“Viaje”
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Todos vivimos preguntándonos que quizás la existencia de este mundo no es tan real y negamos constantemente la posibilidad de la existencia de una fuerza suprema que rige todo lo que sucede en la Tierra. Pero si eso no fuera realmente así, ¿Por qué como seres humanos buscamos aferrarnos a algo que creer si en realidad decimos que es imposible que existan los hechos sobrenaturales a los cuales llamamos milagros y tal? Pero lo cierto es que este mundo no es del todo real y en el existe escondido algo de magia, magia que no todos solemos encontrar y cuando lo hacemos, creemos que es algo irracional o le adjudicamos la carga de que son leyendas o mitos, que solo es fantasía para atraer a un poco de turistas. Y la verdad es que el ser humano intenta buscar explicaciones a todo lo que es inentendible para él. En lo real siempre hay su poco de fantasía, debemos tenerlo en cuenta.  Jung Hoseok no creía en ningún tipo de historias de estas, hasta que la vida le demostró lo contrario y se topó cara a cara con lo irreal, más bien, lo que él creía imposible. A partir de ese momento su vida dio un giro drástico.
Todo empezó en el verano de 2018.

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—Aaah! ~ ¡Vamos Hoseok! Viajar a Andalucía matará dos pájaros de un tiro. Nos pasaremos unas vacaciones de puta madre y traeremos buenas fotografías para nuestro proyecto investigativo que tenemos que defender a principios de curso. Gibraltar tiene una gran inmensidad de lugares con vegetación exuberante y genial. —reclamó  el pelinegro en lo que Hoseok yacía acostado en su cama sin saber qué hacer.
El primero caminaba de un lado a otro de la habitación hasta que terminó por lanzarse a la cama como si de un trampolín se tratase.

—Jimin...Todo eso está muy bonito pero...—hizo una pausa para soltar un suspiro.—¿De dónde carajos saco el dinero para ese viaje? Con lo que gano en el trabajo no me alcanza ni para pagar la parte del alquiler que me corresponde entre los gastos de los estudios y el hogar. —repuso el castaño sentándose en la cama de golpe y colocando la almohada sobre sus muslos.

—Deja de joder con eso Hoseok. Ya te dije que los chicos y yo te vamos a ayudar. —el más bajo miró a su interlocutor entrecerrando los ojos, si es que aún seguía teniendo esa posibilidad al tener sus dos ojos tan chicos como finas líneas.

—Oye... Yo admiro eso, pero no puedo estar dependiendo de ustedes todo el tiempo como una sanguijuela. No me gusta aprovecharme de la bondad.—replicó.

—¿Y quién te dijo que te aprovecharás? Obvio que al ser nuestro invitado estarás a cargo de llevar todos los maletines a donde sea que vayamos por dos semanas.—bromeó, por lo que su contrario le propinó un almohadazo.

—No, ya. Hablando en serio. Vendrás con nosotros porque ya todo está acordado. Además, tú siempre nos has ayudado desde los inicios de la carrera y has hecho mucho por nosotros así que, es momento de retribuirte el favor. Déjanos hacer también cosas por ti. —hizo un tierno puchero acompañado de una voz más fina de lo normal.
Hoseok no pudo evitar sonreír levemente ante el actuar tierno de su amigo y terminó por aceptar a regañadientes.

—Bueno. Ya me voy a avisarle a los chicos y darle todo mi amor a mi pequeño bonsai que debe estar ávido por unos cortes.—indicó el trigueño mientras recogía su mochila.

—Claro que lo amas si es igual de pequeño que tú.—

El trigueño abultó sus mofletes y frunció ambas cejas. Acto seguido le mostró el dedo corazón a su amigo consiguiendo que el mismo estallara en carcajadas sonoras.

—¡Que te den Hoseok! —fue su contestación. Dicho eso salió de la habitación dando un portazo.

No pasó ni un minuto y volvió a entrar.

—Que sepas que solo soy un centímetro más bajo que Yoongi hyung. No entiendo por qué me llaman enano si mido 1.75 cm —. reclamó apuntando con el dedo anular al castaño.

—Ya corta el rollo Jimin. Ve a atender a tu clon. Debe estarte extrañando.—le volvió a molestar porque le hacía gracia ver a Park Jimin en su faceta de ira. Cualquiera que viera una caricatura, diría que Jimin es la ardillita  pequeña que vive protestando con su vocecilla aguda, pero nadie le hace caso porque debido a su diminuto tamaño no llegan a oírle.

—Y tú deberías ir a atender al tuyo. El caballo de la señora Kim extraña que le des zanahorias y manzanas.—se vengó Jimin y Hoseok hizo el amago de levantarse para ir tras él, pero el primero fue más hábil y se escabulló entre risillas por el pasillo de la casa hasta llegar a la puerta.

El sonido de la cerradura le indicó al castaño que ya su amigo se había marchado y que por fin tenía algo de paz para revisar sus más recientes tomas fotográficas en su laptop.

