10. Caribeño.
|AVISO: NOVELA +18|
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-Calienta con mil saltos a la comba, cincuenta abdominales y veinte flexiones. Después vamos a ver que hacemos.- es la primera vez que James me entrena desde que empecé con el gimnasio/ boxeo. Antes había sido más fácil con ese tira y afloja que teníamos, pero ahora, por cualquier cosa se molesta, cualquier comentario que hago rueda los ojos como si dijera que la tierra es plana o simplemente, si fallo un salto con la comba, me suma diez más.
-Vale, pero déjame cambiar esta porquería de música electrónica por favor. Respeto los gustos de cada uno, pero llevo ya media hora aquí desde que entré a cambiarme al vestuario, y todas las canciones parecen la misma.- le digo.
Este asiente mientras alza ambas manos dándose por vencido. Sonriente, voy hacia la silla con cara de autosatisfacción.
Las miradas son todas iguales que las del primer día, aunque hoy hay más gente. Al parecer que el profesor James avisa cuando viene a impartir clases.
Llego al altavoz y le doy pause a la música que ya me estaba aturdiendo. Alzo el móvil y antes de decir nada, un chico se acerca hasta donde estoy. Alto, fuerte como todos los que están aquí dentro, ojos azules, piel bronceada como un hombre que viene de hacer un viaje al caribe y con un único tatuaje a la vista. Una lágrima en su ojo izquierdo, que aunque parece una peca grande, cuando se acerca, es obvio el dibujo que és.
-Es mío pelirroja.- me sonríe y tiende su mano caballerosamente desde la lejanía esperando que le lance su pertenencia. No solo su piel tiene un deje de color a las vacaciones del paraíso, si no que su acento me hace saber que todo él es del caribe.
Niego con la cabeza riendo. Acto y seguido, se ríe y coge su toalla del banco de pesas en el que estaba. Se seca un poco y camina hacia mi posición. Ahora que se ha acercado más a mi, estoy en duda en si sus ojos son grises o azules. Son raros, eso si está claro.
Me echo un mechón de pelo hacia atrás de mi oreja derecha, siendo ¿Coqueta?. No se por que hice eso mientras sonreía apoyada en una pierna con una pose un poco pasota.
-Gracias por no querer romperme el móvil con tu Home run. - me sonríe amable mientras agarra el móvil muy despacio deteniéndose en mi mano.
-Ufff, otro más.- mi mente no miente. Cuando ya empiezan así pierden el encanto, no se como yo me pude fijar en James, si también existieron estas señales.
Me giro sonriente siguiendo con mi cometido y enchufo mi móvil para buscar un buen repertorio de música. Tal vez una lista aleatoria de Spotifi.
-Me llamo Raek, es un placer.- me dice a mi derecha de repente, haciéndome brincar del susto. Es que no me lo esperaba, pensé que ya se había ido.
-Charlotte, Char para los amigos, pero de momento me puedes llamar Charlotte.-
Casi al instante, me arrepiento de ser tan borde cuando escucho un par de risas de los más cercanos que obviamente han escuchado mi contestación.
-¿Siempre eres tan simpática?.- se ríe a mi lado sin captar una indirecta, ni saber cuando es la hora adecuada para salir por patas de una situación incomoda.
-Si. Me lo suelen decir.- sonrío al mismo tiempo que le dedico una mirada hacia donde está.
Al fin, después de unos segundos, se da cuenta de que le estoy ignorando, a si que, se da media vuelta sobre sus talones y se marcha de nuevo, dejándome por fin concentrarme en mi música al cien por cien.
Veo una canción que hacía tiempo que no escuchaba y decido que es el momento idóneo para ponerla.
Pink - so what.
Siguiendo el sonido de la música, me voy hasta la parte de abajo del cuadrilátero y cojo la cuerda de saltar. Que empiece el entrenamiento.
* * *
-No lo entiendo. Simón. Simón Colton. ¿El mismísimo?. - pregunta por decimocuarta vez Kathe mientras mastica su bocadillo en el descanso del recreo del penúltimo día de clases.
-Que si pesada. ¿Que pasa con ese tío ?.- alzó una ceja y miro a la castaña casi sin interesarme realmente quién era el muchacho.
Flash-back.
-Jones ya he terminado lo que me mandaste.- sonreí satisfecha de camino a su encuentro secándome el sudor con mi toalla de mano pequeña. El sudor que me resbalaba por la tripa, la espalda y la frente, decían que realmente me había esforzado con mis ejercicio, así que, ¿Como no me iba a sentir poderosa?.
Me quito el pelo pegado a la frente con la toalla y me doy cuenta que interrumpo su charla con otro chico.
-Bueno bro me voy ya, disfruta lo que te queda de tarde.- le dice el hombre. Castaño, ojos claros y de mirada penetrante. Alto y obviamente en forma. -¿Desde cuando hay una chica entrenando en nuestro Gym ?. Que feo JamJam y no me dices nada.- lo mira de reojo y me sonríe.
¿JamJam?. Lo usaré en su contra en el instituto, lo juro.
El chico misterioso pasa por el lado de Jones, esquivándolo y se acerca a mi. Me da dos besos haciéndole caso omiso al sudor que aun emanaba de mi cuerpo y le correspondo dicho saludo.
