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Jungkook y Taehyung, ven cada vez más cerca una furiosa e impaciente rubia, lista para dejar libre a su parte lobuna y despedazar al alfa desinteresado y burlón que es acompañado por su hermana.

—¿Qué quieres que haga? —cuestiona Kim a Jeon, cuando están a un kilómetro de llegar al resto de cambia formas.

—Quiero que controles a Mar, y vigila a Sam —contesta con seriedad el alfa.

El beta asiente y enfoca de inmediato a la alfa rubia y a la omega platinada.

—Sam, cálmate —se dirige Jungkook a su amiga. —Estoy aquí, habla —espeta, ahora mirando al hermano de su destinada.

—Sabes por lo que estoy aquí, Jeon —balbucea el de cabello avellana.

—No crees que es momento de dejar el tradicionalismo de lado —suelta Jungkook, tomando por sorpresa a Marie y haciendo reír a Richie.

—Por supuesto que no, Jeon —replica de inmediato el de cabello avellana. —¿Por qué quisiera dejar de lado el tradicionalismo? —realiza la pregunta. —Por ti, solo porque te imprimaste de un maldito humano y está en cinta —escupe con desdén, acercándose desafiante al pelinegro.

—Cuida tus palabras —lo reta entre gruñidos, Jungkook.

—Pues lamento decepcionarte, Jeon. No voy a dejar el tradicionalismo por ti, ni por nadie —puntualiza Richie. —Tú y yo tenemos una pelea territorial pendiente —expone decidido. —Respeta nuestras tradiciones, el humano es él —dice mientras extiende su brazo y señala con su dedo índice al rubio que se acerca a ellos—. No tú, por lo tanto, debes a pegarte a nuestras tradiciones, Jeon.

Taehyung detiene a Jimin, lo toma de uno de sus brazos listo para llevarlo a casa si los alfas deciden iniciar la pelea.

—Bien, entonces dime cuándo —accede Jungkook, obteniendo la atención del de cabello avellana nuevamente.

—Ahora —dice Richie—. Nos vemos en la noche, Jeon.

Richie se gira y camina hacia su hermana.

—Camina, Sam —le pide a su hermana.

—Si yo no soy feliz, tú tampoco lo serás, Jungkook —verbaliza la platinada.

—Cierra la boca y camina —le ordena Richie.

Sam esboza una sonrisa ladina vengativa, Jimin traga grueso y ve como la chica se aleja junto a su hermano.

—¿Estás seguro de esto? —interroga Marie a Jeon.

—No tengo otra opción y lo sabes —acota el pelinegro. —Es imposible razonar con el imbécil de Richie —agrega molesto.

—Bueno es comprensible, has arruinado su plan y dejado a su hermana sin su destinado. Matarte es lo que más desea —parlotea la rubia sin pensarlo.

La alfa ve como Jungkook y Taehyung la miran, mientras Jimin intenta sonreír forzadamente.

—Lo siento —se disculpa con el humano.

—No te preocupes, está bien —balbucea Jimin.

—Te dije que esperarás en casa —se dirige el pelinegro al rubio.

—Lo sé, pero no quise quedarme en casa. No pienso disculparme por no haberte esperado dónde me pediste —habla con seguridad el humano.

El cambia formas no dice nada, cuando está lo suficientemente cerca de su lindo humano posa sus manos sobre los mofletes y lo mira detenidamente sin emitir una sola palabra.

—¿Qué piensas? —lo cuestiona el rubio mientras posa sus manos en la cintura del pelinegro.

—Pienso en cómo ponerlos en una caja para que nadie los lastime —responde con sinceridad, Jeon.

—¿Eso no es algo extremo? —formula Park, frunciendo su entrecejo.

—Quizás sí, pero estarían a salvo —contesta el alfa—. Me volvería loco si los perdiera a ambos y no hablo a que estén lejos. Hablo de que...

—Ssshhh —lo interrumpe Jimin, posando una de sus manos sobre la boca del cambia formas. —Si piensas algo trágico, algo trágico te pasará. Mi tía dice que atraemos lo que pensamos —añade con mesura el humano.

—Entonces pensaré en ti y en nuestro cachorro —dice el pelinegro.

