49
Ha pasado una semana desde que muchos clanes lastimados por la magia de Eve, llegaron hasta Headwaters con el alfa Jeon.
También ha pasado un mes desde que la brujita raptó a Jimin, junto a su tía y su amigo. Y como es de esperarse no encuentran ningún rastro de los humanos y la bruja.
Marie, Taehyung y Jia se encuentran sentados en las escaleras de la casa de Jeon, ven hacia la granja y observan como el alfa juega con los cachorros.
—Sé que fue un poco egoísta de mi parte el pedirte que dejarás de insistir con la búsqueda de Jimin —habla en voz baja, Marie.
Jia mira hacia la izquierda y ve a la rubia.
—Creo que también estaba siendo egoísta, ustedes tienen cosas importantes en la reserva ahora —susurra la pelirroja, mientras abraza el brazo derecho de Kim.
—Esto es una mierda —espeta Taehyung. —Al menos se distrae con tantas decisiones que toma día con día. Y disfruta de los cachorros —añade.
—No creo que disfrute mucho su convivencia con los cachorros, Tae —habla en desacuerdo su novia.
—Sí, yo tampoco creo eso —secunda la alfa. —Creo que se tortura así mismo al verlos tan de cerca, y saber que su propio cachorro está creciendo dentro de Jimin y él no está ni como padre, ni como pareja y ni como alfa para protegerlos —expone.
—Si lo veo desde tu punto de vista suena torturador, Mar —cuchichea Taehyung.
—Lo es para él —murmura Jia. —Creo que hablaré con él —suelta la humana repentinamente, ganándose la atención de ambos cambia formas.
—Voy contigo —dice el beta.
La pelirroja niega y añade.
—Quiero hablar con él a solas.
—Pero...
—Ay, ya Taehyung —lo interrumpe Marie. —Tampoco es que Jungkook va tener algo con ella. Ella es la mejor amiga de Jimin y él es su pareja, ella puede ser de ayuda para que deje de torturarse —verbaliza con rapidez la alfa, se pone en pie y luego se aleja de la pareja.
—¿No quieres que lo haga? —interroga curiosa la humana.
—No es eso, me preocupa un poco su comportamiento —contesta el cambia formas.
—No creo que quiera atacarme, él sabe que soy importante para Jimin —dice con astucia la pelirroja. —Te buscaré cuando haya terminado —agrega en voz baja, para luego depositar un beso en los labios del beta.
El azabache abraza a la pelirroja, le da un beso en la frente y luego se marcha.
—¡Jeon! —alza su voz, Jia.
El alfa la mira sobre su hombro mientras alza a una niña.
—¡Jeon! —canturrea está vez la humana, mientras sonríe.
El pelinegro se despide de los cachorros y luego camina hacia su terreno, cruza la valla y luego se detiene frente a las escaleras frente a su casa.
—Jia —pronuncia.
—Ven, toma asiento a mi lado —le pide la chica, palmeando la madera. —Vamos, no te golpeare. No cuando sé qué que eres un hombre lobo —bromea.
—No soy un hombre lobo —replica el pelinegro mientras se sienta al lado de la chica.
—Lo sé —emite entre risas la pelirroja. —Jimin le dice lo mismo a Hoseok —comenta mientras su sonrisa se desvanece entre cada palabra.
Jungkook desciende su mirada mientras Jia, mira la reserva llena de cambia formas trabajando.
—¿Has hablado con Samara sobre Jimin? —inquiere con cuidado.
—Sí, nuevamente me dijo que debo dejar de buscarlos —acota con simplicidad el alfa. —Pero si soy sincero no tengo idea de lo que debo hacer —se sincera.
Jia suspira y asiente.
—Creo que si estuviera en tu lugar estaría devastada —opina la pelirroja.
—La manada creció. No puedo lanzarme a un rincón a lloriquear cuando dependen de mí. Están aquí para que los proteja y los guíe, y es eso lo que hago.
—Es como si tuvieras que hacer méritos para que puedas tener a Jimin y al bebé —cuchichea la humana. —Como si dejar de lado lo que más te importa fuera un requisito para que puedas ser feliz —agrega en el mismo tono—. Me parece algo ridículo, pero supongo que es porque soy humana.
—Desearía ser solo humano en estos momentos —confiesa repentinamente, Jeon—. Creo que podría controlar con facilidad mis emociones, pero con mi parte lobuna es todo más complicado. Cada vez que Samara me dice que deje de buscarlo mi lobo se frustra, se enfada y por último se entristece de impotencia al no poder ser útil para mí lindo humano y nuestro cachorro.
Jia toma una de las manos y Jungkook y la sostiene sin importar qué algunos cambia formas los vean.
—Hay veces que quisiera salir corriendo bosque adentro gritando sus nombres, pero sé que es peligroso para una simple humana como yo. Ellos son mi familia, Jungkook. Te aseguro que no eres el único que se siente mal.
El alfa sujeta la mano de la humana mientras sus ojos bicolores se llenan de lágrimas.
—Quizás deberíamos escuchar a Samara —musita con voz entrecortada, Jia—. Ellos estarán bien. ¿Verdad?
Jeon asiente y murmura.
—La bruja no puede dañarlos porque si lo hace se dañaría a ella misma.
