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°☆ [24 de Diciembre: 11:30 PM]

Después de estar casi media hora en total oscuridad, llorando en silencio y observando al castaño a su lado con una mezcla de tristeza, anhelo y desilusión. El pequeño Jungkook se había quedado profundamente dormido, arrecostado al cabezal de la cama de Taehyung y con sus pequeños brazos rodeando sus rodillas en busca de calor y consuelo.

Jungkook había decidido que lo mejor era seguir ocultando sus sentimientos, por más doloroso que esto fuera para él. Erá lo mejor, porqué según sus tortuosos pensamientos; decírselo ahora no tenía sentido. Y además, ¿Cómo alguien como Tae ──inalcanzable ante los ojos de Kook──, podría fijarse en alguien tan insignificante como él?.

Era imposible, o al menos eso se encargó de hacerse creer a simismo...

Mientras Taehyung y Jungkook se encontraban profundamente dormidos y sumidos en sus propios sueños, Namjoon por otro lado, había despertado gracias a sus esfínteres que suplicaban por un baño para descargarse.

El mayor observó hacia la cama de su primo y una sonrisa se dibujó en su rostro al ver lo tierno y pequeño que se veía el menor de los Kim abrazado a esa gigante almohada. Su mirada se desvió hacia la pequeña y enroscada silueta que se encontraba al lado del de cabello rizado. Frunció su ceño al encontrarse al pequeño Jungkookie en dicha posición y se sorprendió aún más al no encontrarlo abrazado a Taehyung cuál Koala, como solía ser siempre que estos dos dormían juntos.

Se acercó un poco a la cama de forma silenciosa y siendo bastante cuidadoso para evitar despertar a los menores. Al hacerlo, pudo notar el semblante de Jungkook un tanto triste, con un puchero resaltando en sus labios y en su rostro aún brillando rastros de lágrimas.

Al ver esa imagen frente a él, este inmediatamente decifró por si solo todo lo que seguramente ocurría. Su inteligencia y lo bastante que conocía a Jungkook, bastaron para hacerse una idea.

Se dijo a si mismo qué muy probablemente su pequeño amigo se había arrepentido u acobardado de declararle sus sentimientos a Taehyung. El moreno sabía muy bien de los miedos y las inseguridades con las que el pequeño cargaba a pesar de su corta edad, asi qué supuso que seguramente por eso había llorado y se encontraba en ese estado.

La mirada del castaño se posó en la mochila del más pequeño, la cuál reposaba en un sofá en una esquina del cuarto, y una idea se pasó por su mente dibujando una mínima sonrisa en su rostro.

Con cuidado se acercó a esta silenciosamente, la abrió lentamente, asegurándose que la cremallera no hiciese mucho ruido, y de su interior sacó la caja de regalo que Kookie había preparado desde días atrás con tanto esmero. Dejó de nuevo la mochila en su lugar y observó la caja entre sus manos antes de dirigir la vista hacía el cuerpo del menor.

── Perdóname Kook, pero estoy seguro que en un futuro me agradeceras por esto ──Susurró con una sonrisa en su rostro.

Suspiró y salió rapido, pero cuidadosamente, de la habitacion para llevar a cabo las dos misiones que tenía. Una, involucraba el baño por supuesto, y la otra más importante aún, tenía que ver con el regalo del pequeño e indeciso Jungkookie.

°☆ [25 de Diciembre: 1:30 AM]

Unas sutiles sacudidas y unos suaves susurros fue lo que logró sacar de su profundo sueño al pequeños Jungkook, quien hace un par de horas apenas había logrado dormirse adecuadamente y en una posición no mortal para su pequeño cuerpo ya adolorido por la anterior incomoda postura en la que había estado por un largo rato.

── ¡Kook! ──Escuchó nuevamente su nombre ser murmurado mientras otra leve sacudida lo arremetía logrando qué esta vez sus ojitos si se entreabriesen.

── ¿H-Hyung? ──Murmuró este consternado y medio dormido al reconocer al irruptor de su descanso. ── ¿Q-Que hora es?, ¿Que haces despierto?.

── Es la una. ¡Vamos a abrir los regalos, seguro ya están en el arbol! ──Comentó por lo bajo y con emoción desbordante el mayor.

── TaeTae, ¿No se supone que los regalos se abren mañana? ──Comentó entre un bostezo el azabache, haciendo sumo esfuerzo para que sus parpados se mantuviesen abiertos.

── ¡Lo sé, pero no puedo esperar hasta mañana, quiero ver ya que me trajo Santa!, ¡Vamos! ──Lo apuró entre pequeños saltos de emoción el castaño. ── ¿No quieres ver tus regalos, Kook? ──Le dedicó un puchero.

El menor se sentó en la cama e hizo una mueca indecisa, mientras restregaba su ojito con una de sus manos de forma perezosa. La verdad, la curiosidad de saber si allí, entre tanta multitud de regalos que vió, podría al menos haber una sola caja para él; si lo estaba consumiendo.

── Mhh... No sé, hyung, ¿Y si nos regañan? ──Murmuró con suma preocupación.

── Nadie se va a dar cuenta, mira ──Levantó un rollo de cinta adhesiva con mirada traviesa. ── Los abrimos cuidadosamente y luego los volvemos a envolver tal y como estaban, mañana nos hacemos los sorprendidos y nadie sospechará nada.

El azabache meditó la idea durante unos pocos segundos, aprovechando estos tambien para despertar del todo.

