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Una vez cuando Louis era solo un cachorro, su padre lo sentó en su regazo.

Él dijo. "Hay cosas que no entiendes."

Él dijo. "Cosas que aún eres muy pequeño para escuchar."

Él dijo. "Pero necesito que las escuches de todos modos."

Su padre le había enseñado el anillo que rodeaba su dedo anular, había dejado que lo sostuviese entre su pequeña mano y que lo colocara en su dedo, el metal frío provocándole cosquillas.

Tenía un bonito grabado en letras cursivas:

Conrad Tomlinson.

Era hermoso y la piedra que sostenía en el medio lo era aún más.

Su padre le dijo. "La gente hará que tu vida sea una mierda."

Su padre dijo. "Este es tu futuro y no puedes huir de él."

Su padre dijo. "Me odiarás."

Su padre susurró. "Pero es un precio que tengo que pagar."

Su padre tomó su pequeña mano entre la suya, dejó un pequeño beso en su frente y entonces con las voz quebrada terminó de decir aquello que tenía que decir. "Serás el mejor en esto, serás un guerrero, yo te ayudare a serlo."

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La última vez que Louis había visto a su padre había sido hace 7 años, el solo tenia 20 años cuando lo habían convertido en el alfa de la manada.

Recuerda muy bien ese día pues su padre fue el mismo que le entregó el anillo plateado con su nombre como inscripción, al contrario de el de su padre el suyo tenía una pequeña incrustación blanca como mármol en el medio.

Louis se quedó en su forma de lobo cuando regresó a la manada con su padre a lado, el cual no venía solo, venía acompañado de otros dos hombres, altos y tripudos, con gabardinas y tatuajes que subían desde sus brazos hasta su cuello.

Louis no lo admitirá en voz alta pero se sentía intimidado, su padre siempre había causado ese efecto en él.

Zayn los estaba esperando en la puerta cuando llegaron a la verja principal, Zayn le dirigió una mirada ladina antes de buscar una confirmación de Louis para abrirle las puertas.

Louis asintió.

Su padre tenía el semblante serio y su modo de caminar estaba lleno de orgullo y superioridad, dirigía su mirada de izquierda a derecha y después de nuevo hacia adelante, Louis los dejó parados en la entrada y se dispuso a correr hacia casa de Niall, primero para cambiar a su forma humana y segundo para ver a Harry una vez antes de que la tormenta se desatara.

Rascó la puerta e inmediatamente el olor a café amargo y madera inundó sus fosas nasales.

"Lou." Harry susurró, cayendo de rodillas enfrente de él, abrazándolo.

Louis entonces se transformó y el abrigo de Harry chocó con su piel.

"¿Que está pasando?" Niall interrumpe, cargando una toalla y entregándosela para que se cubra.

"Mi padre." Louis dice entrecortadamente, escondiéndose un segundo en el cuello de Harry para aspirar su aroma. "Está aquí."

"¿Q-Que?" Niall pregunta y su rostro palidece.

"Estoy igual de confundido, Niall." Louis separa a Harry de su torso y lo ayuda a enderezarse para entonces cubrirse con la toalla.

"He venido a vestirme." Louis dice secamente. "Quiero que se largue lo más pronto posible de aquí." Gruñe.

"¿Que está pasando, Lou?" Harry pregunta, sus manos comenzando a temblar por la energía y desesperación que Louis irradia, inconscientemente se comienza a formar un puchero en sus labios.

"Hey." Louis se acerca a él, lo rodea con sus brazos y lo junta a su pecho. "Hablaremos después, mi amor." Louis restriega su rostro con el pelo de Harry. "Tengo que irme."

"Estás estresado, no me gusta." Harry susurra. "Puedo sentirlo."

"Lo se, lo se." Louis lo separa de su cuerpo y planta un pequeño besito en sus labios. "Tengo que subir a cambiarme y entonces volveré."

Harry asiente abatido.

Harry observa a Louis desaparecer escaleras arriba.

"¿Niall por que es malo que el padre de Louis esté aquí?"

Niall pasa saliva. "No se si sea mi responsabilidad contestarte eso."

"Lo es." Harry frunce su ceño, cruzándose de brazos.

"No lo creo." Niall castañea.

"Te lo ordenó, como tú Luna." Harry estampa su pie contra el suelo.

Niall rueda sus ojos. "Luego, cuando Louis no esté aquí por favor."

Harry asiente.

