Capitulo 32: My Beautiful Luna.
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Los omegas.
Criaturas que crean, que dan luz y vida. Las únicas criaturas celestiales que podían poner a un alfa sobre sus rodillas. Los únicos que podían hacer que un alfa hiciera lo que quisiesen.
Cuando Harry decidió seguir con su embarazo nunca se puso a pensar lo que vendría con ello. No sabía mucho sobre las tradiciones de los lobos. Su manada no había sido tradicional, por lo tanto no entendía muy bien que era todo lo que conllevaba llevar dentro suyo al futuro heredero.
Estaba sentado en el piso de la sala de estar, Louis estaba detrás de él, restregando su rostro en su hombro y marcándolo con su aroma una y otra vez. Y como si no fuese suficiente incluso lo había cubierto con su ropa. Estaba usando la playera de Louis—sin ningún abrigo pues la calefacción siempre estaba puesta dentro de casa— el gorrito de Louis, el pantalón de Louis, el cuál resbalaba por uno de sus costados, incluso usaba los calcetines de Louis.
"Iré al bosque." Louis susurra cerca de su oído. "Me gustaría decirle a Zayn sobre nuestro cachorro." Besa su mejilla estrepitosamente. "Si eso está bien para ti."
"Está bien." Harry deja caer su cabeza en su hombro. "Yo le dire a tu madre, aunque ahora que lo pienso creo que ya lo sabe."
"Probablemente, a mi madre no se le escapa nada."
Jay y Conrad nunca volvieron a Italia—donde se habían tomado el tiempo de estar después de que el alfa se retirara—. Después de que Louis y Harry tomaran el poder, Conrad se había quedado para ayudarles, explicando y dando su opinión en algunos aspectos.
Ninguno había mencionado su regreso a Italia y a Louis ya le había dejado de molestar tener a su padre cerca. Su madre se veía radiante y sonriente y era lo único que al alfa de la manada le importaba.
Su mudanza definitiva nunca se habló abiertamente pero cuando su madre comenzó a remodelar una casa vacía a unas cuadras de la suya, todos sabían que habían llegado para quedarse.
"Bien, omega." Louis se coloca en pie y ayuda a que Harry también lo haga, lo acerca posesivamente hacia él y deja un casto beso en sus labios, rozando sus narices juntas. "Iré a caminar con Zayn, volveré lo más pronto posible."
"No te tardes." Harry gimotea. "Te necesito cerca de mi."
Louis sonríe. "Esta bien, mi omega embarazado." El alfa acaricia su vientre aún inexistente sobre las capas de ropa.
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El clima era frío, caían aún ligeros copos de nieve pero el clima estaba tranquilo a diferencia de otras veces.
La nieve crujía bajo sus pies y su abrigo ya estaba cubierto de nieve.
Zayn caminaba con él hombro a hombro. Ambos estaban cubiertos por sus abrigos y escondían sus manos dentro de los bolsillos. Le gustaba la tranquilidad del bosque, incluso si aún no era de él todo seguro salir fuera sin protección.
Cuando se había vuelto líder de el congreso, la primera cosa que decidió cambiar fue la guerra entre lobos y cazadores. No quería más sangre manchando sus bosques. Quería un lugar tranquilo y quería volver el país seguro para su omega.
Claro que esto había sido difícil, la mayoría de cazadores se escondían entre los bosques y era difícil encontrarlos—mucho más difícil llegar a un acuerdo con ellos—.
"¿Recuerdas como Einar estaba obsesionado con los cachorros?" Louis comienza la plática.
Zayn relame sus labios y entonces sonríe. "Quería que tú te emparejaras y tuvieras cachorros." El alfa golpea su hombro. "Le hubiera encantado conocer a Harry, lo hubiera hecho tan feliz."
"Lo sé." Louis muerde el interior de su mejilla. "Se que nunca hablo de Einar, pero quiero que sepas que siempre pienso en él."
"Era tu mejor amigo." Zayn exhala aire.
"Lo era." El alfa relame sus labios. "¿Puedes creer en lo que nos hemos convertido?"
