En el momento que su mano hizo contacto con la mía, sentí un cosquilleo; el nerviosismo regresó al igual que el revoloteo en mi estómago que ignoraba mientras íbamos en el auto.

Subimos y mi emoción se sumo a la extraña mezcla de sensaciones que sentía dentro de mí. Cuando ya estábamos sentados, revisaron que todo estuviera en su lugar y nos colocaron los seguros. Matt volvió a entrelazar nuestras manos.

Y... sí, ahí estaba el jodido cosquilleo.

Observé su agarre con detenimiento hasta que él lo notó. Suspiró y se comenzó a alejar lentamente - Lo sien...

Dejé de pensar en lo que sucedería después y apreté su mano impidiendo que la quitara .

Nuestros ojos se encontraron.

-Está bien así -murmuré apartando la mirada.

De reojo pude ver que sonreía, mirando hacia otro lado. No podía saber lo que eso significaba, Miles de preguntas pasaron por mi cabeza, de costumbre eran de las que bajaban aún más mi autoestima .

¿Y si le causo risa? ¿Le doy lástima y por eso me invitó a salir? ¿Y si solo quiere divertirse conmigo, haciéndose pasar por mi amigo para luego dejarme y decirme que solo lo hizo porque no tenía nada mejor que hacer?

El movimiento de la máquina empezando a subir me sacó de mis pensamientos e inconscientemente apreté la mano de mi acompañante. Luego de hacer tantas preguntas y pensar todas las posibilidades de que todo lo que hacía era tonto, avergonzada traté de alejar mi mano pero la agarró nuevamente y la apretó.

Lo miré y su vista estaba al frente junto con una sonrisa ladeada.

-Está mejor así -Me guiñó y yo me sonrojé al instante, aparté la mirada y miré al frente. Estábamos en el punto más alto; mi respiración se atascó.

-Santo Di..- No terminé de hablar cuando bajamos a toda velocidad y el viento golpeó mi cara. Mordía mi labio tratando de no gritar o reír como loca mientras la máquina cruzaba un enorme espiral, poniéndonos de cabeza.

Pero en el momento que escuché la risa de Matt, me contagié.

Reímos y gritamos durante todo el juego y cuando acabó nosotros seguíamos riendo. Nos tranquilizamos .

Suspiró y me miró.

- Eso fue...

-Increíble - Acabé por él.

Bajamos de nuestros asientos y nos dirigimos a una de las pequeñas tiendas de juegos. Con las manos aún juntas .

Cuando elegimos una decidimos jugar, el juego consistía en darle al blanco con una pistola de agua a demás si superabas el puntaje más alto ganabas. El premio, una vaca bizca con la cabeza más grande que su cuerpo.

-Apostemos -dijo cuando ya teníamos las armas en posición.

-De acuerdo¿Qué?

Hizo un sonido simulando pensarlo y luego me miró sonriente, como siempre. Esa sonrisa debería ser ilegal.

-Si yo gano, saldrás otra vez conmigo y si tu ganas...

Me puse a pensar.

Sonreí con malicia cuando se me ocurrió algo.-Tú, tendrás que coquetear con el señor que vende hot dogs .

Abrió la boca sorprendido.

-Durante 5 minutos -Agregué.

Entrecerró sus ojos -Eres mala.

Me encogí de hombros y le sonreí sin mostrar los dientes antes de apuntar al lugar donde tendría que aparecer el pato. Él hizo lo mismo y segundos después sonó una campana indicando el inicio del juego. Disparé rápidamente logrando que le diera al blanco varias veces, me mantuve concentrada en mi objetivo hasta que la campana volvió a sonar, dando por terminado el juego.

Me enderecé satisfecha al ver mi puntaje e imaginé a Matt con un vestido y tacones, con algunos globos rellenando, lugares; coqueteándole al señor barbudo y bajito. Eso no era parte del trato pero mi imaginación vuela.

Me giré hacia él quien miraba al suelo con su labio inferior entre sus dientes.

-Gané- declaré orgullosa.

Sonrió alzando la mirada, levantó una ceja. -¿Segura?

Fruncí el ceño y miré su puntaje. Diablos.

Me ganó, incluso superó el puntaje indicado y yo aquí, alardeando por nada.

Levantó ambas cejas y se relamió los labios, metiendo sus manos en sus bolsillos.

-Bueno, alguien me debe otra salida- canturreó.

Bufé y me crucé de brazos. De verdad, tenía muchas ganas de verlo actuando como si fuera homosexual.

-Su premio -dijo el dueño de la tienda, entregándole a Matt la vaca.

-Gracias -Lo cogió y examinó. Suspiró y lo estiró hacia mí -.No debería recompensarte por ser tan cruel pero de todas formas no te salió bien el plan y, te esforzaste jugando.

Lo tomé y sonreí.

-Gracias -murmuré y me devolvió la sonrisa.

Seguí observando el peluche tratando de acomodar su ojo cuando oí un flash y una luz iluminó mi cara.

Levanté la mirada y Matt estaba sujetando una cámara profesional, apuntándome con ella. La bajó y miró la foto.

-Te ves tierna -dijo sonriendo, aún mirando la foto.

Mis ojos se abrieron de golpe y le quité la cámara. Sostenía a la vaca como bebé y yo tenía el ceño fruncido con mi labio superior atrapado entre mis dientes inferiores, formando algo parecido a un puchero. Demonios, estaba tan distraída que hacía muecas y no noté cuando sacó la cámara.

Presioné botones tratando de borrar la imagen.

- ¡Hey!-Se quejó quitándola de mis manos -No la vas a borrar.

Jadeé. -Pero ...

-Nop - La colgó en su cuello-.Se quedará ahí.

-Claro que no, es injusto. Debes eliminarla.

-¿Por qué?

-Porque sí, no me gusta a demás me veo horrible.

Apretó los labios y se puso serio.

- Yo creo que es perfecta y que te ves perfecta en ella.

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Fantasmas, necesito apoyo para inspirarme , creo que nunca había tardado tanto ...

Tengo que saber si quieren que siga o no, si les gusta y lo que opinan. ¿Por favor ?