Capítulo 42. Giros.
Las cosas no cambian; cambiamos nosotros
-Henry David Thoreau
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POV Brigette.
Revisé mi reloj, eran las 4:30 de la tarde, sentí frio en mi cuerpo, y la quemada comenzaba a escocerme por el frio. Me levante como pude de ahí, entonces cuando me di la vuelta, me quede sorprendida, ahí estaba parado como si nada.
-Brook – Susurré mientras él me sonreía con lo que parecía un poco de dolor – C-Cómo.
-Levantó su mano – Siento mucho lo Mike – Se acercó a mí, y paso su mano por mi mejilla – Parecía buen chico.
-Lo era – Dije en voz baja – Siempre lo fue.
-Pareces triste – Tragué grueso mientras negaba – No tienes por qué negármelo – Se acercó más a mí – Vi lo del incendio, terrible.
-Pareces pendiente de lo que sucede en cualquier lado – Él se rio por lo bajo – No entiendo de qué te ríes.
-Sé que estás entrando en depresión – Lo miré – Te diré algo Bri, a veces para crecer hay que morir – Eso sentí que me golpeo el pecho, tenía miedo – Ahora ¿Nos vamos? – Me tendió su mano y yo se la agarré con cuidado – Navidad es uno de los mejores tiempos ¿No crees?
-No me gusta navidad – Le tome con más fuerza la mano – Es un tiempo nefasto.
-Feliz cumpleaños – Susurró mientras caminábamos directo a la salida, pasamos cerca de lo que parecía una iglesia del barroco, con grandes torres que eran parte de la arquitectura más hermosa que había visto.
-Cómo sabes eso – Volvió a reír.
-Sé muchas cosas, tengo las llaves de todo Londres – Suspiré no tenía ganas de averiguar nada.
-Gracias – Contesté – Que buen cumpleaños ¿No crees? – Él me miro extrañado – Mi mejor amigo muere, y de paso el aniversario de mis padres, muertos – Respire profundo.
-Brook sonrió – Navidad es el día en que lo crímenes ni se notan – Fruncí el ceño – No hay día más perfecto que en el que todo parece felicidad – Asentí – Me alegra que atraparan a Bastian.
-Recordé que no había hablado con Lestrade – Sí a mí también, uno menos que atrapar – Richard me observó.
-Bueno aquí es donde te dejo – Me miro cuando me dejo frente al portón que era de hierro con unas torres de cemento que parecían el Big Ben – Me alegró verte Bri, te vere pronto.
Dicho esto, comenzó a caminar hacia dentro del cementerio. No quería, irme en taxi, necesitaba dejar que el tiempo pasara. Entonces pensé que, si seguía en Yard, pondría en peligro a Lestrade, sabía que el incendio había sido solo para mí. Y no podía darme el lujo de perder a nadie más en ese tiempo.
***
Llegué a Baker cerca de las 7:00 de la noche, entré lo más rápido que pude y sin hacer ruido. Cerré por dentro, para luego tirarme en la cama. Me abracé a mí misma, no tenía nada más que hacer... Y ahora realmente se había ido.
***
POV Narrador.
La habitación era amplia, una chimenea encendida daba el calor necesario para hacer un ambiente adecuado en la estancia. Grandes ventanales permitían ver la nieve que caía con naturalidad sobre la ciudad. Z se encontraba sentado en su silla de cuero, detrás de su escritorio mientras esperaba que su amigo llegará de terminar de hacer el trabajo que le habían encomendado.
Revisaba las fotografías, las miraba con una sonrisa, el cuerpo de Mike estaba tirado en el puente del muelle. Se comenzó a reír era lo que necesitaba. Bri estaba sola, y una oveja sin manada es más fácil de atacar.
-Ya tiré el cuerpo – Dijo Deon mientras entraba por la puerta de caoba hacia la habitación – No fue fácil ocultarlo.
-Sé que no lo fue, toda la CIA quería recuperarlo – Robert miró a Deon – Por cierto ¿Has visto a Farrah?
-Quién diablos es Farrah – Pregunto el pelirrojo mientras, se tocaba levemente el esparadrapo del rostro donde la bala había quemado – ¿La rubia que anda con Holmes?
