Capítulo 44. Renuncia


POV Narrador.

Estaban acostados mirando el techo, luego de que Hernández los hubiera dejado, se metieron a Baker para terminar el viaje que habían hecho durante todo el día, ambos estaban cansados por caminar mucho. Sherlock había subido lo más rápido para cambiarse e intentar no toparse con Farrah ni la Sra. Hudson, luego se había metido al cuarto de Bri para dormir con ella.

Bri había dejado el tulipán en su mesita de noche, Sherlock lo miraba de vez en cuando, para luego fijar su mirada en el techo.

-Aún no creo que Jack nunca haya sido encontrado – Medito Bri en voz alta – es extraño.

-En realidad no me parece extraño – Bri le beso la mejilla para luego dejar la cabeza recostada en el pecho de Sherlock – La policía siempre ha estado llena de incompetencias, si ahora con tecnología no logran hacer mucho, imagínate en el tiempo en el que la razón y lógica era la que predominaba – Riccio suspiro.

-Sí, pero, si en este tiempo existiera Jack el destripador, la policía igual no podría hacer nada – Susurró levantándose para verlo a los ojos – y sería un poco más difícil supongo.

-Hay una gran diferencia – Susurró Sherlock – yo existo.

-Eres la modestia andando – Dijo Petite con sarcasmo, Sherlock la observó mientras ponía sus ojos en blanco.

-No es mi fuerte ocultar mi intelecto – Ella asintió.

-Lo sé, y eso en parte me gusta – Se acostó de nuevo en su brazo, para luego abrazarlo.

- ¿Harry te pudo llegar a gustar? – Preguntó Sherlock con el ceño fruncido.

-No lo sé – "Esperaba un no de respuesta – Pensó el azabache".

-Oh – Susurró cortante.

-Prefiero serte sincera – Se rio levemente para luego besarlo, Sherlock no se movió simplemente recibió el beso, cerró sus ojos agradeciendo que lo besará. Se quedaron así un rato, hasta que ella se separó, él sabía que estaba cansada.

-Debes dormir – Ordenó mientras ella se acomodaba.

-Suspiró – Espero poder dormir bien – Se acomodó para luego sentir como Sherlock ponía tímidamente la mano en su cintura – Te quiero.

-Yo más – Le beso la frente, luego la soltó para apagar la luz – Descansa – Volvió a posar su mano en la cintura de la pequeña.

Bri lo abrazó, de alguna forma se sentía segura, no porque no pudiese protegerse sola, pero después de que Mike falleciera, era difícil luchar contra la tristeza.

***

Bri sintió que la movían, abrió sus ojos de golpe sintiéndose nerviosa. Sherlock la miraba con lo que parecía preocupación, el azabache acercó su mano para tomarle la mejilla y acariciarla con el pulgar.

-Estabas llorando dormida – Susurró – Y comenzaste a temblar.

-Qué hora es – Ella se sentó, Riccio solamente la miraba.

-Las dos de la mañana, has dormido como 5 horas – La chiquilla se limpió las lágrimas – ¿Qué soñabas?

-No lo sé, no soñaba nada – Ella lo abrazó – no recuerdo que haya soñado algo – Suspiro - ¿No has dormido?

Sherlock negó.

-Por qué – Preguntó Bri mientras se separaba para verlo.

-No me ha dado sueño, supongo que me estoy hartando de que no haya un buen caso – Sherlock se encogió de hombros – Intenta dormir de nuevo.

-Hoy debo ir a Yard, me puedes prestar tu laptop... - Sherlock asintió.

-Está arriba, para qué la necesitas – Petite suspiró.

-Debo renunciar a Yard –El azabache parecía confundido, así que Bri se levantó y comenzó a caminar haciendo que el azabache se levantara y la siguiera.

-Por qué debes hacerlo – Llegaron a la Sala de estar donde Sherlock encendió su laptop de forma rápida – Por qué – Preguntó de nuevo.