── Está bien... ──Murmuró segundos después, no muy convencido pero compartiendo una sonrisa traviesa con el castaño, antes de bajarse rápidamente de la cama para ponerse sus pantuflas de conejo, cuidando de no hacer ningún ruido para no despertar a nadie. ── Hyung, ¿Y Namjoon-ah? ── Inquirió por lo bajo, observando al nombrado quién dormida cómodamente abrazado a su Koala de peluche, mientras sus icónicos ronquidos resonaban en medio del silencio de la habitación.

── Ya intenté despertarlo varias veces, pero ni un Tsunami de helado de chocomenta podría hacerlo ──Ambos soltaron una pequeña risita ante ese comentario. ── Además, conociendolo, no le gustaría para nada la idea, porque diria que es incorrecto no seguir las reglas y todo eso que siempre dice ──Rodó sus ojos en desacuerdo.

El pequeño asintió con una leve mueca dándole la razón al mayor.

── Pero bueno, no perdamos más tiempo y vamos.

Y dicho esto, Taehyung tomó de la mano al despeinado y entredormido azabache, para así arrastrarlo con él hacía la sala, ignorando por completo como este lo observaba casi hipnotizado con una leve sonrisa en su rostro.

Jungkook se sentía bien cuando veía a su amigo sonreír alegre u emocionado, justo como estaba en ese momento. Y aúnque en el fondo le dolía no poder entregarle su regalo ──debido a sus miedos──, para él bastaba con estar ahí compartíendo su felicidad.

Porqué para Jungkook, el sólo hecho de poder seguir siendo amigo de un niño tan bueno y especial como Taehyung, era su mayor regalo de navidad...

Una vez se encontraron en la primera planta de la inmensa mansión, luego de llegar hasta allí intentando ser lo más silenciosos posibles, y fingiendo ser espías secretos en alguna misión; Ambos quedaron perplejos al notar la montaña de regalos que rodeaba el inmenso árbol de navidad.

── Wow... ──Murmuró totalmente asombrado el más pequeño.

── ¡Mira Kook, Santa fue muy generoso con nosotros este año! ──Sonrió emocionado el mayor. ── O tal vez, el portarnos bien si sirvió de algo como dice mi mamá...

── Tete, ¿Cómo vamos a abrir tantos regalos? ──Murmuró consternado el azabache, ignorando brevemente la emoción del contrario. Sus ojitos se encontraban sumamente abiertos, fijos en la pila de cajas de distintos tamaños y con envolturas llamativas, presenciando algo que nunca antes pudo ver.

── Entre los dos podremos abrir bastantes, pero solo si empezamos ya, ¡Así que ven! ──Susurró sonriente el castaño, tomando de la mano al menor y arrastrándolo lleno de emoción, hasta donde se encontraba el árbol.

Ambos tomaron asiento bajo el inmenso pino, con el reflejo y colorido parpadear de las luces que lo adornaban como único metodo de iluminación a su favor, y a pesar de que esto les complicaría aún más su ardua tarea, decidieron permanecer de esa manera para evitar de cualquier posible modo ser descubiertos.

Transcurrieron al rededor de quince minutos en los que Jungkook solo se dedicó a pasarle varios regalos a Taehyung para que este los abriera con mucha emoción pero cuidando de no romper el envoltorio y de no hacer ningún ruido. La mayoría de las cajas contenían juguetes inmensos, ropa, u objetos muy caros que ni ahorrando cinco años el pequeño podría comprar. Aunque este solo podía dedicarse a ver con una sonrisa cargada de ternura como su mayor sonreía emocionado ante cada regalo en sus manos.

Aunque Taehyung fuese el mayor ──Solo por un par de años──, en aquel momento parecía todo lo contrario, porque el castaño tenía la mirada brillante de un chiquillo de cinco años abriendo millones de juguetes nuevos.

A Jungkook le saltaba el corazón ante cada sonrisa que se extendía en el rostro del mayor. La sonrisa cuadrada y brillante que aquel niño poseía era algo que siempre le había parecido extrañamente hermoso.

── ¡Kook, mira, éste es para ti! ──Exclamó el nombrado sacando al pequeño de su momento de admiración, poniendo una caja grande y rectangular sobre sus piernas.

Sacudiendo levemente su cabeza para traer su mente de nuevo a la realidad, el azabache observó con curiosidad el objeto en sus piernas. El papel color púrpura brillante decorado con pequeños conejos, un gran moño azul y la etiqueta con su nombre escrito en negritas, era lo más llamativo de aquella.

── ¡Vamos, abrelo! ──Lo ánimo el contrario sin borrar su expresión alegre.

Jungkook aún atónito por el hecho de que allí si hubiese algo para él y de gran tamaño; asintió levemente y un poco consternado, con una leve sonrisa de emoción que hacía sobresalir a sus pequeños dientitos de conejo de una forma sumamente tierna. Con delicadeza y cuidando de no desgarrar mucho el bonito papel, el pequeño abrió su regalo ante la atenta mirada del mayor, que sonreía contento al notar la mirada de total emoción contenida que tenía el contrario.

Un par de minutos después, aquellos grandes y saltones ojitos de bambi brillaron aún más al notar lo que la envoltura escondía...

── ¡Hyung, es la gorra y el bate de béisbol que tanto quería! ──Exclamó por lo bajo, pero con suma felicidad desbordante el pelinegro, abriendo sus orbes con total asombro.

El mayor asintió sonriente, y sintiéndose contento de haberle pedido a su padre aquel regalo para su mejor amigo. Sabía que era difícil ya qué esa edición se había agotado hace un tiempo, pero en aquel momento agradeció sumamente que su padre tuviese tantos contactos y que hubiesen podido conseguirla, porque la sonrisa y la emoción que el pequeño desbordaba en aquel momento, valía totalmente la pena.