"No." Zayn toma una rama del piso y comienza a jugar con ella. "Eres el maldito líder de Noruega, tienes un omega, tu padre ha vuelto a la manada y no lo has querido matar aún."
Louis deja salir una sutil carcajada. "Hemos hecho las pases, no olvido lo que me hizo, pero puedo seguir con mi vida." Se detiene un instante y recarga su peso en el tronco de un árbol. "Ahora más que nunca." Voltea a ver a su segundo al mando.
"¿A que te refieres?"
"Mi omega esta embarazado." Louis no puede evitar sonreír.
"¿Qué?"
"Embarazado, Zayn, seré padre."
Zayn no contesta nada, en cambio se acerca a su espacio personal y comienza a sollozar en su hombro. "¿Tendrás un cachorro?"
"Lo tendré." Louis abraza a su amigo por los hombros. "Ahora puedes dejar de llorar." Le da una palmada en su hombro.
"No." Zayn deja salir un suspiro entre cortado. "Seré tío."
"Todos serán tíos."
"Solo yo."
"No,en realidad toda la manda serán como tíos."
"Seré el padrino."
"Aún ni siquiera nace."
"Aseguro mi lugar."
"Bien." Zayn se aleja y sorbe su nariz. "Tengo qué decirte que estoy saliendo con Niall."
"Eso lo sabía ya." Louis se encoge de hombros.
"¿Como que ya lo sabías?"
"Niall le dijo a Harry." Louis agita sus pestañas. "Harry no pudo aguantarse el secreto y me dijo a mi."
¿Y que opina el Luna?"
"Le agrada, piensa que ya te habías tardado en preguntarle."
Zayn iba a hacer un comentario gracioso de cómo Louis también se había tardado en confesarse a Harry pero en ese momento de entre los árboles se asomó un ciervo.
Apenas se veía la cabeza entre los troncos de los árboles, pero su cuerpo era enorme y apenas podía camuflarse entre las hojas, sus patas estaban enterradas en la nieve y sus orejas se movían percibiendo los sonidos; ambos sabían que debían quedarse completamente quietos o lo ahuyentarían.
Louis agudizó sus sentidos de alfa sin pensarlo; sus sentidos asomándose dentro de su parte humana.
"Es grande." Zayn susurra para él alfa.
El lobo de Louis comenzó a gruñir, pidiendo salir, morder, cazar y correr.
Venado
Venado grande.
Para Harry, para omega.
Harry necesita comida, necesita alimentarse.
Bebé necesita comida también.
Proveemos para Luna, Luna nos ama.
La ropa de Louis comenzó a estirarse hasta romperse y antes de que Zayn pudiera decir algo, corrió con todas sus fuerzas y saltó en el aire, cayendo en cuatro patas.
El venado comenzó a correr por el bosque y Louis lo siguió por detrás, las palabras Harry y Bebé y comida comida comida, nublando su vista.
Por que maldita sea, Louis iba a proveer para su familia, iba a cazarle un venado y mostraría cuan buen alfa puede ser.
"¡Louis espera!" Zayn gritó deshaciéndose de su ropa. "¡Podemos cazarlo juntos alfa estupido!" Zayn se tropezó con sus pantalones y cayó en la nieve. "Maldita sea." Masculló. "¡Ya voy!"
-
El hombre secó sus botas mojadas en él tapete de la entrada, había una tormenta de nieve afuera y apenas había podido volver de él mercado.
"¿Alguien te vio?" Fue lo primero que su esposa preguntó.
"No." El cazador retiró su abrigo de su cuerpo y lo colgó en el perchero detrás de la puerta.
La cabaña estaba caliente y hoy después de mucho tiempo habían podido conseguir dinero para comprar comida, la tormenta había ahuyentado a los animales y no habían podido cazar por su cuenta.
Descolgó su mochila y sacó de dentro la carne fresca que había comprado, estaba envuelta en periódico y había apestado la cabaña a sangre y animal muerto.
Su esposa tomó la carne en manos y la llevó hacia la cocina—que aunque era pequeña, contaba con todo lo necesario—.
"Me recostare un rato, me estoy volviendo viejo para esto."