-Ella tomo la silla donde se solían sentar los clientes y la puso en el lugar indicado, Riccio la observo, hasta que ella se posiciono para verlo directo a su sillón – El primer caso que resolvimos, ¿Recuerdas que el hombre al que interrogue se disparó justo cuando hablaba con él?

Sherlock asintió.

-Tú me dijiste que yo desde ese momento era un cliente – Los ojos de Sherlock se entrecerraron – Yo contesté que no, y en realidad sigo pensando que no es buena idea siquiera mencionarte algo respecto a mi "caso" – Hizo las comillas con los dedos para luego continuar – pero creo que ahora, es justo que sepas algunas cosas.

- ¿Eres un cliente? ¿Por cuánto tiempo? – Ella frunció sus labios – Creo que solo en lo que haces la carta...

-Te lo voy a contar como tu novia además de como cliente. Confió en ti Sherlock – El azabache asintió – El incendio de Yard no fue un accidente...

-Estás seleccionando la información – Sherlock puso la laptop en el escritorio – No puedo ayudarte si solo me das partes...

-Con esas partes debes conformarte – él la miró, suspiró de mala gana y con la mano le dijo que prosiguiera.

-Espera – La detuvo antes de que hablara – Haré preguntas, y tú me dirás, si las contestas o no – Brigette medito un momento, antes de asentir - ¿De dónde eres?

-Soy norteamericana y anglosajona.... Mi padre era de Nueva York y mi mamá era del norte de Inglaterra – Sherlock alzó una ceja – Sí, no sé por qué nací tan pequeña, mis padres no eran lo suficientemente bajos, sin embargo, mis abuelos no superaban la media de la población por ambas partes.

-Sherlock rio levemente - ¿Cómo conociste a Mycroft? – Bri sonrió levemente.

-En un callejón, nadie de mi familia quiso tomar mi custodia, así que quedé huérfana cuando mis padres fallecieron, no me gustaban esos lugares... Me escape cuando tenía diez, y de 12 me encontró Mycroft – Ella se encogió de hombros – Luego él se convirtió en mi "Protector"

-Qué es eso – Bri tragó grueso.

-Primero debo explicarte quién es George – Sherlock asintió – es el jefe, así le llamamos nunca hemos sabido bien su cargo, pero al parecer, es responsable de cosas muy delicadas en la CIA. Antes de que entrara a la organización, un programa llamado "Prístino" estaba siendo ejecutado –Riccio la observó – en español se refiere a lo que perdura en el tiempo con vigor y tiene el brillo de lo auténtico. Así que reclutaban niños y niñas huérfanos, la mayoría encontrados en orfanatos, los seleccionaban y eran entrenados para poder ser agentes de campo, logística, matemáticas entre otras ramas.

-O sea que los entrenaban para que fueran más hábiles – Susurró Sherlock.

-250 más uno, entraron al proyecto Prístino, luego de ellos el nombre del programa cambio – Bri pareció recordar sus entrenos – se llamó "Ares", en la mitología griega Ares, es el dios de la guerra por excelencia, además de personificar la valentía y fuerza incansable, era también el protector del olimpo.

- ¿De ahí viene lo de los "Protectores"? – Sherlock la miro con el rostro pensativo.

-Sí, de ahí proviene – Suspiró – De igual forma, iban a orfanatos y reclutaban niños, siempre para las mismas áreas con un propósito distinto – Riccio frunció su ceño – ya no solo era para hacerlos más hábiles, sino que era para convertirlos en asesinos – Bri comenzó a mover nerviosa sus manos – personas capacitadas para no sentir remordimiento, cuando ya hayan hecho el cometido.

-O sea que ¿Mycroft te llevo directamente a la CIA? – Ella negó.

-Mycroft tiene una casa de parte de la CIA en Norte América, ubicada en Nueva York – Sherlock la miro mientras alzaba sus cejas – George me dejo confinada ahí hasta los 15 años, para luego llevarme al entrenamiento con los demás en la CIA.