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Louis bajó con el semblante más aterrador que Harry ha visto nunca, tenia la mandíbula apretada y sus manos estaban hechas puños a sus costados, se notaba tenso de los hombros y sus ojos parecían desconcertados, pero más allá de eso Harry veía algo más, era un don que tenía por ser su luna.

Louis olía a ansiedad y enojo, pero a través de esa tormenta de furia, podía oler la tristeza y el miedo.

No le gustaba, le irritaba la nariz y su omega comenzaba a ponerse en modo protector.

Louis no lo miró al rostro, solo plantó un beso en su mejilla y salió por la puerta sin decir una palabra.

Harry pudo sentir el miedo.

"Niall, ahora." Harry gruñó. "Quiero saberlo todo."

"¿Estás seguro de que eres un omega?" Niall pregunta. "Por que te estás comportando como una alfa malhumorado."

Harry gruñe de nuevo. "Soy un maldito omega molesto por que no se que está pasando con mi alfa."

"De acuerdo." Niall lo toma de la muñeca y lo dirige hacia la cocina. "No te contaré todo, hay partes que le corresponden a Louis, pero te pondré en contexto."

El omega asiente.

"Me prepararé una taza de té, espero no te importe." Niall se voltea hacia los gabinetes.

"Solo habla, Niall." Harry se sienta en el espacio libre que queda en la barra de la cocina, para prestar atención a cualquier letanía que Niall suelte.

"De acuerdo." El beta comienza. "El padre de Louis es... es la peor persona que conozco." Niall dice con amargura. "Pero no siempre fue así, era un hombre amoroso, que tenía una familia aún más amorosa, tenía una de las manadas más grandes y tenía un pequeño hijo que algún día sería un pequeño rey."

"¿Louis nunca quiso esta vida sabes?, ser el alfa de la manada es mucho para una persona." Niall comienza a verter agua en una taza. "Trató de escapar de esto pero...nunca lo logro."

Harry comienza a mordisquear sus uñas.

"El padre de Louis no es cualquier persona, no es solo el alfa de una manada importante, no es solo un hijo de puta," Niall enfatiza. "El padre de Louis es el jefe de los hijos de puta más grandes de toda Noruega."

Harry frunce su ceño. "N-No comprendo, Niall." Harry truena sus nudillos unos instantes. "¿Que es lo que hace el padre de Louis?"

"El padre de Louis es uno de los cabezotas que trabajan en el congreso de Noruega." Niall suelta. "Bueno ya no lo hace tan activamente pero siguen pidiendo su permiso para tomar las decisiones." Niall se encoge de hombros.

Y Harry de repente no siente las piernas, su respiración se corta y si no fuera por que está sentado podría jurar que está apunto de caer al suelo. "N-No."

"Si." Niall se voltea sosteniendo su taza hacia a él. "P-Pero Louis no tiene nada que ver con él, no después de que supo todo lo que ha hecho."

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La libertad con la que su padre entró a su antigua oficina hizo que su sangre hirviera, el poco control que estaba teniendo con esta situación lo tenía irritado, la libertad con la que su padre irrumpía en su territorio lo hacía querer transformarse y arrancarle la cabeza de un mordisco.

"Insolent Barn." Su padre habló como si Louis aún fuera un adolescente y estuviera siendo reprendido por alguna estupidez, solo que ahora Louis estaba sentado del otro lado del escritorio y su padre está vez era el pequeño cachorro tembloroso—con miedo a decepcionarlo—. [Niño insolente.]

"Ya no soy un niño." Louis dijo. "Te pido que si te vas a referir a mi, lo hagas con respeto."

Su padre parpadeó un par de veces antes de recomponer su postura. "No olvides que estás en esa silla gracias a mi." Su padre dijo con rabia. "Aún eres un niño y te puedo quitar tu corona en cualquier momento."

"Quisiera que lo intentarás." Louis sonrió socarronamente cruzando ambos brazos delante de él. "Te apareces sin avisar en mi territorio y lo primero qué haces es amenazarme, creo que el retiro te ha hecho olvidar cómo funcionan las cosas, querido padre."

"Esto no se trata de ti, es un asunto importante, Louis." Su padre saca de su saco una cajetilla de cigarros. "¿Quieres?" Pregunta.

Louis niega.

"Que es lo que necesitas?" Louis pregunta comenzado a irritarse, el olor que llega a sus fosas nasales no ayuda mucho tampoco.