Luego de mandarle un texto a su hermana diciéndole que pasará dos semanas en España para un proyecto investigativo, se puso a hacer lo que tenía planeado inicialmente.

«Bueno. Después de todo podrás usar tus clases de español para algo. ㅋㅋㅋ. Deja de ser un histérico y ven a mi apartamento para hablar un rato. Gissel no está. Pasará sus vacaciones por Dinamarca.»

Esa fue la réplica al sms antes mandado.

«Como sea mentira llamaré a SeokJin y le diré que tienes 200 nuevas fotos de él que tomaste sin su autorización.🙂»

«Esa es una jugada baja Hoseok 😑»

Hoseok sonrió satisfecho al ver la reacción de su hermana y decidió responderle.

Estaba tan absorto en su celular que ni siquiera notó cuando su compañero de piso llegó y tomó lugar a su lado para cotillear un poco.

«Ya sabes. Te daré hasta mañana para que desaparezcas a Gissel de los alrededores de la casa. No sueñes que voy a volver con ella por muy amiga tuya que sea.»

Envió el sms y justo cuando miró a su lado y se encontró con la presencia de su compañero pegó un brinco que casi hizo que la laptop cayera de sus piernas.

—¡Mierda! ¡QUÉ SUSTO ME HAS DADO! ¿Acaso eres un puto fantasma? ¿No puedes aunque sea tocar la puerta o pisar fuerte para saber que estás aquí? Un día me matarás de un infarto. —el trigueño rodó los ojos ante la diatriba de su amigo asustadizo.

—Deja la exageración Hoseok. Ni que te hubiera atrapado masturbándote. Toqué la puerta pero estabas tan absorto amenazando a tu hermana con lo de las fotos de SeokJin que ni me notaste. —se encogió de hombros y le mostró sus dientes delanteros mientras arrugaba el rostro con una mueca de niño que se ha salido con la suya.

—No le digas a SeokJin. No soportaría escuchar su constante discurso de vanagloria durante todo el viaje. —advirtió al más joven de todos.

—Oh. ¿Te irás de viaje en estas vacaciones? —cuestionó con asombro.

—Sip. Será algo como un viaje para investigar algunas plantas y eso. Es para un proyecto que debemos entregar en la facultad a inicios de curso. Tomar fotografías y de paso divertirnos nos vendrá bien también. Los chicos pagarán el viaje. La verdad no quería ir, pero Jimin prácticamente ni me dejó negarme. Ya sabes como es él. —

—¡Oh vaya! ¡Genial! ¿Eso significa que tendré el apartamento para mí solo durante 2 meses? —su rostro se alumbró con júbilo marcado en el brillo de sus pupilas.

—Eso sería estupendo porque así tendrías que pagar la renta tú solo durante 2 meses, pero lamento informarte que solo son dos semanas. Así que cuando regrese no quiero ver ninguna ropa interior de chicas por los recobecos de la casa o el estante de la cocina.¿Entendiste? —clavó sus oscuros orbes en los de su acompañante esperando por una respuesta de su parte.

—Oh vamos. Hace rato dejé de hacer eso. Ahora las tiro a la ropa sucia. —hizo un mohín añoñado y Hoseok no pudo evitar agarrar con ambos dedos el puente de su nariz, para seguido suspirar con frustración.

—¡Agh! No cambias Jeon. Esas hormonas de adolescente hay que controlarlas un poco. —negó indicando que el chico a su lado no parecía tener remedio alguno.

—Hablas como si fueras un anciano y como si no trajeras chicas a casa como yo. —se cruzó de brazos listo para hacer berrinche.

—Lo hago, pero al menos no dejo rastros de ello. Y ahora ve a ducharte que hueles a yogurt rancio—realizó muecas de desagrado con la nariz y la boca.

—Ya. Ya me voy. Te pasaré las fotos que tomé luego. Creo que te gustarán.—comentaba mientras se retiraba de la cama.

—Está bien. Me encantaría verlas.—musitó esta vez concentrado en las imágenes frente a él.

Jeon recogió su bolso y patines del suelo y se fue directo a su habitación con una sonrisa en los labios, pensando en las divertidas semanas que pasará en la ausencia de su hyung. No es que no lo fuera a extrañar, es que podría estar en el hielo patinando con su pareja hasta que quisiera y luego de esos entrenamientos podría ir a beber y traer cualquier chica que encontrara en el bar a casa para relajar las tensiones de las competencias nacionales que, como quien diría, se encontraban a la vuelta de la esquina. Jeon era un chico que no se ataba a nada en la vida y la disfrutaba al máximo. Tenía un alma libre y fresca. Lo único que amaba Jeon era el patinaje artístico, la fotografía y a sus hyungs, cuyo trato era como si fueran su propia familia ya que la que él tenía no la consideraba como tal.

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El ocaso llegó varias veces, también el amanecer y con esa secuencia finalmente había llegado el día en que los chicos partirían rumbo a su destino.

Namjoon, el chico cerebro del grupo de amigos y Taehyung, el chico elegante y guapo fueron los primeros en llegar.
Mientras comentaban entre ellos algunas cosas acerca de la biología y veían fotografías de la flora llegó el resto.