- ¿Tienes un enemigo?

-Sí

- ¿Te persigue? – Preguntó Sherlock con un leve toqué de preocupación que no pudo notar Bri.

-Algo así – Riccio suspiró – no puedo contarte eso, realmente eso es lo que no puedo contarte.

-Cuál es tu segundo nombre – Petite se rio.

-Rose. – Sherlock sonrió fugazmente y asintió – Bien, usaré tu laptop.

-Bri – Ella se sentó en el sillón de John con la laptop – Sabes que puedes contar conmigo.

-Lo sé Riccio – Ella comenzó a escribir, haciendo que Sherlock pusiera sus manos juntas bajo la barbilla e introducirse en su palacio mental.

***

POV Brigette

A pesar de que me sentía triste aún, pensar que Sherlock estaba apoyándome era un alivio uno pequeño, pero ya no me sentía atacada por todos lados. Baker sería más tolerable, respiré mientras finalizaba la carta. No podía seguir en Yard, podía causarle daño a Greg y a todo Yard en general.

Me había tardado 45 minutos escribiendo la carta de renuncia, especialmente porque los primeros 15 no había podido escribir nada, no quería dejar Yard. De alguna manera, me hacía sentir que podía tener una vida normal, como una gente más de una institución pública sin fines de lucro o sin necesidad de correr por mi vida.

Sherlock se había ido a su palacio mental, así que me levante conecte una USB y guarde el archivo lo imprimiría afuera de Baker para entregarlo de una sola vez a Greg, respiré profundamente. Miré a Sherlock un momento, sonríe un momento. Era diferente sentirme su novia, a solamente besarnos de vez en cuando.

Saqué la USB, y apagué la laptop de Sherlock. Me acerqué a él, y con cuidado toque su hombro.

-Sherlock – Sus ojos se abrieron de golpe, y una sonrisa leve surco su rostro – Terminé,

-Bien, ¿Iras a dormir de nuevo?

-Se me quito el sueño – Susurré mientras me sentaba de nuevo en el sofá de John.

-Continuemos con las preguntas – Dijo sin quitar sus manos en forma de rezo.

-Qué quieres saber – Lo mire mientras ladeaba la cabeza.

-Qué me quieres decir – Susurró, puse los ojos en blanco – la misma modalidad, pregunto y tú me respondes – Asentí.

- Tom ¿Cómo lo conociste? – Era extraño que Sherlock me preguntara por Tom.

-Pues, en la CIA, cuando tenía 19 años lo conocí en los entrenos, era nuevo y por alguna razón él había ingresado al proyecto Ares a pesar de su avanzada edad, usualmente al programa entraban niños y el con 20 años era participe sin que los demás lo viéramos antes – Sherlock frunció su ceño – sí parece raro, hasta sospechoso si lo quieres ver así.

- ¿Él se acercó o tu a él? – Alcé una ceja.

-Él se acercó – Sherlock asintió – Qué insinúas.

-Nada especifico, sinceramente considero que fue muy listo en acercarse – Bajo sus manos – George ¿Es cómo tu papá?

-Suspiré – Lo era – Con lo que me había dado cuenta de mis padres, su forma de actuar cuando le dije lo de Mike, sabía que estaba decepcionado de mí, y entendía si hubiese estado resentido conmigo – Lo miraba así, de hecho, Mycroft era como un hermano mayor, hasta que Tom apareció.

-Bri ¿No has pensado buscar la vida pasada de Tom? – Fruncí el ceño – Sé que te sientes culpable de lo que le sucedió, sin embargo, cada vez que mencionas algo Tom aparece como un factor común.

-Suspiré, en parte tenía razón, Richard Brook había dicho lo mismo – Quizá lo haga después de navidad. No estoy de ánimo para eso, demasiadas verdades en ocasiones matan – Sherlock me miro.