-Sabemos que Sherlock siente algo por Bri, y Bri por él – Deon se encogió de hombros.
- ¿Y eso qué? – Se acercó al escritorio – No nos ayuda en nada.
-Pues, Farrah es solamente una distracción, sin embargo, es amiga de infancia de Sherlock Y John Watson un punto de presión – El pelirrojo no entendía – Mira, es sencillo, Magnussen tomo a los Watson para motivar a Sherlock a entregarle a su hermano a él mismo – Deon frunció el ceño – Sherlock es capaz de dar su vida por los Watson, y creería también que por Farrah hasta cierto punto.
- ¿Crees que actuaría desesperadamente por la rubia? – Pregunto su amigo mientras se sentaba – No creo que eso sea posible.
-Creo que actuaría más por los Watson, pero Farrah solo será un peso extra – Deon lo miro.
-Explícame...
***
John Watson se estaba cepillando los dientes, al terminar el caso había podido regresar a casa para ver a su pequeña Rosie. Mary lo observaba dándole su espacio, John no podía mentirle, y sabía que estaba hecho un asco por dentro.
-Sabes ahora Rosie quería ir al acuario – John se acostó al lado de ella en la cama para luego intentar dormirse – Le alegro mucho que volvieses.
-Y a mí verlas – Susurró.
-John, sé que tienes algo – Ella le acaricio la espalda – Dime.
-No puedo – Susurró – No puedo contarte.
-Por qué – John sollozó, haciendo que Mary lo abrazara – Mi amor, qué tienes.
Ya no contestó, solamente sollozó lo que sentía.
***
POV Sherlock
Tal y como lo había pensado Baker estaba completamente decorado, las luces navideñas estaban puestas alrededor de las ventanas. Un mensaje cayó en mi celular con su característico sonido.
Feliz navidad Virgen... No podré deseártelo ese día.
IA
Sonreí levemente, de alguna forma me hacía sentir bien que Irene me escribiera para fechas "importantes". La Sra. Hudson subió con el rostro lleno de preocupación, no era normal verla así, Farrah bajó de inmediato del cuarto donde estaba alojada, mirándome con una sonrisa.
-Buenas noches Sra. Hudson – Dijo Farrah cuando se sentó en el sillón de John – Cómo le va para navidad.
-Feliz porque te irás – Farrah frunció sus labios, mientras mi amable casera dejaba el té en la mesa de la Sala de Estar, para luego irse.
-No me iré a ninguna parte – La observe mientras me sentaba, simplemente era algo estúpido, tenerla enfrente. Suspiré, recordé que yo era quien menos sentía de todos los que vivían en esa casa. Enamorarme de Bri había sido un error – Espero eso te haga feliz.
-Farrah, no empieces – Estaba hasta cierto punto molesto con ella, trataba a todo el mundo mal y su estupidez sobrepasaba todos los límites – Que finjamos ser pareja en ningún momento funcionó, alejo más a Brigette y a los demás no les agradas – Sus ojos se fijaron en mí, parecían sorprendidos. La observe – Tú te has drogado más de lo usual – Su pupila estaba dilatada.
-Soy la única que entiende tu cerebro – Me reí sarcásticamente – Tú piensas que enamorarte de ella fue un error, te lo voy a confirmar, sí lo fue... - Se inclinó hacia adelante – Ella no es lo que parece Sherlock, y en unos días te darás cuenta. Que lo que Mycroft piensa de ella es verdad.
-Fruncí mi ceño – A qué te refieres...
-Pregúntale, cuando desees por Tom, o dile que te explique cómo demonios pudo terminar su carrera antes de tiempo, cómo es que con 23 años ya es licenciada en química – La miré con mi cabeza ladeada – ¿No te has preguntado cómo es que puede luchar sin ir a ningún gimnasio?
-Yo puedo luchar y no hago ejercicio a diario – Refuté.
-Ponle un código como los que hacen los espías, y te apuesto que podrá resolvértelo. Navidad es el mejor tiempo para realizar crímenes, ni se notan porque todo parece felicidad – Dicho esto se levantó y la vi bajar las escaleras, luego sonar la puerta.
