Querido Crush:

Volví a ver tus mensajes de pizarra. No sabes lo contento que me puse.

Pensaba que no volverías a escribírmelos o que tal vez te interesases en escribirme notitas o cartas como yo a ti, y en cierto modo me agobié un poco.

Por cierto, no te diré quién era mi amigo, ni tampoco te diré quién soy yo.

Aunque ahora que lo pienso, sigo sin saber tu nombre. Que complicada es la vida, de verdad.

Att.: Anónimo sencillo.