-Es preferible morir con la verdad que vivir en una mentira – Si algo podía hacer Riccio era traerte a la realidad de un solo jalón – no creo que quieras morir sin saber el verdadero motivo de por qué Tom entró al programa, de por qué George lo acepto, por qué se acercó a ti. – Fije mi vista en mis pies – Solo quiero que averigües lo necesario Petite – Asentí, me sentía desganada.

-Lo sé, es difícil pensar que Tom pudo tener algo que ver en todo lo que ha pasado – Sherlock se levantó y se paró enfrente de mí – solo, espero que todo mejore – Me levanté para darle un abrazo que él recibió bastante rápido.

***

POV Narrador

Coblenza, Alemania, 4:00 de la mañana.

El silencio característico de la madrugada caía sobre la ciudad, solamente el viento helado golpeaba las construcciones del lugar haciendo que su aullido sonara dentro de las casas. La nieve cubría por completo la ciudad, lo árboles sin hojas tronaban sus ramas cuando el viento las golpeaba. Las calles solitarias, podían compararse a una pintura donde el artista hubiese querido demostrar su tristeza.

En una de las casas, de dos plantas como todas las demás, una de las ventanas permitía percibir la iluminación interna de un cuarto, donde un hombre sentado en su cama leía un libro con tranquilidad. Unos toques lo distrajeron por completo de su concentración.

-проходить* - Puso sus ojos en blanco, cuando vio entrar a un muchacho con ojos café claro, cabello negro y test blanca hasta la mitad de la habitación – Qué haces aquí Yegor.

-Venía a darle el reporte, Señor – Contestó bastante rápido a pesar de hablar en ruso.

-Espero valga la pena, para dejar de leer "Crimen y castigo" – Yegor asintió con una sonrisa de lado.

-Créame Señor, es mejor de lo que cree – El hombre que tenía los ojos muy azules fijo su vista en el muchacho que estaba en su habitación, sus parpados estaban caídos por el desinterés – Encontramos a la hija de Mason CollinsEl rostro caído del hombre se levantó, sus cejas se alzaron con evidente sorpresa – Está actualmente en Londres, herida de su pierna, y mataron al chico rubio que la acompañaba siempre.

- ¿Estás seguro de eso? – El hombre movió su rostro que más que una sonrisa era una mueca, perversa y cruel, los ojos le brillaron por completo mientras sus parpados se levantaban con esperanza de maldad.

-Muy seguro Señor – Le entregó un folder que llevaba en sus manos, el hombre lo recibió con un gran interés – Como puede ver está viviendo en el centro de Londres... Puedo preguntarle algo.

-Mhm - Respondió mientras pasaba las fotos.

-Por qué quería hallarla - Los ojos azulen se fijaron en el muchacho.

-Porque le prometí a Mason Collins, que eliminaría todo lo que quedaba de él, y créeme Yegor, escucharé de los labios de esta florecita decir mi nombre mientras muere – Yegor miro a su jefe, parecía que con sus ojos le ordenaba decir su nombre.

-Dmitry

***

La Sra. Hudson llevaba la bandeja del té para servirle a Sherlock su taza de la mañana, la casera vio su reloj, ya eran las 9:00 de la mañana, le parecía extraño que el hombre no se hubiese despertado. Con su ceño fruncido se dirigió a la habitación del Detective Consultor, la puerta estaba semi-abierta terminó de empujarla para luego alzar sus cejas al encontrarse con Sherlock y Bri abrazados en la cama.

-YA SON NOVIOS – Grito despertando de una sola vez a los dos, Sherlock se dio la vuelta cayendo como un saco de papas al suelo– NO PUEDO CREERLO.

-Bri la miró con sus ojos somnolientos – SRA. HUDSON no haga un alboroto por esto tan simple – Sherlock se levantó del piso, sobándose el abdomen

- ¿Simple? – Susurró viendo al moreno - ¿SIMPLE? – Se comenzó a reír – No me lo negaron, lo que me garantiza su relación.