-La Sra. Hudson volvió a subir mirándome con alivio – Gracias a Dios ya se fue – Susurró – Sherlock, échala, ni siquiera paga la estancia, el que paga eres tú. Se sensato, ve y besa a Brigette – Abrí mis ojos de par en par, mientras ella se sentaba en el sofá de John - ¿O no la quieres?
-No sé de qué habla – Susurré.
-Ah no Sherlock Holmes no te hagas el desentendido ¿La quieres o no? – Suspiré.
-Me lo pregunta porque todos han dialogado quién ganará la apuesta, y al parecer la mayoría ha apostado a que si me gusta me puedo declarar en navidad aprovechando la inútil festividad – Ella me observó y sonrió.
-Qué bueno que seas listo... ¿Te gusta o no? – Bufé, puse los ojos en blanco – Sherlock tu mirada no engaña a está anciana. La pregunta es ¿Por qué no se lo has dicho?
-Se lo dije – Ella me miro – Usted lo escuchó cuando el cuarto estaba vacío, todo este tiempo ha sido de definir si me gusta o no – Sus ojos parecieron prestarme más atención – De dejarme caer o no en esto nuevo que experimento o que mi cerebro libera.
-A qué le tienes miedo – Fruncí mi ceño.
- ¿Miedo? ¿Yo? – Realmente me aterraba...
-Sí, tú eres alguien muy resuelto Sherlock, lo que no te gusta lo dices y lo que sí te lo guardas... Pero cuando se tratan de emociones, te conviertes en un idiota – La Sra. Hudson negó levemente – Es un caso, resuélvelo – La observe para luego comenzar a tocar notas al aire con silbidos.
***
POV Narrador.
Eran las 10:41 de la noche, el viento golpeaba las ventanas de las casas, se escuchaba su característico aullido, haciendo de la noche algo lúgubre para la pequeña que daba vueltas y vueltas en su colchón. La calefacción le había permitido estar sin chimenea encendida, sin embargo, una colcha la cubría todo lo que podía. No se había tomado la pastilla para el dolor, sintiendo como recorría por su cuerpo el característico aviso del cuerpo que algo estaba mal, sudaba por la tensión, el insomnio había aparecido, y la conciencia reclamaba el paso a la culpa.
Las lágrimas ya no salían, sino que se quedaban en su mente, para luego luchar en contra de la tristeza. Puso un brazo sobre sus ojos, sabía que sería una larga noche.
***
En otra parte de Londres, John se levantaba de su cama, no había podido dormir sin pensar que Mary casi lo descubría. La observó, salió con cuidado de la habitación para luego tomar el teléfono que Z le había entregado de su chaqueta. Tenía un mensaje.
Sé que no está dormido
Z
¿Listo para su nueva misión?
Z
Masajeó el puente de su nariz, ya no quería seguir con eso. Pensó en Rosie, necesitaba que ella estuviera a salvo al igual que Mary. Se cambió lo más rápido que pudo, para luego salir de casa. Revisó su reloj, eran las 11 de la noche, y el frío lo invitaba a regresar a su habitación cómoda.
Recibió otro mensaje en lo que caminaba.
Baker Street Park
Z
"Maldita sea – Pensó – Ahora qué"
No había gente caminando por las calles, la temperatura había descendido demasiado como para que un alma libre saliera a las frías calles. Sabía que tendría que caminar un largo trecho antes de poder saber qué es lo que tenía que hacer.
***
POV Sherlock
No podía dormir, necesitaba pensar. Cansar a mi cerebro de alguna forma. Un mensaje cayó en mi celular alertándome de inmediato.
Te quemaste, junto a ella
JM
No era posible, él estaba muerto y se había volado los sesos... Pero si estaba vivo, no podía dejar de lado su existencia, Moriarty sería mi sombra mientras respirará.
Lástima que no le queda mucho
JM
De qué hablas
SH
:)
JM
Me levanté de inmediato, debía revisar que todo estuviera bien. Bajé rápido las escaleras, intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada por dentro. Entré sin pensar en el cuarto de la Sra. Hudson y saqué las llaves. Abrí la puerta con la llave, para fijarme que estaba acostada pero no dormida.