── ¡Felicidades Kook, está genial! Te lo mereces por ser un niño tan bueno ──Lo felicitó sinceramente y con orgullo.── ¡Pontela, vamos!

El menor aún con su vista pegada a esa gorra que nunca creyó tener en sus manos, sonrió y asintió ante el pedido del castaño, aunque no alcanzó a hacer ningún tipo de movimiento, pues este se adelantó a tomar por si mismo la gorra y ponerla sobre su cabeza para luego peinar con cariño los rebeldes y largos cabellos que se colaban en el sorprendido rostro del menor.

Jungkook paralizado, vio atento cada movimiento del contrario mientras sentía su corazón latir con rapidez en su pecho, y sus mejillas calentarse como cuando se enfermaba por culpa de una alta fiebre.

── ¡Se te ve muy bien! ──Lo elogió orgulloso el castaño, alejándose un poco para apreciar mejor al pequeño. ── ¡Ya sé, espera, no te muevas!

Y aunque Jungkook quisiera hacerlo, tampoco podía, pues sentía su cuerpo paralizado mientras su corazón parecía luchar por querer salir de su pecho. Siguió con mirada atenta cada movimiento del mayor, mientras sus manitos arrugaban la tela de su sweater en un intento inutil por calmar sus emociones.

Aún desde su posición, pudo ver como Taehyung se alejaba unos cuantos metros de él para ir hacía un pequeño mueble que descansaba en una esquina de la sala de estar, junto al inmenso televisor; De allí, el de cabellos chocolates sacó lo que parecía ser una cámara fotográfica antigua, con la que pocos segundos después se acercó de nuevo hasta dónde el pelinegro se encontraba.

── Toma el bate y sonríe, Kookie ──Pidió este emocionado, observandolo a través del lente.

Con un poco de timidez, el pelinegro acató el pedido del mayor y tomó con una pizca de esfuerzo la gran vara de madera para apoyarla en su hombro, arrecostó levemente su cabeza al objeto y le dedicó una sutil pero hermosa sonrisa a su mayor, quién no tardó en disparar el cegador flash y capturar esa bella imagen.

── ¡Listo, salió muy bien! ──Exclamó el castaño, tomando la fotografía y sacudiendola varias veces para que esta terminará de descubrirse por completo.

── Hyung, pero ni siquiera la has visto ──Comentó con una pequeña risita divertida el menor.

── No importa, no tengo que verla para saber que saliste bien, tú siempre sales bien en las fotos ──Aseguró el contrario encogiendose de hombros con simpleza. ── Son las ventajas de que seas un niño tan guapo ──Dijo seguro, dedicándole un tierno guiño que provocó que Kook comenzará a creer que necesitaba un jarabe para la fiebre, pues sentía su rostro arder.

── Bueno, vamos a continuar porqué aún nos faltan bastantes regalos y seguro aún hay muchos más para ti ──Exclamó entusiasmado el mayor, dejando la cámara y la fotografía a su costado para sentarse de nuevo en su lugar y continuar en su labor.

Mientras tanto, el pelinegro no pudo hacer más que observar consternado los movimientos del castaño, pues seguía procesando las recientes palabras de este, e intentado que su sonrojo no lo delatará o al menos que no pareciese un tomate andante frente a su mejor amigo.

P

asaron al rededor de veinte minutos más en los que ambos terminaron su labor con éxito, sorprendentemente logrando su objetivo inicial de no dejar ningún tipo de rastro de qué aquellos regalos ya habían sido vistos y hasta algunos levemente usados, por aquel par de chiquillos traviesos...

Para sorpresa de Jungkook, el mayor estaba en lo cierto; en la pila de cajas, sí había más de un regalo con su nombre. Por primera vez, obtuvo diez regalos por parte de Santa en una misma navidad. Entre ellos habia todo tipo de cosas que quería o necesitaba como: ropa, zapatos, juguetes e incluso recibió un par de baquetas con su nombre grabado en ellas.

Agradeció que aparentemente Santa supiera sobre su deseo secreto ──Ni tanto, pues su mejor amigo si estaba al tanto──, de comenzar a tomar clases para aprender a tocar la batería, y sonrió al ver que ahora iba a poder cumplir con dicho objetivo.

La calidez que Taehyung sintió en su corazón ante cada sonrisa que brillaba de emoción en el pequeño, no tenía comparación, y se sintió sumamente agradecido de ser él parte de la primera navidad en la qué Jungkook se sentía verdaderamente felíz...

── Bien, ¡Con este terminamos! ──Anunció el castaño, poniendo el último pedazo de cinta adhesiva sobre el pequeño regalo que escondía sus nuevos materiales de arte.

En respuesta, el azabache simplemente asintió en medio de un bostezo cansado, dejando su último regalo de nuevo en su respectivo sitio y sintiendo sus párpados pesar, mientras ──con un poco de esfuerzo── logró ver qué el viejo reloj colgado en la pared, marcaba la 1:30 a.m.

Su hora de dormir había pasado hace mucho, y su cuerpecito ya se lo estaba recordando...

── Tranquilo Kook ──Sonrió divertido el mayor al ver el cansancio plasmado en el rostro del más pequeño.── Vamos a revisar que todo lo que quede si sea de Namjoonie, y luego nos vamos a dormir ──Dijo en forma de consuelo mientras escaneaba con su mirada que ningún regalo que fuese para ambos, se quedase sin ser abierto.

── Ya revisamos todo Hyung, no falta nada, mejor vamos a dormir ya que me siento como un zombie ── Pidió con un puchero resaltando en sus labios el azabache, mientras restregaba sus ojos con pesadez..