-Sherlock se sentó en la orilla de la cama, mientras ponía los ojos en blanco – Sí lo somos – Susurró para luego acostarse de nuevo.

- ¿Brigette estás segura de querer estar con él? Mira que es demasiado voluble y de vez en cuando parece un niño pequeño – Una risita salió de la pequeña.

-Sí quiero estar con él – Sherlock sonrió fugazmente para luego taparse completo con la sabana – Qué hora es Sra. Hudson.

-Las nueve con cinco minutos – Dijo imitando al teléfono - ¿Vas a comer?

-No gracias, debo ir a Yard – Ella asintió sonriente.

-Bueno ahí les deje té por si desean tomar, y besarse un rato – Dijo alzando las cejas.

-Sra. Hudson puede hacernos el favor de... No decirle a nadie aún – Ella asintió.

-No se preocupen, puedo esperar mis 50 libras – Dicho eso salio del cuarto.

- ¿50 libras? – Preguntó la pequeña con la mirada fija en Sherlock – Salte de esa sabana pareces un taco.

-Ahora soy comida mexicana – Se quitó la cobija para mirarla – Las 50 libras son porque apostaron a que estaríamos juntos – Ella alzó una ceja – Sí, es ridículo.

-Para ellos no – Sherlock la miro con apreciación.

-Para mí sí – Bri se levantó con cuidado, sintiendo como dolía su pierna – Tu pierna debe doler – Ella asintió - ¿Aun así irás a Yard? ¿Sola?

-Pues sí, no sé con quién más ir – Dijo quedándose parada cerca de la puerta.

-Iré contigo – Una sonrisa apareció en el rostro de Petite – no puedo dejar ir sola a mi... novia – Ella se sonrojo haciendo que Sherlock se comenzará a reír.

-Te veo abajo en 20 minutos – Sherlock asintió de mala gana sin ganas de levantarse.

***

- ¿Ya estás lista? – Preguntó el rizado afuera del cuarto de la pequeña, movía su pie con desesperación, tomo el pómulo de la puerta, la abrió y entró con cuidado - ¿Dónde estás? – Dijo hasta que la vio parada a la mitad de la habitación mirando una jeringa - ¿No soportas el dolor?

Negó no podía hablar.

-Dame eso, estás temblando – El ceño de Sherlock se frunció cuando se acercó y le tomo la jeringa – Es demasiado, para solo el dolor – La miro serio, desvarió un poco en el suelo para solamente dejar un 3% - Eso es suficiente – Ella asintió.

-Duele mucho – Susurró, mientras Sherlock la inyectaba – quiero que se cure ya – Sherlock retiro la inyección.

-Cuándo debes ir a curación – Preguntó tirando la jeringa en un pequeño basurero.

-Mañana creo – Él la miro - ¿Irás conmigo?

-Mhm

-Vamos ya, debo encontrar a Greg – Ambos salieron del cuarto para luego llegar a la acera de Baker – Levanta la mano y que los taxis se peleen por ti

-No se pelean por mí – Bri alzó una ceja – Ahí viene uno.

Sherlock le hizo señas y el taxi se detuvo de inmediato, ambos subieron en la parte trasera, donde Bri se arrecosto en el hombro de Sherlock.

-Yard – Susurró con su ronca voz estremeciendo a la pequeña - ¿Estás segura de querer dejar Yard?

-A ti nunca te ha agradado Yard – Su voz se escuchaba irónica.

-Pero a ti, parece gustarte – Bri le tomo una mano a Sherlock.

-Es por el bien de ellos – Riccio frunció su ceño.

-Para ser alguien que dice no querer al mundo... Te preocupas demasiado por los demás – Su risita hizo que Sherlock sintiera un cosquilleo en el cuerpo.

- ¿Recuerdas? Soy como tú – Sherlock puso sus ojos en blanco.

-Eres mi reflejo – Dijo para darle un beso en su frente.

