-¿Qué dijiste?

Pregunté al pequeño prestando atención a lo que había mencionado.

-Sehun.

Pronunció mientras se levantó de la cama, tomando la iniciativa de curiosear lo que tenía a su alrededor.

-¿Lo conoces?

El chiquillo agarró una manta con pequeños dibujitos que se encontraba tirada por ahí y repitió.

-Sehun.

-¿Pero qué?

-¡Ahora entiendo! Como tú dijiste, parece un bebé, por lo que repetirá las palabras que escuche y como repetiste mi nombre varias veces, se le quedó grabado.

-Oh... -Con curiosidad me acerqué al chico y mencionando con voz tierna, simulé que hablaba con un bebé.- Di Chanyeol, pequeño, Chan Yeol. –Separé en sílabas mi nombre para que fuera fácil para él.

-Sehun.

Fracaso.

-Argh.

Gruñí haciendo reír a Sehun, por lo que con una sarcástica sonrisa lo miré.

-Tranquilo, ya aprenderá.

-Como sea. ¿Y qué haremos?

-Si quieres yo me lo quedo porque, Dios mío con ese traserito...

-¡Sehun!

-Sehun.

Dijo el pequeño mordiendo la manta que sostenía en sus manos, debido a que tenía impregnado en ella un montón de zanahorias. ¿Acaso a los gatos le gustan las zanahorias? Lo que me faltaba, ahora en parte también me sale conejo, no hay decencia.

-¿Sabes qué? Quédate sólo un momento con él, iré a preparar algo de comida, veo que tiene un poco de hambre. Ya regreso, y por favor, nada imprudente en mi cuarto ¿sí?

-Perfecto.

♡.~

Pov Sehun.

Una vez que Chanyeol salió de la habitación, aproveché para así facilitarle las cosas a mi primo.

-Bueno pequeño... ¿cuál es tu nombre?

-Sehun.

-Diablos. ¡CHANYEOL!

-¡¿QUÉ?!

Gritó desde lejos ante mi estruendoso llamado.

-¡¿Y SU NOMBRE?!

-¡¿YO QUÉ SÉ?!

-Ay, estos hombres de ahora. –Mencioné rodando los ojos, pero al ver la confusión del pequeño proseguí.- Bueno, te conseguiré un nombre. Veamos, ¿y si te llamamos Bacon? Mmh, no, no, suena muy común. A ver, Bacon, Beicon, Baekon, BAEKHYUN.

Baekhyun maulló en señal de aprobación, o eso pensé, ya que no hablo idioma gatuno, duh. Ni que fuera gata. Emh, digo, gato. Sí, gato.

-Como sea, Baekhyun, te enseñaré un poco de todo. ¿Por dónde empezamos?

En todo el rato que pasé hablando, el pequeño curioseaba una libreta de Chanyeol señalando una parte que contenía números.

-¡MI NIÑO ES TODO UN GENIO!

Sequé lágrimas falsas mientras me decidí a enseñarle matemáticas.

♡.~

Con una regla en la mano, y un par de lentes inicié mi clase.

-Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis. ¿De acuerdo?

-Miau.

-Bien. Ahora, ¿cuánto es dos por cuatro?

-Sehun.

-Perfecto.

Para ese entonces sentí cómo Chanyeol entró al cuarto sin hacer ruido, para así no interrumpir a “la clase del profesor Oh”.

-Y… ¿tres por cero?

-Sehun.

-Dios, Chanyeol. ¡Baekhyun es un completo genio, no tendrás que pagar la universidad!

Mencioné, haciendo que Chanyeol se golpeara la frente con la palma de su mano.

- Vete de mi casa. Right now.