Capítulo 2. Savile Row
POV Brigette.
Me levante con más sueño que con el que me había acostado, definitivamente necesitaba un día libre solo para dormir lo suficiente. El idiota de Tobías antes de irse, dejo todos los papeles de protocolo tirados en su oficina como si eso lo solucionaría.
Había llegado a entender porque Lestrade a veces no aceptaba otros casos de otras divisiones, tantos papeles llegaban a aturdirlo si se acumulaban. En ese lapso me había equivocado al menos 5 veces escribiendo el nombre del asesino, en otras la fecha en que había empezado el caso y algunas que eran muy pocas, había puesto el nombre falso que Gregson me invento para "El Caso de Las Rosas" tal y como John lo nombro.
Anderson, se había recuperado por completo del efecto del asfixiante, pero, no se le había quitado lo estúpido. Era una lástima, tuve la esperanza que dejara de ser idiota por un tiempo, en lo que él salía del hospital.
Con Sherlock, suspire, no podía evitar pensar lo confuso que se había vuelto todo... El primer beso que nos dimos fue porque él precisamente tomo la iniciativa de hacerlo, recordar esa noche hacia que me sonrojara. Sentir sus labios en mi cuello, sus manos en mi cintura, todo con delicadeza, pero con brusquedad, como si los dos lo deseábamos, era algo que no dejaba de hacerme sentir bien. Y de repente, pum, todo se esfumo... Una semana después de eso Sir. Presumido se volvió completamente frio, ni siquiera me sonreía, para luego, convertirse en un hombre (relativamente) atento. Sumando que, debía pensar cómo lidiar con el problema del que Mike y yo huíamos desde que éramos más jóvenes.
La ducha, se sentía demasiado bien como para querer salir de ella. Aunque, también pensaba que eran las aguas profundas en las que intentaba sobrevivir, no debía dejarme vencer por el miedo. Termine de lavarme el cabello, para cerrar la ducha y salir a cambiarme.
***
Me había puesto unas zapatillas blancas, que estaban en la mitad del ropero que Mike me había otorgado, un jeans que me llegaban antes de los tobillos. Y una camisa manga larga de color gris, pensé que era bueno verde diferente a la vestimenta de Sherlock por unos días, además, por una extraña razón sentía la necesidad de llevar algo más cómodo que formal. Por lo menos, Lestrade no me había restringido mi forma de vestir, no tenía un reglamento de vestimenta como Donovan que hasta corría con tacones, pobre alma.
-Buenos días- dijo Mike cuando entre a su cocina en el departamento- Creciste- una sonrisa apareció en su rostro.
-Que gracioso que eres, son las zapatillas. Oye, tienes buen gusto de ropa- dije mientras me sentaba en uno de los bancos que estaban alrededor de la isla de la cocina- Anoche por la carrera se me olvido mi abrigo.
-Obviamente, tus gustos son demasiados formales- enarque una ceja- Antes eran más casuales.
-Claro, debo vestirme así, porque al menos yo no tengo pase libre a donde me dé la gana, siempre termino trabajando en instituciones como Scotland Yard- Me baje del banco y camine hacia el pasillo- Me voy te veo luego.
-Te llamo, para que nos veamos- Ya no vi a Mike, revise mi celular. Aún tenía tiempo para llegar temprano a Scotland Yard. Me metí al ascensor viendo mi teléfono, cuando un mensaje me cayó.
Hola Brigette, quisiera saber
Si puedes venir a hablar
Conmigo en la tarde
MW
Me parecía muy extraño, qué quería hablar.
Claro ¿A dónde?
BC
En Baker. También quiero
Que Sherlock lo sepa.
John estará ahí.
MW
Bien, ahí estaré.
BC
De qué quería hablar Mary, parecía que era importante para que me escribiese muy temprano. Bueno, al menos algo bueno podía pasar.
***
El taxi no se había tardado muchísimo en llegar a Scotland Yard había sido un viaje rápido, a comparación de otras ocasiones, iba entrando al edificio cuando Lestrade venia bajando, no me explico nada solo me tomo del brazo y me regreso al lado de afuera.
-Acaba de ocurrir un caso en Savile Row- fruncí el ceño- ¡¿Te das cuenta de lo importante que es?!
-No...- Dije con un poco de extrañeza.
-Es la calle más elegante, los aristócratas van ahí a comprar sus trajes, y qué halla un caso ahí no es lo más adecuado ¡El mismísimo príncipe Carlos va a comprar ahí! - A todo esto, habíamos caminado hasta una patrulla que Lestrade tomo de inmediato, me subí en el asiento del copiloto con rapidez- Sherlock estará allá cuando nosotros lleguemos- Genial, y qué esperaba que me alegrara, con la actitud que tenía Sir Presumido, no sabía cómo iba a reaccionar- Vamos- dijo mientras arrancaba- No me había fijado lo bien que te miras.
-Gracias- susurre- Esa calle es de venta exclusivamente para hombre ¿No tienes detalles?