El castaño no pudo ocultar su sonrisa enternecida y asintió.

── Está bien, ya que no nos falta nada por abrir, vamos a dormir.

Con un suspiro de alivio y más entusiasmo del imaginado, Jungkook se puso de pie y con paso perezoso, ──o casi arrastrando sus piesitos, para ser más concretos──, comenzó a caminar hacía las escaleras, con el único deseo de qué llegar a la habitación no le tomase más de un minuto ni mucho de su esfuerzo, pues sentía su cuerpo tan pesado como el cemento que su padre preparaba todos los días.

Por su parte, el castaño se puso de pie dispuesto a seguir al contrario, no sin antes dar un nuevo recorrido por la pila de regalos, viendo si entre las aproximadamente veinte cajas que tenían el nombre de su primo, no se escondía algo más para él o su mejor amigo.

Y en ese momento agradeció ser tan perseverante, cuando notó una pequeña caja resaltar entre las demás a pesar de estar casi en la base del árbol, lejos del alcance de la vista de cualquiera, o bueno, cualquiera que no fuese el ojo de águila que Taehyung poseía.

── ¡Kookie espera, nos faltó este! ──Anunció el mayor en un tono que fuese lo suficiente bajo como para no ser escuchado en la segunda planta, pero suficiente para llamar la atención del menor y que este detuviera su andar para girarse a verlo.

En cuanto los ojos del pelinegro reconocieron aquella caja marrón en las manos del de piel canela, junto a los ya conocidos dibujos que rodeaban a la misma, sintió su sueño esfumarce por completo y a sus sentidos alertarse.

── Oh, es para mí... ──Murmuró gratamente sorprendido el de bonitas ondas. ── Que hermosa caja ──Dijo sinceramente con una tierna sonrisa rectangular de las suyas, apreciando cada detalle grabado en el cartón. ── A ver que tiene...

Jungkook solo logró escuchar esa última frase en medio de su aturdimiento, y en cuanto sus orbes, ──abiertos como los de un Búho──, notaron como Taehyung deshacía el nudo sin esfuerzo alguno y retiraba la tapa de la caja, su cuerpo actuó por instinto, llegando casi en segundos hacía el mayor.

── ¡No Hyung, no abras esa! ──Casi que gritó el pequeño en suplica, intentando arrebatarle el regalo al contrario.

── ¿Por qué no, dice mi nombre? ──Puchereó el mayor, frunciendo su ceño en confusión, mientras revisaba con suma curiosidad el interior de la pequeña caja. ── ¡Mira, hasta tiene mis dulces favoritos! ── Exclamó cargado de alegría cuando sacó un puñado de caramelos con sabor a fresa y muchos chocolates.

── ¡No Taehyungnie, damela!, no tienes que ver eso, no tiene importancia ──Insistió angustiado el azabache entre mil intentos por arrebatarle la caja al contrario a como diera lugar, aunque todo era en vano por la agilidad y buenos reflejos que ese delgado y pequeño cuerpo escondía.

── No, espera, quiero ver que trae...

── No es nada bonito seguro, puede ser una caja de bromas... mejor damela ──Pidió con sus ojos comenzando a cristalizarse y sus labios a temblar debido a la angustia que empezaba a esparcirse por su pecho. ── ¡Entregamela Hyung!

── ¡No, Kook, espera!, tranquilo que te voy a compartir de los dulces ──Murmuró distraido el castaño, notando una hoja perfectamente doblada entre la inmensa cantidad de caramelos y papelitos de colores.

Y cuando el mayor sacó la hoja y la desdobló para comenzar a leerla en voz baja, Jungkook supo que todo estaba perdido...

" Querido Taehyungnie:

La verdad no sé como empezar esta carta, para ser sincero nunca he escrito una, asi que esta es la primera que hago y espero quedé bien.

Escribo esto porqué, Namjoonie hyung dijo que por este medio sería más fácil decirte todo sin hacerme pipi en los pantalones en frente de ti (Esas fueron las palabras de Namjoonie, yo nunca haría algo tan vergonzoso como eso). Como sea, creo que debería ir al punto ¿No?, si, mejor lo hago antes de que la hoja se termine...

Te quiero Hyung.

Solo quería que supieras que te quiero mucho, que me gusta estar junto a ti y que soy muy afortunado de que seas mi mejor amigo. Soy muy feliz desde que te conozco a ti y a Namjoonie Hyung, pero sobre todo a ti (Aunque no le digas eso a Namu porque se enojaría mucho conmigo y se sentiría mal).

Ay, la verdad no sé como decirte esto, pero Nam dijo que fuera directo...

Hyung, cuando digo que te quiero no lo digo solo como querer a un amigo, siento que es más que eso. Mamá, Namjoon, y la maestra, dicen que puede ser amor, y la verdad no sé como se siente eso, pero si creo que es lo que tengo. Mamá me contó que es algo bonito que sientes en la pancita y en el corazón cuando estás junto a quién amas, y te confieso que si me pasa cuando estoy a tu lado. Cuando sonries te ves tan bonito que siento como si miles de hormiguitas caminaran por mi estomago, es muy raro y suena asqueroso, lo sé, pero se siente muy bonito. Oh, también, cuando me abrazas; mi corazoncito suena tan duro como cuando le ponemos el volumen alto al televisor, y cuando me tomas de la mano, no sé si lo notas (espero que no) pero, el cuerpo me tiembla mucho asi como cuando vimos esa película del muñeco feo en Halloween y me asusté tanto que tuviste que abrazarme hasta que me calmará. Recuerdo cada momento que hemos pasado juntos y como dice mamá, desde que estás conmigo no he dejado de sonreír nunca, porque estar contigo me da felicidad.