La omega asintió y comenzó a desenvolver el
Periódico de el pedazo de carne, dispuesta a comenzar con la comida.
Al principio no presto atención al periódico, lo dejó a un lado y sacó lo necesario para cortarla en trocitos y sazonarla.
Se acercó a donde dejó abandonado el papel y lo arrugó entre sus manos, lo iba a tirar al cubo de basura pero entonces vio un rostro como un flash en sus ojos. Lo dejó caer por la impresión.
Volvió a tomarlo con manos temblorosas y lo desarrugó lo mejor que pudo.
La fecha.
El título.
La fotografía, un rostro conocido, una persona querida, cachorro, su cachorro en los brazos de alguien, su cachorro... ¿líder de Noruega?
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Estaba tendido en el sillón y Jay estaba trenzando su cabello, le había confesado que estaba embarazado y Jay le había confesado que ya lo sabía—se había hecho la sorprendida pero Harry le había dicho que no había necesidad de eso—.
Habían llorado juntos mientras tomaban chocolate caliente.
Estaban empezando una nueva etapa de su vida y lo estaban haciendo juntos, como familia.
"Extraño a mi madre." Harry confesó, su cabeza aún recargada en el muslo de Jay, no sabía si era por lo vulnerable que estaba pero pensar en su madre y pensar en que comenzaría algo nuevo; algo nuevo en su vida, le ponía mal no tenerla cerca—ni a ella ni a su padre—.
"Lo sé, cariño." Jay pasó sus manos por su largo cabello, tomando mechones entre sus dedos y soltándolos de vuelta para repetir el proceso. "Puedo imaginármelo."
Una lágrima silenciosa se derramó por su lagrimal. La detuvo antes de que Jay pudiera verla. "Gracias por estar aquí, Jay, significa mucho para mi."
"Ya eres como un hijo para mi." Harry se endereza en el sillón y besa su mejilla.
"Gracias." Su rostro decae pero se recompone cuando escucha un bullicio de gente a fuera de la puerta, voltea a ver a la omega en sorpresa.
"¿Qué está pasando?" Pregunta, poniéndose en pie y colocándose las sandalias.
Aplausos y gritos retumban de el otro lado de la pared, y Harry frunce su ceño cuando escucha la puerta de la entrada ser golpeada.
"Harry ponte detrás de mi." Jay lo toma de el brazo y lo pone detrás de ella, protegiéndolo.
Ambos caminan pegados uno con el otro y Jay abre la puerta de un jalón.
Frente a la casa, yace tendido un venado de cola blanca, la garganta la tiene destazada como si hubiera sido mordido con fuerza de el cuello y arrastrado hacia su inminente final.
A un lado del ciervo, hay un pequeño conejo blanco... muerto.
"No otra vez." Harry susurra detrás de Jay.
Harry se abre pasó detrás de Jay y se queda atónito en el pórtico de la casa.
A mitad de la calle un lobo blanco y un lobo negro están sentados en cuatro patas, hombro a hombro.
Cuando lo ven las orejas del lobo blanco se alzan, como si estuviera alerta, como si lo único que pudiese escuchar fuera él latido de su corazón.
Bum, bum, bum.
El sonido ensordecedor de el corazón de ambos retumbaba en sus oídos, como el pitido molesto de un silencio infinito.
Los hocicos de los lobos se alzaron en el aire, inclinaron la cabeza y mostraron su cuello, dejaron salir un aullido.
Un aullido hacia el Luna.
Uno casi igual de cargado de emoción como los primeros lobos habían hecho hace años, para una Luna diferente, pero mostrando la misma devoción.
Todos dejaron ver su cuello e hicieron una reverencia para él.
Su alfa caminó hacia él aún en cuatro patas y Harry se dejó caer de rodillas para abrazarlo.
Sintió escalofríos recorrer su espalda, sus vellos se erizaron y se sentía conmocionado.
"Alfa." Susurró en su dirección, acercando una mano para acariciar su blanco pelaje.
Luna.
Mira todo a tu alrededor.
Esto es tuyo.
Es nuestro.
Para ti.
"Qué estás haciendo, Louis?" Harry se abrazo al cuello del lobo y Louis lamió su mejilla, expulsando aire de su nariz.