"Me presento aquí no como tu padre, sino como un miembro del congreso." Su padre deja salir el humo del cigarrillo por sus fosas nasales. "Tenemos un problema y necesitamos ayuda de todas las manadas de Noruega."

"¿Que es lo qué pasa?" Louis por un momento olvida que está hablando con su padre.

"Hace tres años el congreso de Noruega con ayuda de un par de cazadores tiramos abajo a una escoria de manada." Su padre vuelve a calar de su cigarro. "Una cruza entre lobos y cazadores, pero un lobito logró escapar."

Louis no contesta.

"El resultado de un linaje de muchos años y un desperdicio de aire como un cazador." Conrad Tomlinson parece estar verdaderamente molesto. "Lo hemos estado persiguiendo por tres años." Su padre hace una seña hacia uno de los hombres que lo acompaña, quien con premura se acerca hacia él, entregándole un sobre amarillo se encuentra sellado con cera, marcado por el sello oficial de Noruega. "Le hemos perdido la pista hace unos meses, pensamos que se oculta con una manada."

Louis pasa saliva ligeramente antes de asentir. "¿Y esto que tiene que ver con mi manada?"

"Quiero que me alertes si llegas a verlo." Su padre tose por el humo antes de tomar otra inhalación. "Todo lo que necesitas saber sobre él está en este sobre." Su padre se lo entrega. "Ábrelo cuando tengas tiempo."

Louis asiente tomando el sobre en manos para entonces dejarlo sobre su escritorio, donde otro par de sobres y cartas están esparcidas.

"Debemos hacernos cargo del muchacho antes de que se empareje o suceda algún incidente, es una amenaza, es una persona peligrosa y debe ser detenido lo más antes posible." Su padre termina de decir antes de ponerse de pie, para lo cual Louis imita su acción.

El alfa sin esperárselo, su padre rodea el escritorio y se acerca hacia él, rodea su cuerpo con sus brazos y antes de que Louis pueda separarlo de inmediato, su padre susurra en su oído. "Como tu padre te advierto que no te metas en problemas."

"Sé cuidarme solo." Louis lo empuja de su cuerpo. "Ahora si no te molesta, no eres más bienvenido aquí."

Louis había odiado a su padre en su momento y lo odiaba ahora, incluso si habían pasado años, incluso si ahora él era más alto y su padre tenía arrugas por toda su cara y lucia indefenso, casi como si aquel monstruo que le había arrebatado su vida, nunca hubiera existido.

Lo gracioso acerca del odio es la línea delgada como el papel que lo separa de ser algo completamente distinto. Por que también una parte de él, por más mínima que fuera, ver la cara de su padre le había brindado reconforte, incluso de que intentara convencerse de que no, incluso si tenía unas ganas de abalanzarse contra él y estrangularlo, lo quería, por que en un momento habían sido manada y esos lazos son difíciles de romper.

Observó a su padre irse de su casa y lo observó salir por donde había entrado y una vez que volvió a entrar a su casa, se sintió asqueado por que de nuevo el olor a cigarro volvía a inundar la casa de madera que era suya, que ahora le pertenecía.

Entró a su oficina y volvió a sentarse en su escritorio, giró un par de veces como un niño en la silla giratoria para después detenerse y volver a contemplar lo que había pasado.

Y ¿Que carajos había sucedido?

Se detuvo un momento antes de tomar el sobre amarillo del escritorio, lo consideró un momento antes de tomar el abre cartas y romper la cera de un tirón, antes de comenzar a leer observó que habían muchos papeles, en el fondo pudo ver pequeños recortes, que suponía eran fotografías.

Dejó caer todo en el escritorio y antes de que pudiera leer los papeles, una imagen llamó su atención.

Había una familia en la fotografía había una señora de mediana edad tenía unos ojos verdes, verdes, verdes y a su lado...

Sus manos comenzaron a temblar.

Había un chico en el medio, sus ojos eran del mismo color que los de la señora, tenía hoyuelos en sus mejillas y unos rizos chocolate marcados, había un gran círculo rojo marcando su silueta.

Dejó caer la imagen al suelo, su sangre se heló y sus ojos comenzaron a picar, revoloteo por los papeles y entonces lo leyó...

Harry Edward Styles Cox.

Con tinta negra ponían que era un fugitivo.

Y sobre todo que era...

Rápido, feroz y peligros0.

Mierda, mierda, mierda.

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