Creo que me detendré porque ya casi no queda espacio en esta hoja que tomé prestada de la libreta de mamá, y si tomó otra se va a enfadar. Bueno, eso no es importante, el punto de esta carta es que quiero que sepas eso Taehyungnie, que te quiero y siempre le agradezco a Santa (Si es que de verdad existe), por haberte enviado en la navidad pasada a mi vida, fue el mejor regalo que pude haber obtenido.

Tú eres mi regaló de navidad, TaeTae Hyung, el qué se convirtió en mi ángel y mi amigo, y al que tanto quiero... por eso, hoy yo, en nuestra primera Navidad juntos (oficialmente), no tengo dinero para regalarte algo de mucho valor como a lo que estás acostumbrado a recibir, pero en cambio, te quiero regalar algo que dicen que es mucho más especial y... es un poco frágil, asi qué si lo vas a recibir por favor cuidalo Hyung; Hoy, yo, Taehyungnie, te entrego mi corazoncito que tanto late por ti.

Feliz Navidad y no te comas muy rapido los dulces o te dolerá la panza.
Te quiere, Jungkook ♡.

Pd: Por favor no me odies :c "

El mayor terminó de leer la carta con asombro y un sonrojo del color de los caramelos resaltando en sus mejillas, pero sobre todo, con un extraño sentimiento de calidez en su corazón. Cuando sus ojos se desviaron del papel y se encontraron con el montón de fotografías que se apilaban al final de la caja, una sonrisa dulce no tardó en formarse en su rostro, mientras las tomaba para apreciarlas mejor.

── Primero, Santa si existe Kook, ¿Cuantas veces tengo que decirtelo? ──Murmuró el mayor con un falso tono de molestia, sin girar a ver al contrario ya que estaba bastante ocupado apreciando con cariño cada fotografía que el menor había incluido en su regalo. ── Y segundo... ¿Por qué t ──Bastó escuchar un bajo y triste sollozo para que Taehyung detuviera sus palabras y se girará preocupado a ver a su mejor amigo.

La imagen con la que se encontró el mayor, le hizo doler tanto su corazón, que no dudó ni un segundo en correr hasta dónde el pelinegro se encontraba sentado. Justo debajo del árbol, con su cabezita escondida entre sus rodillas y llorando con tanta tristeza y miedo que Taehyung temió que algo malo le pasará.

── Jungkookie, ¿Que pasa?, ¿Por qué lloras? ──Inquirió con total preocupación en su voz, aunque no obtuvo respuesta alguna. ── Kook, por favor háblame, me estoy preocupando en serio, ¿Te duele algo?.

Su única respuesta eran sollozos fuertes y desgarradores.

── Voy a llamar a mis papás porqué de verdad me estás preocupando Kookie.

── N-No tenías que l-leer esa carta... ──Casi que susurró en medio de su llanto el menor, aunque fue lo suficiente claro como para que el contrario detuviera sus movimientos y lo observará confundido ante esas palabras, aunque este no lo estuviese si quiera viendo.

── Pero... ¿Por qué no Kook?, es un regalo que me hiciste ¿No?.

── S-Si... ¡Pero nunca le voy a perdonar esto a Namjoon porque yo ya no planeaba dártelo! ──Dijo con total enfado y frustración el azabache.

Taehyung frunció su ceño al oír aquéllo y una pequeña desilusión se formó en su interior.

── ¿Por qué no ibas a darmelo? ──Susurró con la confusión y la tristeza plasmandose en sus ojitos, mientras observaba con melancolía una de las fotos.

Pasaron casi tres minutos antes de que Jungkook pudiese tomar el valor para decir una respuesta: ── P-Por que... te-nía... miedo...

── ¿Miedo a qué?.

── A que... me odiarás... y que dejarás de ser mi amigo por decirte esas... cosas... ──Sorbió su nariz el pequeño, antes de levantar lentamente su rostro para encarar al contrario. ── Y de qué... mi regalo no fuera lo suficientemente bueno para ti... ──Desvió la mirada con tristeza y vergüenza pura.

Taehyung sonrió levemente ante esa confesión, y con cariño y delicadeza acarició lentamente la cabellera larga del pequeño.

── Tonto Jungkookie ──Negó el mayor. ── Si tu regalo es el mejor de todo esos que abrimos juntos.

Los ojitos del pelinegro se abrieron en demasía al oir las palabras del castaño, levantando su cabeza timidamente para verlo con asombro, aún con el brillo de sus lágrimas resplandeciendo en su hermoso rostro y en sus orbes.

── ¿Es-o crees, Hyung?...

El acanelado sonrió en respuesta con un leve asentimiento afirmativo: ── Por supuesto Kook ── Reafirmó. ── Tú regalo es el más bonito y más especial que pude haber recibido hoy, porque lo hiciste tu mismo para mi y pusiste adentro todo lo que a mi me gusta.

── Sabía que los dulces te iban a gustar ──Comentó orgulloso Kook, con una leve sonrisa comenzando a crecer en sus labios, y sorbiendo su nariz de esa forma tierna que solía hacer y que se asemejaba al gesto de un precioso conejito.

── Kook, todo lo que venga de ti siempre me va a gustar ──Murmuró el mayor casi en un susurro, desviando la mirada sonrojado.

Sonrojo que le fue contagiado al menor, quién sintió su corazón acelerarse tanto que tuvo que poner sus manitos allí para evitar que se le saliera del pecho.

