꒰🌼꒱ 𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟰.
❝ Feliz Navidad Ni-ki ❞
El sonido de la campanilla del horno sonó avisando que las galletitas, pastelillos y demás postres que habían preparado ya habían terminado de hornearse.
Nayeon con una gran sonrisa tomó unos guantes de cocina y sacó las charolas con los postres. Los niños miraban con mucha atención como ponía estos sobre la mesa, se veían realmente deliciosos. Olfatearon el olor de las galletas y sonrieron alegres. Su creación al parecer había salido bien, el aroma era exquisito y las galletas estaban intactas.
-Vayan a darse un baño en lo que yo termino con el resto y hago un poco de limpieza.-Nayeon sonrió, señalando las puertas de la cocina.
-¡Si! -exclamó con entusiasmo Sunoo y Nayeon algo extrañada solo veía a ambos con atención. Sunoo casi siempre hacia drama a la hora del baño.
-¿Yo también?-preguntó ruborizándose un poco.
Nayeon asintió y el niño se veía algo confuso con respecto a ello. Sunoo parecía emocionado así que suponía que sería algo divertido.
-No te preocupes Ni-ki, ¡yo te ayudo! -comentó alegre -Creo que mi ropa puede quedarte bien.
Sunoo tomó la pequeña manita del pequeño híbrido y emprendieron camino al baño, bajo la atenta mirada de Nayeon que veía a ambos infantes con ternura.
-¡Tu cola está muy esponjosa! -Comento mientras veía con emoción la colita de pelaje color plata esponjarse.
Ni-ki sonrió algo avergonzado y la cubrió sintiéndose expuesto.
-Tenemos el mismo cuerpo, no debes avergonzarte.-volvió a hablar el pelinegro quitándose la toalla de su cabeza.
Sunoo caminó hacia su gran armario con diseño de Spider Man y abrió una gaveta. Con cierta curiosidad, Ni-ki se acercó a ver los dibujos en el gran armario de Sunoo. Era el tipo increíble que trepaba y se balanceaba por los aires con largas telarañas.
¡Genial!
Nunca llegó a saber como y porque lo hacía, pero desde que lo vio en los comerciales que veía en los televisores que vendían en el centro comercial, se intrigó y decidió algún día saber el porqué.
-¿Te gusta? Mi abuela Shin me lo regaló por mi cumpleaños.-dijo con una brillante sonrisa-¡Mira! ¡Esto creo que podría quedarte, y esto también! puedes probártelo.
Era un overol celeste y una pequeña sudadera roja con un estampado de Spider Man al centro. Ni-ki miró la segunda prenda con cierto brillo en sus ojitos y la tomó con cierto cuidado para no dañarla.
-Creo.. creo que es un poco.. muy grande.-dijo estirando la prenda.
-No puedes decir que no, si aún no te lo has probado.-Sunoo lo tomó de los hombros y lo condujo hasta la puerta del cuarto de baño.-En cuanto termines, me avisas, estaré en mi habitación vistiéndome.
Ni-ki asintió algo tímido y entró al cuarto de baño a vestirse, Sunoo también dentro de la habitación.
Al paso de los minutos ya se encontraban mirándose frente a frente, Sunoo vio a Ni-ki de pies a cabeza, tal y como el pequeño híbrido le había dicho, si le quedo algo grande, por eso mismo dobló la basta de los pantalones hasta quedar unos 5 centímetros de distancia con sus pequeños pies.
-¡Listo!-Sunoo le dio una vuelta a Ni-ki -Te quedo muy bien.
-¿Eso crees? -preguntó recibiendo un asentimiento de cabeza -Me aprieta un poco mi colita.-dijo haciendo una mueca de dolor. Sunoo se dio cuenta de ello y tomó unas tijeras para hacerle un orificio donde la esponjosa colita de Ni-ki salió, haciendo reír a ambos menores.
-¿Mejor? -cuestionó y Ni-ki asintió -Bueno, ¿Cómo me veo yo?-preguntó haciendo una pose digna de un modelo que hizo reír a Ni-ki.
El menor de ambos levantó ambos pulgares en forma de aprobación que hizo a Sunoo suspirar aliviado, después de todo si se veía bien. Pensó que los jeans negros y sudadera verde con estampado de Hulk no le quedarían bien, pero al final con la aprobación de Ni-ki se sintió bastante seguro.
Ambos se tomaron de las manos y bajaron de prisa al escuchar el llamado de la madre de Sunoo en la primera planta.
La cena ya estaba servida, los postres en distintas bandejas con decorado navideño y el mantel blanco adornando la mesa. Ambos menores se sentaron allí esperando a que Nayeon les sirviera su parte.
