Capitulo 20: Azul, azul, azul.

Pasan lo que parecen ser dos horas hasta que Harry puede escuchar a alguien rascando la puerta, seguido de un pelaje siendo sacudido, lo cual supone es por la nieve.

"Creo que tú alfa ha vuelto." Niall dice colocándose de pie. "Solo de verdad espero que no haya aniquilado un oso por ti."

Harry se queda atónito y sigue a Niall por detrás.

Un lobo enorme con linaje blanco, un poco manchado de tierra está sentado en sus cuatro patas, cuando lo ve sus ojos centellean y corre a su lado.

"Lou." Harry se hinca a su lado y al igual que Louis hace, olisquea a su alrededor. "Alfa, hueles a perro mojado." Harry se queja enroscando su nariz.

Louis le gruñe. "Lo siento, pero tú omega tiene razón." Niall interviene.

Louis le gruñe esta vez a Niall, enseñando sus afilados y blancos colmillos.

"Si, si." Niall rueda sus ojos. "No te tengo miedo."

Louis bufa y en cambio empuja con su frente a Harry, en una señal para que entre dentro de la casa de nuevo.

Entran y antes de que se den cuenta, el sonido de huesos rompiéndose inunda las cuatro paredes.

"No he podido conseguir un oso." Es lo primero que el alfa dice cuando termina de colocarse sus prendas.

"¿Enserio?" Harry pregunta incrédulo. "No se si alegrarme." Susurra hacia Niall.

"¿Como es que no has conseguido uno oso, Louis?" Niall comienza a joder.

"He ido hasta Tronsø y estuve así de cerca..." Louis hace una seña de cuan cerca estuvo. "De ir hasta Svalabard con tal de conseguir un maldito oso."

"Para eso hubieras tenido que tomar un ferry, exagerado." Niall reclama. "Además me parece increíble que no hayas conseguido un oso si en el bosque de aquí a lado..." Niall apunta. "Hay miles de osos."

"No es cierto." Louis reniega.

"Ahm si lo es." Niall dice. "¿No recuerdas esa vez en que tuvimos que empezar a colocar la basura en contenedores más difíciles de abrir por que los osos estaban robando el desperdicio?"

"No se de lo que hablas." Louis dirige su mirada hacia otra parte.

"Si lo sabes." Niall contesta. "Incluso amenazaste a los osos."

"Okay de acuerdo." Louis se resigna. "Si encontré un oso pero..." Louis piensa. "Estaba acompañado de sus bebés, no iba a traumar a esos pequeños bebés matando a su padre frente a ellos." El alfa comienza a exaltarse. "¡No soy un asesino, Niall!" Louis reitera. "Yo no haría algo así jamás."

"Per-" Harry intentó decir.

"Okay esta bien..." Louis volvió a interrumpir. "¿El oso era del tamaño de un edifico, de acuerdo? No iba a dejar que me matara y entonces dejar a está manada sin alfa." Louis dice apenado.

"Aveces los alfas me confunden." Niall susurra. "En fin."

"Yo no necesito un oso, Lou." Harry se acerca hacia su alfa con pasos pequeños.

Louis lo ve directamente hacia los ojos, sintiendo sus mejillas calientes. "¿No?"

"No." Harry lo abraza por el torso, juntando sus brazos atrás de su cuello.

"Omega." Louis susurra, dirigiendo una de sus manos hacia su rizado cabello. "Te prometo que seré el mejor alfa."

"Ya lo estás siendo." Harry contesta. "No necesito que salgas a cazar por mi, en cambio tal vez podrías darme otra canasta con panquecitos de chocolate."

"¿Eso te gustaría cierto?"

"Si." Harry ríe. "De verdad que si."

-

Una vez cuando Harry era solo un cachorro, su padre lo sentó en su regazo.

Él dijo. "Hay cosas que no entiendes."

Él dijo. "Cosas que aún eres muy pequeño para escuchar."

Él dijo. "Pero necesito que las escuches de todos modos."

Él lo vio hacia arriba con ojos destelleando. Lo amaba. El no era como los demás pero era su padre y eso era todo lo que importaba.

Su padre le dijo. "Hay personas allá afuera, que querrán hacerte daño."

Su padre le dijo. "Corre Harry, déjales ver lo genial que puedes ser."

Su padre le dijo. "Los de el congreso son malas personas, no creas en sus mentiras."

Y su padre tenía razón.

-

El congreso de Noruega, más específicamente el lugar donde residía el alfa de todos, era casi como una institución que se hacía cargo de que las reglas entre lobos se cumplieran.

Se asignaba un pedazo de territorio por familia y el congreso se aseguraba de que no hubieran fallas, que nadie de repente se comportara como un dictador y comenzara a seguir sus propias reglas.

El congreso de Noruega prohibía el matrimonio entre cazadores y lobos, incluso si los cazadores fueran los enemigos, el congreso tenía permitido unirse con ellos y juntos acabar al linaje tóxico que surgía de un matrimonio así.

El congreso de Noruega estaba tras Harry.

Había aprendido las técnicas de caza de todos ellos, habían estado tras él por años y había logrado escapar.

Pero él sabía que en realidad nunca puedes escapar de tu pasado.

Él era un peligro para él mismo y ahora también era un peligro para la manada de Louis.

Sabía que tenía que hablar con él alfa, pero no tenía las fuerzas.

Tienes que decirle, puede estar en peligro si no lo haces.

Harry torció sus manos detrás de su espalda, estaba en una caminata con Louis, paseando por todas las casas de su territorio, su alfa se veía extasiado.