── ¿Taehyung-nie, eso q-que q-quiere decir? ──Susurró nervioso y avergonzado el azabache, inclinando su cabeza levemente en busca de la mirada del mayor, quién aún no se atrevía a observarlo, con la excusa de estar apreciando la caja de regalo.

── ¡Oh, mira, la foto que nos tomamos en el parque de Sky, la navidad pasada! ──Exclamó el mayor intentando desviar el tema, aunque en parte su emoción era cierta pues no esperaba que Jungkook conservará la que fue su primera foto juntos.

Aunque bastaba ver la caja para darse cuenta que Jungkook guardaba preciosamente cada recuerdo juntos, cada momento que habían vivido, y cada sitio al que Taehyung lo había llevado por primera vez en su vida.

── ¡Hyung, no te hagas el tonto! ──Lo riñó con un puchero de enfado el de cabellos oscuros.

── Quiero decir que... ──El castaño respiró profundo para buscar el valor en su interior y cerró sus ojos con fuerza para así evitar acobardarse al ver como seguramente Jungkook lo miraba con atención, con sus ojitos grandes y brillantes que tanto lo desconcentraban. ── También te quiero Kookie... Mucho... y, también me pasa todo lo que a ti, cuando estamos juntos. En este momento, creo que estoy a punto de perder el corazón porque está latiendo muy fuerte ──Confesó el mayor abrumado, llevando sus manos al lugar dónde se ubicaba su corazón, y abriendo uno de sus ojitos para ver con vergüenza la reacción del contrario.

Sin poder evitarlo una sonrisa enorme hizo resaltar los precioso dientitos delanteros del menor, y sus ojitos se achicaron de pura felicidad ante las palabras de su mayor.

── El mio se siente igual Taehyung-ie ──Susurró casi como un secreto íntimo entre ambos, con sus manos en el mismo lugar y sus mejillas tintadas tiernamente de rojo.

Ambos se quedaron asi durante algunos minutos, solo viendose fijamente y con sonrisas timidas, sumidos en su propia burbuja de cariño, dulzura y amor, por qué si, todo eso era lo que ambos sentían por el otro, amor en todas sus formas y facetas, a pesar de que aún supieran muy poco o casi nada sobre ese sentimiento.

── Hyung, ¿Y ahora que sigue si ambos nos queremos de esa forma? ──Preguntó confuso el menor.

── No lo sé, Kook ──Hizo una mueca confusa Taehyung, rascando su cabeza en busca de alguna respuesta. ── Creo que sigue eso de ser novios, según he escuchado a mamá.

── ¿Esos que se dan besos en... la boca? ──Susurró avergonzado el menor por lo bajo.

── Si, eso ──Afirmó con una leve mueca de asco el mayor. ── Pero eso es asqueroso, y como mamá me dijo que hasta dentro de algunos años no puedo tener novia o novio, pues... -

── ¿Cuantos años? ──Frunció el ceño en desacuerdo el azabache.

El castaño rió ante el comentario: ── Creo que aún bastantes, Kookie ──Dijo divertido viendo como el contrario ponía una mueca de enfado y desacuerdo puro. ── Pero por ahora, tú y yo podemos seguir siendo mejores amigos como hasta ahora, solo que ahora los dos sabemos que nos tenemos un amor especial.

── ¿Entonces, no seremos novios? ──Inquirió nuevamente el menor, inclinando levemente su cabecita en señal de confusión.

── Por ahora no podemos Kook, pero te prometo que cuando seamos grandes, tú serás mi novio ──Una sonrisa sumamente bonita le fue dedicada por parte del otro ante esa promesa. ── Pero será sin besos en la boca, eso es asqueroso ¡Dew! Mejor en las mejillas ──Decretó el mayor.

El ceño de Kook se frunció de nuevo en desacuerdo. ── Pero mamá dice que se siente bonito... ──Se cruzó de brazos con enfado.

── Eso es una mentira, es desagradable ──Negó asqueado el castaño. ── Mejor un beso en la mejilla así... ──Rápidamente se acercó al menor y depósito un corto pero sonoro beso en la regordeta y rosada mejilla de este.

Sumamente sonrojado, con los ojos apretados y el corazón paralizado; Jungkook solo pudo quedarse estático en su sitio recibiendo el leve contacto y sintiendo como las hormiguitas en su estómago se convertían en mariposas que aleteaban sin parar en su interior.

El castaño por su parte, solo pudo sonreír feliz y enternecido por los actos del pequeño. Se puso de pié rapidamente ──no sin antes tomar su más preciado regalo junto a todo rastro o prueba de su travesura esa noche──, y con cariño despeinó los alboratodos cabellos del azabache.

── Y-Ya mejor vamos a dormir Kook, es tarde y... nos van a descubrir ──Dijo divertido, sumamente sonrojado y aún un tanto sorprendido de su propio acto, antes de caminar con paso apresurado hacia las escaleras.

── ¡Pero, Taehyungnie! ── Se quejó Kook con un puchero tierno enfurruñado, para después seguir al mayor escaleras arriba, con un semblante de berrinche. ── Yo quería otro beso... ──Susurró molesto para si mismo.

Taehyung por su parte solo pudo reir divertido, aunque su interior era un total desastre. Si Jungkook juraba sentir hormigas, el mayor por su parte creía haberse tragado un nido de abispas gigantes, porqué su pancita no paraba de cosquillear y su corazón latía demasiado. Le alegraba saber que lo que sentía también le sucedía a su amigo, y desde esa noche su único deseo era estar siempre juntó a él, haciéndolo feliz tanto como pudiera, hasta que llegará ese día dónde cumpliría su promesa y serían novios.