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El viaje en avión fue algo tedioso debido a las turbulencias. Hoseok no paraba de gritar, gracias a que era su primera vez viajando. Unos durmieron durante el largo trayecto y otros como: Jimin y Taehyung ayudaron a mantener a Hoseok entretenido. Pero allí estaban por fin, justo en tierras españolas.

—Bien. Solo debemos terminar aquí para ir a buscar nuestro hospedaje.—hablaba Namjoon  mientras  firmaba los papeles del carro de dos plazas que alquiló para los seis.

—Estoy tan emocionado por comenzar ya la aventura.—comentó Jimin eufórico ganándose las miradas de reproche de Yoongi y Hoseok.

—Yo solo quiero llegar a dormir. —le contestó Yoongi y se llevó la mano a la boca para reprimir un amplio bostezo.

—Yo también. —lo apoyó Hoseok. Él estaba emocionado también ya que sentía que podría ampliar sus horizontes en aquel viaje y adquirir nuevos conocimientos, pero estaba exhausto por la diferencia de horario, y porque que no durmió lo suficiente producto de sus nervios.

Cuando hubieron terminado de hacer los trámites se encaminaron hacia la salida. En el preciso instante en el que Jin fue a pasar por debajo de un cartel, Yoongi tiró de su brazo y lo hizo caminar junto a él.

—Jin. ¿Estás loco? Pasar por debajo de carteles da mala suerte. ¿No lo sabes? —el aludido negó repetidas veces mirando con desconcierto a su interlocutor.

—Bueno. Ya lo sabes. —le indicó apuntando con el dedo su nariz y provocando que Seok Jin echara su cuello un poco hacia atrás para que el dedo de Yoongi no chocara con la punta de su nariz.

—¡Ay vamos Yoongi! Esas cosas son solo leyendas. No es cierto. —espetó Hoseok moviendo las manos hacia abajo para quitarle un poco de peso al asunto.

—Hoseok tiene razón.—indicó Nam, pero Yoongi solo se encogió de hombros y guardó sus manos en los bolsillos delanteros de sus ajustados jeans.

—Cierto o no. Es mejor evitar.—argumentó en su defensa y continuó su camino.

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—Waaaaa! Me encanta el aire fresco que se respira aquí.—exclamó Hoseok con alegría. Sus comisuras estaban completamente alzadas mientras extendía los brazos a ambos lados de su cuerpo.

—Es cierto. El paisaje también es muy bonito. Tomaré algunas fotos y se las enviaré a Jungkook luego. Le van a gustar mucho. —El rubio sonrió mientras disfrutaba del buen ambiente y de la vista. A él le gustaba la naturaleza  y tenía una relación con ella más allá de lo que pudieran ustedes imaginar.

—Estoy tan orgulloso de haber escogido este lugar. No sólo soy el más apuesto de todos, sino que mi cerebro es brillante y mi gusto es excelso. La verdad que... —comenzó a vanagloriarse el del pelo púrpura.

—Lo único que es excelso aquí es tu ego Jin hyung. Anda entremos de una vez. —Yoongi interrumpió el discurso de desmedido amor propio de su amigo y fue el primero en entrar al lugar donde se alojarían.

—¡Hyung! Tengo que apoyarte en que la Ruta de Paco de Lucía es la mejor, pero ya para, ¿sí?.—la voz suave de Taehyung se dirigió a su hyung, para luego seguir los pasos de Yoongi.

Jimin y Hoseok pusieron, cada uno, una mano en los hombros de Jin. Tras dejar unas palmaditas entraron al interior del lugar. Namjoon sólo se rio de la situación y copió la acción dejando a Jin atrás.

—Yo se los dije. Soy el mejor, pero ustedes no lo quieren aceptar.—continuó dejando salir su ego desorbotante.

— Ash! HaMin te extraño, pero debí dejarte allá. Espero estés bien. Eres la única que me comprende—suspiró y soltó una risilla al recordar a la morena que vive con él y lo cuida día y noche. —

—Yah! No me dejen hablando solo. —vociferó y no tuvo más remedio que seguir al resto.

—Estos mocosos que no me comprenden. —musitó antes de hacer acto de presencia en el lobby del lugar.

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Luego de un juego para decidir las habitaciones y los chicos que las  compartirían, Hoseok fue a tomar una ducha aprovechando que Yoongi estaba desempacando todo y ordenándolo. Sí. Yoongi era  ahora su compañero de habitación.

—Tengo la sensación de que mañana será un gran día. Debo preparar la cámara y la agenda para anotar todo lo importante que vea.—

El castaño se miraba al espejo mientras hablaba consigo mismo acerca de sus planes para el día siguiente. Planes que después de todo podrían no resultarle como él  quisiera, o quizás hasta mejor de lo que pudiera imaginar. Al fin y al cabo no todo lo que planeamos funciona como realmente deseamos. Pero para todo lo que sucede bajo este firmamento existe un propósito.