"Algún día, todo esto será de ambos." Louis dice acercándose a él.

Harry sonrió tímidamente, estirándose para tomar la mano de Louis.

"Quiero quedarme aquí por siempre." Harry susurra. "No quiero irme nunca."

"Hey." Louis lo acerca hacia él. "Y no tendrás que irte jamás."

Harry asiente.

Solo dilo.

Louis toma su mano firmemente y lo jala para que sigan caminando.

La gente camina alrededor de ellos, todos haciendo una pequeña reverencia cuando los miran pasar.

Saludándolo con un pequeño:

"Buenos días alfa, buenos días Luna."

"Se acerca la siguiente parte, Hazz." Louis dice.

"¿Parte?"

"Para el cortejo, a-amor." Louis dice tartamudeando, poniéndose nervioso de repente. "¿Puedo decirte así?"

Harry sonríe socarronamente. "Claro que si, alfa."

Louis se acerca hacia él y acuna su rostro entre sus manos. "Mi amor." se acerca a besar la punta de su nariz, para después besar cortamente sus labios.

Harry se pone de puntillas y repasa su rostro. "Jeg elsker øynene dine." Harry dice pasando las puntas de sus dedos por encima de sus cejas. "Son azules, azules, azules." [Me encantan tus ojos.]

Azules como el océano, vasto y lleno tan profundamente de melancolía que Harry pensaba que se ahogaría. Pero a través de el océano, a través del fuego que ardía sobre ellos, el verde siempre volvía a crecer.

Verde, verde, verde, como sus ojos, verde como el sentimiento que lo llenó la primera vez que vio a su lobo blanco.

Caminaron un rato más hasta que llegaron a la verja principal, donde Zayn se encontraba haciendo su turno de mañana, asegurándose de que los monstruos se quedaran de su lado de la reja.

Harry no pudo siquiera reaccionar, no lo vio venir y de repente todo se volvió azul, azul, azul dentro de Louis.

Lo pudo sentir, no sabía si eran por los lazos profundos, tan profundos que los conectaban y les decían que eran destinados, o fue por el hecho de que sostenía su mano y pudo sentir como su sangre se helaba y sus pupilas se dilataban.

Pero lo sintió y por un momento está cayendo dentro de un océano tan profundo y lleno de temor.

"¿Louis?" Harry pregunta exaltado. "¿Qué pasa?"

"¿Donde está Zayn?" Louis pregunta soltando su mano. "Debería de estar aquí."

"¿Su turno pudo haber acabado?" Harry intenta.

"Debería de estar aquí." Louis se acerca a zancadas para asegurarse de que el gran candado que es lo único que separa a los cazadores de su familia, siga ahí.

Lo primero que Harry nota cuando se acerca son huellas, huellas de las botas de Zayn marcadas y manchando la blanca nieve de barro.

Harry puede notar que las huellas continúan kilometro y kilómetros adelante.

"Dritt." Louis susurra. "Mierda, mierda, mierda."

Harry camina unos pasos atrás. "¿Deberíamos avisar?"

"Aún no." Louis niega. "No podemos alertar a todos." Louis comienza a retirar su abrigo. "Iré a buscarlo."

"No, Louis." Harry se acerca hacia él para detenerlo.

"Luna, regresa a casa de Niall." Louis ordena. "Ahora."

"No." Harry se niega. "Si tu vas yo iré contigo."

"Harry, no." El alfa de la manada dice entre dientes.

"Louis, no dejare que salgas allá afuera tu solo."

"Soy el alfa." Louis dice aún tranquilo. "Por favor vuelve a la casa."

"No Ludwik, no dejar-." Harry está apunto de recriminar de nuevo cuando la nieve siendo aplastada por el cuerpo de alguien, llega a los oídos de ambos.

Desde lejos viene Zayn corriendo, lo más rápido que puede, está en su forma humana y parece estar bien.

Su pecho sube de arriba abajo cuando llega hacia ellos.

"L-Louis." Dice entrecortado.

"Zayn." Louis suelta un suspiro de alivio. "¿Qué pasa?"

"A-Algo viene." Zayn dice. "Pude oírlo, tú tienes que-" toma una bocanada de aire. "tienes que ir."

Louis deja salir un gutural gruñido, formando sus manos puños a los costados de su cuerpo, su lobo amenazando con salir.

"Lleva a Harry a casa de Niall." Le ordena a Zayn. "Ahora."

Zayn asiente y toma a Harry de su antebrazo, arrastrándolo lejos.

-

Louis corre a través de todo el bosque, sus patas traseras se mueven por toda su extensión, estirando sus músculos, su pecho sube de arriba abajo dentro de su pecho.

Se había transformado hace dos minutos y ya había corrido una gran parte de el bosque, intenta olisquear por todos lados pero solo percibe el olor a pino.

Comienza a cansarse hasta que puede verlo.

Un hombre aparece atreves de los árboles.

Mayor, con la piel arrugada, cabello blanco cayendo a mechones finos. Estaba vestido para el clima de Noruega, con pantalones gruesos y un pesado abrigo nuevo.

Cada paso que daba era medido y fluido.

Se movía con decisión.

Y él sabía quien era.

Lo conocía desde que era un niño pequeño con cabellos lacios, lo conocía desde la primera vez que le dijo que su vida sería una mierda, lo conocía desde el día en que le dijo que no podía tener decisión propia.

Se acercó hacia él corriendo y entonces gruñó, gruñó audiblemente, sintiendo un dolor en el pecho cuando el olor a tabaco llegó hacia sus fosas nasales.

"Tenemos que hablar." Su padre susurró.

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