-Se levantó, tenía los ojos rojos por la falta de sueño – Qué haces, si cerré con llave es porque no quiero que nadie entre.
-Lo siento es que yo... Creí que. – No tenía por qué saber lo de Moriarty – Olvídalo.
-Frunció su ceño - ¿No puedes dormir? – Susurró con su voz cansada.
-No – Contesté secamente, me acerqué y cerré la puerta detrás mío - ¿Y tú?
-Yo... - Trago grueso y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, no había apagado la luz en toda la noche al parecer.
-Bri – Me senté en la orilla del colchón – ¿Qué tienes? – Susurré – No estás bien.
Ella solo negó.
-Me puse nervioso - ¿Quieres que me quedé? – Volvió a negar, y por primera vez me deje llevar con el corazón – Me quedaré igual – Me acosté al lado derecho de ella, dejándola del lado izquierdo aún sentada – No me veas así solo acuéstate.
-Sherlock...
-Sí sé que no es navidad, solo vengo a acompañarte – Ella me miró de reojo para luego acostarse sobre mi brazo, su olor inundo mi nariz, era un perfume de sutil dulzura – No puedes dormir – Susurré mientras ponía su mano sobre mi pecho y quedaba estático por ese gesto, entonces vi que tenía cerrados sus ojos, pero estaba llorando.
Me quedé callado, no sabía qué hacer cuando una mujer lloraba, en realidad no tenía ni la más mínima idea de qué hacer cuando estaban felices ya sabría qué hacer en una situación como está. Di la vuelta para quedar abrazado con ella. Sollozaba levemente, y de vez en cuando se limpiaba la cara. Ella no era así, la apreté más entre mis brazos, tragué grueso al escuchar que lloraba más fuerte.
Suspiré, lo único que podía hacer era acompañarla, y no dejarla al menos esa noche.
***
POV John.
Llegué a Baker Street Park justo a medianoche, miré hacía todos lados intentando divisar en la penumbra a Z o a su estúpido amigo pelirrojo. Camine lo más tranquilo que podía por los caminos hechos para que las personas pudiéramos disfrutar de la vista del parque, sin embargo, en invierno, los arboles estaban cubiertos de nieve y a las 12:00 de la madrugada era un escenario bastante tétrico.
En el parque había unas mesas hechas de concreto que tenían unas bancas del mismo material, era una zona solo de mesas en las que se podían ir a sentar las familias que llegaban por un picnic o algo parecido. A lo lejos logré visualizar a Z, iba vestido con un abrigo grueso que le llegaba a las pantorrillas, tomo asiento en una de las mesas cuando me vio acercarme, suspiré... Era impredecible lo que quería que hiciese ahora.
-Buenas noches Doctor Watson – Lo miré, sentía mi cara arder por el frío, mientras él parecía haber estado en la calidez de algún lugar – La noche está muy hermosa hoy ¿No cree?
-A quién diablos le importa la noche – Susurré con desagrado – Qué quieres
-Ya me tuteo, entonces te puedo tutear John – Él sonrió dejándome ver sus perfectos dientes que los hubiese querido botar – Farrah – Susurró haciendo que frunciera el ceño – Necesito que me hagas un favor con ella...
***
POV Narrador.
La rubia caminaba por las solitarias calles de Londres, sabía bien que Brigette no se encontraba en un buen momento y qué mejor forma de hacerla sentir peor que humillándola. Estaba consiente que Sherlock parecía sentir algo, sin embargo, muy en el fondo dudaba que fuese algo real. Aun así, sembrar la duda en la mente de alguien demasiado curioso no era difícil, el azabache era fácil de convencer cuando de intelecto se trataba.
Un ruido detrás de ella la detuvo, sintió que alguien la seguía, se metió en un callejón para comenzar a regresar a Baker cuando sintió que alguien la agarraba con fuerza y la tiraba al suelo.
- Farrah – Escuchó antes que le pusieran un pañuelo y su visión comenzará a oscurecerse intentó golpearlo, pero entonces sintió como una jeringa era introducida en su brazo, a penas y pudo identificarlo.
Un carro se detuvo en frente del callejón, mientras el hombre cargaba a la rubia con cierta dificultad. Z bajo del auto observando como el hombre metía a la mujer en el asiento trasero del mismo, el hombre que era rubio miro a Z, y este le sonrió.