Ni-ki no iba a negarlo, estaba muy hambriento pero aún así sentía mucha vergüenza al estar por primera vez en una mesa, no quería molestar o llegar a incomodar.
-¿Te gustaría tu pavo con salsa o ensalada?-preguntó Nayeon esperando la respuesta de Ni-ki con una cálida sonrisa. Una sonrisa que hizo llorar a Ni-ki, nunca, desde que tenía memoria había sido tan bueno con el.
-Con los dos, por favor.-contesto ruborizándose en el proceso.
Pasaron una buena cena con anécdotas y bromas de parte de Sunoo, haciendo reír a su madre como a Ni-ki. Cantaron, bailaron y comieron muchas pero muchas galletas.
Las 12:00 llegaron anunciando que Navidad ya había llegado, salieron a las afueras de la casa viendo los fuegos artificiales en la cima de los cielos; estos muy coloridos, adornando el extenso cielo.
Algunos minutos pasaron y entraron finalmente a su hogar. El pequeño Sunoo corrió hacia el árbol de navidad, se arrodillo frente a este y sacó las cajas con envoltura navideña bajo este.
Tomó una de las cajas y la abrió viendo a Sunoo sacar una figura de acción de Spider Man, luego otra de Iron Man, Hulk y Capitán América. Con mucha alegría abrazó todos ellos, le encantaban y era gran fan de los personajes de Marvel. Puso a un lado las figuras, abriendo los demás regalos.
Había un trineo para esquiar, patines de hielo, sweaters, una pista de carreras, ropa y otras figuras de acción.
Nayeon sonrió al ver la emoción en los ojos de su hijo y luego su mirada se dirigió hacia el pequeño Ni-ki quien veía todo con una sonrisa. Tenía que hacer algo.
-¡Mamá! ¡Al final compraste las botas que quería!-exclamó feliz Sunoo con un gran sonrisa abrazando a su madre.
Mientras tanto Ni-ki veía aquella escena con una mirada triste, el no tenía una madre y menos una familia que lo quisiera, era una pena bastante grande y había crecido acostumbrándose a ello, aunque eso no significaba que no tuviera sus pequeños bajones de tristeza cuando veía a niños con sus padres o familiares.
Sunoo al separarse, vio a Ni-ki en una esquina con la mirada perdida y sus ojos cristalizados. Ni-ki estaba triste evidentemente. Con rapidez se acercó al pequeño híbrido estrechando a este contra su pecho, un abrazo transmitiendo calidez.
-No estés triste, por favor, prometí que nunca más volveras a sentirte solo, prometí que nunca más estarías triste y eso es lo que haré.-dijo sintiendo el pequeño cuerpo de Ni-ki tiritar. Lo abrazó lo más fuerte que pudo intentando así, de alguna manera, darle todo el cariño y amor que merecía.
-Sun..Sunoo, no respiro.-dijo algo entrecortado. En cuanto se separaron ambos sonrieron.
-Lo siento Sun, no quise preocuparte.-contesto cabizbajo.
-No pasa nada Ni-ki, esta bien.-trato de consolar limpiando las pequeñas lagrimas en las mejillas del menor.
La mirada de Sunoo recayó en los pies de Ni-ki, viendo a estos descalzos. De a seguro su amigo tenía mucho frío y una gran idea llegó a su mente. Tomó las botas que tanto le había pedido a su madre.
-Siéntate.-ordenó Sunoo.
Ni-ki sin entender solo acató la orden y se sentó en el suelo. Al poco rato, ya tenía ambas botas en sus pies antes fríos.
-Feliz Navidad.-se escuchó la voz de Nayeon y Sunoo.
Los pequeños miraron a Nayeon con una gran caja envuelta en papel de regalo.
Ni-ki lo tomó al tenerlo frente a el, lo abrió y vio dentro de este salir un peluche de osito color rosa junto a unos guantes, una larga bufanda y un gorrito, todos estos hechos de lana.
Con mucha alegría Ni-ki se levantó y abrazó a Nayeon y Sunoo fuertemente, nunca había recibido regalos, esa era su primera vez, una inolvidable y hermosa primera vez.
Ni-ki no podía estar más feliz como aquel día. El día más feliz que pudo haber vivido, uno que siempre recordaría y por nada del mundo olvidaría.
-¡Feliz Navidad!-dijo con una gran sonrisa.
-¡Feliz Navidad, Ni-ki!-contestaron al mismo tiempo, haciendo reír a Ni-ki que abrazaba sus regalos contra su pecho fuertemente.
Lamento la demora, se supone que lo subiría para un día o dos después de Navidad, pero no tuve tiempo /cry
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top