***

Sherlock estornudo justo cuando puso un pie en la entrada de Yard, haciendo que Brigette se detuviera para esperarlo.

-Salud – Dijo mientras él sacaba un pañuelo y se limpiaba la nariz.

-Estar aquí me da alergia, ya sentí el olor de Anderson – Ella se río.

-Espérame aquí, iré rápido – Bri se alejó de Sherlock lentamente, recordó que debía pasar imprimiendo la carta en una de las oficinas – Tomo el ascensor para llegar hasta el tercer piso donde no había alcanzado el fuego.

Dónde está tu oficina

BC

Está al fondo del pasillo en el piso 3

GL

¿Estás aquí?

GL

Sí, necesito darte algo

BC

Bri salió del ascensor, buscando con la mirada una impresora para poder entregarle su carta a Greg. No tardó mucho en encontrarla, el nivel tres de Yard era administrativo, haciendo que estuviera lleno de impresoras y secretariados a donde poder acudir. Se metió en un pequeño cubículo donde estaba vacío.

No tardó mucho en tener la carta en sus manos, suspiro, realmente no quería dejar Yard, se sentía indecisa en su decisión, sin embargo, pensó que, si no se iba de ahí, podía pasar algo peor a lo que ya había pasado.

Salió del cubículo y camino hasta la oficina de Greg, su garganta se contrajo en un nudo difícil de disolver, tragó grueso justo cuando entro.

-Me alegra verte, creí que aún tenías incapacidad – Ella le sonrió con dificultad – pero me alegra verte aquí de nuevo – Greg parecía entusiasmado.

-Aún tengo incapacidad – susurró – en realidad no vengo por eso Greg – Él alzó una de sus cejas.

- ¿Entonces? – Greg se acomodó en su silla – Qué paso – Bri extendió la hoja para que Greg la pudiera agarrar – Cómo que renuncias.

-Greg, realmente has sido el mejor Jefe que he tenido – Él la observo – pero debo marcharme.

- ¿Es por el salario? Puedo aumentarlo, si es por Donovan o Anderson, no les hagas caso son raros – El rostro del inspector parecía preocupado – Si fue por lo del incendio no volverá a pasar...

-No es por eso Greg, es solo que no puedo seguir en Londres, recuerda que me quedaría solamente 6 meses, y ya casi se terminan – Ella sonrió con nostalgia – Te agradezco todo.

-Greg suspiró – Si algún día vuelves a Londres, sabes que Yard estará abierta para ti. Y ya tienes mi contacto, espero que no me olvides – Dijo con una risa.

-Nunca te voy a olvidar Greg – Ella se acercó y Greg se levantó para darle un abrazo – eres genial.

-Tú más que yo

***

Sherlock seguía esperando a Bri en el primer piso, cuando la vio bajar se levantó con la mirada penetrante intentando descubrir qué le pasaba. Ella llegó a donde él estaba, no dijo nada, ni tampoco le demostró nada.

-Cómo te fue – Preguntó con el ceño fruncido.

Ella solo se encogió de hombros para comenzar a caminar hacia la salida.

-No te ves bien – Susurró cuando estaban esperando un taxi.

-No lo estoy, pero me alegra estar contigo y por el momento eso basta...

-Y a mí me alegra que estemos juntos – Contestó sin verla, ella le tomo la mano levemente solo rozándola, lo que envió un impulso por el brazo del azabache – Debemos volver a Baker, debes descansar.

***

Dmitry sostenía el folder que le había dado Yegor, parecia disfrutar del cambio que había tenido la hija de Mason Collins.

-Así que Z casi te tiene... Espero aproveche su oportunidad sino la aprovecharé yo

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Buenas :3 aquí un nuevo cap, de aquí pues igual me estaré tardando un poco pero no abandonaré el libro ni el siguiente :3 Como siempre espero les guste y me den su opinión.

_iamatenas_ Aquí está el capítulo :D espero te guste.

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