-Mi nombre es Simon. Simon Colton y estoy muy contento de tener una chica tan bonita como tu en el gimnasio, al fin.- mira de reojo a James. -Nos vemos por aquí pues, linda.- me dice despidiéndose y se gira hacia James, le da una mano y se marcha hacia la puerta.
Sigo sus pasos hacia afuera sin quitarle el ojo ni una sola vez y me da la sensación de que me lo pasaré realmente bien, cada vez más en este sitio.
-Bien Vega.- interrumpe mis pensamientos el moreno. -Dúchate, tu entrenamiento ha terminado por hoy. Tengo asuntos que zanjar.- cuando me doy la vuelta para mirarlo, puedo ver sus manos tan amarillas por la presión ejercida en ellas que parecían casi un Simpson, al igual que sus labios.
¿Qué bicho le habrá picado a este?.
Fin del flashback.
-Madre mía.- me dice Kate después de terminar de contarle toda la historia tal y como la recordaba. Hace una bola su papel de plata y la guarda en la bolsa de su almuerzo sacando un plátano y comenzando a pelarlo. -¿Estás de broma no?. - carcajea. Al mirarme de nuevo a la cara, disimula su risa con una tos falsa improvisada. ¿Qué cara habré puesto?. -En realidad es raro en el, supongo que su orgullo de hombre se ve afectado cuando alguien de su entorno quiere coquetear contigo, imagino, sabiendo como es y tal. Pero de verdad es muy raro, normalmente le suda mucho todo.- se rasca la nuca algo nerviosa y pensativa.
-Pues no tengo ni idea Kate.- alzo los hombros indiferente mientras miro mis uñas recién hechas.
-Por cierto, cambiando de tema así como los locos.- airea una mano por encima de su cabeza haciendo la gran imitación de un loco supongo. -¿Eres mi amiga al cien por cien?. ¿Me seguirías en todas las locuras del mundo si estuviese en tu mano?.- me mira a los ojos fijamente y me sonríe picara cuando asiento.
Desde el primer instante me di cuenta de que esta niña iba a ser como mugre en mi uña. Como culo en mi mierda. Ya me entendéis.
-Junto con Noa, en la esquina de la tienda de golosinas, a las 6 de la tarde, no me falles.- me dice en el instante en el que suena el timbre haciendo que todo el mundo, como avalancha se meta dentro del colegio a empujones y entre maldiciones por los más grandes.
-Que vergüenza les tendría que dar, tienen que dar ejemplo y así es como se comportan.- digo sin pensar entrando por la puerta ganándome algunas miradas de odio por los implicados en mi frase pero algunas sonrisas por otra parte.
-Charlotte, un día te meterás en problemas por tu bocaza.- susurro para mi dándome golpecitos en la boca.
* * *
Las seis en punto y ya veo a Noa que viene por un lado y a Kate por el otro. Yo en medio, nerviosa por lo que trama la castaña y graciosa viendo como a cual llega más lenta con la parsimonia.
-Que sueño tengo tía, me gustaría estar durmiendo una siesta con el ventilador, pero aquí la amiga es cabezona y quiere darte el rito de iniciación justamente hoy.- dice Noa dándome un abrazo al llegar y yo se lo devuelvo. Huele como los ángeles, viste como los ángeles y es más guapa que ellos.
-¿Que es eso del rito de iniciación. No me asustéis.- les digo a las dos mientras saludo a Kathe al igual que lo hizo Noa conmigo. Esta también es guapísima, huele como los ángeles, pero al igual que me ha tratado siempre bien, veo que en su sombra de la silueta de su cuerpo en el suelo, perfectamente podrían haber dibujadas ahora mismo dos cuernos y una cola.
Ninguna idea de esta mujer puede terminar bien o sin heridos, por sus historietas, es lo que me ha dado a entender.
-No sufras, en mi rito de iniciación, lo único que tuve que hacer...- Kate, corre a taparle la boca mientras ríe y eso me da aun más miedo.
Sin mediar palabra, Katherine, se arrodilla sobre su pierna derecha y descuelga su mochila sacando de ella una careta toda sucia y pringosa. Sonríe maliciosa y se la enseña a Noa, que esta me mira con cara de pena y se empieza a reír junto con la otra. Vaya dos.
- Verás, la historia de esa careta es larga, pero te la resumo brevemente. - hace una pausa y me mira mientras Kate vuelve a cerrar la mochila con la careta fuera y se la cuelga en el hombro sonriendo triunfante. -Hace ya no se cuantos años, esta mujer de aquí.- la muchacha señala a la morena y esta ultima alza la mano. -Decidió que todos los amigos nuevos que se unieran a ella, pasarían por un rito de iniciación. Book, Henry y yo tuvimos que hacerlo, ahora te toca a ti.- me sonríe cómplice. -Era de una niña que jugaba en el parque en Halloween y esta graciosa, le quitó la careta a la pobre, no quiero imaginar la cara de sus padres cuando llegó a casa sin careta.- niega sonriente mientras señala el artefacto.
-¿Que tengo que hacer con eso?.- pregunto de los nervios una vez proceso la información.
-Tienes que ponértela, entrar en la tienda, chillar 'Yo maté a Sirius Black', y robar unos chupa- chups.- sonríe Kate mientras me lo explica.
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Hasta aquí el capt de hoy!.
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Nuevas actualizaciones cada Viernes en las dos novelas. En 'Vida nocturna' y en esta.
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Feliz entrada de veranooooo genteeeeeeeee.
-Emma!!.🌸
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