"Harry creo que todos ya saben." Jay dijo en voz baja detrás de ellos. "Saben que cargas contigo al futuro heredero."
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"Es él." La mujer susurra para su esposo.
El hombre bebía de un vaso y analizaba de nuevo la fotografía. "No puede ser."
"Ahí lo dice, Robert, es él." Su esposa mordisquea sus uñas. "Está vivo."
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Louis se había transformado y había caído a sus brazos, Conrad se había llevado al venado y al conejo y había dicho que "Como un buen alfa haría una buena cena para el Luna."
"¿Un venado Lou?" Harry gateó hasta su regazo.
Louis había tomado una ducha y ahora estaba sentado en la orilla de la cama, con el embarazo Harry se sentía más seguro estando en casa, rodeado de Louis, Louis, Louis. Nunca había sido un omega co-dependiente pero con sus hormonas a tope, quería a Louis a su lado todo el tiempo y quería que lo tocara y que le diera mimos y que lo besara.
"Un venado, omega." Louis dejó que Harry lo abrasase como quisiese. "Y un conejo, un pequeño regalo de Zayn."
"Creí que eso solo se hacia en el cortejo." Harry besa la piel detrás de su cuello. "Ya no me estás cortejando Lou, incluso tendremos un bebé."
"El cortejo nunca acaba, mi amor."
"¿A que te refieres?" Harry encaja su barbilla en su hombro.
"Nunca dejo de cortejarte, siempre proveo para ti, siempre te cuido, no por que estemos enlazados eso cambiará." Louis lleva una de sus manos a sus labios y deja un beso ahí. "Te trato como un rey."
"Basta, Lou." Harry gimotea y golpea su hombro. "La manada ahora sabe."
"La manada ahora cuida de ti también, te agobiarán con regalos y comida."
"No quiero más animales muertos en mi jardín." Harry niega. "No más de eso."
"Creo que los alfas han salido a cazar." El alfa se sienta por completo en la cama. "Si alguien te trae algo más grande que un venado tendré que salir a cazar de nuevo."
"Louis, no." Harry niega.
"Si."
"No." Él omega forma una mueca de asco.
"Nadie provee cosas más grandes que yo."
"Louis."
"Solo yo te traigo un venado."
"Ludwik."
"Un oso, tendré que cazar un oso."
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"Debemos ir a la ciudad." Su omega comienza a colocarse el abrigo, hay una tormenta de nieve fuera, pero ella no puede esperar más.
"Es peligroso, no podemos, no hemos estado en ese lugar por más de 4 años." El cazador intenta detenerla. "Por favor, cariño, también quiero entender lo que sucede."
"Quiero verlo." Lágrimas de desesperación inundan sus ojos. "Es mi hijo."
"Lo sé, lo sé." El cazador toma las manos de su esposa entre las suyas. "Es mi cachorro, quiero verlo también, pero no sabemos que es lo qué pasa, ni siquiera sabemos como ha llegado hasta ahí." Su esposo la toma de la cintura. "Pueden tenerlo contra su voluntad, está a lado de un alfa, no sabemos quién es."
Su esposa gimoteó entre sus brazos.
"No me agrada ese alfa." Robert susurra.
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Tocaron la puerta, una, dos, tres veces y de ahí hubo silencio.
Harry se levantó del sillón, su alfa estaba enredado entre sus piernas. "¿Det er Niall?" [¿Será Niall?]
"Mm." Louis se quejó adormilado. "No, se supone que tenía que ir a hacer inventario."
Estaba a punto de anochecer, Louis se había acurrucado a su lado todo el resto de el día y había pedido que les llevasen la comida a la casa. Harry no se quejaba.
Abrió la puerta y frente a él, se extendía una larga fila de lobos y personas, todo en una mezcla. "Hallo." [Hola.] Harry sonrió con amabilidad y frotó sus brazos cuando el frío aire golpeó su cuerpo. "¿Noe skjer?" Preguntó al ver todos los rostros. [¿Sucede algo?]
