué lo hacía, había llegado a la conclusión que era por el tiempo que se conocían. Además de que posiblemente le sintiera cariño por su adolescencia.

Eran las 10 de la mañana, estaba aburrida acostada en la cama de Sherlock, ya faltaban dos días para navidad y se ponía más nerviosa conforme se acercaba. Se levantó, y caminó hacia la sala de estar, Riccio seguía mirando las fotos, Farrah parecía muy golpeada y amarrada en una silla, era bastante sorprendente. Quien quiera que hubiese secuestrado a la rubia, sabía que Sherlock se concentraría en ello.

Un mensaje cayó en el teléfono del azabache, tomó su teléfono y reviso rápidamente el mensaje, era de John.

-Debo irme – Susurró Sherlock levantándose de un salto, corrió hacia su cuarto se cambió y salio dejando a Petite extrañada.

Ya en la calle camino rápido hacia Angelo's donde John le había pedido encontrarse. Llegó en los 10 minutos que determinaban el camino. Entró al restaurante mirando a John sentado en la mesa de en medio del restaurante. Sherlock se aproximo y se sentó lo más rápido que pudo.

-Sherlock me algra verte – John sonrio ladeado.

-Me dijiste que era importante, qué sucede – Sherlock pestañeó muy concentrado.

-Sé que hiciste un voto en mi boda, donde decías que nos ibas a cuidar – Riccio asintió – solo quería que me prometieras, que lo vas a cumplir.

-Es un voto no puedo romperlo – John aasintió mientras suspiraba.

-¿Pase lo que pase? – Dijo John frunciendo sus labios.

-Pase lo que pase – Contestó Sherlock mirándolo a los ojos.

***

Mycroft estaba sentado esperando a que Z le enviara el mensaje que necesitaba, cuando él le diera la orden Mycroft tendría que ir a arreglar los últimos detalles. Paso una mano por su frente, recordó a Eurus, muy pronto tendría que ir a verla para poder calmarla.

Se abrió el telón...

Exitium ha comenzado.

Z

Mycroft suspiró con pesar, estar tan cerca de alejar a Brigette Collins de su hermano parecía ser lo que quería sin embargo al tener frente a él la oportunidad, dudo. Sacudió su cabeza, no podía volver atrás, no podía dejar que sus sentimientos ganaran la pelea. Bufó, se levantó el mensaje anterior aún no era la orden que esperaba. Todas las ppiezas se estaban moviendo a dos días de la navidad, para que todo estuviera listo cuando la pequeña cumpliera años.

Su teléfono vibró.

Por primera vez sintió heladas las manos, y como si su corazón se detuviera por unos segundos, tomo su telefóno, viendo el mensaje que Z había enviado.

Que olvide de donde viene

Z

Entonces se levantó y se fue.

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Un capítulo más, y el epílogo mis queridas lectoras, entonces podré decir que hemos terminado el segundo libro de está trilogía, creo que debería tener un nombre para poder expresarme mejor. Gracias como siempre por el apoyo. Y espero publicar pronto el final... Hay un spoiler en el capítulo :3 a ver si lo encuentras XD.

Las quiero y los quiero :3

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