Mientras Jungkook, solo podía tener una sonrisa de lado a lado y la alegría abundando en su cuerpo, al otro día se acordariá de agradecerle a Namjoonie, pues sin él, nunca Taehyung hubiese visto su regalo, y entonces esa ya no sería la mejor navidad de su vida ──como la había nombrado──, porque no hubiese podido obtener nunca, su tan deseado regalo de navidad.

°☆ [ 15 Años Después: 25 de diciembre 1:30 A. M.]

── Definitivamente Seokjin sigue siendo un alma malvada ──Se quejó el castaño con un puchero de enfado, entrando a su casa. ── ¿Como va a decir que Santa no existe? ──Resopló en desacuerdo, dejando sus zapatos y abrigos en su lugar debido, con mala gana.

El contrario rió enternecido mientras lo imitaba.

── Cariño, eso ya deberías saberlo desdo pequeño, te lo dije varias veces: Santa no existe.

── No lo repitas porque aún duele, acaban de arruinar mi infancia.

El pelinegro rodó sus ojos divertido y se acercó hasta dónde su esposo estaba para peinar su despeinada melena, que se encontraba hecha un desastre debido a la brusquedad con la que el mayor se había quitado su gorro.

── Bien, perdón por arruinar tus ilusiones, niño grande ──Murmuró sin poder ocultar su risa cargada de ternura. Ante sus ojos, a veces Taehyung, parecía haberse quedado siendo un chiquillo de diez años encerrado en un cuerpo de un hombre de veinticinco. ── Jin solo estaba bromeando, ya no te enojes ── Plantó un casto beso en los labios del mayor quien suspiró derrotado.

── Sabes, ahora pienso que es gracioso que después de todo, terminamos siendo amigos de quienes te molestaban ──Murmuró Taehyung con una sonrisa melancólica.

── Éramos niños, no sabíamos lo que haciamos, y además, no nos podíamos quedar con rencores pasados por cosas que hacíamos desde la ignorancia ──Se encogió de hombros el azabache, restandole importancia, reafirmandole al mayor que ya todo estaba sanado y perdonado con sus ──ahora── amigos.

── Eso, y que eres muy bueno, cielo ──Murmuró orgulloso este, dejando un beso cariñoso y dulce en la frente del menor.

── Además terminamos teniendo más en común con ellos de lo que creíamos, sobre todo tú y Jimin, se llevan muy bien ──Jungkook le dedicó una sonrisa y se alejó para terminar de quitarse sus abrigos y guantes para invierno.

── Si, que irónico ──Murmuró el castaño pensativo.

── Por cierto, ¿Namjoon si recibió nuestro regalo? ──Inquirió preocupado el menor quitando sus botas para nieve.

── No sé, le escribí deseándole felíz navidad pero ni si quiera lo ha visto, seguro no le ha llegado porque de haber sido así, nos hubiese despertado con mil llamadas esta mañana.

── ¿Y si pasó algo con el paquete? ──Hizo una mueca de preocupación el menor. ── ¿O se te olvidó enviarlo Kim Taehyung? ──Lo observó con sus ojos entrecerrados, viendo como el mayor se despegaba del marco en el que estaba recargado solo para hacerse el indignado.

── No, por supuesto que no, jamás se me olvidaría enviarle su regalo a Nam ── Afirmó seguro, aúnque dicha seguridad se quebrantó cuando su precioso esposo le dedicó una mirada de duda, la cual le recordó que ya había pasado un incidente así hace unos meses para el cumpleaños de su primo.

Una sonrisa victoriosa se formó en el rostro de Jungkook.

── Te juro que esta vez si se lo envíe ──Aseguró Taehyung convencido. ── Lo debe tener entre todo su correo, y con eso de que está super centrado en su trabajo como ingeniero y a eso sumandole lo despistado que es, seguro ni lo ha revisado ──Comentó divertido, tomando asiento junto al menor.

── Espero lo vea pronto, y ojalá le guste.

── Le regalamos toda una colección de libros de ingeniería al cerebrito, obviamente le va a gustar cariño ── Sonrió divertido el castaño, mientras acariaba con ternura el cabello sedoso y suave de su amado.

Como casi siempre que el mayor hacía ese gesto, Jungkook no tardó en acurrucarse en el pecho del de cabellos ondulados, quién lo recibió gustoso rodeandolo cariñosamente con sus brazos.

── Vamos a dormir ──Pidió entre un bostezo cansino el pelinegro.

── Tenemos que sacar los regalos del auto ──Le recordó con un tanto de desgana el mayor.

── Mañana lo hacemos ── Refunfuñó el contrario cerrando sus ojos y apretando más el agarre, sintiéndose totalmente cómodo por la calidez que le brindaba el cuerpo del castaño.

── No, mejor voy ya por que la inseguridad cada vez está peor y luego nos quedamos sin regalos ──Suspiró cansado. ── Ve arriba, no tardo ── Dejó un casto beso en los labios de su esposo para luego ponerse de pie y alejarse hasta la salida.

── Está bien, pero no tardes que hace frio y no quiero dormirme sin ti ──Hizo un puchero totalmente tierno que dibujó una hermosa sonrisa en el rostro del mayor, quién asintió y se puso rapidamente sus zapatos y su abrigo antes de salir nuevamente de la casa.

Con un suspiro de preocupación, Jungkook se puso de pié y con paso desganado subió las escaleras hacía el segundo piso para dirigirse a la que anteriormente era la habitación de los padres de Taehyung, la cuál ahora compartía con el mismo.

