----- ALEXANDRA -----

- Aron, hijo. Acércate a mí, unos segundos - le hablaba el abuelo Kwak a su nieto. El abuelo estaba en cama, se veía decaído por la enfermedad que padecía de años.

Aron me miró preocupado por la situación, y luego volvió a observar a su abuelo. Se acercó a él, y tomó su mano arrugada por la edad.

- Dime, abuelo - le respondió.

- Aron, dime que te vas a casar. Tienes que casarte. Eres el mayor de los tres nietos hombres que tengo. Si te casas, toda mi herencia será tuya. - le hablaba el abuelo Kwak.

- ¿Mía? Pero, ¿Y mi papá? ¿No le dejarás la herencia a mi padre? Él es tu hijo.

- No. He decidido dársela a mi nieto hombre mayor. Y ese eres tú. Si no te casas, entonces, mi herencia será de tu hermano Dongho.

- Pero...abuelo...- decía Aron, a punto de decirle la verdad a su abuelo.

- No se preocupe, señor. Yo me casaré cuando antes con Aron - respondí inmediatamente, tomando la otra mano de Aron. - Haré a su nieto un hombre muy feliz - afirmé. Aron me miró desconcertado. En realidad, había evitado que él dijera la verdad...que, en realidad, él es gay.

- Me da gusto saber eso. Toda mi herencia será tuya. O, mejor dicho, de ustedes dos. Es hora de irme...

El abuelo dio un suspiro, cerró los ojos y resbaló su mano de entre la mano de Aron.

- ¡No!, ¡abuelo!- gritó Aron, con lágrimas en los ojos.

Todos salimos de la habitación, para que prepararan al abuelo de Aron para su velorio.

- ¿Por qué dijiste eso? Estaba a punto de confesarle al abuelo y a mi familia lo que soy realmente. - me decía Aron muy preocupado.

- Porque sé lo mucho que te hará falta la herencia. Tú mismo lo dijiste. No quieres ser pobre. - respondí tomando su hombro.

- No sé cómo pagarte todo lo que haces por mí, bebé - me respondió.

- Yo sí sé...con parte de tu herencia - sonreí. Estaba bromeando con él, como siempre. Aunque en realidad, también me importaba el dinero.

Pasaron un par de semanas. Aron y yo nos casamos. Lo sé, era una idea extraña, pero la boda ya se había realizado. Tuvimos una "luna de miel", donde en realidad nos la pasamos bebiendo y comiendo muchas cosas, mientras veíamos películas de romance.

- Ahora que ya regresamos de la "luna de miel", es tiempo de conseguir trabajo. - le dije a Aron, mientras él conducía el auto, hacia nuestra casa: la mansión de la familia Kwak. Así es, teníamos que vivir ahí.

- ¿Trabajo? Pero bebé, ya no necesitas trabajar. Yo trabajo y además somos ricos ahora. - me respondió él, mirando la carretera.

- No lo entiendes. Necesito conseguir un marido de verdad. Acuérdate que tú y yo, no somos pareja realmente. Necesito un hombre y que mejor conseguirlo en un trabajo. - sonreí. El aire de la ventanilla me daba en el rostro, alborotando mi cabello.

- ¿Ah sí? Entonces yo también necesito un hombre. También trabajaré y conseguiré uno - me sonrió.

- Necesitamos pareja de verdad. Esperemos consigamos nuestro cada cual.

Llegamos a la mansión Kwak. Era tan frío ese lugar. Al entrar, me recibió una sirvienta, para llevar mi equipaje a nuestra nueva recámara.

- Debo decir, que nunca me has caído bien, pero, ya eres esposa de mi Aron, así que tendré que soportarte - me dijo la señora Kwak, madre de Aron.

- Sí, ya lo sabía, señora - respondí.

- Debes llamarme "suegra" ahora.

- Si no le caigo bien, ¿Por qué debería? - respondí harta de ella.

- Eres una...

- ¡Madre! Ya basta. Llevaré a mi esposa a la habitación. Tranquilízate- interrumpió Aron.

- Nada más no vayan a hacer cosas indebidas en mi casa. Si quieren hacerlo, deben ir a otro lugar - habló el padre de Aron.

Después de una semana buscando empleo, por fin había una vacante. Me presenté en una empresa llamada "Hwang Technology". No tenía idea de qué se trataba dicha empresa. Salí victoriosa por haber sido seleccionada para el puesto. Se trataba de una empresa de celulares y demás tecnología. Iba saliendo de la empresa, y vi a alguien hermoso bajar de un auto lujoso.

Él era alto, guapo y vestía muy bien. Caminó casi hacia donde me encontraba.

- Señor Hwang, ya tenemos una asistente para usted - le dijo el hombre de recursos humanos que me había entrevistado, acercándose a él.

- ¿Y quién es? - preguntó aquel guapo.

- Es Alexandra Robinson, señor. Oh...- volteó a verme - ...mire, es ella. - me señaló.

Aquel hombre volteó su rostro hacia mí, y se quitó los lentes oscuros para verme.

-Creo que encontré lo que buscaba- pensé.

- Bebé, ya vine por ti. ¿Te dieron el trabajo? Hoy salí temprano y decidí venir a verte... - interrumpió mis pensamientos Aron. Después él también volteó a ver a mi nuevo jefe.

---------- MINHYUN -------------

Al acercarme a mi nueva asistente, mi mirada se cruzó con unos ojos hermosos, marrones, brillantes, un rostro angelical. No, no era mi asistente, me refería al hombre que estaba a su lado. No pude evitar enamorarme a primera vista de él. Debo conocerlo.

--------
- Lalastar95

Nota: Disculpen las faltas de ortografía, pero escribo todo desde el cel. Poco a poco iré corrigiendo. Pueden comentar si gustan. Recuerden que sus comentarios me ayudan a mejorar. Gracias por leer. 😊