-Bien hecho... John, me impresionan sus habilidades – John lo miro con el ceño fruncido y los ojos echando odio – Gracias por sus servicios, y prepárate para navidad.
Z subió al auto, cerró la puerta de una sola vez y luego el carro comenzó su marcha dejando al Doctor Watson solo en la calle, John golpeo varias veces la pared por la frustración, lastimándose sus nudillos.
***
Brigette y Sherlock seguían acostados, ninguno de los dos dormía, simplemente pensaban. Petite había dejado de llorar después de tres horas de sollozos, que Sherlock solo intentaba obviar. Riccio sintió la necesidad de una explicación razonable para lo que le sucedía a la pequeña, suspiro, dándose cuenta que ella estaba despierta.
-Pensé que te habías dormido – Dijo Sherlock mientras pestañeaba levemente.
-No puedo dormir desde ayer – Susurró acomodándose en el brazo del Detective – Ya son las 3 de la madrugada.
-Sería estúpido seguir insistiendo para que me cuentes – Sherlock la miro sin recibir una respuesta.
-Sería estúpido de mi parte contarte – Ella se fijó en el azabache – simplemente no puedo, si lo hago estarías en peligro, y no puedo dejar que mueras por mi culpa.
-En realidad moriría por mi culpa por insistirte – Sherlock por primera vez pudo deducir algo de Bri – Tú no eres simplemente una agente de intercambio... Por eso conoces a Mycroft – Bri tragó grueso – Así que hay posibilidades infinitas, además de conocer a Mary – El azabache pensó en lo que le había dicho Farrah – Lo que me deja en claro que puedes ser una agente especial.
-Sherlock basta – Dijo ella confirmando lo que él acababa de relacionar.
- ¿Tiene que ver con tu trabajo? – Quiso seguir inquiriendo, pero ella se sentó de nuevo.
-Te contaré el día de navidad ¿De acuerdo? – Susurró mirándolo a los ojos, Sherlock asintió.
-Cómo sé que lo harás – Ella había dejado su mano en la muñeca del azabache.
-Puedes estar tan seguro, así como estoy segura que tu pulso está acelerado por mí – Sherlock quitó la muñeca, se le comenzaba a hacer más fácil ver cosas a los dos.
-Tu pupila se dilata cuando me ves – Ella frunció su ceño.
-Será mejor que te vayas, la gente puede hablar – Eso le recordó a John... Verla triste era extraño, luego de su cambio de humor tan repentino.
-Si la gente habla o no, es algo de lo que nunca me preocupo... Acuéstate, me quedaré hasta las 7:00 de la mañana contigo – Bri se volvió a acomodar de nuevo en el brazo del azabache - ¿Cuándo cumples años?
-No eres bueno iniciando conversaciones Sherlock – Susurró – Qué tal si te beso y no haces más preguntas.
-Por qué crees que con un beso me callarías – Pregunto mientras la miraba fijo a los ojos.
-Porque tu cuerpo me lo pide a gritos, además de que tus ojos no dejan de observar mis labios –Sherlock se acercó – sin embargo – Bri agacho la cabeza – puede que me equivoque y como un caballero esperaras hasta navidad.
-A veces me harto de ser un caballero – Habló Sherlock en la oreja de la pequeña.
-Buenas noches – Dijo ella para luego quedarse callada sin dormir.
***
Los ojos de la rubia se abrieron de golpe, intento hablar, pero no pudo, se dio cuenta que tenía una mordaza en la boca. Movió su cabeza levemente, estaba amarrada a una silla, por los brazos y tobillos.
-Siento dañar tu carita de ángel – Deon se paro frente a ella – no es nada personal, preciosa – Levantó su brazó y lanzó el primer puñetazo...
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¡Y ESTAMOS EN LA RECTA FINAL SRAS. Y SRES.! Ya poco falta para que comencemos el tercer libro, así que espero que les guste y me den su opinión. Los quiero muchísimo.
Kuro_Neko138 Aquí está tu cap. Espero te guste y gracias por el apoyo.
El otro cap será menos triste 7u7
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