El cansancio se había apoderado tanto de su cuerpo que tuvo que parpadear varias veces para distinguir el objeto que yacia sobre su cama. Una vez se aseguró que no fueran alucinaciones por la falta de sueño, o en su defecto por las pocas copas de vino que había bebido en la cena con sus amigos; se dirigió a encender la luz de la pequeña lampara de su mesa de noche para apreciar mejor dicho objeto.

Se trataba de una caja grande y rectangular, de papel cartón y sellada con un perfecto y elegante lazo rojo. Además de notar que varias lineas curvas y abstractas ──al parecer hechas a mano──, de color blanco, rodeaban toda la caja.

El corazón de Jungkook se aceleró en demasía pues ya se hacía una idea de quién era el remitente de dicha caja. Él aún no habia recibido ningún regalo por parte de su esposo, por lo qué en parte también había estado un poco desanimado todo el día. Así qué al ver eso allí reavivó su alegría al mil.

Con entusiasmo tomó asiento en la cama y dejó la caja sobre sus rodillas, comenzando a deshacer el nudo con emoción, haciéndose mil ideas de qué podría ser.

Por supuesto, él por su parte, si que no se había tardado en entregarle su regalo a Taehyung, tan pronto despertó. Fue algo sencillo, pero sabía que el mayor lo necesitaba y lo iba a usar mucho; un juego de palos para golf y un bolso para los mismos, personalizado con sus iniciales en él. Al mayor le había gustado mucho, y Jungkook se sintió satisfecho por que cada que su esposo se fuera a jugar, lo iba a tener presente y se acordariá siempre de él.

Con la curiosidad al máximo, el pelinegro rapidamente terminó de quitar la tapa de la caja viendo así por fín su interior, y lo que encontró dentro, no tardó en cristalizar sus ojos...

Un hermoso retrato de él y Taehyung cuando eran pequeños resguardaba el interior de esa caja. Sabía que el castaño lo había hecho porque últimamente se la pasaba días encerrado en su estudio con la excusa de que buscaba inspiración para crear algo, y cuando él intentaba entrar no se lo permitía porque decía que no había logrado nada y que no había nada que ver aún.

Además el estilo de su esposo al pintar era único e inigualable, y el amor y la dedicación con la que lo había hecho eran más que notables en cada trazo o pincelada.

No supo por cuanto tiempo exacto se quedó observando la pintura, ni cuando las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, solo pudo volver a la realidad cuando sus ojos notaron que la caja guardaba aún más cosas...

Las fotos que él le había regalado al mayor hace unos cuantos años en su primera navidad juntos y dónde se habían dicho sus sentimientos mutuos, se encontraban allí junto a unas miles más que sucedieron después de eso. Practicamente era un diario fotográfico desde el inicio de su amistad hasta el momento en que esta se convirtió en aquella prometida relación, cuando el menor cumplió los dieciocho años.

En la caja también se encontraban regados sus chocolates y dulces favoritos, junto a una nota grande que pudo ver entre ellos, la cuál decía en letras grandes y perfectamente escritas a mano por el mayor: "Feliz Navidad y octavo aniversario, cariño" .

Sin poder detener las lágrimas de felicidad que corrían por su rostro, Jungkook permaneció admirando con dedicación cada cosa que contenía su preciado regalo, sin darse cuenta que desde la puerta su esposo sonreía totalmente enamorado.

── ¿No te gustó tu regalo? ──Preguntó en un susurro el mayor fingiendo tristeza.

Al escuchar aquello, Jungkook no tardó en hacer todo a un lado para correr y abrazarlo con toda la alegria y el amor que sentía en ese momento por aquel hombre.

── G-Gracias ──Susurró con el rostro escondido en el cuello del castaño, sin poder detener su llanto.

Taehyung negó con una leve sonrisa enternecida por la reacción de su precioso esposo.

── No, gracias a ti Jungkookie por ser mi mejor regalo de navidad.

Sellando aquella confesión, Taehyung tomó el rostro del menor con delicadeza para obligarlo a que lo mirase a los ojos, y asi poder limpiar todo rastro de lágrimas de ese rostro que tanto le gustaba, para después unir con toda libertad sus labios en un beso lleno de amor, cariño y adoración que cada vez se fortalecia más entre ambos.

Porque para muchos era imposible que un amor de niños pudiese llegar a ser así de real o duradero, pero lo cierto es que Taehyung y Jungkook se amaban de una forma tan real, pura y sincera, que podía sobrepasar edades, géneros, estratos sociales y tiempo. Existiera o no Santa, ambos estaban sumamente agradecidos con la navidad por haberles permitido conocerse en dicha fecha y por haber convertido al otro en el mejor de los regalos...

°•°• F I N. ☆



Omg, por fín logré terminar esto TT

Sé que no es navidad pero aún es enero, así que finjamos que aún estoy a tiempo porfavor jsjsjd

Mentiras, hablando en serio, pido perdón por la tardanza pero este era mi primer shot fluff y soft y pues fue muy difícil para mi cerebro lograr armar una historia tierna y bonita sin nada puerco en ella y a tiempo. Pero como sea, espero les guste el resultado aunque sea un poco, por que a mi la verdad si me gustó ♡.

Ojalá esta se convierta en una historia que los llene de cosas bonitas en la fechas navideñas o que sin importar fecha, puedan venir aqui y darse una dosis de ternura y amor bonito ^^ ♡.

Gracias por la paciencia y de pado les deseo un feliz y prospero año <3.

Los tqm y espero verlos en algunos de mis otros libros ^^

~ VanTT.

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