Una lágrima abandona la cuenca de los ojos de Jungkook, la pelirroja suspira mientras derrama un par de lágrimas y a recuesta su cabeza sobre el hombro del pelinegro.
A la distancia Marie, Taehyung y Samara los observan. Se miran y luego continúan con sus actividades diarias dentro de la reserva.
El sonido de las llantas contra la grava del inicio de la reserva de la manada alerta a los cambia formas que se encuentran en su turno de vigilancia.
Uno de ellos se da la vuelta, coge un silbato y lo suena cuando el alfa a cargo de la vigilancia se lo ha ordenado.
Todos dentro de la reserva se quedan estáticos, en especial los nuevos integrantes.
—¡Jungkook! —grita Marie.
—¡Vayan todos al granero! —exclama en voz de mando, Jeon. —Emily, que las mujeres y niños entren a la granja y el resto que la rodee y los proteja —le ordena a la beta de cabello cobrizo. —Quiero a todos los alfas en sus lugares. Ahora —demanda.
—¿Qué sucede? —indaga Jia, parándose al lado de Jeon.
—Nada bueno —contesta el pelinegro—. Ve a la granja y...
—No, no lo haré —lo interrumpe la pelirroja. —Estoy con ustedes ahora, mi novio es uno de ustedes, me quedaré a su lado —asevera la chica.
Jungkook suelta un gruñido bajo en desacuerdo, pero decide pasar por alto la decisión repentina de la chica.
—Son humanos —anuncia un vigilante que trota hacia su líder.
—¿Cuántos? —indaga el pelinegro.
—De cinco a ocho —le informa mientras camina al lado de Jia.
Marie, Taehyung y Samara se unen a Jungkook a Jia y al joven alfa vigilante que los acompaña hasta la entrada de la reserva.
—¿Dónde está, Richie? —pregunta uno de los hombres de traje.
—En el infierno supongo —habla Jungkook, ganándose la atención de los humanos tras las rejas.
—Teníamos un trato con él, venimos por omegas —dice otro de los hombres de traje.
—Los tratos que tenía Richie con ustedes terminaron el día que lo maté —replica a la defensiva, Jungkook.
—¿Quién eres tú para dirigirte a nosotros? —lo cuestiona el hombre de traje de más edad.
—Soy el nuevo líder de la manada —contesta. —Me presento —dice, acercándose a la reja que separa su territorio con el de los humanos de traje. —Soy el alfa Jeon, para mi manada y para ustedes —se presenta el pelinegro con semblante serio al igual que el tono de su voz.
Los siete hombres de traje se observan y luego uno de ellos se acerca a la reja.
—No queremos problemas. Lo único que queremos es lo pactado con Richie —expone.
—Creí haber sido claro. Nadie de traje entra a la reserva sin mi autorización, y no me interesa si el cabronazo de Richie lo pactó con ustedes. Soy el nuevo líder y aquí mando yo, si alguno de los cambia formas implicados quieren tener lazos con ustedes yo mismo me encargaré de desterrarlos de la reserva —aclara Jeon. —Y como yo tampoco quiero problemas con ustedes, les invito a marcharse antes de que deje que mi parte lobuna se encargue de todos ustedes —brama el alfa, furioso.
—Creo que podríamos llegar a un trato —propone uno de ellos.
—No —enfatiza en voz de mando, Jungkook. Lo que para los humanos vendría siendo un tono grave y desagradable. —Hablare con mi manada y los que quieran seguir en contacto con ustedes y sus malditas perversidades se irán con ustedes. No hay nada que debatir, ni negociar y mucho menos tratar. He sido claro, ahora largo —culmina Jeon.
Se da la vuelta y camina hacia donde sus amigos y la bruja se encuentran a la espera de él.
—Les recomiendo que se marchen, mis lobos muerden —se dirige la vieja bruja a los de traje.
Uno de ellos bufa y entra al vehículo. El más joven observa de manera fija y retadora a Jeon.
—Te veo pronto, alfa Jeon —dice el más joven antes de subir al auto.
—Te estaré esperando, bastardo —espeta Jungkook.
Los humanos de traje suben a los autos y se marchan, dejando a los vigilantes y al alfa Jeon pensativos.
—Richie es un maldito bastardo, si pudiera lo sacará de su tumba, lo reviviría y lo volvería a matar —habla con amargura, Marie.
—Regresarán, Jungkook —le recuerda Kim.
—Lo sé, debemos estar listos —musita despreocupado el alfa. —Marie, quiero que tú y Emily encuentren a Sam —le ordena.
La rubia asiente y dice.
—Dalo por hecho.
—La quiero viva, Mar —le indica.
—No prometo nada, alfa —articula de manera sarcástica, Marie.
—¡Mar! —vocea Jeon.
—La traerá no te preocupes —le dice Taehyung entre risas.
—La quiero viva —recalca el pelinegro.
—Bueno, entonces vamos a rezar para que Mar no la mate y Emily la logre controlar —bromea Taehyung.
—Reúne a todos en el gran salón, beta rezador —espeta Jeon.
—Alguien no está de buen humor —murmura Samara, entre risas.
Jungkook la mira y no puede evitar sonreírle a la vieja bruja que todos los días le dice que Jimin y su cachorro están bien sin que él se lo pida.
Todos van al gran salón, mientras Jeon se encarga de redoblar la vigilancia dentro y fuera de la reserva de Headwaters.
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