En frente de la fila estaba una señora en su mediana edad, consigo llevaba una cacerola cubierta con folio y sobre ella cargaba una pequeña caja; su nombre era Nora, la había visto un par de veces antes. Era agradable y siempre que lo veía sonreía para él.
"Lou puedes venir un segundo." Harry llamó a su alfa el cual aún estaba recostado en el sofá.
El alfa de la manada se coloca detrás de él y sin aún notar a las personas frente a su puerta, envuelve el vientre de su omega entre sus manos y besa su cuello. "¿Que sucede?" Susurra en su oído.
Harry pasa saliva audiblemente. "Nuestros lobos, están todos aquí." Apunta.
"Vi kom for å legge igjen et par gaver til deg, Luna." La señora hace una leve reverencia para ambos y le entrega la cacerola a Harry. [Venimos a dejar un par de regalos para ti, Luna.]
¿Que dijo?" Louis susurra para su omega.
"Han traído regalos, para mi."
Cajas, charolas de comida, ropa, animales...muertos; todo eso y más fue depositado en la entrada de su casa, todo envuelto en papel para regalo.
Sobre los animales, Louis había saltado como un orgulloso cuando había notado que todos habían cazado pequeños animales para él; desde conejos hasta ardillas, e incluso un pequeño lobo—apenas un cachorro— había dejado una lagartija destazada frente a sus pies. Harry nunca admitiría que eso había sido tierno.
Harry seguía sin entender esa tradición. Ni tampoco entendía de dónde sacaban tantas ardillas.
"Louis ayúdame a meter todo esto en la casa." Harry arrastró una caja hasta la entrada, pesaba y a penas podía levantarla, no iba a esforzarse en hacerlo.
"Veo que ya has recibido visitas." Niall dice detrás de él, recargado a un lado de una de las cajas.
"Ni, que bueno que llegas." Harry limpia sus manos en su pantalón. "Han dejado comida, regalos, cosas que no entiendo, han llenado mi maldito jardín con animales muertos." Harry dice agitado, frunciendo su ceño. "No necesito tanta comida."
Niall ríe. "Bienvenido al mundo de los lobos, lunita." Niall se sienta sobre una de las cajas y comienza a desenvolver una de las cacerolas. "Mmm." El beta aspira. "Pastel de chocolate."
"Niall deja eso." Harry llega hacia él a trompicones, cuidándose de no tropezar con alguna caja o cacerola... o algún animal destripado.
"¿Dónde está tu alfa?"
"Está ocupado pavoneándose por ahí." Harry se cruza de brazos. "Se encargará de los animales." El Luna voltea a ver a su alfa el cuál trae puesto unos guantes de goma y está recogiendo, junto con Zayn, los animales.
"Ayúdame." Harry hace pucheros para su beta. "Por favor, por favor, por favor."
"Esta bien." Niall se coloca de pie y abraza a su amigo. "Espero que estés listo para las demás visitas."
"¿¡Más visitas!?"
"Oh claro cariño, esto sólo es el comienzo." Niall se deshace en una carcajada.
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Salieron de la cabaña, de el lugar que se juraron nunca volver a salir.
Llevaban ropa en sus mochilas y comida para el viaje.
Era una caminata larga hacia la ciudad, llena de caminos cubiertos por nieve y el peligro inmenso de cruzarse con cazadores... con él congreso.
Su esposa no era el problema, ella era un lobo puro, pero él... él no pertenecía al mundo de los lobos.
Cuando por fin arribaron a la ciudad, las cosas eran diferentes, la gente les pasaba de largo y ni siquiera los volteaban a ver, nadie les miraba raro, aun nadie se había acercado a atacarlos.
Llegaron hacia su destino.
El gran edificio con letras plateadas "Congreso de Noruega."
Estaba rodeado por gente trajeada, la entrada estaba cubierta por un guardia, lograron abrirse paso hasta la recepción del edifico.
Su esposa logró llegar hasta un escritorio, a él lo habían detenido en la entrada cuando no pudieron percatar ningún olor en él.
Su esposa dejó caer su bolso y corrió, azotando sus manos en la madera del escritorio, se hizo notar. "Necesito hablar con Harry Styles, ahora."
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