-No muchos, lo único que sé es que no tiene que ver con mi división- Lo mire mientras el daba vuelta en una esquina.
-Entonces ¿Por qué diablos estas emocionado? - pregunte.
-Pues, es una de las calles con mayor auge en ropa y gente pudiente, no es por nada, pero necesito un buen nombre entre ellos- No pude evitar reírme- ¿De qué te ríes?
-De tu ansia de un nombre- lo observe- Por lo que puedo notar que has tenido problemas con el presidente de Scotland Yard, además ir a Holanda te dejo claro que existen otros métodos para completar casos ¿Cómo lo supe? - él me miraba de reojo- Debajo del asiento en el que estoy, había un prospecto del lugar al que fuiste- Lo mire directo al rostro- ¿Lestrade te ofrecieron trabajo en Holanda verdad? Por eso están esos papeles doblados en tu abrigo, pero se notan.
-No sé cómo diablos atinaste a todo, pero, sí. Me ofrecieron trabajo en Holanda, y el lugar tiene muchas ventajas- Se encogió de hombros.
- ¿Te iras? - mi voz se había escuchado más sorprendida de lo que quería- ¿Te iras a Holanda?
-Pues, no he decidido aún, estoy dándole la oportunidad a Londres- Negué lentamente.
-No le estas dando oportunidad a nada, simplemente tienes miedo de irte de aquí, al final, puedo apostarte 30 libras, porque sé que no te iras.
-Mmm- él frunció sus labios- Te las pago cuando lleguemos a la tienda de ropa- Sonreí triunfante.
-Era un decir Lestrade- Puse los ojos en blanco mientras reíamos- Aunque si quieres aumentarme no me quejo.
-Sí claro- contesto con un leve sarcasmo- Ya casi llegamos- parqueo la patrulla frente a la cinta amarilla que cerraba la calle más elegante de Londres- Bien, Donovan debe estar ya aquí.
Nos bajamos de la patrulla, caminando bastante rápido, el viento golpeo mi cabello haciendo que se moviera y dejándolo enmarañado de algunos lados. Había una tienda con las puertas abiertas, como en toda sastrería el local tenía un ventanal donde mostraba trajes que eran muy elegantes y seguramente caros. Anderson salió a recibirnos con un rostro de molestia muy marcado.
-Para qué demonios nos llamaste sino hay ningún asesinato- recrimino a Lestrade justo cuando íbamos entrando a la tienda- Lo único que se robaron fue una estúpida tela... Ir a Holanda te afecto la cabeza.
-Cállate Anderson- la voz de Sherlock se escuchó mientras salía de un cuarto que parecía tener los rollos de tela, al verme se detuvo unos segundos y fijo su vista en mis ojos- Por algo ve importante Lestrade este caso- dijo mientras continuaba su camino hasta llegar al mostrador.
-El detalle del caso, es que no se sabe dónde está el gerente- Donovan venia bajando unas escaleras que estaban al fondo del establecimiento, John le seguía el paso con rostro de molestia también.
-Es estúpido Greg, lo siento, pero creo que no es tu división- John parecía querer irse de ahí.
-Y qué tiene que no sea mi división- Contesto el Inspector con evidente ofensa, sentí un olor a sangre de repente, era demasiado fuerte, tanto que me entraron nauseas- ¿Alguien más sintió ese olor?
-Es sangre, lo que me sorprende es lo fuerte que se siente- conteste mirando una puerta que estaba detrás del mostrador, era pequeña, lo suficiente como para que una sola persona entrara- Están seguros que revisaron bien todos los rincones de este lugar- me fije que había estantes llenos de telas, y algunos maniquís al lado de algunas telas mostrando ropa hecha con la misma.
-Donovan pensó que era mejor no mover nada hasta que Lestrade estuviese aquí- Anderson me miro de pies a cabeza, me incomode- Así que solo vimos cosas superficiales.
-Eso no es raro, solo ven no observan- Sherlock estaba sentado en un taburete, esperando que hiciéramos algo. Suspire, camine hacia la puerta que estaba detrás del mostrador, rodee la repisa y me para en frente.
No podía negar que abrir esa puerta me daba nervios, si venia de ahí el olor a sangre, por qué estaba tan fuerte. Tome el pomo de la puerta para girarlo lentamente, escuche los tacones de Donovan mientras se retiraba del aposento.
Al abrir la puerta de una sola vez, un cuerpo me cayó encima, solo pude quedarme quieta y atraparlo para luego empujarlo de nuevo y que cayera al piso del establecimiento. El hombre tenía pantalones, pero no camisa, el cuartito era un baño muy pequeño que como deduje solo entraba una persona, me fijé en el abdomen estaba completamente abierto y sin ningún rastro de sus entrañas.
Y lo que más me llamo la atención fue su pecho. Porque Mycroft no era nada comparado a este hombre, que decía no tener nada en él, este hombre literalmente... no tenía su corazón.
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