—Bebé, Jungkook —lo corrige el más bajo.

—Cachorro —musita entre ronroneos el alfa.

—Ok, como tú quieras —accede el humano, abrazando a su bestia.

Mientras la pareja se abraza, Taehyung atiende la llamada entrante de Jia.

—Jia, hola —atiende el azabache.

—Escúchame bien, necesito que vengas a la ciudad con Jimin. Encontré a Eve en la parte trasera de la despensa, está muy lastimada, antes de desmayarse lo único que balbuceaba era el nombre de Jimin —habla la humana lo más rápido que su lengua le permite. —Taehyung, ¿Me escuchaste? —indaga, al no escuchar la voz del beta.

—Sí, te escuché —confirma el azabache. —Estaremos en la ciudad pronto —dicho eso cancela la llamada.

—¿Sucede algo? —indaga Marie.

—Es Eve —es lo único contesta el beta, y luego camina hacia la pareja.

—¿Qué? ¿Quieres un abrazo? —se dirige Jeon a Kim entre risas.

—No eres Jia, pero gracias —acota divertido, Taehyung. —Jimin —llama la atención del humano. —Jia me llamó, quiere verte, necesita que le ayudes con Eve —suelta el beta.

—¿Eve? —duda el rubio.

El azabache asiente.

—Bien, pero Jungkook no puede llevarme a la ciudad —dice el humano.

—Taehyung lo hará —verbaliza Jeon.

—¿Seguro? —lo cuestiona Jimin.

—Sí —responde Jeon. —Necesito concentrarme para la pelea y estoy seguro que contigo cerca no lo haremos —agrega con serenidad.

—Ok, entonces volveré para la pelea —murmura el rubio. —Te amo, nos vemos pronto —se despide con un beso sobre los belfos del alfa.

—Te amo —musita Jeon. —Cuida de ellos, Taehyung —le ordena al beta.

—Con mi vida, Jungkook —asevera el azabache.

—Jimin, llámame si algo no anda bien —le pide en voz alta el pelinegro.

—¡Lo haré alfa! —exclama el humano, mientras se aleja de su pareja.

—Lo haré alfa —cuchichea Marie, en su peor intento de imitar a Jimin.

—No eres graciosa, Mar —espeta el pelinegro.

—Oh, ¿en serio? —pucherea la rubia. —Lo intentaré de nuevo —suelta decidida a fastidiar a su amigo.

—Ni se te ocurra —le advierte Jeon.

—No parare hasta que te cause gracia, alfa —chista la chica.

—Mar —gruñe el pelinegro.

—¿Estás molesto, imbécil? Espero y estes así de molesto en la pelea.

—Lo estaré.

—No te creo nada. Eres débil Jungkook, un alfa débil y bueno para nada —espeta Marie.

El pelinegro gruñe, sus ojos bicolores ahora lucen como dos canicas recién pulidas mientras su respiración se acelera.

—Débil y patético. Aferrado a la idea de una vida junto a un maldito humano del que se enamoró. Lobo inservible —continúa con su ataque la chica.

Un potente aullido se escucha, Marie esboza una sonrisa al ver los relucientes colmillos asomar en aquella boca que poco a poco comienza a convertirse en un hocico alargado.

—Sí, así es. Canaliza tu enojo y conviértelo en fuerza para atacar, no dejes que tu lobo nuble tus pensamientos, Jungkook. Si lo dejas tomar todo el control Richie te destrozará —lo aconseja la rubia. —Tu cría y tú humano serán comida de lobos, bastardo —lo provoca una vez más.

Jeon, suelta un gruñido fuerte con el cual culmina su transformación, y se lanza a Marie derribándola en un santiamén.

—Eso es imbécil, muy bien —aprueba la chica, mientras el lobo negro está sobre ella. —Mi turno —canturrea mientras sonríe.

La chica se transforma y de un fuerte golpe con su hocico se quita al lobo negro de encima.

Los cachorros escuchan los gruñidos potentes de ambos lobos, se reúnen y en su forma humana se preparan para ver el entrenamiento del alfa Jungkook junto a la alfa Marie.







Nada más decirles que volví a escribir y se sintió demasiado bien.

Espero la historia este siendo de su agrado 😊

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